“Invoco a la obediencia, no al diálogo.” Monseñor Cipriani, Declaraciones a la prensa, 21.08.12
En declaraciones públicas que no dejan dudas, el arzobispo de Lima ha sostenido el 21 de agosto que no hay lugar para el diálogo entre la PUCP y la Santa Sede, sino solo para la obediencia. Solo hay diálogo entre seres libres. Pedir obediencia es tratar de suprimir lo que nos hace más humanos: el ejercicio de la libertad y la capacidad de seguir los dictados de la propia conciencia.
Sorprende que en estas circunstancias haya aún miembros de nuestra comunidad universitaria, en especial profesores, que hagan invocaciones abstractas al diálogo “entre las partes”, sin reconocer con claridad las declaraciones mencionadas y poniendo en igualdad de condiciones a quienes defienden el diálogo y a quienes exigen obediencia.
Está en juego una cultura de la libertad, la única bajo la cual es posible la vida universitaria, opuesta a una cultura de la intolerancia, bajo la cual imperan la obediencia y la censura.
Es indispensable cerrar filas tras los acuerdos de la Asamblea Universitaria y seguir apoyando al equipo rectoral en su decisión de defender la autonomía de la PUCP y la cultura del diálogo.
Foro Docente Autonomía PUCP
Equipo de Coordinación
Alan Fairlie
Miguel Giusti
Natalia Iguiñiz
Iván Meini
Susana Reisz
Luis Sime