El Manifiesto de Toronto por la actividad física: un llamamiento global a la acción
Manifiesto publicado el 2010 por el Consejo Global para la Defensa de la Actividad Física, Sociedad Internacional para la Actividad Física y la Salud.
¿Por qué es necesario un manifiesto sobre la actividad física?
El Manifiesto de Toronto por la actividad física es un llamamiento a la acción y una herramienta para luchar por la creación de oportunidades para mantener un estilo de vida que promueva la actividad física para todos. Las organizaciones y las personas interesadas en la promoción de la actividad física pueden servirse del presente manifiesto para convencer a quienes toman decisiones a nivel nacional, regional y local, y así conseguir un objetivo común. Estas organizaciones abarcan los sectores de la salud, el transporte, el medio ambiente, el deporte y el ocio, la educación, el diseño y la planificación urbanos, así como el gobierno, la sociedad civil y el sector privado.
La actividad física: una potente inversión en las personas, la salud, la economía y la sostenibilidad
En todo el mundo, la tecnología, la urbanización, el aumento del sedentarismo en el trabajo y un diseño de sociedad basado en el automóvil han apartado la actividad física de la vida cotidiana. Los estilos de vida demasiado ajetreados, la priorización de otras cuestiones, el cambio en la estructura familiar y la falta de cohesión social también pueden contribuir a la inactividad. Las oportunidades para realizar actividad física continúan disminuyendo mientras que la prevalencia de los estilos de vida sedentarios está aumentando en la
mayoría de países, lo cual tiene consecuencias negativas para la salud y en los ámbitos social y económico.
En términos de salud, la inactividad física es la cuarta causa de mortalidad debida a las enfermedades crónicas, como las afecciones cardíacas, el ictus, la diabetes o el cáncer, que producen cada año en todo el mundo unos tres millones de muertes evitables. La inactividad física contribuye al incremento del nivel de obesidad en la infancia, la adolescencia y la edad adulta. La actividad física puede beneficiar a personas de todas las edades: facilita el crecimiento saludable y el desarrollo social en la infancia y reduce el riesgo de enfermedad crónica y mejora la salud mental en adultos. Nunca es demasiado tarde para empezar a hacer actividad física. En las personas mayores, los beneficios proporcionan independencia funcional, disminuyen el riesgo de caídas y fracturas y protegen de las enfermedades relacionadas con la edad.
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