Sociedad del riesgo (Beck)

Citas extraídas por el Prof. Luis Sime de los textos de uno de los autores más representativos de la teoría de la sociedad del riesgo; Ulrich Beck, (Alemania, 1944) director del Instituto de Sociología de la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich y profesor en la London School of Economics.

Beck, Ulrich (2002) La sociedad del riesgo global. España: Siglo XXI
Beck, Ulrich (1997) La reinvención de la política. Hacia una teoría de la modernización reflexiva. En Beck, U., Giddens, A. y Lash, S. Modernización reflexiva. Política, tradición y estética en el orden social moderno. (13-73) Madrid: Alianza Editorial.
Beck, Ulrich (2007) Un nuevo mundo feliz. La precariedad del trabajo en la era de la globalización. Barcelona: Paidós.

CITAS

Característica de nuestra época: destrucción sin precedentes
“…desde mediados del siglo XX las instituciones sociales de la sociedad industrial se han enfrentado a la posibilidad, históricamente sin precedentes, de la destrucción de toda la vida en el planeta a través de todas las decisiones que se tomen. Esto distingue nuestra época no sólo de la primera fase de la revolución industrial, sino también de todas las demás culturas y formas sociales….”(2002:83)

“Vivimos en la era de las consecuencias no deseadas, y es este estado de cosas lo que debe codificarse y configurarse metodológica y teóricamente, en la vida cotidiana y en la política” (2002: 189)

Riesgos inaccesibles a la percepción humana:

“…un número significativo de peligros inducidos tecnológicamente, como los asociados a la contaminación química, la radiación atómica y los organismos modificados genéticamente, se caracterizan por su inaccesibilidad a los sentidos humanos. Operan fuera de la capacidad de la percepción humana (sin la ayuda de instrumentos). La vida cotidiana es “ciega” respecto a los peligros que amenazan a la vida y, por tanto, depende, en sus decisiones íntimas, de expertos y contraexpertos.” (2002: 86)

Culpabilidad de las amenazas y daños no compensables
“Todo esto confirma el diagnóstico de una sociedad del riesgo global. Pues las denominadas “amenazas globales” han conducido a un mundo en el que se ha erosionado la base de la lógica establecida del riesgo y en el que prevalecen peligros de difícil gestión en lugar de riesgos cuantificables. Los nuevos peligros están eliminando los cimientos convencionales del cálculo de la seguridad. Los daños pierden sus límites espacio-temporales y se convierten en globales y duraderos. Ya es a duras penas posible responsabilizar a individuos concretos de tales daños: el principio de culpabilidad ha ido perdiendo su eficacia. En numerosas ocasiones, no pueden asignarse compensaciones financieras a los daños causados; no tiene sentido asegurarse contra los peores efectos posibles d la especial de amenazas globales. Por tanto, no existen planes para la reparación en el caso de que ocurra lo peor.”. (2002: 57)


El riesgo es global, no nacional

¿Pero qué quiere decir “riesgo”? Riesgo es el enfoque moderno de la previsión y control de las consecuencias futuras de la acción humana, las diversas consecuencias no deseadas de la modernización radicalizada. (…) el régimen de riesgo es una función de un orden nuevo: no es nacional, sino global”. (2002:5)

“Los nuevos tipos de riesgos son simultáneamente locales y globales, o “glocales” (Robertson, 1992). Así fue la experiencia fundamental de que los peligros ecológicos “no saben de fronteras”, que son universalizados por el aire, el viento, el agua y las cadenas alimenticias….” (2002: 225)

Se combaten los síntomas de los riesgos, no las causas

“…cuando se identifican los riesgos, lo que se combaten son siempre los síntomas, nunca las causas, dado que la lucha contra los riesgos de la actividad económica sin trabas se ha convertido en sí misma “en un negocio de primer orden, que ofrece vida renovada a los sueños científico/tecnológicos de expansión sin límites….(Bauman 1992, p.25)”. (2002: 135)

¿Dónde empieza la sociedad del riesgo?
¿Comienza la sociedad del riesgo ya allí donde se ha cruzado el límite de lo asegurable, pero éste ni se percibe ni se entiende? (2002: 139)

“La otra cara de la obsolescencia de la sociedad industrial es la aparición de la sociedad del riesgo. Este concepto designa una fase de desarrollo de la sociedad moderna en la que los riesgos sociales, políticos, económicos e individuales tienden cada vez más a escapar a las instituciones de control y protección de la sociedad industrial. En este contexto pueden distinguirse dos fases: en primer lugar, un estadio en el que los efectos y autoamenazas son producidos de forma sistemática, pero no se convierten en temas de debate público o en el centro de los conflictos políticos. (…)
En segundo lugar, surge una situación completamente distinta cuando los peligros de la sociedad industrial comienzas a dominar los debates y conflictos públicos, políticos y privados. Aquí, las instituciones de la sociedad industrial se convierten en los productores y legitimadores de amenazas que no puede controlar” ( 1997: 18)

Modernidad
La pregunta es: ¿qué es modernidad? Y la respuesta es: no sólo el capitalismo (Marx), la racionalización (Weber), la diferenciación funcional (Parsons, Luhman), sino también la dinámica de la libertad política, la ciudadanía y la sociedad civil”. (2002: 15)

No existe un modelo único de modernidad

“…no existe un único modelo de capitalismo, un único modelo de modernidad. Hay muchos capitalismos, muchas modernidades, que se deben estudiar en mutua interrelación” ( 2007: 170)

“En la primera modernidad, las sociedades no occidentales se definieron por su exotismo y “otredad”, así como por su carácter “tradicional”, “extramoderno” o “premoderno”. En la segunda modernidad, donde todos deben situarse en un idéntico espacio global y enfrentarse a exigencias parecidas, la extrañeza ante lo extranjero deja paso a la sorpresa de lo parecido. Esto implica asimismo la autocrítica del proyecto de modernidad occidental que ya no puede ni pretender ser la punta de lanza del progreso ni detentar el monopolio de la modernidad. El mundo extraeuropeo se define sobre la base de su propia historia y autocomprensión y ya no se ve como lo contrario (o la ausencia) de la modernidad.(…)El paso a la segunda modernidad plantea, por tanto, de manera tajante el problema de la comparación cultural en el seno de distintos marcos referenciales mundi-regionales (“nacionales”) y obliga a iniciar, sobre la base del reconocimiento de múltiples modernidades, el diálogo entre éstos” (2007: 170-171)


Seguros: renueva la confianza frente al riesgo

“La modernidad, que lleva la incertidumbre a cualquier resquicio de la existencia, encuentra su contraprincipio en una alianza social contra los peligros y daños producidos industrialmente, alianza que se alcanza a partir de acuerdos de seguro públicos y privados, y que, por tanto, activa y renueva la confianza en las corporaciones y en el gobierno”. (2002: 882)

“La modernización reflexiva como teoría de la autocrítica de la sociedad”
“La modernización reflexiva contiene ambos elementos: la amenaza cuasi refleja a los propios fundamentos de la sociedad industrial mediante una triunfante profundización de la modernización que es ciega a los peligros, y el desarrollo de la conciencia, la reflexión sobre esa situación. La diferencia entre la sociedad industrial y la sociedad del riesgo es, en primer lugar, una diferencia de conocimiento, es decir, de autorreflexión sobre los peligros de la modernidad industrial desarrollada. Lo político surge a partir de la creciente conciencia de los peligros que dependen de la toma de decisiones….En este sentido, la teoría de la sociedad del riesgo es una teoría política del conocimiento de la modernidad que se hace autocrítica. Lo que está en juego es que la sociedad industrial se percibe a sí misma como una sociedad del riesgo y cómo se critica y se reforma a sí misma” (2002: 127-128)

“Una sociedad que se percibe a sí misma como sociedad del riesgo deviene reflexiva, es decir, los fundamentos de su actividad y sus objetivos se convierten en objeto de controversias científicas y políticas públicas” ( 2002: 232)

“…es preciso introducir una diferenciación en el concepto de “modernización reflexiva” para evitar un error básico de interpretación. Este concepto no implica (como el adjetivo “reflexivo” podría sugerir) reflexión sino (en primer lugar) autoconfrontación. La transición desde el período industrial de la modernidad al período de riesgo ocurre de forma no deseada, no percibida y compulsiva, como consecuencia del dinamismo autonomizado de la modernización, siguiendo la pauta de los efectos colaterales.(…) La sociedad del riesgo no es una opción que se pueda elegir o rechazar en el curso de las disputas políticas. Surge como continuación de procesos de modernización autonomizados que son ciegos y sordos a sus propios efectos y amenazas. De forma acumulativa y latente, estos procesos producen amenazas que cuestionan, y finalmente, destruyen los fundamentos de la sociedad industrial. (…)
Llamaremos a la transición autónoma, no deseada y no percibida desde la sociedad industrial a la sociedad del riesgo reflexividad (para diferenciarla de y contrastarla con la reflexión). Por lo tanto, “modernización reflexiva significa autoconfrontación con aquellos efectos de la sociedad del riesgo que no pueden ser tratados y asimilados dentro del sistema de la sociedad industrial… (1997: 18-19)

“La modernización reflexiva” significa el paso de la pimera modernidad, encerrada en los límites del Estado-nación, a una segunda modernidad (abierta y arriesgada) de la inseguridad generalizada; es decir, en la línea de una modenización “capitalista” que se ha liberado de las ataduras del Estado nacional y asistencial” (2007: 32)

Las relaciones de definición en la sociedad del riesgo
“En la sociedad del riesgo, tenemos que concebir relaciones de definición análogas a las relaciones de producción de Kart Marx. Las relaciones de definición de la sociedad del riesgo incluyen las reglas, instituciones y capacidades específicas que estructuran la identificación y evaluación del riesgo en un contexto cultural específico. Estas son la matriz de poder legal, epistemológica y cultural en el que se desarrolla la política del riesgo. Las relaciones de definición en las que yo me centro pueden identificarse por referencia a cuatro grupos de preguntas (véase Beck,1996):

1.¿Quién tiene que definir y determinar la inocuidad de productos, el peligro, los riesgos? ¿Quién tiene la responsabilidad: quienes generan los riesgos, quienes se benefician de ellos, quienes se ven potencialmente afectados por ellos o los organismos públicos?
2.¿Qué tipo de conocimiento o desconocimiento sobre las causas, dimensiones, actores, etcétera está implicando? ¿A quién hay que someter las evidencias y “pruebas”?
3.¿Qué debe considerarse como prueba suficiente en un mundo en el que el conocimiento sobre los riesgos medioambientales es necesariamente discutido y probabilista?
4.¿Quién tiene que decidir sobre la compensación para los afectados, y qué constituyen formas adecuadas de limitación, control y regulación de los daños futuros?” ( 2002: 237-238)

Diferencia entre la modernización de Giddens y Beck: el desconocimiento
¿Qué distingue mi concepto de modernización reflexiva de los de Giddens y Lash? Por expresarlo concisamente: el “medio” de la modernización reflexiva no es el conocimiento, sino el desconocimiento más o menos reflexivo” (2002: 189)

“ Las teorías lineales implican…que el desconocimiento no es relevante (central) para la modernización reflexiva. Las teorías no lineales afirman lo opuesto: los tipos, constructor y consecuencias del desconocimiento de los riesgos son el problema clave en la transición a una segunda modernidad, a una modernidad reflexiva”. ( 2002: 198)

“…la pregunta crucial de la modernización reflexiva es la siguiente: ¿cómo “nosotros” (expertos, movimientos sociales, gente corriente, políticos, sin olvidarnos de los sociólogos) abordamos nuestro desconocimiento (o incapacidad de conocer)? ¿Cómo decidimos en y entre incertidumbres fabricadas” (2002: 210)

Diferencias entre teorías de la modernidad y la teoría de la sociedad del riesgo
“Muchas teorías sociales (incluídas las de Michel Foucault y las de la Escuela de Frankfurt de Max Horkheimer y Theodor Adorno) presentan la sociedad moderna como una prisión tecnoráticas de instituciones burocráticas y conocimiento experto en el que las personas son meros engranajes de la máquina gigantesca de la racionalidad tecnocrática y burocrática. La imagen de la modernidad que esboza la teoría de la sociedad del riesgo mundial, contrasta agudamente con esas imágenes. Después de todo, una de las características más importantes de la teoría de la sociedad del riesgo, hasta ahora apenas entendida por la ciencia o por la política, es la de abrir –al menos intelectualmente- circunstancias rígidas y ponerlas en movimiento. A diferencia de la mayoría de las teorías de las sociedades modernas, la teoría de la sociedad del riesgo desarrolla una imagen que convierte las circunstancias de la modernidad en contingentes, ambivalentes e (involuntariamente) susceptibles de reorganización política” (2002: 234)

Decisiones personales y la ciudadanía activa ante los riesgos
“Una cosa es clara: el cómo actúe uno ya no es algo que puedan decidir los expertos. Los riesgos señalados (o encubiertos ) por los expertos desarman al mismo tiempo a esos expertos, porque obligan a todos a decidir por sí mismos: ¿qué sigue siendo tolerable y qué no lo es ya? Los riesgos requieren una decisión respecto a si protestar o no y cómo y dónde, incluso aunque sea solo en forma de un boicot organizado e intercultural de consumidores. Esto temas plantean preguntas respecto a la autoridad de la opinión pública, las definiciones culturales, la ciudadanía, los parlamentos, los políticos, la ética y la autoorganización” (2002: 225)

El ciudadano trabajado de la primera modernidad
“En la primera modernidad predominó el ciudadano trabajador, por lo que se puso el acento en el trabajo y no en el ciudadano. En efecto, el reconocimiento y la integración social se derivaban del estatus de trabajador. En el puesto de trabajo todo está interrelacionado: ingresos, prestigio, pensión de jubilación, etc. El trabajador constituía, por tanto, el ojo de la aguja a través del cual tenía que pasar todo el que quería ser un ciudadano con plenos derechos en la sociedad. El estatus de ciudadano era, en cambio, un simple corolario de esto. No garantizaba ni la seguridad material ni el reconocimiento social”. (2007: 197)

“A esta imagen del “aún ciudadano” integrado a través del trabajo corresponde una determinada arquitectura social. Los únicos destinatarios y agentes de la política son, así pues, el Estado democrático y las instituciones (partidos políticos, Parlamentos) que colaboran en la configuración de la voluntad y en la toma y legitimación de las decisiones. En cambio, la sociedad se conceptúa como algo no político. Para mucho significa progreso, modernidad, ¡la exoneración del ciudadano del quehacer político en la democracia!” (2007: 198)

Comunidades de riesgo
“Pero ¿qué es lo que surge cuando la familia salta por los aires como base de atención y de identidad y cuando se viene abajo la combinación entre trabajo e identidad civil nacional? Sin duda, comunidades de riesgo? (…) Las comunidades de riesgo combinan, por tanto, varios factores que parecen excluirse; a saber: (…) configuran un espacio moral de obligaciones intercambiables por encima y más allá de las fronteras. Este espacio se define contestando a las siguientes preguntas: ¿de quién puedo esperar ayuda? ¿A quién debo ayudar cuando surja esto o lo otro? ¿De qué tipo es la ayuda que puedo esperar o que debo prestar? (…) Las comunidades de riesgo no surgen exactamente como comunidades de destino que deban ser aceptadas, sino como comunidades políticas clandestinas que se apoyan en decisiones y preguntas que se pueden contestar de otra manera. ¿Quién es el responsable? ¿Qué se debe hacer, modificar, a pequeña y gran escala, a nivel local, nacional y global, para cortar el paso a lo que nos amenaza” (2007: 228-229)

Democracia y derechos de minorias

“Dime como andan en tu país los derechos de las minorías, de los marginados y los extranjeros….y te diré cómo funciona la democracia en tu país” (2007: 179)

La ciencia
“La ciencia ya no solo se sirve de la duda; ahora, esa duda, aplicada de forma reflexiva, disrumpe y destruye sus falsas y frágiles pseudo certezas, y podría convertirse en el estándar de una nueva modernidad que parta de los principios de precaución y reversibilidad”. (1997: 51)

Leer entrevista en Revista de Occidente (2006), aquí

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