La problemática de los accidentes de tránsito en el Perú precisa de un enfoque sistémico para reducirlas y que incluya diversos frentes de acción ciudadana y de políticas del Estado, así como de agentes del mercado y de la educación. En ese sentido, urgen políticas de educación vial más consistentes que involucren diversos espacios de la educación formal y no formal en las cuales no solo informar sobre a) las reglas de tránsito a conductores y peatones, sino también el confrontarlos con los b) datos más relevantes de la crisis vial en la que estamos y con los c) testimonios de las víctimas y sus familiares. Es imprescindible el construir una pedagogía de la educación vial que contenga esos tres componentes.
Sobre el segundo componente es necesario que cada vez más el ciudadano puede identificar las causas de los accidentes de tránsito. En el siguiente gráfico se constata que el exceso de velocidad y la imprudencia del conductor suman el 51% de causalidad sobre accidentes considerados como fatales.
También es muy importante que el ciudadano reconozca los avances y retrocesos de la crisis vial en su propia región y asuma su responsabilidad para amenguarla. Más aún, esta debe ser un punto de fiscalización de la ciudadanía sobre los gobiernos regionales: ¿cuánto destinan en recursos y políticas preventivas para evitar más tragedias, así como para disminuir la congestión vehicular? La tabla que sigue nos ofrece un mapa por regiones en cuando a la evolución de muertes de accidentes de tránsito entre los cuales Lima, Cuzco y La Libertad figuran en los tres primeros puestos seguidos de Ica, Arequipa y Ancash.
Fuente de datos: MINSA (2005) Boletín de la Oficina General de Estadística e Informática. Vol. 4
http://www.minsa.gob.pe/estadisticas/boletines.asp