En 1996, el Informe mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), estuvo dirigido a la controvertida relación entre crecimiento económico y desarrollo humano. En dicho informe, el PNUD destaca la importancia del crecimiento pero advierte que “debe prestarse más atención a la estructura y la calidad de ese crecimiento para velar porque esté orientado al apoyo del desarrollo humano, la reducción de la pobreza, la protección del medio ambiente y la garantía de la sustentabilidad.”(1,1)
El PNUD afirma que el crecimiento es un medio, siendo el fin el desarrollo humano; el crecimiento no debería juzgarse por la abundancia de productos que genera, sino por la forma en que enriquece la vida de la gente.
Al evaluar las calidad, estructura e impactos de determinados tipos de crecimientos económicos podemos observar, como lo hace el mencionado Informe, tendencias de crecimiento económico que no son capaces de generar empleo (sobre todo empleo digno), sin equidad, sin fortalecer las democracias, sin raíces que hace que la identidad de los pueblos desaparezca, sin futuro en la medida que pone en riesgo los recursos que necesitarán las nuevas generaciones.
El informe llega a plantear cuatro correlaciones entre crecimiento económico y desarrollo humano entre los países:
• Crecimiento económico lento y desarrollo humano rápido.
• Crecimiento económico rápido y desarrollo humano lento.
• Crecimiento económico y desarrollo humano se refuerzan recíprocamente.
• Crecimiento y desarrollo humano se obstaculizan recíprocamente.
(1) PNUD (1996) Informe de Desarrollo Humano. ¿Crecimiento económico para propiciar el desarrollo humano? Sinopsis. New York: Mundi-Prensa
http://hdr.undp.org/en/media/hdr_1996_ch2_es.pdf