Cita y gráfico del texto : “Tomando el pulso de la calidad de la salud. Savedoff, William; Alfonso, Mariana; Duryea, Suzan. Lora, Eduardo (Editor) Calidad de vida más allá de los hechos (Capítulo 5 ) http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=1773528
“…en 1950 las principales causas de muerte y discapacidad en América Latina y el Caribe eran las enfermedades infecciosas y transmisibles, en tanto que hoy las amenazas más comunes a la buena salud son las enfermedades no transmisibles como la diabetes, las cardiopatías y el cáncer de diversos tipos. Para 2005 las enfermedades prevenibles por vacunación ya no figuraban entre las 10 causas principales de mortalidad infantil en la región, y sólo siguieron siendo significativas en Centroamérica, Haití y República Dominicana (OPS, 2007). Entre 1970 y 2000 la carga de morbilidad bajó en todas las categorías principales; la carga de enfermedades transmisibles se redujo a la mitad, en tanto que la de enfermedades no transmisibles disminuyó aproximadamente 6% (véase el gráfico 5.3). Los cálculos disponibles indican que entre 1990 y 2002 la proporción de muertes por enfermedades
transmisibles descendió de 42% a aproximadamente 18%, en tanto que la proporción debida a causas no transmisibles se elevó de alrededor de 43% a aproximadamente 67%. La proporción atribuida a las lesiones se mantuvo prácticamente igual, en 15% (Bulatao y Stephens, 1992; OMS, 2004).
Este desplazamiento epidemiológico hacia enfermedades no transmisibles modifica los tipos de servicios de atención sanitaria que necesita la población. Si bien la edad, el género y la predisposición genética contribuyen a la carga de enfermedades no transmisibles, pueden reducirse muchos factores de riesgo para esas enfermedades, como los factores conductuales (como régimen alimenticio, actividad física, tabaquismo); factores biológicos (como hipertensión, obesidad); factores ambientales (exposición a toxinas), y factores sociales (estrés en el trabajo). Para la mayoría de los países de la región, los tres factores de riesgo más altos, en función de su contribución a la pérdida de AVAD, son el alcohol (6,2%) la hipertensión arterial (5,0%) y el tabaquismo (4,0%) (OPS, 2002). Afortunadamente, se dispone de varias intervenciones muy eficaces para hacer
frente a estos riesgos.” (pp.92-93).
que excelente que encontre informaciòn de educaciòn para la salud, mi busqueda se debe a que tengo un grupo de pacientes de càncer ginecològico y mamario, que reciben aportes para cuidar de su salud, con informaciòn oportuna, adecuada y con articulos cientificos, para cuidar su sistema inmunològico, enfermedades transmisibles, etc, gracias por sus aportes.
gracias por este alcance, realmente este desplazamiento epidemilògico hacia enfermedades no trasmisibles si va a modificar la atenciòn sanitaria, en lo que respecta a la cobertura de atenciòn y quienes seran los màs favorecidos,los pacientes crònicos o los agudos, hay que enseñrales a nuestros pacientes a ser parte de realidad y los derechos que los asiste,como parte de la labor educativa, las politicas actuales de salud han hecho modificaciones poco saludables para atender a una poblaciòn gigante con enfremedades crònicas, la obesidad morbida en niños, por ejemplo, no hay consejo gènetico, las enfremedades se suman de una familia a otra, sin una respuesta coherente, de una reforma o de una polìtica educativa para la salud, esta es nuestra tarea, me siento con gran motivaciòn para trabajar con ustedes, empecemos, mi abrazo carmela, feliz año 2010.