Hace poco debí renovar mi licencia de conducir y tuve que hacer los trámites respectivos en el Touring. Luego de pasar por el examen clínico y pagar en el Banco de la Nación el monto correspondiente, me acerqué tres días después a dicha oficina y en media hora obtuve mi renovación. Salí contento porque así ya no tendría problemas durante los próximos diez años. Pero luego, al volver a casa y prender la televisión, nuevamente volvía a escuchar las noticias trágicas de un nuevo accidente vial. Definitivamente, no estamos haciendo todo lo que podemos hacer para que las carreteras y las pistas de las ciudades dejen de ser crónicas de muertes anunciadas. Según los datos del Ministerio de Transporte, es lamentable constatar la tendencia de aumento de víctimas de accidentes de tránsito fatales y no fatales en los últimos años: 43,814 en el 2005 y 50, 313 en el 2006. Como bien ya lo ha advertido la Organización Mundial de la Salud, estos accidentes son una de las nuevas epidemias no trasmisibles: “Cada año, significa más de 20 millones de personas sufren traumatismos graves o encuentran la muerte en las carreteras del mundo. La incidencia es mayor en los países en desarrollo, donde seguirá aumentando debido a la rápida expansión del parque automovilístico” (OMS 2003: 106).
He recordado en estos días la vez que tomé mi primer curso en el Touring hace ya diez años atrás, donde en las clases teóricas, debía escuchar a un profesor que nos recitaba lo que decían las normas que debíamos saber y nos daba algunos tips para aprobar el examen, pero nunca nos habló de las cifras de accidentes, ni de muertos o heridos, ni las causas, ni cómo estábamos en comparación con otros países….en otras palabras no pasé realmente por un curso de educación vial sino por clases para aprobar un examen. No sé si eso haya cambiado, y si eso es así o no en las otras Escuelas de manejo que existen.
Creo que desde hace varias décadas nuestro Estado ha ido renunciando a ser Estado frente al parque automotor. Las fuerzas del mercado impusieron sus intereses y abrimos como nunca el mercado de vehículos a la vez que el Estado retrocedía justo en el momento que necesitábamos más Estado, es decir, más regulación preventiva, más concertación de intereses, más autoridad educadora. Después de más de quince años, hemos vuelto en Lima al chequeo técnico de los vehículos con idas y vueltas y ahora con la incertidumbre sobre cómo continuará esta política luego de los últimos anuncios de la suspensión del contrato entre el Municipio de Lima y la empresa a cargo.
De la mano con el chequeo técnico de los vehículos es imprescindible hacer una verdadera reforma de la educación vial. Esta debe implicar el revisar qué y cómo preparan las Escuelas que “enseñan a manejar” pero que no forman necesariamente un ciudadano más consciente y responsable sobre los problemas y retos que todos tenemos frente al problema del tránsito y sus secuelas negativas. Las cifras del Ministerio de Transporte nos indican que desde 1997 hasta el 2005, ha habido por año entre 238 mil hasta 600 mil licencias de conducir que han sido dadas en sus diversas modalidades. Si el crecimiento económico en el que está el país va a ir aumentando la capacidad adquisitiva de la gente, eso incrementará el mercado de vehículos y, por ende, tendremos más gente queriendo aprender a manejar. Esto es todo un reto desde el punto de vista de políticas de transporte, media ambiental y de educación vial.
Acostumbrados a entender que las políticas educativas empiezan y terminan en la llamada educación formal (escuela e instituciones superiores), debemos asumir con el mismo vigor que ponemos cuando las escuelas de educación básica no enseñan con calidad lo que deben enseñar, las limitaciones de las escuelas llamadas a preparar a los futuros conductores de vehículos. Y, más aún, no desperdiciar aquellos momentos en los cuales los conductores debemos renovar nuestras licencias de conducir para pasar realmente por un curso de educación vial y un llamado de atención para aquellos que hemos infringido alguna norma de tránsito en algún momento. Por supuesto, esto exige un Estado menos burocrático y un Estado más Educador.
Mayor información ver: Consejo Nacional de Seguridad Vial: http://www.cnsv.gob.pe/
Ministerio de Transporte: http://www.mtc.gob.pe
Centro de Investigación y de Asesoría del Transporte Terrestre (CIDATT): http://www.cidatt.com.pe/
Organización Mundial de la Salud (2003). Informe sobre la salud en el mundo 2003: Forjemos el Futuro. Cap. 6 Epidemias mundiales desatendidas: tres amenazas crecientes
http://www.who.int/whr/2003/en/Chapter6-es.pdf
Tema super relevante Lucho, sobre el que se hace poquisimo o nada, la verdad.
De mi experiencia profesional y luego como regidor de la comuna Huaracina (Huaraz), confirmo la existencia de una frondosa legislación en el Perú respecto al tránsito y de las multas, ni que hablar, agregado el hecho cierto de las múltiples modificaciones en diferentes momentos, estoy seguro que el más interesado intelectual podría contener todos los textos completos de los mismos. Aquí está el problema.
Saludos
EDMUNDO NATIVIDAD.
de mi wxperiencia profeciona y luego como regidor de la comuna Huaracia(Huaraz),confirmo la excistencia de un frondosa legislacion en el PERU RESPECTO AL TRAnsito
pienso que el estado debe poner pasar obligatoriamente videos de los accidentes de transito, que cometen los malos conductores, antes de que entreguen los brevetes, para así crear una imagen en la conciencia de los nuevos conductores las consecuencias de la irresponsabilidad de algunos
BUENOS DIAS SALUDANDOLES A TODOS QUE ES NECESARIO QUE EL MTC. HAGUE LLEGAR A TODA LAS MUNICIPALIDADES PROVINCIALES LAS DIAPOSITIVAS DE LA ORIENTACION DE LA SEGURIDAD EN LA PREVENCION DE TRANSITO PARA LA DIFUSION Y EL FOMENTO DE LA EDUCACION VIAL TANTO A LOS CONDUCTORES, PEATONES Y ESCENCIALMENTE A LOS NIÑOS DE LOS CENTROS EDUCATIVOS DE TODOD EL PAIS. LA MUNICIPALIDAD ESTA MAS CERCA DE TODA LA POBLACION.