El discurso que dio Ollanta Humala el 28 de julio es ya el más “ambiental” que Presidente alguno ha dado ante el Congreso de la República. Aún más, planteó con claridad y corrección técnica – salvo alguna imprecisión – la agenda medioambiental del país, lo que cobra mayor valor al considerar la brevedad del texto leído.
La explicación de este interés, y algo dejó entrever, estaría en la enorme participación de los conflictos socioambientales en las cifras de conflictividad (54.4% en junio). Por ello, respecto a los “recursos naturales” – agua, bosques, biodiversidad, gas y minerales – ha planteado tres líneas de política: 1) aprovechamiento sostenible (racional y equilibrado) de dichos recursos, 2) continuar alentando las inversiones privadas en la materia, pero con respeto a la población, los trabajadores y al ambiente, y 3) los beneficios de su aprovechamiento deben ayudar a reducir la desigualdad y la pobreza (equidad en la distribución de los beneficios), cuestión ligada a la anunciada negociación de una mayor contribución de las empresas mineras al tesoro público a partir de las “ganancias extraordinarias” que obtengan.
Se ha prometido dedicarse con seriedad al buen manejo de los recursos hídricos, la conservación de la biodiversidad, a enfrentar los efectos del cambio climático; y no permitir el desarrollo de actividades ilegales (se mencionó al narcotráfico) en las áreas naturales protegidas, así como diversificar la matriz energética a favor del gas y las energías renovables.
Salvo el compromiso muy general de fortalecer la regulación ambiental, sólo se hizo una, pero muy importante, referencia a los instrumentos a utilizar: el ordenamiento territorial. Dicha política buscará, dijo, “…establecer de manera participativa el uso racional de nuestro territorio.”
Se trata, entonces, de una agenda bien planteada, cuyos detalles respecto a metas, instrumentos y acciones deberían ser desarrollados en la presentación del nuevo gabinete de ministros. Si se lograra convertir esta declaración de temas y lineamientos en políticas públicas bien diseñadas, se habrá dado un paso significativo en el fortalecimiento de la gestión ambiental en el país.
Una breve mención a nuestra otra gran diversidad: la cultural. Puesta con fuerza al inicio del discurso, no tuvo el correlato de una indicación explícita a la cuestión de los pueblos indígenas, el derecho a la consulta, el reconocimiento de sus tierras y la atención de la agenda histórica postergada por las sucesivas administraciones gubernamentales. Esperamos esto se corrija en la próxima presentación del gabinete.
Ivan Lanegra
Publicado en: http://blog.pucp.edu.pe/item/139006/un-buen-ambiente-para-empezar
Foto: Fuente El Comercio, Edición On Line http://elcomercio.pe/politica/949016/noticia-descarga-mensaje-presidencial-ollanta-humala