Mesa desconcertada
Más que por voluntad propia, fueron las persistentes invitaciones que motivaron que luego de dos años, asistiera a la reunión del Comité Ejecutivo de la MCLCP, Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, entidad estatal que por años encabecé y me alejé hace mucho, a pesar que en su página siga apareciendo mi nombre. Mientras se parloteaba sobre sus ritualísticos temas: informe de la reunión en Lima, tareas que de allí se desprenden, el POA a mitad de año y varios etcéteras, varios miembros se retiraban mirando el reloj que les decía que ya estaban 120 minutos atendiendo lo mismo. Los pocos que se quedaron para el final, escucharon la renuncia del equipo técnico; es decir, la MCLCP se desmoronaba, pero todos impávidos nos despedimos hasta una próxima reunión fantasmal (sin equipo, esa institución no existe). Una señal que esa entidad poco o nada importa ya.