Descubrir y sentir

Fin de semana, 20:30. Regresar a casa después de ver Piratas del Caribe y descubrir las puertas violentadas; la reja que costó una millonada y las chapas otro tanto, para ahuyentar a los ladrones, rotas como waflers (para los cacos no hay imposibles, te dirá más tarde la policía); es decir, descubrir que has sido pirateado, que te tocó, algo que jamás imaginaste. Sentir miedo, rabia, impotencia, todo entremezclado. No saber qué hacer en ese momento y sólo, por instinto, quedarse afuera, no ingresar, pues tal vez, los ladrones, hijos de la gran puta, siguen adentro.

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