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Por: María Eugenia Rey
La fascinación por la objetividad que se instaló en los fundamentos del pensamiento moderno rebajó las preocupaciones en torno a lo que solemos identificar como problemas del espíritu, vale decir, aquellas cuestiones que son más próximas a la realidad que se forja desde el interior no-tangible del sujeto, tales como las correspondientes al terreno de la ética. Se olvida, Sigue leyendo