Por: Sebastián Peredo Cárdenas
La obra de Jean-Luc Nancy es amplia, densa, y no es fácil de abordar para un lector que desea iniciarse en este filósofo francés tan peculiar. Es más, la variedad de temas que son tratados en sus investigaciones, así como la profundidad de sus reflexiones, pueden intimidar a cualquiera, incluso al lector avezado. Es por esto que la fluidez de las entrevistas que componen The Possibility of a World (2017) permite una aproximación más amigable a su vida y obra. Guiadas por Pierre-Philippe, estas entrevistas articulan de manera bastante accesible gran parte de los temas sobre los que trata la obra de Nancy.
Como lo sugiere Nikolaas Deketelaere en su reseña a este libro, el estilo dialógico del texto puede ser asociado con la forma en la que Nancy concibe la filosofía misma. La forma del diálogo es, para él, la forma que debe adoptar el pensamiento libre y que representa la infinita circulación del significado. El propio pensamiento de Nancy se desarrolla de esta manera, en un diálogo que interactúa abiertamente con otros, hasta el punto en que es difícil distinguir qué ideas pertenecen a quien. Así, se puede notar que las reflexiones más interesantes que pueden encontrarse en esta serie de entrevistas suelen ser el resultado de desviaciones de los temas principales de la conversación.
Dicho esto, a lo largo del diálogo, Nancy aborda y discute varios momentos anecdóticos que fueron relevantes para su desarrollo intelectual. Entre ellos, es posible destacar su acercamiento a los textos bíblicos y la infinidad de lecturas posibles que ofrecían. Esto le permitió aprender, según su propio testimonio, que la interpretación de un texto es infinita. Es posible ver, al revisar su obra en general, que esta influencia ha tenido un efecto notable en la lógica hermenéutica que gobierna su escritura. También destacan sus aproximaciones iniciales a Derrida, Kant y Heidegger, autores que son muy relevantes para su propio pensamiento.
Desde lo anecdótico nos movemos a lo sustantivo. Uno de los puntos más relevantes de este texto es la comprensión de Nancy sobre el mundo. En este respecto, Nancy señala que ya no existe un cosmos, entendido como un orden coherente y cerrado de la totalidad. Por tanto, ya no podemos pensar que el mundo tiene un sentido. Por el contrario, el mundo es ese sentido. Un sentido que existe como circulación infinita del significado. Esta es la base de su ontología relacional, la que señala que el mundo existe como aquello que sucede entre entidades, en la forma en la que estas se relacionan las unas con las otras. El mundo es, en otras palabras, la posibilidad de este entre. No es, como podría pensarse, una entidad singular cerrada en sí misma.
Esta forma de entender el mundo tendrá una serie de consecuencias fundamentales en la obra de Nancy respecto de su concepción de la política, lo social, el arte, la religión y conceptos como “presencia” y “goce”. Por último, abrirá la puerta para que Nancy se refiera a la relación entre filosofía y literatura, un elemento central en su vida intelectual. Todos estos temas son tratados en esta obra con especial delicadeza a lo largo de un diálogo articulado en un estilo que recuerda la apertura errática con la que Nancy concibe al mundo.
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