la unica evolucion posible 2

[Visto: 441 veces]

LA UNICA EVOLUCIÓN POSIBE 2
LIBERTAD Y DESTINO
Se cree que evolucionamos porque cada día somos más libres. Esa idea puede ser aplicada a los niños que crecen, mientras los adultos se basan en la ilusión de creer que basta con la experiencia para madurar. Esto es bastante cuestionable si recordamos que desde el momento en que el bebe va a estar sometido a escuchar un idioma al que llamamos materno y deberá acostumbrarse a una dieta que, cuando deje de amamantarse de los pechos de su madre, será sometido a la tortura de terminar su sopa, es decir, a obedecer, por lo que cabe preguntarnos acerca de la libertad que un niño tiene durante su crecimiento. Pero, luego de intentar que los niños aprendan por su cuenta, en vista que la sociedad moderna ya no quiere tener a la mujer de ama de casa, se habrá dejado la educación de sus hijos a los cuestionables programas de televisión, que presentan mensajes que pocos se atreven a analizar. Luego, el niño tiene que ir al colegio. Supongo que no faltan ilusos que creen que allí aprenderán a ser libres, pero no. Allí se les enseñará lo que deben saber de un mundo que apenas entienden, pero en el que deben creer, además de muchas cosas que les servirán muy poco en la vida (Historia, Geografía, Física, Química, Literatura, es decir, el modelo europeo). Además, aprenderán a reconocer países, y se les dirá que algunos son más desarrollados que el nuestro y así llegarán a pensar que deben imitar culturas que creen ser más avanzados que la propia.
Lo cuestionable de los programas de televisión a los que quedan sometidos los jóvenes, es que llegan a creer que el mundo es tal como lo ven en la pantalla y como la mamá está igualmente sometida a similares procesos de hipnosis llamadas telenovelas, no se atreve a educar a sus hijos para que no vivan en la mentira que nos endilgan esas series cargadas de sexo y violencia que les conducen a comportarse según un modelo del cual difícilmente podrán desprenderse. Con el supuesto ejercicio de la libertad, debido al cual las mujeres deben trabajar fuera de sus casas y dejar la educación a los profesores de colegio que apenas comprenden las implicancias que tienen aquellas materias que están enseñando, no debe sorprendernos que este sistema esté produciendo jóvenes desadaptados y deprimidos.
Lo que algunos antropólogos hemos descubierto es que la sociedad consiste en un sistema de valores y de principios que sirven para distinguir lo correcto de lo incorrecto. Los niños que nacen en una sociedad no tienen que escoger si les gusta o no. No les queda más que comer de los alimentos que su familia le ponga por delante. Luego, podrá decir que eso es lo que más le gusta y por eso se convertirán en los platos típicos de la sociedad en la que se nace y crece, pero eso está muy lejos del concepto de libertad que se les está intentando inducir a los jóvenes. Y además de criticar a la modernidad a través de las madres ausentes y los profesores ignorantes, debo incluir a los psicólogos que creen que la libertad conduce a la felicidad, cuando el proceso es exactamente al revés. La felicidad solo es posible si se logra aceptar las condiciones de vida en las que te ha tocado vivir, es decir, aceptar tu destino.
Ahora cabe explicar cómo hemos llegado a esta situación. La educación que se imparte deriva de algunas ideas cristianas que contienen escasa herencia hebrea y muchos principios griegos y romanos. En todos los casos, ese cristianismo que moldeó a la cultura occidental propone una libertad alcanzable, pero de ninguna manera es algo como un derecho con el que hemos nacido. Así es como resultó escribiéndose en el Bill of Rights de Estados Unidos y lo podemos reconocer en aquella frase evangélica en la que se sostiene que “la verdad, nos hará libres”. Sin duda, pero ¿de qué verdad nos habla el evangelio? Creo que deberemos esforzarnos en descubrir esa verdad, que no debe ser otra que la de conocerse a sí mismo. En efecto, estaba grabado en el pórtico de entrada al templo de Delfos en Grecia: “Conócete a ti mismo, y conocerás a los Dioses”. Pero esa verdad, no es fácil de alcanzar y los esfuerzos por aclanzarla comienzan alrededor de los 21 años, cuando podré (si mi destino me lo permite) recoger mi herencia cultural y enfrentar el desafío de vivir como un ser humano, lo cual nos conduce al primer paso en esta investigación. ¿En qué consiste ser humano? Y En fin, ¿Quién soy yo? Y con estas preguntas podré conducirme a la única evolución posible.

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *