En la decada de 1980 presencie en Plaza San Miguel el discurso de Juan Pablo II a los jòvenes y nos invitaba a seguir a Cristo.El pasado 5 de junio los jòvenes de toda la Diocesis de Lima y otras Diocesis participaron en el Congreso Eucaristico Mariano en el Campo de Marte en Jesus Maria.
La reflexion es como incentivamos a jovenes del tercer milenio a comprometerse de manera proactiva con sus comunidades eclesiales. Ser buena gente es un calificativo muy peruano que linda con la permisibilidad y la conciencia laxa. El adolescente es posee el espiritu protestante (Velasco 1998) por el cual los retos que asuma en lanueva evangelizacion sera capaz de realizarlos con eficiencia, eficacia, relevancia e idoneidad. San Pablo era consecuente al seguir trabajando a medida que se trasladabade localidad en localidad predicando el evangelio. Don Bosco enfatizaba el trabajo tecnico para recuperara los jovenes del siglo XIX.
Es necesario recordar que los jovenes entre 15 y 29 años tambien participan en politica (Vaticano II, 1966) Aquellos quienes son menores de edad se forman en el paradigma que el mandatario “roba, pero hace obra” en cambio los votantes se sienten coaccionados por su limitada particpacion en el ambito de la democracia. Los jovenes en su mayoria se encuentran decepcionados ante las promesas de los candidatos quienes al tener el cargo oficialmente realizan un acto de esquizofrenia al diferenciarse del candidato pre electoral.
El quehacer politico de un cristiano radica en el social cristianismo de Maritain y Lebret. Sin embargo , es escaza la formacion politica de un catolico dentro de las concepciones ideologicas politicas que conformen un constructo que sincronice la vision politica y etica de la sociedad peruana en sus ambitos economicos, sociales, culturales y desarrollo sostenible.
Los jovenes tambien comente errores, pero solo se equivoca aquel que asume el compromiso con su realidad social. Monseñor Romero asumio con su propia vida su opcion preferencial por los pobrez a su vez su par peruano Gustavo Gutierrez desde su posicion de la teologia de la liberacion plantea una vision propia de America Latina.
El joven es radical tal y como lo fue San Francisco de Asis el dejar todo para segur a Cristo, pero tambien es racional como San Ignacio de Loyola y goza de la contemplacion como Santa Teresita del Niño Jesus y se compromete con su hermanos en medio del estiercol como la Madre Teresa de Calcuta.
Espero que los jovenes peruanos se comprometan con los demas y sean fieles a sus propias convicciones para que al final de sus dias se sientan orgullos de su existencia (Eriksson, 1970)