The Guardian (29-01-2014): En Diciembre del 2013, una semana antes de recibir su premio Nobel por fisiología y medicina, el profesor Randy Schekman anunció su decisión de boicotear tres de las revistas científicas más prestigiosas: Nature, Science y Cell.
Shekman sugiere que estas “revistas de lujo” deciden qué publicar según lo que está de moda en vez de tener en cuenta el mérito científico. Argumenta la agenda de publicar trabajo que será citado, promueve una inversión desproporcionada de recursos en temas populares.
Si bien gran parte de la comunidad científica respalda este punto de vista, también es cierto que para muchos científicos publicar un artículo en una de estas revistas representa una meta significativa. Cuando un científico busca respaldo financiero y posiciones de trabajo, es juzgado no solo según la calidad de su trabajo sino también por donde ha publicado. Tener un único estudio publicado en una de estas revistas de alto renombre puede tener un efecto transformativo sobre su carrera.
El mismo Schekman admite que se benefició de haber publicado en estas revistas. Dado su éxito, ahora se encuentra en una posición que le permite criticar libremente este sistema. La pregunta es, ¿podrán otros de la comunidad científica hacer lo mismo?