29 años después

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Esta semana se conmemoraron 29 años desde que en 1992 el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) pudo capturar en un operativo impecable al líder de Sendero Luminoso y uno de los criminales más grandes que ha visto nuestro país: Abimael Guzmán Reynoso. Como por coincidencia, un día antes el cabecilla terrorista moría en prisión, luego de casi 30 años de condena.

El destacado sociólogo francés Émile Durkheim señala que, en una sociedad primitiva, caracterizada por la solidaridad mecánica, corresponde el derecho represivo cuya función consiste en castigar todo lo que la sociedad considera o define como criminal. El predominio de este tipo de derecho es expresión de una fuerte repugnancia hacia todo lo que constituye una amenaza para la unidad y existencia del grupo social, y un castigo típico de este tipo de derecho es la pena de muerte. Por otro lado, en las sociedades modernas, caracterizadas por la solidaridad orgánica, existe el derecho restitutivo, cuya finalidad no consiste en castigar, sino en poner nuevamente a las partes en la situación en las que deberían estar normalmente, de no mediar falta alguna. Un ejemplo claro son las leyes, códigos, etc. El progreso del derecho restitutivo permite medir el grado evolutivo de una sociedad, indica que la división del trabajo está más especializada, etc. El debate, a propósito de la muerte de Guzmán y de la liberación de otros terroristas en años pasados, nos hacen cuestionar si realmente el sistema penitenciario que tenemos ayuda a regenerar o no a los criminales, que se supone es su objetivo. O, por el contrario, como se observa en la realidad, salen de prisión peor a como entraron. Esta es otra muestra más del abandono del Estado en materia penitenciaria.

Finalmente, creo que muchos solamente están pensando en las consecuencias y no en las causas del terrorismo, las mismas que a más de 40 años de haberse iniciado los años de la violencia terrorista y a 29 años de haberse capturado Guzmán y toda su cúpula no son tan diferentes. Hoy como en 1980 nuestro país sigue marcado por la exclusión social, la discriminación, el racismo, la pobreza y el abandono de las zonas andinas y amazónicas. Las mismas causas que fueron el caldo de cultivo para el discurso violentista y criminal de Sendero Luminoso y el MRTA sigan teniendo vigencia. El Estado y los distintos gobiernos han hecho poco o nada por atacar las causas estructurales de esa desigualdad. No nos quejemos si aparece otro Guzmán.

Publicado el 18 de setiembre del 2021, en Diario Viral.

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