Mi verdadero ser es una creación constante y responsable. Cada elección libre y consciente que realizo no solo define mis fundamentos y valores, sino que actualiza mi existencia en el mundo. Al apelar a mi dimensión espiritual, me elevo por encima de los determinismos de mi pasado y mis condicionamientos, asumiendo la autoría de mi propia existencia. “Soy lo que elijo ser”: Estoy evolucionando a ser una persona humana profunda y espiritual, y por ello libre.
Podemos afirmar con Viktor Frankl: Fundamentalmente cada uno puede, en cualquier circunstancia, decidir quién y que puede llegar a ser mentalmente, espiritualmente, es decir, construir y confirmar su propia identidad y prescindir de la limitación externa.
La Dimensión Espiritual: Libertad y Responsabilidad
La dimensión espiritual (noética) ilumina a través de la vida espiritual que es el centro de la persona humana.
Capacidad de Autotrascendencia: El individuo posee la capacidad inherente de autotrascenderse, superando las limitaciones impuestas por el entorno, el pasado, o sus dimensiones psicofísicas (biológicas y psicológicas).
- Elección de Actitud: Esta libertad se manifiesta en la posibilidad de elegir la actitud ante cualquier circunstancia, determinando el propio camino incluso frente a condiciones externas desfavorables.
- Autenticidad y Desarrollo: El reconocimiento de esta libertad fundamental impulsa a la persona a asumir la responsabilidad de su propia existencia y de sus decisiones, promoviendo un camino de autenticidad y constante desarrollo personal para la plena realización de su potencial
Declaraciones Vitales: En el Marco Teórico del Análisis Transaccional
Posiciones Existenciales
Las actitudes, pensamientos y sentimientos que prevalecen referentes a nosotros mismos, frente a los demás y al mundo que nos rodea, forman parte de una posición con la que tendemos a ver el mundo. A esta posición Eric Berne la llama “Posición Existencial”.
Según el Análisis Transaccional (AT) de Eric Berne, la Posición Existencial que un individuo asume sobre sí mismo y sobre la vida influyen radicalmente en su conducta y en su capacidad para afirmarse en su identidad y autonomía, para ejercer su libertad.
Las Actitudes Existenciales Limitantes (o “guiones de vida erróneos”) niegan el valor intrínseco y el potencial de la persona, obstaculizando su campo de acción. Estas actitudes actúan como un freno que impide el libre desarrollo del sentido y la identidad – y bloquean el camino personal.
Declaraciones de Autoaceptación (Posición Existencial Saludable)
Afirmar una Autoaceptación, superando los patrones equivocados, de negación de su potencial libre. Estas afirmaciones constituyen la base de una Posición Existencial Saludable (el “Yo estoy bien”), liberando la energía psíquica necesaria para que la dimensión espiritual pueda buscar y realizar el sentido:
Conclusión: La persona existencial libre es el agente de los actos espirituales. Su dimensión noética se expande y crece en la medida en que experimenta y vivencia actos libres que construyen una vida significativa y trascendente.
REFERENCIAS
La voluntad de Sentido Viktor Frankl, Ed. Herder.
Naty per Vincere-Nacimos para vencer. Análisis transaccional con ejercicios de Gestalt. Muriel James y Dorothy Jongeward. Edizione Paoline, Torino, Italia
Teoría y terapia del análisis transaccional: Eric Berne
Foto. Federico García Lorca, actuando, (material original encontrado. La Vanguardia)
También la vida de Jerry Long ilustra la fuerza inquebrantable del espíritu. Un accidente lo dejó paralizado del cuello hacia abajo, pero no destruyó su capacidad de elegir una actitud frente a la adversidad. Al leer las obras de Viktor Frankl, descubrió un camino de sentido que le permitió reinventarse. Años más tarde se doctoró en Logoterapia y se convirtió en psicólogo y conferencista internacional. Su testimonio demuestra que el cuerpo puede quedar limitado, pero el espíritu nunca. Como él mismo afirmaba: “No puedo mover mi cuerpo, pero soy libre para decidir cómo responder a lo que me sucede.”