De los daños y males del supérfluo uso del coíto y la lujuria.

De los daños y males del supérfluo uso del coíto y la lujuria.

Mucho mayores son los daños del supérfluo uso de la lujuria que provechos del moderado uso de ella, porque aunque como arriba dijimos, el uso moderado del tal ejercicio sea aprobado para conservación del cuerpo robusto y juvenil empero si se hace desmoderadamente y con mucha frecuencia, es destable vicio y costumbre, porque no solo es obra dañosa para algunas partes del cuerpo, empero tambien para todo el cuerpo.

En universal, primeramente hace daño a la vista, así como el demasiado vino, hace tambien daño a los nervios y al estomago, y a las mujeres que han mal parido o hecho aborto, y a los que tienen dolor en las ancas, como lo dijo Aristóteles, y Avicena, porque todos pusieron por muy buen remedio dejar las mujeres para la flaqueza del estomago. Pues dijo Aristóteles que el demasiado coíto enfría el estomago y le deseca; finalmente presto abrevia la vida: lo cual como dice Aristóteles se parece por los gorriones, los cuales el frecuente uso de la lujuria viven poco tiempo, pues no viven más de un año lo cual se parece, porque son muy pocos los gorriones que tienen negro el papo, pues la tal negregura es señal de vejez en ellos, porque como él dice, los que mucho se dan a este deleite y vicio se tornan flacos, y caen en varias enfermedades y dolores, enfríaseles el cuerpo, mortifícaseles la virtud y el calor natural.

La causa es porque por la tal obra se evacúa el mantenimiento y substancia de los miembros, que se dice postrera digestión, pues al gusto de la tal delectación se derrama no poca copia de los espíritus vitales y naturales. Finalmente hace incurrir en ética, porque la evacuación que se hace por coíto, no es de la manera de las demás evacuaciónes que se hacen por sudor, o orina, o escopedina, o sus semejantes, sino es una evacuación de pura substancia y de alimento ultimado y loable de los miembros.

Finalmente la tal humedad de esperma es de la más clara y pura sangre de las arterias de la cual se alientan los miembros principales, por lo cual los que usan demasiadamente este acto y ejercicio, salen descoloridos y flacos, mas que si cuarenta veces se sacasen otras tanta cantidad de sangre, como dice Haliabas por lo cual los que tienen mujeres muy hermosas, guardense y advierta cuanto pueden errar si se dan a ellas en demasía, porque a bien librar vendrán en la vejez a tener gota artetica, perlesia, mal de nervios.

Tratado del uso de las mujeres
del médico Francisco Núñez de Coria (1572)

Fuente: http://identidades.org/

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