Categoría: Cultura

Más que leer, siguen oyéndose los homenajes a Woodstock, uno de los íconos culturales del siglo pasado. Cuando yo lo descubrí, fines de la década setentera, el Festival de Woodstock ya era una leyenda que noveles rockeros como yo, reverenciábamos con fervor.

De las curiosidades que hacen que este mundo sea a veces agradable está la designación del 8 de agosto como el Día del Orgasmo Femenino. Esta mañana escuchaba a Raúl Vargas dar la noticia en RPP en tono risueño. Al principio parecía una broma, pero es cierto; es decir, existe la fecha por iniciativa de un alcalde brasileño, del pueblo de Esperantina. Hoy, la consagración de esa fecha se ha extendido a casi todo el mundo.

Fue la coincidencia de estar en la capital y la cercanía de donde estaba alojado que me animó a ir a la Feria Internacional de Libro de Lima, en su decimocuarta edición. Pero hubo un motivo más: la presencia, ese día de Joaquín Salvador Lavado, el mundialmente conocido Quino.

Lo recuerdo borrosamente, pero lo recuerdo. Estábamos sentados en la sala de la casa de Luis Shapie, La Victoria, donde vivíamos en ese entonces. Era una salita con un solo televisor (en esos años sólo se tenía uno, a las justas). Obvio que era en blanco y negro, pero debió haber sido un National y de allí salía una imagen difusa.

Me encontraba fuera de la ciudad y estaba ese jueves concentrado en la interpelación al gabinete Simon, asombrándome del infantilismo de nuestros políticos que nunca tienen la culpa de nada, cuando se interrumpió la transmisión radial para dar una noticia de último minuto: Michael Jackson, el rey del pop, ha muerto.

Desde la tarde del miércoles hasta el medio día de hoy, sábado, Alfredo Bryce Echenique ha estado en la Ciudad Blanca. Su misión principal fue presentar su más reciente libro de cuentos La esposa del Rey de las Curvas, pero la otra ha sido recibir muestras inagotables de cariño y reconocimiento que, sospecho, el escritor nunca imaginó.

El pasado domingo 31, se lanzó la convocatoria del III Concurso literario de El Búho. Esto mismo viene ocurriendo desde el 2007 y, por tanto, amenaza con convertirse en un notable rito, a pesar de todas las piedras que se presentan en el camino.