Archivo de la categoría: General

Items that do not fit in other categories

10/10/11: Lo más importante del mundo es nuestro movimiento

Discurso de Naomi Klein en Zuccotti Park-rebautizado Plaza de la Libertad- Manhattan NYC. Publicado en el Wall Street Journal Ocupado.

(…)

Si hay una cosa que yo sé es que el 1% adora las crisis. Cuando la gente se deja llevar por el pánico, está desesperada y nadie parece saber qué hacer, es el momento ideal para que las corporaciones impongan su lista de deseos de políticas favorables: privatizar la educación y la seguridad social, recortar los servicios públicos, librarse de las últimas restricciones al poder corporativo. En medio de la crisis económica, es lo que está pasando en todo el mundo.

Y sólo hay una cosa que puede bloquear esta táctica, y por suerte, es algo muy grande: El 99%. Y ese 99% está saliendo a las calles, de Madison a Madrid, para decir “No. No pagaremos vuestra crisis”.

La consigna comenzó en Italia en 2008. Repercutió en Grecia, Francia e Irlanda y finalmente ha llegado al kilómetro cuadrado en el que comenzó la crisis.

“¿Por qué están protestando?” preguntan los eruditos perplejos en la televisión. Mientras tanto el resto del mundo pregunta: “¿Qué hizo que tardaran tanto?” “Nos hemos estado preguntando cuándo ibais a mostrar la cara”. Y sobre todo: “Bienvenidos”.

Mucha gente ha hecho paralelos entre ¡Ocupad Wall Street! y las llamadas protestas contra la globalización que atrajeron la atención del mundo en Seattle en 1999. Fue la última vez que un movimiento descentralizado, global, encabezado por la juventud, apuntó directamente al poder corporativo. Y estoy orgullosa de haber formado parte de lo que llamamos “el movimiento de movimientos”.

Pero también hay diferencias importantes. Por ejemplo, escogimos cumbres como nuestros objetivos: la Organización Mundial de Comercio, el Fondo Monetario Internacional, el G8. Las cumbres son pasajeras por naturaleza, solo duran una semana. Eso también nos hizo ser pasajeros. Aparecíamos, llegábamos a los titulares del mundo y luego desaparecíamos. Y en el frenesí de hiperpatriotismo y militarismo que vinieron después de los ataques del 11-S, fue fácil hacernos desaparecer completamente, por lo menos en Estados Unidos.

¡Ocupad Wall Street!, por otra parte, ha elegido un objetivo fijo. Y no habéis fijado una fecha final a vuestra presencia aquí. Es sabio. Solo si os quedáis podéis echar raíces. Es crucial. Es un hecho de la edad de la información que demasiados movimientos aparecen como hermosas flores pero mueren rápidamente. Es porque no tienen raíces. Y no tienen planes a largo plazo de cómo se van a mantener. Por lo tanto, cuando llegan las tormentas, son arrastrados por la corriente.

Ser horizontal y profundamente democrático es maravilloso. Pero esos principios son compatibles con la dura tarea de construir estructuras e instituciones suficientemente robustas para resistir las tormentas del futuro. Tengo mucha fe en que esto ocurra.

Otra cosa que este movimiento hace bien: Os habéis comprometido con la no violencia. Os habéis negado a regalar a los medios las imágenes de ventanas rotas y luchas callejeras que ansían con tanta desesperación. Y esa tremenda disciplina ha significado que, una y otra vez, la historia ha sido la escandalosa y no provocada brutalidad policial. De la que vimos aún más anoche. Mientras tanto, el apoyo a este movimiento crece cada vez más. Más sabiduría.

Pero la mayor diferencia con hace una década es que en 1999 enfrentábamos al capitalismo en el clímax de un frenético auge económico. El desempleo era bajo, los portafolios de acciones se inflaban. Los medios estaban ebrios de dinero fácil. En aquel entonces todo tenía que ver con puestas en marcha, no con cierres.

Señalamos que la desregulación detrás del frenesí tenía un precio. Era dañina para los estándares laborales. Era dañina para los estándares medioambientales. Las corporaciones se convertían en más poderosas que los gobiernos y eso es dañino para nuestras democracias. Pero, para ser honesta, durante la buena racha era difícil enfrentarse a un sistema económico basado en la codicia, por lo menos en los países ricos.

Diez años después, parece que ya no hay países ricos. Solo un montón de gente rica. Gente que se enriqueció saqueando la riqueza pública y agotando los recursos naturales de todo el mundo.

Lo importante es que hoy todos pueden ver que el sistema es profundamente injusto y que pierde el control. La codicia ilimitada ha arruinado la economía global. Y también está arruinando el mundo natural. Estamos agotando las reservas de pesca, contaminando el agua con fracturación y perforaciones en aguas profundas, volviéndonos hacia las formas más sucias de energía del planeta, como las arenas petroleras de Alberta. Y la atmósfera no puede absorber la cantidad de carbono que estamos descargando, creando un calentamiento peligroso. La nueva norma son los desastres en serie: económicos y ecológicos.

Son los hechos sobre el terreno. Son tan flagrantes, tan obvios, que es mucho más fácil encontrar una conexión con el público de lo que era en 1999; construir rápidamente el movimiento.

Todos sabemos, o por lo menos sentimos, que el mundo está cabeza abajo: actuamos como si no hubiera fin para lo que realmente es finito, combustibles fósiles y el espacio atmosférico para absorber sus emisiones. Y actuamos como si existieran límites estrictos e inconmovibles para lo que en realidad existe en abundancia, los recursos financieros para construir el tipo de sociedad que necesitamos.

La tarea de nuestros tiempos es invertir esta tendencia: cuestionar esa falsa escasez. Insistir en que podemos permitirnos la construcción de una sociedad decente, inclusiva, mientras al mismo tiempo respetamos los límites reales de lo que puede aguantar la tierra.

Lo que significa el cambio climático es que tenemos un plazo. Esta vez nuestro movimiento no se puede distraer, dividirse, apagarse o dejarse barrer por los eventos. Esta vez tenemos que tener éxito. Y no hablo de regular los bancos o aumentar los impuestos a los ricos, aunque es importante.

Hablo de cambiar los valores subyacentes que gobiernan nuestra sociedad. Es difícil de ajustar a una sola demanda fácil para los medios, y también cuesta imaginar cómo hacerlo. Pero no es menos urgente por que sea difícil.

Es lo que veo que sucede en esta plaza. En la forma en que os alimentáis, en cómo os animáis unos a otros compartiendo libremente la información y suministrando atención sanitaria, clases de meditación y capacitación en empoderamiento. Mi letrero favorito de este lugar dice “Eres importante”. En una cultura que entrena a la gente para que evite la mirada del otro, para decir “que se mueran”, es una declaración profundamente radical.

Unos pocos pensamientos para terminar. En esta gran lucha, hay algunas cosas que no importan:

• Lo que llevamos puesto.
• Si alzamos nuestros puños o hacemos señales por la paz.
• Si podemos ajustar nuestros sueños de un mundo mejor a una señal de audio.

Y hay algunas cosas que importan:

• Nuestra valentía.
• Nuestra actitud moral.
• Cómo nos tratamos unos a otros.

Hemos buscado el enfrentamiento con las fuerzas económicas y políticas más poderosas del planeta. Da miedo. Y a medida que este movimiento crezca cada vez más fuerte, se hará más temible. Siempre hay que ser consciente de que existirá una tentación de pasar a objetivos más pequeños, como, digamos, la persona sentada junto a ti en esta reunión. Después de todo, es una batalla que es más fácil de ganar.

No hay que ceder a la tentación. No digo que no podamos hablar sobre nuestras debilidades personales. Pero esta vez tratémonos como si tuviéramos la intención de trabajar codo con codo en la lucha durante muchos, muchos años. Porque la tarea que tenemos por delante no exigirá nada menos.

Tratemos este hermoso movimiento como la cosa más importante del mundo. Porque lo es. Realmente lo es.

Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article29332.htm

Naomi Klein es una periodista galardonada, columnista publicada en numerosos periódicos y autora del éxito de ventas internacional del New York Times, La doctrina del shock: El auge del capitalismo del desastre (septiembre de 2007); y de un éxito de ventas internacional anterior: No logo: El poder de las marcas; y de la colección: Vallas y Ventanas: Despachos desde las trincheras del debate sobre la globalización (2002). Lea más en Naomiklein.org. La puede seguir en Twitter: @naomiaklein.

Leer más »

05/10/11: Petras opina sobre las protestas contra la financierización de la economía norteamericana

(…)

¿Cómo explicamos esta explosión de protesta, de marchas, de actuaciones civiles contra Wall Street? En los EE.UU. las mayorías con mucho descontento han crecido. Las últimas encuestas hace una semana, muestran que más del 80% de la población está muy descontenta con las condiciones económicas y casi el 90% está contra Wall Street y los sectores financieros. Enormes mayorías que hasta ahora han sido silenciosas o simplemente muy frustrados.

Y de repente algunas personas -y digo eso porque no hay ninguna organización que esté montando esta protesta- sino que existen pequeños núcleos de personas que empezaron este campamento de protesta a tres cuadras de Wall Street. En el primer momento algunos trataron de marchar a Wall Street para enfrentar a los especuladores. En el momento que salen del Parque de la Libertad la policía empezó a reprimirlos, golpearlos y encarcelarlos. Y eso provoca la ira de muchos ciudadanos en Nueva York y atrae la atención. Y a partir de una semana y media empiezan a multiplicarse los participantes.

En este proceso los sindicatos de la ciudad de Nueva York, los transportistas, los maestros, los empleados públicos, toda la dirección sindical de la ciudad de Nueva York empezó a apoyar la protesta. Y a partir de eso se multiplicó en miles de participantes en una marcha cruzando el puente de Brooklyn. Este puente vincula con Manhattan y es un puente muy importante. Pero la policía atacó y arrestaron a más de 700 participantes pacíficos. Eso tuvo un efecto incendiario porque todos los principales sindicatos nacionales empezaron a tomar posiciones en favor de la denuncia de Wall Street.

Y ahora muchos personajes como autores, actores de Hollywood, intelectuales y los principales jefes de la Confederación sindical se han pronunciado. Eso ha tenido otro efecto, principalmente la extensión de las protestas a otras ciudades como San Francisco, Los Ángeles y Boston que han tenido sus propias protestas contra el capital financiero. Obviamente no hay Wall Street en todas las ciudades, pero tienen sus centros financieros que son el blanco de estas protestas.

Ahora, ¿cómo explicamos todo eso? Wall Street, el nombre, es el símbolo y el contenido de todo lo que es peor en los EE.UU. Es una representación por ejemplo, de lo que es la financierización de la economía, donde los recursos estatales y las inversiones están controlados por el capital financiero que está destruyendo industrias, empleo y cambiando el carácter de la economía perjudicando a muchos sectores productivos.

Segundo, Wall Street representa las grandes desigualdades en el país. En Nueva York, en particular en Manhattan, el uno por ciento de la población controla el 60 por ciento de la riqueza. Es decir, las desigualdades en Manhattan son peores que en Guatemala, son peores que en Brasil, son peores que en todos los países del mundo occidental norte y sur. Y esa también es otra razón por la que hay esta bronca contra Wall Street.

También Wall Street es la fuente de la corrupción porque a partir de su influencia y financiamiento de las campañas políticas, han conseguido enormes concesiones y subvenciones de gobierno. Incluso en Nueva York las empresas financieras actúan para conseguir exoneraciones de impuestos. Amenazan a la ciudad de que si no reciben exoneraciones se van a cruzar las fronteras de la ciudad y del estado para ir del otro lado. Entonces los gobernantes compiten para dar concesiones al sector financiero para que se queden en Manhattan. Estas exoneraciones para las financieras no existen para los dueños de viviendas, para los dueños de automóviles. Ellos están sobrecargados para compensar por las pérdidas fiscales que provocan las exoneraciones a las grandes financieras.

Hay otras cosas. Por ejemplo el sector financiero es muy influyente porque compraron acciones en las empresas farmacéuticas, y hoy día la noticia es que las empresas farmacéuticas no están produciendo medicinas de gran necesidad porque los precios son controlados y limita las tasas de ganancias. En los principales hospitales de Nueva York, de Boston y otras ciudades, hay un racionamiento de medicinas porque falta suficiente oferta para encontrar solución a la demanda. Entonces si uno tiene alta presión y va al hospital, le van a calcular si es lo peor o lo menor y si es menor no te van a dar las pastillas porque dicen que hay escasez.

¿Y eso que tiene que ver con Wall Street? Porque en Wall Street las empresas financieras son las principales inversionistas y ellos son los que critican la política de precios o la política de inversión. Y si calculan que la tasa de ganancias no es la adecuada dejan de producir las medicinas. Por esa razón en muchos lugares en EE.UU. medicinas esenciales para sobrevivir a enfermedades, los enfermos no las van a recibir. Y esa es otra razón, más allá de todas las personas que están perdiendo sus casas porque no pueden pagar el precio de las hipotecas.

Toda esta protesta contra Wall Street ha atraído a todos los sectores de la población, menos el sector financiero. Nadie quiere a los Bancos porque el sector financiero está metido en todas las actividades políticas del Estado, política habitacional, política farmacéutica, política de residencias. Por esa razón es un punto de atracción para todo el pueblo con bronca, contra lo que está pasando en los EE.UU. Todos los malos están vinculados con los sectores financieros.

¿Y por qué salen a la calle? Porque los sectores financieros dan dinero a ambos partidos: republicanos y demócratas. Ambos partidos, el presidente demócrata Obama o los republicanos, están comprados. Entonces el pueblo no tiene otra opción que ir a la calle y por esa razón, por primera vez en muchísimos años, los sindicatos, sus afiliados y los manifestantes contra Wall Street se van a unificar en una gran marcha este miércoles.

Este miércoles hay un llamado para marchar hacia Wall Street. Ahora, no es nada radical; es pacífica, nadie habla de tomar la Bolsa, pero es una muestra de fuerza y rechazo a Wall Street y eso es muy importante. Y no sólo eso sino que está impactando en todo el país, a pesar de que los medios de comunicación aquí, como en otras partes, tratan de minimizar la acumulacion de fuerzas. No le dan mucha publicidad. Algunos noticieros no han hablado nada de lo que está pasando. Incluso a unas cuadras de la principal emisora de EE.UU., CNN, puedes ver a los manifestantes pero no le permiten a los periodistas hacer reportajes porque a partir de los reportajes pueden aumentar los participantes, entonces hay una censura de la noticia. No en todos los medios, porque hay presiones incluso entre los periodistas y han sufrido algunos periodistas golpes de la policía entonces sienten una necesidad de escribir sobre el tema.

(…)

Fuente: www.lahaine.org

Leer más »

05/10/11: La misión es involucrarnos

Discurso de Michael Moore, durante la presentación de su último libro en ST. Mark’s Bookstore, a propósito de lo que está sucediendo en Liberty City, Nueva York, cerca de Wall Street.

Nueva York tiene ocho millones de habitantes; un millón vive en la pobreza. Es una vergüenza. Y, sin embargo, el sistema no se detiene aquí. No importa cuánta vergüenza podamos sentir; la maquinaria va hacia adelante, para hacer más dinero. Nuevas maneras de trampear con las jubilaciones; de robar aún más. Pero algo está sucediendo en Liberty Plaza.

Estuve en Liberty Plaza para realizar un par de notas. Y volveré. ¿Sabías? Están haciendo un gran trabajo ahí. Y están recibiendo aún más apoyo. La otra noche, el sindicato de empleados de transportes –los conductores de ómnibus, los conductores de la metropolitana– votaron con entusiasmo para mantener la protesta. Hace tres días, 700 pilotos de línea –sobre todo de United y Continental– marcharon por Wall Street. No sé si hubo alguna forma de ver esto en televisión. Sé cómo estuvo la cobertura aquí; se mostró a unos pocos hippies que tocaban sus tambores –las cosas típicas que buscan los diarios–. Por favor: ¡que Dios bendiga a los hippies que tocan sus tambores! Pero es la razón por la que “ellos” quieren que se vea sólo esto. Y ahora yo les digo lo que vi en aquella plaza. Vi jóvenes, vi ancianos, vi gente de todo tipo y de todos los colores y todas la religiones. Vi también a la gente que vota por Ron Paul (el candidato presidencial ultraconservador que quiere abolir el Banco Central). Quiero decir, era un grupo de gente de todo tipo. Estaban los enfermeros en esa plaza. Estaban los maestros en esa plaza. Gente de todo tipo.

Hoy martes habrá una nueva manifestación: también los conductores de ómnibus y de la metropolitana marcharán por Wall Street. Oí decir que la UAW (el sindicato de los obreros del automóvil) está pensando en algo parecido. Piensen, su peor pesadilla se convierte en realidad. ¡Los hippies y los obreros del automóvil que marchan juntos! La gente entendió. Y toda esta historia sobre las divisiones internas y esto y lo otro: a la gente no le importa más. Porque esta vez se trata de sus propios hijos que corren el riesgo de no poder ir más a la escuela. Esta vez se corre el riesgo de quedarse sin techo. Esto es lo que en verdad está en juego.

Pero lo que me parece más extraño y bizarro, de los ricos, es cómo habían decidido excederse tanto. Quiero decir: les iba todo muy bien. No, para ellos no era bastante. Para los nuevos ricos no era bastante. Los nuevos ricos que no hicieron su fortuna gracias a una buena idea. Ni a un invento. Ni con su sudor. Ni con su trabajo. Los nuevos ricos que se enriquecieron con el dinero de los otros; con el que jugaron como si fuesen al casino. Dinero más dinero. Y ahora nos encontramos con una generación de jóvenes para los que los héroes a los que emular son aquellos de los canales de televisión de negocios: aquellos que se enriquecieron haciendo dinero sobre aquellos que hacen dinero.

Pero, ¿cuánta necesidad tendremos de jóvenes que se pongan a trabajar para salvar a este planeta? Para encontrar la cura a todos estos males. Para encontrar una manera de llevar agua y servicios higiénicos a los millares de personas sobre esta tierra que no los tienen.

Esto es lo que querría. Que en lugar de que las 400 personas más ricas de este país tengan más riqueza, sean los 150 millones de estadounidenses todos juntos los que estén mejor. Dirán, es una de esas cifras que Michael Moore tira por ahí. Pero es una estadística cierta: verificada por Forbes y por PolitiFact. ¡Las 400 personas más ricas de este país, son más ricos que los 150 millones todos juntos! Pero esto no se puede llamar democracia. La democracia implica una suerte de igualdad: yo no digo que cada pedazo de la torta debe ser de la misma medida, pero ¿no nos fuimos mucho más allá?

Ahora está esta buena noticia. Porque hasta que alguno desafíe a nuestra democracia –mientras que la Constitución se mantenga intacta–, querrá decir que cada uno de nosotros tendrá el mismo derecho de voto que los señores de Wall Street: un voto por persona. Y ellos podrán comprar a todos los candidatos que quieran; pero su mano guiará a nuestra mano cuando estemos en el cuarto oscuro. El mensaje de gritar fuerte es hacer llegar a los millones de personas que se dieron por vencidas –o que fueron convencidas por ignorancia–. Lograremos hacer llegar nuestro mensaje que para aquellos 400 será la peor de las pesadillas. Porque lo único que saben hacer bien son las cuentas. Nosotros somos mucho más que ellos. Depende sólo de nosotros. Basta de despertarse a la mañana y decir “Ok”. Ahora basta. Decidí involucrarme. Esta ahora es nuestra misión, involucrarnos. Por eso les digo: apoyen la protesta de Liberty Plaza.

Fuente: Diario 12 (Argentina).
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/subnotas/178131-55960-2011-10-04.html
Leer más »

04/10/11: Why are people occupying Wall Street?

By David Graeber
The Guardian (UK)

Why are people occupying Wall Street? Why has the occupation – despite the latest police crackdown – sent out sparks across America, within days, inspiring hundreds of people to send pizzas, money, equipment and, now, to start their own movements called OccupyChicago, OccupyFlorida, in OccupyDenver or OccupyLA?

There are obvious reasons. We are watching the beginnings of the defiant self-assertion of a new generation of Americans, a generation who are looking forward to finishing their education with no jobs, no future, but still saddled with enormous and unforgivable debt. Most, I found, were of working-class or otherwise modest backgrounds, kids who did exactly what they were told they should: studied, got into college, and are now not just being punished for it, but humiliated – faced with a life of being treated as deadbeats, moral reprobates.

Is it really surprising they would like to have a word with the financial magnates who stole their future?

(…)

http://www.guardian.co.uk/commentisfree/cifamerica/2011/sep/25/occupy-wall-street-protest?fb=optOut

Leer más »

30/09/11: Fútbol, dinero y poder

Por Manuel Mandianes- Fecha: 2011-09-28

Hoy, la mejor carrera es ser futbolista, según dice la gente. «Algunos deportistas, en cuestión de años, se hacen ricos. Se colocan muy arriba en la lista de la gente más rica de su país», se argumenta.

Las grandes ligas del continente europeo destinaron el pasado invierno 491 millones de euros en refuerzos en tiempo de crisis aguda. Y las cifras de los fichajes de Zidane, Ronaldinho, Maradona o Torres son mareantes y han sido objeto de las primeras páginas del Financial Times o de The Wall Street Journal y El Mundo, por citar sólo unos cuantos. Queda claro, por tanto, que las grandes estrellas del fútbol ganan mucho más dinero que los científicos, que los escritores o que los médicos. Aunque su aportación al bienestar de la Humanidad no se pueda comparar.

El 81% de los ingresos del club se va en pagar los sueldos de los jugadores. Tal vez, establecer un tope salarial ayudaría a supera la crisis acuciante de muchos clubes que no pueden pagar los salarios a sus jugadores; motivo por el que éstos han hecho huelga durante la primera jornada. Y es que los clubes adeudan a los futbolistas unos 50 millones de euros.

Pero la pasión deportiva atrapa a las mayores fortunas del mundo. Los estadounidenses Paul Allen, la familia Glazer, DiBenedetto y la rica heredera Paris Hilton, entre otros; el italiano Berlusconi, el ruso Abramovich, el indio Mukesh Ambai, el ucraniano Rinat Akhmetov, la familia real de Dubai… Todos son magnates multimillonarios en los más diversos negocios y dueños o grandes accionistas de clubes de fútbol y otros deportes. O directamente invierten en eventos deportivos. Por ejemplo, el mexicano Carlos Slim invierte a través de su empresa de telecomunicaciones Telmex en la escudería homónima para la formación de pilotos de automovilismo.

Y también hay grandes empresas dedicadas exclusivamente al mundo deportivo, como el Boston Intenational Group o el New England Sports Ventures. Elkam, administrador del grupo Fiat que posee la familia Agnelli, quiere comprar la Fórmula 1. Parece ser que su compañero de viaje será James Murdoch, el hijo del magnate de los medios. Y el banco JP Morgan también anda metido en estos negocios, al poseer el 20% de Formula One Group.

Los equipos de fútbol no producen bienes ni servicios pero venden imagen social y estilos de vida. A veces se oye preguntar: «¿Qué ganan los patrocinadores de los eventos deportivos?». Son apuestas publicitarias para lograr la internacionalización de la empresa. Las carreras de Fórmula 1, los grandes encuentros de fútbol o los famosos torneos de tenis movilizan a miles de personas y provocan nuevas tendencias sociales. El éxito social, en este caso, lleva consigo el éxito económico. Las grandes marcas de coches, televisores y demás aprovechan los acontecimientos deportivos para lanzar sus productos. Las grandes empresas deportivas y de productos deportivos, en especial la FIFA, tienen necesidad de acontecimientos deportivos a nivel mundial. Por eso, unas y otras se vuelcan a la hora de su organización.

Los grandes clubes son auténticas máquinas de hacer dinero, aunque la mayoría de ellos estén empeñados. La venta de camisetas, entre otras mercadurías, representa un ingreso voluminoso. El licensing es una forma de negocio que desarrolla, tras la firma de un contrato de licencia, productos concretos vinculados a una marca. Por ejemplo, el LIMA (Licensing Industry Merchandiser´s Association) movió 224.000 millones de euros el año 2003. Los profesionales del sector estimaron que este tipo de licencias alcanzó el 30% del mercado de productos licenciados en España ese mismo año.

Las camisetas de uno de los grandes equipos de fútbol es uno de los escaparates mejores y más caros para exhibir una publicidad por su capacidad de resonancia. Y las webs de los grandes clubes son de las más visitadas de internet. «Sólo la venta de camisetas [del Barcelona] llega a representar hasta el 50% de su ingresos». Los deportistas han ensanchado el firmamento de las estrellas y han cambiado su concepto.

La FIFA es una empresa con intereses planetarios, que rige y gobierna los destinos del fútbol mundial. La comercialización a nivel mundial del fútbol desde 1950, fecha del inicio de las copas europeas, es lo que la caracteriza. Los flujos económicos se deben a los 44.000, cuarta arriba cuarta abajo, profesionales que son la parte visible del planeta fútbol. Los medios de comunicación se concentran sobre esos profesionales. Las estrellas ejercen como estandartes. El poder de la FIFA proviene de su monopolio sobre los eventos que ella organiza. Esto comienza con la elección de la sede para la organización. Conseguir la sede de unos Juegos Olímpicos es una estrategia de diplomacias a nivel de la UNESCO, de la ONU, de parlamentos, de gobiernos. Las comisiones evaluatorias son recibidas y tratadas a cuerpo de rey, con las mejores galas; sus componentes son llevados en palmitas. Las sedes de los Juegos Olímpicos, por tanto, se deciden en aras de motivaciones políticas.

La audiencia en televisión y radio y cualquier otro medio de comunicación se traduce en dinero y los partidos de interés público prenden al televisor más espectadores que ningún otro acontecimiento. La semifinal del Campeonato de Europa de 2007 pulverizó todos los récords de audiencias hasta entonces registrados. La final se convierte en el partido más visto de la historia de España. Cuando el árbitro pitó el final del partido, 17.690.000 de pares de ojos estaban colados a las pantallas de televisión. Como la mayoría de los ingresos se deben a los derechos que pagan las cadenas de televisión por la retransmisión de los partidos, de ahí el interés de los clubes más poderosos en crear su propia cadena de televisión. A la inversa, se aprecia cada día más el interés de ciertos grupos de comunicación multimedia por adquirir equipos de fútbol.

(…)

«Ser presidente de un gran club es más que ser ministro», dijo el presidente de un club español. Una estrella del deporte tiene más influencia que muchos políticos, y presidentes de Estado y grandes hombres de negocios se rinden sus pies. «De fútbol a secas sólo hablan los profanos; los que entienden hablan del negocio del fútbol», me dijo un millonario. Hace años, una editorial me encargó un libro que se podría haber titulado: El dinero del fútbol. Un amigo bien informado sobre el tema me dijo: «¿No crees que hay temas de tu competencia que te puedan interesar más?». Le agradecí la confidencia y desistí.

Fuente:
http://www.solidaridad.net/noticias.php?not=6843

Leer más »

28/09/11: Petras opina sobre la situación en España

Entrevista al sociólogo norteamericano James Petras

(…)

España está en un gran estancamiento, con una gran deuda, un programa de austeridad, con la mayor desocupación en todo el mundo. No sólo en Europa sino en todo el mundo. Hay 21,5% de españoles desocupados, oficialmente. Más, hay sectores que trabajan como máximo diez o veinte horas por semana. Si incluimos a los subempleados llegamos a casi un tercio de la mano de obra. Un proyecto económico que implica recortes en los salarios y pensiones y eliminación de las protecciones laborales.

Eso bajo un gobierno supuestamente de centro izquierda, el Partido Socialista. Y a partir de las medidas que hemos enumerado han perdido enorme apoyo entre sectores populares, obreros, maestros, empleados. Y esta gente, un pequeño sector, va a votar al Partido Comunista en las listas izquierdistas. Pero una gran parte no va a votar. No va a votar por la derecha pero no va a volver a apoyar a los socialistas que están aplicando medidas tan reaccionarias. En España el desencanto y desprestigio del Partido Socialista facilita que la derecha vuelva al poder con medidas iguales o peores en el sentido social y económico. En todo caso en el corto plazo lo que podemos ver es un aumento de la lucha extra parlamentaria; es decir, huelgas, marchas, tomas de edificios. Porque no existe ninguna capacidad, ninguna fuerza parlamentaria capaz de rectificar estas medidas. Y como la institucionalidad no es capaz de frenar el retroceso del estándar de vida de la mayoría de los españoles, podríamos ver una intensificación de los conflictos callejeros e incluso contra la institucionalidad.

España está en menor grado pero con mayores consecuencias que el caso de Grecia. Una desintegración total del Estado de bienestar, una política profundamente antipopular y cada vez más subordinado a la política norteamericana como lo vemos en la colaboración de España contra el pueblo de Libia a partir de la OTAN.

(…)

Fuente:
http://www.lahaine.org/index.php?p=56355

Leer más »

27/09/11: Solidarity With #occupywallstreet

By Noam Chomsky:

Anyone with eyes open knows that the gangsterism of Wall Street — financial institutions generally — has caused severe damage to the people of the United States (and the world). And should also know that it has been doing so increasingly for over 30 years, as their power in the economy has radically increased, and with it their political power. That has set in motion a vicious cycle that has concentrated immense wealth, and with it political power, in a tiny sector of the population, a fraction of 1%, while the rest increasingly become what is sometimes called “a precariat” — seeking to survive in a precarious existence. They also carry out these ugly activities with almost complete impunity — not only too big to fail, but also “too big to jail.”

The courageous and honorable protests underway in Wall Street should serve to bring this calamity to public attention, and to lead to dedicated efforts to overcome it and set the society on a more healthy course.

By Michael Moore, at Liberty Plaza, in New York City:

He talked about how only four hundred people owned the vast majority of the wealth in America and that made them vastly out-numbered by the rest of the population. “What we have to do here is realise how much more power we have than they have. They think power is derived from bank accounts, but our power is derived from the people. All the people, not 400 people.”

Read more at Suite101: Occupy Wall Street: Michael Moore Arrives in Liberty Plaza | Suite101.com http://www.suite101.com/news/occupy-wall-street-michael-moore-arrives-in-liberty-plaza-a390542#ixzz1ZBx6xNG0

Leer más »

27/09/11: China en América Latina. ¿Socio comercial o nuevo imperio?

Anibal Garzón

Los movimientos sociales de izquierdas en América Latina; como estudiantes chilenos, indígenas bolivianos o bolivarianos de Venezuela, constantemente denuncian en marchas, conferencias y seminarios, las injerencias europeas o de los Estados Unidos en el continente, pero se genera un silencio, posiblemente por el déficit de conocimiento, sobre las acciones de los grandes tigres asiáticos en Latinoamérica.

(…)

Más allá de pronósticos sobre la coyuntura económica, se tiene que resaltar que China en noviembre de 2008 ingresó en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), convirtiéndose en el principal país donante de créditos al continente, justamente en el momento que estalló la crisis internacional y se hundían las economías norteamericanas y europeas. El mismo año, China publicó su Libro Blanco sobre América Latina, ya había hecho lo mismo con Europa (2003) y África (2006), donde sintetizó la estrategia política en esta región. En el libro China presentó la firma de Tratados de Libre Comercio con Chile, Perú y Costa Rica, que ya están en vigor.

Los objetivos principales de la aproximación del gigante oriental a la región son similares a los de África en el caso económico. Principalmente China ve la necesidad de acceder a materias primas trascendentales para continuar impulsando su crecimiento económico y acelerar su conversión como primera potencia mundial, y consecuentemente busca fortalecer las relaciones bilaterales para desarrollar el comercio de sus productos manufacturados.

(…)

Actualmente parece que los vínculos económicos de China con diferentes países de América Latina, por encima de la dicotomía de si es un gobierno de derechas o izquierdas, se han hecho más extremos. China simplemente quiere mercado por encima del internacionalismo del socialismo como cantaban Karl Marx y Friedrich Engels en la I Internacional.

(…)

Se podría interpretar que China puede ser un ángel para conseguir finalmente el desarrollo social y económico a la histórica reprimida América Latina, pero parece que la relación de la dependencia entre metrópoli y satélite se repite, básicamente cambia el actor principal. China solamente importa de América Latina materias primas y productos agrícolas generando una falta de diversificación a las economías, continuando Venezuela principalmente exportando petróleo, Bolivia hidrocarburos, Brasil soja, Cuba salitre, o Argentina vacuno. Si China fuera un verdadero socio complementario buscaría generar industrialización y valor agregado en América Latina pero parece que el imperio de las 50 estrellas, Estados Unidos, poco a poco se transforma en la de cinco, China.

(…)

América Latina ha vivido y vive en un marco de dependencia – como definieron autores académicos como Gunder Frank o Samir Amin – con los países más desarrollados donde económicamente se convierte en un continente extractivista de materias primas que se exportan para que otros países industriales, históricamente Estados Unidos, Europa, Japón, y hoy China, traten con sus multinacionales y grandes empresas esta materia para convertirla en un bien de consumo – por ejemplo transformar el petróleo en gasolina – y el producto se vende posteriormente en América Latina con un valor agregado.

(…)

Fuente:
http://www.lahaine.org/index.php?p=56324

Leer más »

23/09/11: Defensa de la Católica

Publicado hoy en el diario La Primera

Es preciso que nos volvamos a ocupar del conflicto que afecta a una de las más prestigiosas universidades peruanas, la Pontificia Universidad Católica, donde se han formado destacadas personalidades intelectuales, que brillan en los más diversos campos y de las más variadas opciones políticas y posiciones ideológicas, gracias al clima de libertad, independencia, amplitud de criterio y pluralismo que caracteriza a ese centro de estudios superiores.

Tales logros, que podemos apreciar en la impresionante lista de firmas de exalumnos que adhieren a un pronunciamiento de defensa de la Católica y que se publica en esta edición, han sido posibles por las virtudes de humanismo y apertura al libre juego de ideas que se ha practicado en sus aulas, de la que han salido desde conocidas figuras de izquierda hasta personeros de la derecha.

Esos frutos evidencian la falsedad de quienes pretenden presentar a la Católica como una fragua de radicalismo o un centro de exclusión de ideas ajenas. En eso se convertirá, por el contrario, si prospera la campaña emprendida por el Cardenal y los sectores conservadores, católicos o no, políticos y mediáticos, para hacerse del control de la Católica.

Independientemente de los argumentos confesionales –concepto ajeno a la esencia misma de la universidad- o leguleyescos esgrimidos, los antecedentes de totalitarismo del dignatario eclesiástico que pretende apoderarse de la Católica, evidencian que su afán es convertirla en un centro sometido a las ideas oscuras que profesa.

Tal certeza se confirma con el contenido de los cambios de estatutos de la universidad que plantea la Santa Sede, no siempre feliz en sus decisiones, como lo prueba una larga historia llena de luces y sombras.

Esos cambios pretenden dejar en manos de Cipriani “promover la buena marcha de la Universidad y vigilar para mantener y fortalecer su carácter católico” y le confieren atribuciones para tomar “las medidas necesarias” para resolver los problemas que surjan de ese empeño, de acuerdo con las autoridades académicas competentes.

La principal autoridad con la que tendría que ponerse de acuerdo es el rector, pero otro cambio propuesto señala que lo designará Cipriani entre una terna que, de rodillas, valga la imagen, le presentará la Asamblea.

Puestas así las cosas, es previsible que la Asamblea Universitaria de hoy rechace los cambios, como ya lo han adelantado los representantes de alumnos, profesores y trabajadores de la Católica.

La ciudadanía, que en una reciente encuesta se ha pronunciado por aplastante mayoría a favor de que la Universidad sea gobernada, como hasta ahora, por la Asamblea, espera una respuesta firme.

Y esa respuesta no puede ser otra que ratificar su apego a las leyes peruanas, que confieren solo a la Asamblea la potestad de elegir al rector y le garantizan su autonomía respecto a cualquier poder, sea nacional o extranjero.

Fuente:
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/la-primera-palabra/defensa-de-la-cat-lica_95308.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+LaPrimeraPortadaHoy+%28Diario+La+Primera+Peru+-+Portada+Hoy%29

Leer más »

19/09/11: Los atentados del 11-S: ¿una excusa perfecta?

Por Atilio Boron

Cumplidos los diez años de los ataques del 11-S 2001 a las Torres Gemelas y al Pentágono son cada vez más las preguntas que aún están a la espera de una respuesta convincente

La reciente conmemoración de un nuevo aniversario no hizo sino acrecentar la sospecha de que hay mucha información de gran importancia que no ha sido puesta a disposición del público, y que un imponente operativo de ocultamiento de lo que verdaderamente ocurrió se puso en marcha desde el mismo día de los incidentes.

No obstante, más allá de esta percepción lo cierto es que los acontecimientos del 11/S signaron el comienzo de una nueva etapa en la historia del imperialismo, caracterizada por una militarización sin precedentes de la escena internacional que instaló a la diplomacia en un lugar subordinado al estruendo de las bombas y las mortíferas estelas de la cohetería. Podría decirse, sin exagerar un ápice, que de aquella sólo sobrevive la pompa y el protocolo porque su sustancia y su agenda la definen hoy día los señores de la guerra. Esto es más que evidente en el caso de los Estados Unidos, donde el desplazamiento del Departamento de Estado a manos del Pentágono abona con elocuencia lo que venimos diciendo. Corolarios de esta tendencia son la adopción de una nueva doctrina estratégica: la “guerra infinita”, o la “guerra global contra el terrorismo” sin enemigo claramente definido ni plazo previsible de terminación de las hostilidades; la reafirmación de la primacía del “complejo militar-industrial” en el bloque dominante, cuya sobrevivencia y cuya tasa de ganancia dependen sin mediaciones del negocio de la guerra; y la impresionante escalada del gasto militar estadounidense que, sumando todos sus componentes, acaba de superar holgadamente el millón de millón de dólares –o un billón de dólares- cifra que hasta apenas unos pocos años atrás era considerada como inalcanzable por los expertos en cuestiones militares. El enigmático 11-S precipitó todas estas calamidades. A los cerca de tres mil muertos de ese día en Nueva York (es muy poco lo que se sabe de las víctimas del atentado al Pentágono y la caída del avión que se dirigía a Camp David) hay que agregar los casi seis mil quinientos soldados estadounidenses caídos en las guerras desencadenadas para “combatir al terrorismo islámico” en Irak y Afganistán y, por supuesto, los centenares de miles masacrados sobre todo en el primero de los países nombrados.

Incidentalmente: el costo de esas dos guerras medido en valores constantes asciende a un número que es casi el doble del que se alcanzara la guerra de Vietnam. Si Osama Ben Laden quería desangrar económicamente a Estados Unidos hay que reconocer que ese objetivo ha sido logrado en buena medida.(1) En esta misma línea Noam Chomsky observó que según Eric Margolis, un experto en el tema, Osama había afirmado en numerosas ocasiones “que el único camino para sacar a EEUU del mundo musulmán y derrotar a sus sátrapas era involucrar a los estadounidenses en una serie de pequeñas pero onerosas guerras que les llevaran finalmente a la bancarrota … ‘Sangrar a Estados Unidos’, en sus propias palabras”.(2)

Al luctuoso saldo arriba descrito deberían añadirse las ochocientas mil víctimas ocasionadas por el bloqueo decretado en contra de Irak luego de la primera Guerra del Golfo (Agosto 2, 1990 – Febrero 28, 1991), bloqueo iniciado por el gobierno conservador de George H. W. Bush padre y continuado por la administración “progresista” de Bill Clinton. Interrogada sobre si este silencioso holocausto que precedió al 11-S en Irak había valido la pena -a pesar de que en su gran mayoría las víctimas habían sido niños- la ex Secretaria de Estado de Clinton dijo sin titubear que sí. Luego de los atentados Washington no tardó en identificar a sus autores como perteneciendo a Al Qaida y casi todo el mundo musulmán se convirtió en sospechoso mientras no probara lo contrario; el jefe de esa organización, un antiguo colaborador de la CIA en Afganistán, Osama ben Laden, fue declarado enemigo público número uno de Estados Unidos y del “American way of life” y, para sorpresa de los entendidos, el odiado enemigo de Osama, Saddam Hussein, aparecía ahora en los comunicados de Washington como su aliado y protector en un Irak que, a juicio de la Casa Blanca, disponía de un mortal arsenal de armas de destrucción masiva.

Decíamos que las interrogantes son muchas, lo que ha dado lugar en los últimos años a la proliferación de una serie de explicaciones alternativas que ganan cada vez más adeptos.. Encuestas levantadas en los últimos años coinciden en señalar que uno de cada tres estadounidenses creen que los ataques del 11-S fueron elaborados y/o ejecutados con la complicidad de funcionarios del gobierno federal (militares, CIA, FBI u otra organización); un 16% cree que las Torres Gemelas y la torre número 7 -¡que no fue atacada por ningún avión y sin embargo se derrumbó en horas de la tarde!- fueron demolidas con explosivos y un 12% cree que fue un misil tipo crucero lo que impactó al Pentágono. Por supuesto, hay un verdadero aluvión de datos en una y otra dirección que se han puesto en juego para justificar estas interpretaciones. Y si bien algunas de ellas fueron refutadas, las preguntas que quedan en pie tienen suficiente espesor como para alimentar todo tipo de conjeturas.

Sucintamente, las versiones más verosímiles de las teorías alternativas (que no por casualidad la prensa del sistema estigmatiza como “conspirativas”) insisten en señalar que si bien las torres fueron embestidas por dos aviones comerciales la forma en que se produjo su desplome –el ángulo de la caída, su velocidad, existencia de residuos de explosivos entre los escombros- se encuadra nítidamente en lo que se conoce como “demolición controlada.” El sitio web de un numeroso grupo de expertos reunidos en una asociación denominada “Académicos por la Verdad del 11-S” observa que según lo declarara una experta en ingeniería mecánica, la profesora Judy Wood, si alguien hubiera arrojado una bola de billar desde el techo de las Torres Gemelas hubiera demorado 9.22 segundos en llegar al piso. Las torres, en cambio, recorrieron ese mismo trayecto en 8 segundos, lo que hubiera sido imposible de no haber mediado una explosión en sus propios cimientos.

Más todavía: siempre se habla de las Torres Gemelas, pero la prensa y la versión oficial del gobierno norteamericano omite el hecho de que el Edificio Nº 7 del complejo del World Trade Center también se desplomó. Este misterioso suceso ocurrió a las 4.56 pm del mismo 11-S, es decir unas ocho horas después del derrumbe de las Torres Gemelas y sin que hubiera sido impactado por un avión. Ese edificio albergaba, entre otras agencias del gobierno federal, algunas oficinas del Servicio Secreto, de la CIA, del Servicio de Impuestos Internos y la unidad de lucha contra el terrorismo de la ciudad de Nueva York. La forma como se derrumbó, otra vez, se ajusta nítidamente al modelo de la “demolición controlada”.

No son menores las dudas que suscita lo ocurrido en el Pentágono, donde el avión que supuestamente se incrustó en sus paredes prácticamente se pulverizó en el aire, y sin haberse encontrado ningún resto significativo ni de sus motores, sus alas, la cola y su tren de aterrizaje. Tampoco se encontraron restos de las butacas o de los cuerpos de los pasajeros, todo lo cual abonaría la teoría de que, en realidad, lo que impactó sobre el Pentágono fue un misil crucero. Todas estas hipótesis, que contradicen la versión oficial de Washington, fueron ganando credibilidad por la acción del ya mencionado grupo de académicos y en el cual revistan ingenieros, arquitectos y científicos de diferentes especialidades que coinciden en señalar que la caída de las torres y el edificio Nº 7 remiten indiscutiblemente a la existencia de explosivos que fueron estratégicamente colocados en los cimientos de esas instalaciones, con lo cual se abre el interrogante de cómo tal cosa fue posible en edificios sometidos a rigurosísimos controles de acceso imposibles de sortear sin alguna forma de cooperación con quienes tenían a su cargo la seguridad del edificio.

Otros antecedentes son igualmente inquietantes: ¿es razonable pensar que 19 ciudadanos extranjeros –la mayor parte de los cuales tenían pasaportes o visas vencidas, hubieran podido todos ellos ingresar armados a cuatro aviones comerciales? ¿Cómo interpretar el hecho de que en los meses anteriores al 11-S la fuerza aérea estadounidense hubiera realizado 67 intercepciones exitosas de vuelos ilegales y errantes y sin embargo en ese aciago días 4 aviones pudieron salir de su curso sin que ninguno fuera interceptado. El que supuestamente habría impactado en el Pentágono se mantuvo fuera de su ruta durante un lapso de 40 minutos sin que hubiera sido interceptado por ningún avión caza norteamericano.

Las preguntas y los cuestionamientos serían interminables. Y la larga tradición de engaños y ocultamientos de Washington excita la imaginación de los conspiracionistas. Todavía está fresca la colosal mentira pergeñada por la Casa Blanca en relación al asesinato de John F. Kennedy, según la cual el magnicidio fue obra de un personaje alienado. Esta absurda versión fue refrendada por el llamado Informe Warren de la Corte Suprema de los Estados Unidos, la que en un texto de 888 páginas sostiene esa tesis. El informe fue despedazado por los críticos y, sin embargo, permanece como la versión oficial del asesinato de JFK Mentiras semejantes fueron expresadas por el gobierno de los Estados Unidos a lo largo de la historia. En Febrero de 1898 estallaba el crucero Maine anclado en el puerto de La Habana, donde había llegado para “proteger” los intereses norteamericanos amenazados por el inminente triunfo de los patriotas cubanos sobre los colonialistas españoles. Estados Unidos acusó a España del atentado, que ocasionó la muerte a gran parte de su tripulación, y de ese modo justificó su intromisión en el conflicto: le declaró la guerra a España, ya vencida por los cubanos, y se quedó con Cuba, Puerto Rico y las Filipinas. Mintió también cuando oficialmente declaró, al día siguiente de haber arrojado la bomba atómica en Hiroshima, que no había rastros de radiación nuclear en la zona.

Antes, hay muchos que sostienen que la Casa Blanca sabía del inminente ataque japonés a Pearl Harbour, y dejó que suceda porque volcaría la opinión pública que hasta ese momento no quería que el país entrara en la Segunda Guerra Mundial. Y volvió a mentir cuando aseguró que había armas de destrucción masiva en Irak. Mintió mil veces al calumniar a la Revolución Cubana desde el 1º de Enero de 1959, como lo hizo al acusar a los gobiernos de Salvador Allende, Juan Bosch, Jacobo Arbenz y tantos otros. Y miente hoy, descaradamente, al acusar de cómplices del terrorismo y el narcotráfico a gobiernos como los de Raúl Castro, Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa. Mentiras, conviene recordarlo, que se ocultan tras una montaña de víctimas.

El informe oficial preparado en relación al 11-S adolece de una total falta de credibilidad. Sus defensores descalifican a sus críticos tildándolos de “conspiracionistas”. Pero, ¿no existen acaso suficientes interrogantes para concluir que si hay una conspiración esa es la que emana desde la Casa Blanca, con su sistemático ocultamiento de todas las evidencias que contradicen la historia oficial? Los críticos de esta historia sostienen dos hipótesis: o que el gobierno de EEUU sabía del atentado que realizarían los terroristas y dejó que ocurriera; o que fueron algunas agencias federales quienes planearon y ejecutaron el operativo porque crearía las condiciones necesarias para avanzar en su agenda política y, en lo inmediato, justificar su apoderamiento de Irak y su gran riqueza petrolera. Según analistas norteamericanos muy bien informados era un secreto a todas voces que en las discusiones del gabinete de George W. Bush en vísperas de la tragedia se decía que para invadir Irak y apoderarse de su petróleo era necesario contar con una buena coartada. Los atentados del 11-S ofrecieron la excusa perfecta. Tal vez algún día sepamos la verdad. Pero la conspiración de silencio pergeñada por la Casa Blanca no autoriza ser demasiado optimistas al respecto.

[1] Cf. David Wessel, “Diez años después, ¿a cuánto ascendieron los costos del 11-S?”, en The Wall Street Journal, 1º de Septiembre, 2011.
[2] Noam Chomsky, “Rememorando el 11-S una década después. ¿Había otra alternativa?” en Rebelión, 9 de Septiembre de 2011.

[Más información sobre el tema en:
http://www.ae911truth.org/ Arquitectos e ingenieros por la verdad del 11-S
http://911scholars.org Académicos por la verdad del 11-S
http://stj911.org Académicos por la verdad y la justicia del 11-S]

Fuente:
http://www.atilioboron.com/2011/09/los-atentados-del-11-s-una-excusa.html#more

Leer más »