Mediante el Decreto Supremo Nº 028-2014- SA, Reglamento de la Ley 29662 (que entrará en vigencia el 2015) se autoriza el uso en nuestro país del asbesto crisotilo o amianto blanco, sin restricción alguna. Para autorizar su importación y comercialización, solamente se les pedirá a las empresas un trámite sencillo.

Este mineral es usado en una gran variedad de productos, principalmente en el fibrocemento y otros materiales de construcción derivados; también en embragues y frenos de automóviles, papel, textiles, envases, revestimientos, pinturas, talco, etc.

Sin embargo, está demostrado científicamente que una persona sana expuesta a inhalar las partículas microscópicas que contienen los productos elaborados con asbesto tendrá más probabilidades de contraer Mesotelioma o cáncer al pulmón que un fumador habitual de cigarrillos. Por tal motivo, su uso ha sido prohibido en casi todos los países desarrollados.

Para identificar si un producto contiene asbesto, se hace un corte transversal a los productos sospechosos o de las partes dañadas, extraer un muestra y fijarse si está compuesto por fibras. Para confirmarlo, se debe analizar dicha muestra en un laboratorio especializado.

Lo ideal es retirar de nuestras casas y lugares de trabajo cualquier producto que contenga asbesto y que a su vez las fibras se encuentren expuestas a ser inhaladas. De no poder retirarse, por lo menos debemos aislarlos, pintando las partes dañadas con esmalte para evitar que expulse las partículas microscópicas.

Mucho cuidado que con el cáncer no se juega.