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30/12/11: En 2012 solo apoyaré a candidatos que prometan no obtener dinero de la política, como Dan Kildee, de Flint

Por Michael Moore.

Amigos:

Estoy planeando hacer muchas cosas en este nuevo año –caminar tres millas diarias, usar detergente ecológico, escribir muchas cartas anónimas a Wolf Blitzer (1)–, pero quiero declarar exactamente aquí, que mi máxima prioridad para 2012 será encabezar el objetivo de eliminar TODA presencia de dinero en el período de nuestro proceso electoral. Nada –y cuando digo nada es NADA– lograremos en cuanto a crear empleos, proteger el ambiente, prevenir guerras si quienes manejan la billetera son quienes forman parte de nuestro Congreso.

La actual destrucción de nuestra democracia solo se puede detener si la mayoría de nosotros tenemos claro que SOLO votaremos a aquellos candidatos que se comprometan a poner en primer lugar de sus prioridades legislativas impulsar una reforma constitucional que prohíba a toda persona o entidad donar NINGÚN dinero para la campaña de los candidatos (y esto incluye a los candidatos millonarios que compren su propia elección). Además de comprometerse a sancionar una ley que prohíba a los elegidos trabajar en los lobbies cuando dejen su cargo.

La mayoría de los estadounidenses ya apoya la reforma financiera de las campañas y la prohibición de los lobbies. Entonces, ¿qué es lo que estamos esperando? Es tiempo de actuar!

Esta es la enmienda constitucional que necesitamos:

Sección 1: Todas las elecciones para Presidente, para diputados de la Cámara de Representantes y para senadores de los EE.UU. serán financiadas por el erario público. No se permitirán contribuciones extra políticas para ningún candidato, de ningún otro origen, incluidas las del mismo candidato. No se permitirá ninguna expensa política de ningún origen, para apoyar a ningún candidato federal, o para oponerse a ningún candidato federal, incluido el del propio candidato. Nada en esta sección estará contra la libertad de prensa.

Sección 2: El Congreso reglamentará estatutariamente las limitaciones de los montos y los tiempos de utilización de esos fondos públicos y fijará penalizaciones para cualquier violación de este apartado.

El Senador Michael Bennet (Demócrata de Colorado) ha presentado ya la iniciativa del “Plan para la Reforma de Washington”, estableciendo la prohibición temporal de convertirse en lobistas a todos los miembros del Congreso.

A continuación el texto del compromiso que espero que los candidatos firmen este año:

“Yo (nombre del candidato) prometo que mi MÁXIMA prioridad será introducir y votar una enmienda constitucional que prohíba todas las contribuciones financieras a todos los candidatos. Apoyaré la ley que financie con fondos públicos todas las elecciones y las leyes que prohíban a los legisladores convertirse en lobistas una vez concluido su mandato. Si así no lo hiciere, prometo no presentarme a la reelección”.

Uno de los primeros candidatos aspirantes a congresista que ha firmado el compromiso de no obtener dinero de fuera de la política este año es un conciudadano del distrito de Flint, Michigan. Su nombre es Dan Kildee. Él no solo no quiere dinero externo al proceso electoral sino que también quiere que se declare que las corporaciones NO son personas. Dan rechaza también recibir dinero de ninguna corporación ni de nadie vinculado a Wall Street o a los bancos.

¿Y cómo ha respondido el pueblo de Michigan a un candidato como este? Las primeras encuestas muestran que Dan va a la cabeza, porque los votantes están enfermos y cansados del sistema de siempre.

Pero hasta que Dan (y otros como él) sea elegido y pueda revertir la regla del 1% nada cambiará. Y con el actual sistema irónicamente no pueden ser elegidos sin dinero. ¿No sería fantástico que esta fuera la última elección en la que hubiera que escribir algo como esto?

¿Me ayudarán a demostrar cuán poderoso es el apoyo público para limpiar el Congreso, apoyando a la única persona que se está postulando como congresista de Flint que está de nuestro lado? Esta no es una causa simbólica. Creo que Dan será elegido si cuenta especialmente con nuestro bien arraigado apoyo.

Por favor tómese un minuto y aporte 10, 25 o más dólares a la campaña de Dan. Él está por la paz, por la elección y por encabezar las encuestas. El luchará por hacer que los ricos y las corporaciones como General Electric y el BanK of America paguen impuestos que actualmente no pagan. Lo conozco desde los 18 años, cuando por primera vez ganó una representación en la dirección del Colegio de Flint. Procede de la clase trabajadora y toda su vida ha estado al servicio de la comunidad.

Estoy pidiéndoles esto como un favor personal para mi ciudad que está sufriendo un aplastante desempleo. Más gente vive proporcionalmente en la pobreza en Flint (de algo más de 100.000 habitantes) que en el resto de los EE.UU. No tienen dinero para ayudar a un luchador como Dan. Es por eso que les estoy pidiendo una ayuda en esta oportunidad.

Muchos de ustedes me han escrito preguntándome qué cosas concretas podrían hacer para limpiar el país. Pues aquí está vuestra oportunidad de hacer algo concreto, aunque haya que desprenderse de cinco dólares.

Y sigan insistiendo a los que se postulan como congresistas en SU distrito para que firmen el compromiso de eliminar el dinero de la política. Tenemos que comenzar por algún lado, y creo que Flint, Michigan, es el mejor lugar para comenzar. Por favor ayúdenme a lograrlo

Nota:

(1) Wolf Blitzer, periodista judío-alemán de la CNN

Fuente original: http://www.michaelmoore.com/words/mike-friends-blog/2012-im-only-backing-candidates-who-pledge-get-money-out-politics-dan-kildee-flint

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26/12/11: En defensa de los animales.

Extracto de un artículo publicado por Antoni Infante apoyando el veganismo.

Los seres humanos [1], somos una de las 415 especies de simios catalogadas en la tierra. Aunque es difícil encontrar personas sensatas que cuestionan este hecho evidente, la mayoría nos comportamos como si ya no fuéramos animales, nos mostramos satisfechos de nuestra superioridad tecnológica y miramos la vida natural como si nosotros no formaremos parte indisoluble de la misma. (…)

Nuestra especie, como la mayoría de los simios, somos, desde un punto de vista fisiológico, esencialmente frugívoros (frutos). La ventaja evolutiva que nos permitió comer carne, posibilitó que en las épocas de glaciares o grandes sequías pudimos sobrevivir y salvarnos de la extinción que acompañó muchas otras especies. Pero lo que fue una necesidad temporal, se ha convertido con el paso del tiempo en una opción que, dirigida por los sistemas de dominación política, se ha convertido en una trampa mortal para miles de millones de seres cada año, que además, viven con unas condiciones de tortura permanente que ningún humano debería permitir conscientemente.

No relataré aquí las condiciones de tortura infringida a todos y cada uno de los animales destinados a servirnos de alimentación, experimentación, vestido u ocio. Invito a la persona interesada en visitar cualquier página animalista. Pero si puedo afirmar que la sociedad humana, ha convertido el planeta en un terrible campo de concentración, tortura y exterminio para el resto de especies animales (…). Campos de concentración y exterminio que, bajo el nombre de granjas industriales, acaban con la vida de cerca de 50.000 millones de seres vivos cada año poniendo fin a una corta vida [2] de sufrimiento, angustia, tortura, estrés y miedo.

Hoy sabemos que la utilización de la carne, pescados y otros “productos” animales como la leche o los huevos para alimentarnos es una opción fácilmente sustituible por alimentos vegetales como son los cereales, las hortalizas, las legumbres, las frutas, las algas , los frutos secos y las semillas … mantener la opción carnívora tiene un coste ético que ninguna persona consciente, y más si se considera progresista, de izquierdas o simplemente demócrata debería poder permitirse. Y lo que decimos para la alimentación es extensible a los campos del vestido, la experimentación civil y militar y el ocio con uso y abuso de los animales.

(…)

La pesca, ha hecho que desaparezcan para siempre dos terceras partes de todas las especies marinas conocidas. La acuicultura no sólo no resuelve el problema sino que además de ser un proceso terriblemente contaminante, es cinco veces más caro energéticamente hablando que la producción de cereales. Para “producir” una ternera de 400 kilogramos y extraer 290 Kg. de carne se necesita la producción de dos hectáreas de pasto durante dos años. En el mismo espacio y durante el mismo tiempo se podría producir 6000kg de soja, 7000kg de trigo o 12000kg. de maíz o arroz [3]. Mientras que para producir un kilogramo de trigo necesitamos 120 litros de agua, necesitaremos más de 20.000 litros de media por un kilogramo de carne animal.

La producción mundial de carne se ha multiplicado por cuatro en los últimos 50 años, creciendo la tasa de stocks cárnicos tres veces más que la población humana. De manera inversa y directamente relacionada 1.400 millones de personas, la mayoría mujeres, sufren hambre y cada día se incorporan más de 270.000 animales humanos más a este ejército famélico. La forma de alimentarnos y “producir” [4] comer en el norte obliga a unas prácticas de agricultura intensiva y extensiva que acabando con las formas tradicionales de vida de miles de millones de humanos especialmente en el sur, acabando también con la diversidad biológica, pero son un enorme negocio para las multinacionales forrajeras, químicas, biológicas y de transporte. La producción de carne, mayoritariamente en manos de multinacionales, viaja de media 2.500 km antes de llegar a nuestro plato. Con el grano necesario para alimentar el ganado de EEUU se podría alimentar a toda la población hambrienta del mundo.

No podemos pensar en la ganadería biológica como solución ética, ecológica o económica. La imagen de terneras pastando libremente por las praderas verdes de los Pirineos o el Maestrazgo es una reminiscencia del pasado que sirve para contentarnos cuando sufrimos debilidad ideológica. La dura realidad es que el 99,9% de los pollos, el 97% de las gallinas, el 99% de los pavos, el 95% de los cerdos y el 78% de las terneras se crían en granjas industriales. Estas granjas factoría contaminan la tierra, el agua y el aire, atacan la biodiversidad mediante la acumulación de excrementos, el drenaje, la emisión de amoníaco y metano, el uso de combustibles fósiles y la modificación genética. La ganadería industrial es uno de los primeros factores de contaminación, superando con creces toda la que produce el transporte.

Creer que sin modificar de raíz estas realidades se pueden construir soberanías alimentarias, equitativo de género, eliminación de la pobreza y el hambre en el mundo o reequilibrar la diversidad biológica y los parámetros medio ambientales, es en el mejor de los casos de un idealismo infantil necesariamente corregible. Pero además de los efectos perniciosos en la gente, los países empobrecidos por el imperialismo y los efectos de la contaminación medioambiental hay un efecto directo que emerge cada día con más fuerza, especialmente entre la población de los países del norte: la pérdida de salud directamente relacionada con el consumo de carne, pescado y otros productos provenientes de los animales.

El consumo de carne ha sido criticado por innecesaria y insana por la misma Organización Mundial de la Salud, antes de ser privatizada indirectamente [5]. Las personas consumimos el hogar de nuestra viva una media de 21.000 animales. Somos cementerios ambulantes. El consumo de carne sobrecarga nuestro sistema digestivo de primates, abocándonos cada día más al sufrimiento de tumores y otras enfermedades degenerativas. La prolactina, presente en la carne, es directamente cancerígena, a lo que debemos sumar los nitritos que se añaden para conservar el color y la alta concentración de grasas saturadas. Es con esta ingesta donde podemos encontrar la responsabilidad directa de muchos problemas de colesterol, tensión, obesidad, impotencia, diabetes o cáncer. Hay que recordar también, que buena parte de las gripes más peligrosas son de transmisión aviar, y que el 95% de los pollos que se comercializan tienen la bacteria E.coli, o el 8% tiene salmonelosis.


[1] Utilizo el término humano de forma inclusiva de mujeres y hombres.
[2] Todos los animales de granjas industriales o ecológicas tienen una vida mucho más corta que la que tendrían en libertad.
[3] La producción varía mucho en función de las variedades y el tipo de plantación, regadío o secano. El arroz por ejemplo, puede variar de una a 9 toneladas por hectárea y año.
[4] Al referirnos a los animales como si fueran cosas incorporamos una carga ideológica especista.
[5] Se estima que más del 75% de la financiación de la OMS proviene de aportaciones de multinacionales químicas y farmacéuticas.
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