22/03/12: Incendio en Ministerio de Educación: Pusieron una gran bomba incendiaria

Por Raúl Wiener

A dos semanas del incendio que arrasó con cientos de miles de libros, cuadernos y materiales de trabajo escolar, carpetas, muebles y laptops, surgen nuevas evidencias de que fue una acción intencionada para provocar un grave daño a la Educación peruana y desestabilizar a la ministra del sector

En la madrugada del domingo 11 de marzo, tres días después del devastador incendio del almacén central del Ministerio de Educación (MINEDU), en la esquina de las avenidas Tingo María y Venezuela, en el Cercado de Lima, los gerentes de seguridad Ciudadana y Servicios de la Ciudad de la Municipalidad de Lima, acompañados por un teniente de la Unidad de Sustancias Peligrosas, del Cuerpo General de Bomberos y un camarógrafo, realizaron una inspección de la zona del siniestro.

En uno de los rincones del inmenso local encontraron una extraña aglomeración de materiales que, luego de una detallada evaluación, se definió como una combinación altamente combustible y tóxica que no tenía razón aparente para encontrarse allí.

Según la opinión técnica, los libros, muebles y laptops no se queman así, y no actúan como carbones activos, que fue lo que se vio en este caso, en que las brasas ya parecían calmadas y se volvían a reactivar. Tampoco la teoría del cortocircuito resiste el análisis ya que de haber ocurrido hubiera tenido un impacto muy limitado y podría haber sido controlado en corto tiempo.

SABOTAJE POLÍTICO

El montaje de los combos incendiarios es un trabajo de especialización en técnicas de sabotaje que requiere personal calificado. La acción sobre el almacén solo podría haberse hecho además bajo la dirección de personas que conocen las características del local y con la complicidad de la vigilancia.

Un “combo” como el que se ha descrito toma tiempo de prepararse, mucho más si existieron varios de ellos, y la vigilancia tiene que haber visto cuando los armaban.

Obviamente la ministra, con seis meses en el sector y rodeada aún por muchos elementos de la antigua administración de Chang y Díaz Chávez, no podía estar al corriente de lo que pasaba en cada uno de los locales del MINEDU, dispersos y tugurizados después de la decisión del gobierno aprista de vender la sede institucional sin tener una de reemplazo.

El gigantesco incendio se produjo cuando varios de los funcionarios a cargo de puestos claves que todavía mantenía el APRA y sus amigos, especialmente en la administración y direcciones intermedias, habían empezado a ser cambiados, generando alarma en los que sienten que ya les toca.

Asimismo, las investigaciones sobre los manejos económicos están llevando a varios de esos funcionarios al borde de un ataque de nervios. En esas condiciones, un incendio con pérdida masiva de materiales y retraso en los planes de inicio del año, fue un golpe brutal contra la ministra, que se convirtió rápidamente en tema de titulares, comisiones del Congreso y pedidos de renuncia.

La evidente intención de sacar provecho del incendio muestra el filo político de este asunto, donde lo que menos interesa es el daño causado a los niños y niñas del Perú

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *