16/11/11: Europa, la desaparición de la democracia


Por François Bonnet
Mediapart

¿Nos encontramos en un momento crucial histórico, uno de la magnitud de la caída de la URSS (cuyo 20 aniversario se conmemora el mes que viene)? ¿Un momento crucial que sería el desmoronamiento financiero y político de Europa, el final de sesenta años de construcción europea?

Es lo que se constata con la aceleración, desde hace una semana y el fracaso de la cumbre del G-20, de una crisis monetaria que, convertida en una crisis política, acaba de provocar lo que hay que denominar dos golpes de Estado. Georges Papandreu en Grecia, Silvio Berlusconi en Italia no han dimitido debido a derrotas electorales, ni siquiera al voto de censura de sus respectivos parlamentos: estos votos de censura nunca tuvieron lugar, ni en Atenas ni en Roma.

No, ambos hombres, eslabones débiles de la cadena de jefes de gobierno de la zona euro, cayeron derrocados por los mercados y por unos socios europeos bajo presión. Los mercados, es decir, los banqueros y otros establecimientos financieros (fondos de pensión, hedge funds, fondos de inversión, etc.). Sus socios europeos, es decir, Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, los dirigentes del banco Central Europero (BCE) y de la Comisión Europea, que afirmaban actuar en nombre de lo que ellos presentan como su deber: aislar el incendio, salvar el euro (y salvarse a sí mismos).

En menos de una semana tres hombres acaban de encarnar y de prestar su rostro a los golpes de Estado de los mercados.

• Mario Draghi: este banquero, vicepresidente del banco de negocios Goldmann Sachs-Europa, el cual había ayudado a Grecia a maquillar sus cuentas, y después gobernador del banco de Italia, toma la presidencia del Banco Central Europeo.

• Lucas Papademos (Grecia): este ex dirigente del Banco Central Griego (1994-2002), más tarde vicepresidente del BCE durante ocho años (2002-2010), y que después de desempeñar estos dos cargos no podía ignorar nada de las cuentas falsas griegas, se convierte en primer ministro griego. Su condición: un gobierno de unión nacional que va de la extrema derecha al partido socialista.

• Mario Monti (Italia): este economista de la derecha liberal, comisario europeo al cargo de la competencia durante diez años (1994-2004) y a este título decidido actor de la desregulación de los mercados europeos, nombrado senador vitalicio, debe convertirse en primer ministro italiano. Su condición: un gobierno de unión nacional que debería ir de la xenófoba y populista Liga Norte al principal partido de oposición de izquierda a Berlusconi, el Partido Demócrata.

Esto no ha acabado. Dentro una semana, para el domingo 20 de noviembre, está programada la muerte (esta vez en las urnas) del gobierno español. Sale el gobierno socialista: bajo la presión de los mercados financieros Zapatero decidió anticipar las elecciones. Lo mismo que en 2010 había hecho en Irlanda Brian Cowen para ser derrotado él también y dimitir.

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