10/02/11: Cosas de la economía (española) de hoy

Por Santiago Niño Becerra (Barcelona)
Publicado el 10.02.2011 en http://www.lacartadelabolsa.com/


(…)

Los nuevos stress tests a las entidades financieras (españolas) están confirmando lo que se cuchicheaba por los pasillos: que bastantes créditos hipotecarios -¿sólo?- fueron concedidos por unos importes que la prudencia no justificaba, pero daba lo mismo porque el incremento continuado de los precios de la vivienda lo justificaba: fue la filosofía de las USA subprime, de las spanish subprime. Estoy convencido de que la cosa no fue así.

Si algo caracteriza al sistema financiero es el hecho de que extraordinariamente buenos profesionales trabajan en él y, además, si algún subsector económico cuenta con medios técnicos suficientes es el financiero; es decir, ni ignorancia, ni desidia, ni ineptitud. Entonces, ¿qué?.

Escenifico una secuencia. Pienso que en algún momento del año 91 o del 92 las principales entidades financieras del mundo desarrollado recibieron una consigna procedente de las más altas instancias económicas, una consigna muy simple: no tenían que poner ningún palo a ninguna rueda del crecimiento económico, más aún, debían lubricar los engranajes y resortes de la economía a fin de favorecer el crecimiento porque no otras opciones para crecer quedaban ya; esa consigna se multiplicó por un coeficiente elevadísimo a partir del año 2000.

Las entidades financieras dieron por supuesto / entendieron / quisieron interpretar / necesitaron creer, que si algún problema sucedía serían ayudadas, socorridas, sostenidas por y desde esas elevadas instancias: al fin y al cabo estaban favoreciendo el crecimiento. Y, bueno, el board de cada entidad financiera estaba compuesto por humanos, y más créditos significaban más comisiones y más negocio, directo y paralelo, lo que daba lugar a más beneficios, lo que implicaba bonus más elevados a final de año.

¿Lo de que el precio de los inmuebles iba a continuar subiendo indefinidamente?; bueno, a través de algún artificio había que explicar esa sistemática de más-más-más, ¿no?. Lo he dicho ya en numerosas ocasiones: que no se culpabilice a las entidades financieras, si se quiere buscar culpables hay que ir más arriba: a la filosofía en que se estuvo basando este modelo ya agotado: aún nuestro modelo: del que todos formamos parte. Luego, en última instancia, ¿quién tiene la culpa de lo sucedido?

Y no: no me paga ningún ‘banco’ para decir esto que digo.

(…)

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *