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Voluntad y Pensamiento en la Pedagogía Waldorf

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En la Pedagogía Waldorf, sobre todo cuando se refiere a los primeros 7 años de vida, se habla continuamente sobre la voluntad y el movimiento, entre otros conceptos. Así mismo, al referirse a la primaria, se menciona también la imaginación y el pensamiento. Sin embargo, no siempre queda claro la relación entre estos conceptos y a qué se refiere la Pedagogía Waldorf cuando habla de ellas.

El colegio Inlakesh en México hizo un video que explica en general de qué se trata la Pedagogía y en el proceso brinda una explicación sencilla sobre estos conceptos y la relación entre ellos. Así que si te interesa esta pedagogía y quieres comprender estos principios, te recomiendo que veas el video.

Características esenciales de la Pedagogía Waldorf para el niño desde el nacimiento hasta los siete años

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Traducción libre y adaptada del artículo Essential Characteristics of Steiner/Waldorf Education for the Child from Birth to Seven

El desarrollo futuro de cada niño y de la humanidad en su conjunto depende de las experiencias que dan una experiencia saludable en los primeros siete años de vida. Una atmósfera de calidez y guía amorosa que promueve la alegría, asombro y reverencia apoya dicho desarrollo saludable. El aspecto más esencial del trabajo con el niño es la actitud interior del educador, que ofrece el ejemplo para imitación del niño. Por lo tanto el trabajo del educador Waldorf exige un proceso continuo de investigación y auto-aprendizaje.

Esta educación, basado en la comprensión del desarrollo de la individualidad humana, ofrece protección y el respeto de la dignidad de la niñez. Incluye una comprensión del desarrollo despliegue del niño desde antes de su nacimiento a los siete años, incluyendo la importancia única del desarrollo de caminar, hablar y pensar en los tres primeros años de vida. Sigue leyendo

Características esenciales de la Pedagogía Waldorf para el niño de cero a tres años

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Traducción libre del artículo Essential Characteristics of Steiner/Waldorf Early Childhood Education for the Child from Birth to Three

Los tres primeros años de nuestra vida son únicos. El niño es totalmente abierto y tiene una gran confianza hacia el mundo, por lo tanto, depende de que sus necesidades sean conocidas. El cuidado del niño menor de tres requiere de cuidados muy precisos, por lo que es necesario que los adultos que están a su alrededor busquen constantemente de ayudarle a desarrollar su alma y sus cualidades espirituales.

[Nota: cabe explicar que para la Pedagogía Waldorf todo ser humano tiene un cuerpo, un alma y un espíritu. Por ende, una educación integral en este sentido no se limita a lo cognitivo, o a lo emocional, sino también a su sentido de trascendencia como ser humano, aquello que lo diferencia de otros seres vivos.]

Mediante la comprensión y el respeto de las necesidades del niño podemos construir conscientemente la vida diaria. Esta comprensión debe penetrar nuestra actitud y actividad. El adulto tiene que ser consciente de lo que significa ser un modelo a seguir, ya que el niño vive en la imitación, como su principal forma de aprendizaje. Es importante desarrollar una relación estrecha y continua entre el adulto (padres, maestros, etc.) y el niño.

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Construcción de la identidad en el niño

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Me encuentro realizando un proyecto personal para generar algunas estrategias que puedan ayudar al niño a la toma de conciencia sobre la construcción de su propia de identidad, partiendo de la premisa que ese proceso de construcción y reconstrucción es el resultado de la interacción y las experiencias del niño con otros en distintos círculos y niveles (familia, amigos, compañeros, maestros, escuela, etc.).

¿Y por qué una “toma de conciencia”? Parto de la premisa “conócete a ti mismo”. Dicho “conocer” no puede ser realizado en forma inconsciente, y la concientización del proceso de construcción de la identidad puede iniciar desde la infancia, de modo tal que progresivamente pueda ir complejizando sus procesos de observación, análisis y reflexión sobre sí mismo.

Buscando un fundamento teórico para el trabajo que deseo realizar, encontré un documento que me gustaría compartirles, pues brinda una explicación sencilla y directa sobre diversos puntos y elementos que intervienen en la construcción de la identidad, tales como la cultura, las relaciones de amistad, la familia, etc.

“El desarrollo de las identidades positivas.
La diversidad y la primera infancia”

 

¿Cómo volví a ser maestro? Una breve reflexión

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Representación de corrientes de aire provenientes de diversas fuentes  (niños, corrientes naturales) y su influencia en vuelo de un avión de papel. Un ejemplo de la complejidad del pensamiento de un niño.

 

Quisiera compartir con ustedes un post que publiqué el día de hoy a propósito del día del maestro. En él cuento un poco cómo me alejé de la escuela para entrar en otros caminos de la educación para luego regresar a la escuela y hacer un trabajo que yo no había hecho antes: enseñar en 4to grado.

(…) recibí muchos abrazos, consolé varios niños que estaban llorando, me encontré con quince formas de representar fracciones, me enteré qué era una araña plateada y que las moscas pueden camuflarse para evitar depredadores, que el abusivo es una persona sumamente frágil, que los niños son mucho más complejos de lo que hubiera imaginado, y que a veces un padre también necesita la ayuda de un maestro, justo porque los niños son más complejos de lo que uno hubiera imaginado.

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Una mirada a los clásicos I: Dewey, Decroly y Montessori

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En las tenencias de nuestras aceleradas sociedades, la mirada al pasado tiene cierto aroma a atraso, por lo que muchas veces se obvian excelentes aportes. En la educación, el tema se repite y algo de ello mencioné en el post anterior donde les recomendé dos documentos sobre ABP y Método de proyectos, donde el primero es “hijo” del segundo, aunque muchos hoy en día se hayan olvidado de él.

De esta forma, se buscan “nuevas” formas de mejorar el proceso de aprendizaje formal sin observar ni tratar de recuperar métodos que de hecho funcionan y resultan sumamente interesantes. Por ello, el día de hoy haremos una primera visita a tres clásicos educadores.

Dewey
Dewey cree que los niños no pueden aprender desde una posición pasiva; sino que requieren involucrarse directamente en el proceso mediante el hacer. De preferencia, aquel aprender haciendo debe basarse en cuestiones concretas y personales; es decir, cercanas al niño.

John Dewey considera que el proceso de aprendizaje, desde una perspectiva muy intelectual y científica, debería pasar por tres fases:
a. Los hechos y acontecimientos científicos.
b. Las ideas y razonamientos.
c. La aplicación de los resultados a nuevos hechos específicos.

Es necesario aclarar que las fases no son estructuras rígidas que el profesor debe seguir para desarrollas las lecciones, sino etapas de un proceso que deben ser desarrolladas para que un aprendizaje se considere logrado.

Decroly
Básicamente, Decroly considera que la escuela es un ambiente donde todos los elementos están hechos en forma artificial y tratan de imponerse a un niño que es concebido como un “pequeño adulto”, sin reconocer su verdadera naturaleza. De esa forma, la escuela adapta al niño al proyecto de hombre homogéneo que se quiere crear desde una realidad ajena a él. Por ello, Decroly cree que cada niño es un ser libre con características propias que vive en un mundo que percibe en forma diferente a la de un adulto. De ahí que la escuela deba partir desde la realidad del niño y su visión del mundo reconociendo que no todos lograrán alcanzar los fines educativos por igual. Por eso se trata de una “educación para la vida desde la vida”.

Naturalmente, al reconocer la vida y la libertad, acepta la espontaneidad y la curiosidad del niño; y se opone a la disciplina rígida y a la actitud pasiva, aspectos clásicos de la educación que perduran hasta el día de hoy, después de todo, aún se sigue calificando como una “buena clase” aquella donde los niños están sentados en completo silencio mirando todos atentamente al frente.

Entonces, ¿cómo debía ser la escuela según Decroly? Para empezar, se debía trabajar con grupos entre 20 y 25 alumnos por clase buscando cierto grado de homogeneidad, pues el aula de clases debía procurar un ambiente en el cual el niño encuentre motivaciones adecuadas no coactivas según las particularidades de los niños como edad, estado psicológico, etc.).

Uno de los aspectos más resaltantes es la introducción del juego en el programa escolar de manera que las clases son semejantes a talleres. El tratamiento de contenidos del programa escolar se trata en forma general, pues el niño aprehende el mundo en forma global y no a partir de los detalles. De esta manera, el proceso de aprendizaje se desarrolla en tres fases: Observación, asociación, expresión.

Montessori
María Montessori parte del reconocimiento de la naturaleza y respeto del niño, y de su evolución. De esa forma, al conocer la naturaleza del niño en cada etapa, la educación puede brindarle lo que necesita para continuar su desarrollo de forma sana y libre.

Nuevamente, la libertad es un aspecto muy importante que trata que el niño sea un actor y no un receptor. Por ello, el ambiente y los estímulos son ofrecidos al niño libremente, quien se acercará a ellos ya que éstos son seleccionados en función a las características personales.

A diferencia de las otras dos corrientes señaladas anteriormente, Montessori considera importante el trabajo interior; es decir que no solamente se dirige al plano intelectual. El trabajo del niño no es solamente una actividad intelectual, sino que también tienen una relación con el interior de la persona. Tal trabajo interior que surge de la combinación de los estímulos y la libertad, da cabida a la disciplina exterior. Según esta idea, la disciplina como tradicionalmente se concibe, es rechazada.

Montessori considera que lo más importante es darle al niño justo lo que requiere en el momento justo; y ello se logra mediante un conocimiento profundo del niño (mediante la observación y la experimentación) que lleva al profesor a respetar el ritmo de trabajo de cada uno, lo cual le permite al niño afirmar su Yo y su vida.

¿Quieres saber más de Decroly, Dewey y Montessori?

La escuela Decroly de Bruselas

Liberar a un niño. Un diálogo con María Montessori

El método Montessori

Montessori: La pedagogía de la responsabilidad y la autoconfirmación

¿Qué es el método Montessori?

Introducción, difusión y apropiación de los “centros de interés” decrolyanos

El juego educativo (Decroly y Monchamp)

Teoría del conocimiento de Jon Dewey

Aspectos en la epistemología de John Dewey

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El derecho de los más pequeños a una pedagogía de las oportunidades en el sXXI

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Navegando encontré un artículo que me pareció interesante y decidí compartir con uds.

Lo más interesante de todo son algunos principios específicos, que no son tan novedosos, pero sí interesantes si se observa que sintetizan puntos comunes de diversas corrientes pedagógicas y de la consideración de los derechos del niño declarados por Unicef hace ya muchos años.

Les cito algunas de mis principios favoritos:

* Las situaciones educativas que se ofrezcan deben facilitar la auto-actividad, es decir, que el niño pueda ejercer un rol transformador, acorde a los objetivos que se pretenden y a las características de aprendizaje.

* Las actividades que se propicien deben ser seleccionadas, acorde a sus posibilidades de crecimiento, desarrollo y peculiares características de aprendizaje.

* Toda situación de aprendizaje debe ser oportuna y pertinente.

* Toda situación de aprendizaje debe buscar situaciones lo más «naturales» y contextualizadas posibles.

El artículo lo pueden encontrar al hacer clic en el enlace:

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