A paso lento…

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Hace poco salió una publicación en Perú21 respecto a los avances de la Reforma Educativa en el Perú.

El artículo deja en claro que la situación educativa aún es muy grave, sin embargo, quiere señalar que se han realizado avances, que el paso es lento pero seguro… Es decir, que la reforma va por buen camino pero que los resultados no serán plenamente visibles hasta dentro de mucho tiempo, como es muy lógico pensar.

Se tratan de cambios administrativos y cambios en el “ser” de las personas: profesores, alumnos y demás actores involucrados.

Sin embargo, el lado realmente negativo del asunto es que sólo un diario publicó la noticia. Los demás, simplemente obviaron el hecho para dar cabida a chismes faranduleros locales, así como dimes y diretes de intenciones politiqueras.

El sector educativo es uno de los peores vistos por la pobreza de su nivel y por ser un sector cuya inversión no genera ingresos o mejoras inmediatas. Es por ello que se necesita la difusión de sus avances bajo una mirada crítica pero llena de apoyo. El cambio no sólo compete al Estado, sino a toda la población.

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¿Qué es enseñar un idioma? Segunda parte

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Entrevista a Elizabeth Cortez, profesora de idiomas

Ahora, en la mente del común de la gente están los profesores de idiomas que prácticamente siguen al pie de la letra un libro de texto. ¿Esa es toda la labor del profesor de lenguas idiomas? ¿Cómo describirías la labor real de un profesor de idiomas?

Yo creo que cualquier persona que tome un clase de lengua extranjera aprende. La única diferencia que yo he visto en mi experiencia es que el proceso de aprendizaje puede ser más lento o rápido y eso depende mucho del profesor. Yo estudié 11 años inglés en el colegio y luego tomé cursos extras en la universidad. Uno diría que con todos esos años de estudio yo era bilingüe!! Lamentablemente nunca pude hablar inglés aún después de tanto estudio. Reconocía palabras, entendía conversaciones sencillas y podía decir una que otra palabra bien pronunciada, pero de eso no pasaba. Claro que sabía inglés, sabía algo!! Pero hubieron varios factores que me impidieron aprenderlo más rápido y uno de ellos fue que nunca me gustó porque mis profesores nunca me motivaron. No se trata tampoco de echarle la culpa al profesor porque el alumno tiene que poner de su parte, pero qué niño pone de su parte si un adulto no lo motiva? Los que ponen de su parte son los grandes, los que quieren aprender y toman clases de idiomas por motivación propia o por necesidad. Los chicos del colegio esperan que el profesor haga algo interesante para ver si ellos sienten la motivación o la necesidad. Ese es mi trabajo diario en mis clases. Yo hago actividades en forma de proyectos que creen necesidades y ganas de comunicarse en mis chicos. El libro siempre está de referencia, al igual que el diccionario. Pero aprender del libro es como pensar que si te lees todas las palabras del diccionario vas a ser un máster en la lengua que te propongas aprender. Yo estoy totalmente convencida que una lengua se aprende imitando y comunicando. Imitando preguntas, pronunciación, reacciones a ciertas situaciones. Comunicando ideas, opiniones, sugerencias, sobre alguna situación específica o un texto, por ejemplo. Yo los hago trabajar con proyectos de acuerdo a su nivel. Sugiero un nombre que les haga sentir importantes como por ejemplo : El reportero del tiempo. Explico y doy ejemplos concretos y ellos saben que me refiero al ‘Weather man’ que ellos conocen de la tele. Claro, hay motivación no por decir el tiempo, sino por ser el hombre de la tele, vestir el terno, hacer nevar en lugares que no cae nieve o describir tempreaturas altas en lugares que hace frio. Dependiendo del grupo y la edad dejo que ellos creen a su manera, otras veces doy pautas específicas que requieren más investigación certera, pero para niveles básicos sólo busco que usen el idioma. Siempre dejandoles espacio para que trabajen individualmente o en grupo hago clases que les de las herramientas para que ellos puedan crear solos. Yo les doy información que sé no van a poder descubrir solos, algunos aspectos gramaticales sí y sólo si son necesarios, guías de trabajo porque su creatividad puede irse de las manos cuando se emocionan. Los proyectos se anuncian siempre con ejemplos/modelos y luego se enseña vocabulario, estructuras, conceptos que serán útiles para el proyecto y luego se les deja trabajar bajo supervisión. Yo siempre planeo presentaciones informales antes de las presentaciones finales porque es ahí cuando se dan cuenta de sus errores y se corrigen. Lo más sustancioso de este tipo de actividades es que ellos mismos me preguntan, “cómo se dice…?” y es cuándo veo que tienen necesidad de comunicar algo y de esa respuesta es de la que no se olvidan.

Más allá de los beneficios prácticos que implica manejar un idioma diferente a tu lengua materna (apertura de posibilidades académicas o laborales), ¿cuáles crees que son los beneficios de aprender un nuevo idioma? ¿qué tipo de capacidades, habilidades sociales, u otras se desarrollan en las personas?

Mucha gente piensa que uno aprende otro idioma, pero lo que hacemos es realmente aprender sobre otro idioma. El aprender un nuevo idioma es aprender sobre una nueva cultura y la forma de pensar de otra gente. Te vuelve totalmente sensible y tolerante y esas son cualidades que no sólo te sirven en el campo profesional sino también personal. Me da risa que menciones sobre habilidades sociales porque es justamente lo que yo enfatizo en clases. Yo creo que uno tiene que encontrarse en cada idioma. Yo por ejemplo cuando llegué a estados unidos sentía que era una hablando español y otra hablando inglés. Me sentía extraña. Realmente pasaron unos cuantos meses para yo poder sentir que era la misma en ambas lenguas. He tratado de aplicar lo mismo en los otros idiomas. No es fácil, demanda tiempo sentirse uno mismo en diferentes lenguas pero es de gran satisfacción sentir que puedes hacer los mismos comentarios que harias en las mismas situaciones sea tu lengua nativa o no. A veces lo siento en mis chicos cuando hablamos en clase y alguien trata de decir algo espontáneo y no le sale y se rie y luego me dice que no quería decir nada. Y yo insisto y usamos inglés y yo encuentro la forma de darle ese pedacito de información que necesita para que lo recuerde y lo use la próxima vez que sea necesario. A veces pasa que lo saben decir pero nunca lo asocian con sus conocimientos previos porque están pensando en decirlo bien para no pasar ‘verguenza’. Además del ser uno mismo yo trabajo mucho en su arte de presentación. No hay alumno que no pase por mis manos y que no haga una presentación formal e informal en español frente a la clase. No lo hacen una sino varias veces hasta que se les haga algo natural, hasta que no sientan verguenza de pararse al frente y hablar al público. Muchos de ellos me dicen que nunca lo hacen ni en inglés y les digo que el dia que se atrevan a hacerlo en inglés van a hacerlo tan bien o mejor pues han sido capaces de hacerlo en una lengua que no es la de ellos, qué podría salir mal en su lengua materna!! Ah!! como me encanta decirles esas cosas!!

¿Puedes hablarnos un poco acerca de las nuevas corrientes para el aprendizaje de lenguas y cuáles consideras que son las tendencias entrantes?

Ay no me hables de corrientes y tendencias que se me mueve todo!!. No sé si podría mencionarte las que esperas escuchar, pero si quieres te paso mis libros en inglés jaja. La verdad es que yo sigo el enfoque comunicativo, en inglés ‘the communicative approach’. Todos mis cursos buscan que el alumno sea competente comunicándose en esa segunda o tercera lengua extranjera. Ya sea a nivel básico, intermedio o avanzado. Acá tenemos lo que se llaman “The 5 C’s” (comunicación, cultura, conexiones, comparación, comunidad) que los profesores de lenguas extranjeras deberían tener en cuenta sino en todas, en la mayoría de sus clases. En inglés sería 1) Communication, que remarca exponer al alumno a situaciones reales de comunicación, 2) Culture, que remarca exponer al alumno a aspectos culturales del nuevo idioma, 3) Connections, que incluye el conectar el curso con otras áreas de aprendizaje del alumno, 4) Comparisons, que incluye hacer notar las diferencias y semejanzas entre el idioma nativo del alumno y la lengua que se aprende, 5) Communities, que incluye exponer al alumno a la variedad de recursos que hay en el mundo que puedan servirle para su nuevo aprendizaje como museos, páginas web, bibliotecas, paseos de campo, intercambios culturales. Aunque el enfoque comunicativo trae excelentes resultados muchos profesores se resisten a seguirlo por falta de apoyo en las escuelas que eseñan, la cantidad de alumnos que tienen en cada clase y la resistencia de los mismos alumnos y padres que están acostumbrados al antiguo método. Crear una currícula que siga el enfoque comunicativo es un trabajo que requiere de mucho compromiso por parte del profesor, pero desde mi punto de vista, los resultados y satisfacción personal son increíbles!!

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¿Qué es enseñar un idioma? Primera parte

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Elizabeth Cortez

Entrevista a Elizabeth Cortez, profesora de idiomas.

¿Puedes empezar hablando un poco acerca de ti?
A ver… estudié Educación Secundaria en la Universidad Católica, con especialidad en Lengua y Literatura. Trabajé en Lima como profesora de secundaria de Lengua y Literatura. Viajé a Estados Unidos New York, con un programa de profesores, Amity Institute. Regresé a Lima y busqué trabajo como profesora de Lengua y Literatura pero conseguí trabajo como profesora de inglés para niños entre 7 y 11 años. Luego regresé a Estados Unidos, California, e hice una maestría en la enseñanza de lenguas extranjeras en Stanford University. Toda mi experiencia había sido enseñando español e inglés, pero cuando me mudé a Houston, Texas, ya con la maestría, me ofrecieron ser profesora de francés para niños entre 5 y 12 años. El francés lo había aprendido en Lima luego de mi primer viaje a Estados Unidos. Aquí en Houston es en donde he aplicado todo lo posible e imaginable en la enseñanza de lenguas, todo lo que aprendí en mi experiencia de profe, en la maestría, y como estudiante de lenguas. Aún el aprendizaje de una primera, segunda, tercera o sin fin lengua me parece increiblemente maravilloso.

Cuando uno piensa en un profesor de Literatura, lo imagina hablando de Quevedo, García Lorca, Cortázar y Shakespeare; sin embargo, tú has tomado un camino diferente. ¿Cómo llegaste a la enseñanza de lenguas extranjeras?

Y es exactamente como me imaginé cuando empecé en el campo de la educación. Con mis lentes y mis libros discutiendo textos. Nunca me imaginé dictando clases de español, inglés y menos de francés. Creo que toda mi carrera se ha venido hilando gracias a las oportunidades que se me han presentado y he tomado y no necesariamente porque yo las haya buscado. Trabajé como profesora de Lengua y Literatura en Lima y luego tuve la oportunidad de ir a un programa de profesores a Estados Unidos. La primera vez estuve en Rochester, Nueva York y es en donde empecé a enseñar español. Me pareció muy divertido porque hacía actividades de la nada. Hasta cuando estornudaba y decía ‘salud’ y ‘gracias’ sentía que la gente aprendía de mí. Lo que me encantó es que pude enseñar a grupos muy diversos en todo sentido, sobre todo edades. Tuve alumnos de 3 años hasta 85, quienes por cierto fueron los más entusiastas. Cuando regresé a Perú busqué trabajo como profesora de Lengua y Literatura pero me ofrecieron trabajo de profesora de inglés para niños. Trabajaba en un colegio de lunes a viernes y en un instituto de idiomas los fines de semana. No sentía que mi inglés fuera tan avanzado pero lo suficiente para hacer actividades para niños. Sentí que las clases fueron para mí porque aunque eras cosas sencillas me esmeré en buscar un poco más para lucirme. Mi corta experiencia me hizo pensar que tal vez!! … algún día!! podía ser profe de lenguas extranjeras así que me animé a estudiar francés en la Alianza Francesa. El inglés nunca me gustó y si aún así lo había aprendido pensé que el francés lo aprendería más rápido porque me encantaba!!! Hice todos los niveles en 9 meses y hasta pasé los examenes internacionales (Delf 1 – 4) soñando en poder hacer un post grado en Francia. Por cosas del destino regresé a Estados Unidos, ahora a California, y disfruté de casi dos años sabáticos. Como muchos, o pocos saben, Estados Unidos está lleno de gente internacional y es en donde encontré a Veronique, una francesa que sabía español con quien me reunía para hablar dos veces por semana. Se me hizo facilazo aprender hablando y no podía creer como aún con errores y no una excelente pronunciación mi francés fue mejorando tanto. Decidí probar con el portugués y el italiano también… total, qué tan difícil podía ser!. Tomé clases formales de gramática de ambos idiomas pero me aburría totalmente porque yo quería hacer diálogos, moverme en clase, leer, ver videos!!! pero todas mis clases formales eran lo mismo. Además los profesores hablaban un montón en inglés para traducir porque los otros estudiantes americanos no entendían. Claro, era mucho más fácil para mí porque yo hablaba español. Tomé 3 meses de Portugués y 6 meses de italiano y cuando ya sabía toda la gramática conseguí una amiga brasileña y una italiana que gustosas aceptaron conversar conmigo. Muy aparte de estas actividades estudiaba inglés por mi cuenta y era voluntaria dando clases de conversación de español. Postulé a Stanford University para un programa de Maestría en la enseñanza de lenguas extranjeras y cuando me aceptaron en el programa fue uno de los momentos más felices de mi vida!! No sólo por ser una excelente universidad sino también por todo el esfuerzo que puse estudiando, dando mil exámenes, pasando entrevistas y haciendo mil trámites de visas y documentos que me volvían loca!! y todo en inglés. Yehh una razón más por la cuál es importante aprender una segunda lengua. /div> Sigue leyendo

Quiero volver a jugar, sin roche

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-El juego es importante.
-Sí, es muy importante… Es básico para los niños – te responden.

No obstante, hacia los 5 años pareciera que pasa por una suerte de “pre”, como si prepararse para entrar al colegio fuese una experiencia trágica. Entonces, hablan del desfase que hay en algunos aspectos entre el nivel inicial y la primaria. Entonces todo se vuelve una negociación de exigencias e intransigencias… ¿y el juego? Se quedó castigado en un rincón. Porque a los 5 años un niño ya está grande y tiene que empezar a enseriarse, ¿verdad? Después de todo, no todo en la vida es juego (¿?).

Pasan los años y ahora somos adultos, para quienes el juego es una cosa negada; porque si uno juega es inmaduro, tonto, aniñado; a menos que el contexto te lo permita. Por ejemplo, una tarde de amigos en casa, todos con un trago en la mano. Entonces, jugar está bien (¿?).

Incluso los juegos sexuales no están “plenamente aprobados” en el mundo adulto. Aunque ahí ya entramos a otros traumas de la psicología colectiva en algunos lugares de nuestra América Latina, donde el demostrar experticia, interés o creatividad sexual puede verse negativamente; ya que uno se convierte en un “recorrido”, “cualquiera”, etc.

¿No es eso bastante raro que el juego sea negado al adulto? Es decir, ¿por qué una experiencia enriquecedora, desestresante se nos ha negado?

Dicha negación al juego en el adulto, ha generado una resistencia a jugar. Recuerdo alguna vez que he tenido que hacer capacitaciones y he desarrollado algún juego en mitad de la capacitación: aparecieron las miradas de reojo, los rostros de resistencia, la incredulidad. Con el rostro siempre positivo y tragando saliva, logré que el juego saliera adelante. Después de los primeros minutos, prácticamente todo el mundo estaba riendo, estaba jugando y, sin pensarlo, estaba aprendiendo.

Qué tal si hoy día reclamamos el juego para nosotros también. No por los beneficios educativos o psicológicos que pueda tener (de lo cual trataré en una pronta ocasión), sino ¡porque sí!

P.D. Quise encontrar una imagen de adultos jugando (no practicando deporte). Irónicamente, no encontré ninguna.

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¿Qué es enseñar? Cambios en el rol del docente

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Hace ya algún tiempo, traté el tema de las Pedagogías Libertarias, las cuales se caracterizan por buscar el desarrollo de seres humanos verdaderamente libres, no personas alienadas, resentidas, conformistas ni corruptas. Pero el discurso no quedaba ahí. En la práctica, el alumno está muy orientado al quehacer y a las maneras en las que mediante dicho quehacer, llega a aprender.

Lo gracioso (o irónico) es que hoy, muchos años después, recién se empieza a asumir como verdad aquella idea de que en realidad la educación gira en torno al aprendizaje del alumno; por lo cual, era necesario centrarse en los mecanismos que emplea él para llegar a adquirir un aprendizaje.

¿Ello quiere decir que los profesores no podemos garantizar al 100% el alcance de un aprendizaje? Después de todo, “cada persona es un mundo” y resulta imposible predecir todas las posibles combinaciones empleadas para aprender.

Para responder a esto, detengámonos a leer a Morales Vallejo (2005) un instante:
(…) nuestra tarea como profesores no es enseñar, sino ayudar a aprender (…) y esta tarea [la enseñanza] está cumplida no si nosotros hemos enseñado, sino solamente si nuestros alumnos realmente han aprendido.

Aunque el discurso para muchos no resulte novedoso, responde en parte nuestra pregunta. Es deber del profesor tratar de asegurar la adquisición del aprendizaje. Pero… seamos incrédulos e insistentes: ¿podemos realmente garantizar la adquisición de un aprendizaje?

Veamos, según Biggs, La buena enseñanza consiste en conseguir que la mayoría de los estudiantes utilicen los procesos de nivel cognitivo superior que usan de forma espontánea los estudiantes más académicos [las negritas son mías].

Entonces, efectivamente, nadie puede garantizar el aprendizaje. ¿Por qué? Pues porque las estrategias que desarrolla una persona y que fueron exitosas, no necesariamente funcionan para otro aún si se encontrará en las mismas condiciones; ya que la frase “cada persona es un mundo” no sólo se aplica en función de los estudiantes, sino también en los profesores.

Sin embargo, si es posible diseñar estrategias para maximizar las posibilidades de aprendizaje. De ahí que el término “profesor” no ilustre plenamente lo que actualmente se exige al rol del docente: implementar estrategias diversificadas para optimizar la adquisición del aprendizaje.

Para profundizar en este tema, les recomiendo un par de lecturas, que si bien están enfocadas a la educación superior, son válidas para todos los niveles.

Biggs, J. (2005). Capítulo 1: Cambiar la enseñanza universitaria. En: Calidad del aprendizaje universitario.

Morales Vallejo, Pedro (2005). Implicaciones para el profesor de una enseñanza centrada en el alumno.

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¿Qué es la Inteligencia emocional?

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Hace ya algunos meses, empezamos a hablar de la Inteligencia. En aquel primer post vimos que la inteligencia no se limita a la acumulación de información y datos, ni se limita necesariamente a cuestiones “académicas”. Más bien concordamos con la teoría de Gardner, quien observa a la inteligencia como una capacidad desarrollable de diferentes tipos, unos de corte “académicos” como la inteligencia lógico-matemática y otros novedosos como la inteligencia emocional. Sobre este último punto trataremos en esta ocasión.

Aunque Gardner ya hablaba de la inteligencia emocional (inteligencia inter e intrapersonal), fue Goleman quien popularizó el término con la publicación de su libro en 1995. En él, Goleman profundiza sobre las características del concepto y da una serie de explicaciones basadas en diversas investigaciones.

Básicamente, encontramos que la inteligencia emocional se define como la capacidad de comprender nuestros sentimientos y emociones, así como las de los otros (empatía) y manejarlos de modo que la persona sea capaz de gestionar sus emociones y sus relaciones.

La inteligencia emocional, normalmente puesta a un lado en nuestra educación formal, tiene un alto impacto en nuestras vidas. Imaginemos simplemente a un alumno muy aplicado y brillante académicamente, pero con problemas de socialización. ¿Podrá ingresar a una universidad y tener éxito en ella? Sí. Sin dificultades, probablemente. ¿Será una persona exitosa en estos tiempos en los que el trabajo en equipo es un requisito tan buscado? ¿Podrá tener una vida social plena? ¿Qué clase de relaciones familiares o de pareja tendrá? ¿Qué clase de padre podría ser?

Este imaginario no es poco común. Hace no mucho conocí a un joven que se gradúo a los 22 años como el mejor de su promoción. Sin embargo, al término de su discurso de graduación hubo un enorme silencio. Ninguno de sus compañeros le aplaudió; ya que el muchacho siempre consideró el hacer amistades como “un estorbo”, “una pérdida de tiempo”. Él dijo: “he venido a estudiar, no a hacer amigos”. Aquella persona, espero equivocarme, estará marcada por una profunda soledad y su práctica laboral estará marcada por el individualismo.

Además, la incomprensión de los sentimientos y emociones personales puede generar tremendas confusiones, pensamientos negativos o autodestructores; es decir, generar infelicidad en la persona.

Quien desarrolle su inteligencia emocional será capaz de manejar su vida de modo que no sólo resulte más exitoso. También podrá ser una persona con mayores probabilidades de realización personal.

Para profundizar en el tema, les recomiendo revisar los siguientes enlaces:

Inteligencia emocional (Goleman)

El papel de la inteligencia emocional en el alumnado (Pacheco y Fernadez)

Inteligencia emocional: teoría y práxis en educación (Alterio y Perez).

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¿Qué produce una escuela?

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“¿Qué produce una escuela?” es la premisa con la que empieza el clásico “En la escuela. Sociología de la experiencia escolar” de Dubet y Martuccelli. Puede parecer una cuestión ya caduca para muchos porque implica pensar en el alumno, en un ser humano en términos de “producto”; sin embargo, es un hecho que toda escuela produce un perfil, uno oculto, uno totalmente inconsciente.

Básicamente, una escuela, lo quiera o no, introduce en las personas una serie de posibilidades y limitaciones, preceptos sociales, entre otros aspectos. Por ejemplo, una escuela pública en una zona marginal puede llevar un mensaje implícito que dice a sus alumnos que van a tener ocupaciones técnicas; puede decirles que han nacido y siempre vivirán en la marginalidad. Despúes de más de 10 años de escuchar este mensaje oculto, una persona terminaría creyéndolo. Por el contrario, una escuela privada en una zona socioeconómicamente alta envía un mensaje que exige a los alumnos llevar cierto estilo de vida, cierto estatus social y cumplir con una serie de expectativas sociales.

Estos ejemplos, obviamente, son meramente gráficos, son incluso, algo caricaturescos; sin embargo, ponen en claro la idea del currículum oculto: valores, principios, hábitos, expectativas, formas de interrelación, etc. que toda escuela posee.

En el caso de las escuelas públicas, a las cuales les exigimos una mejora en la “calidad” de sus contenidos o en la “calidad” de los aprendizajes, creo que es importante considerar el currículum oculto que se le brinda. Desde la entrada, al ingresar a un ambiente físico abandonado, sin mantenimiento, con una estructura arquitectónica rígida o cuasi militar, se está brindando un mensaje que quedará grabado.

No es imposible que exista gente con capacidad de cambiar su estilo y calidad de vida, pero este currículum oculto dificulta la posibilidad de movilización social.

En una futura entrega, ahondaré más en el tema a modo de reseña del libro de Dubet y Martuccelli.

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Pedagogía Waldorf en Latinoamérica: información útil

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Mucha gente está interesada en formarse en la Pedagogía Waldorf o averiguar escuelas Waldorf para la educación de sus hijos. Así que este post tiene como finalidad referir a un par de páginas web respondiendo a este interés.
Si alguien conociera otra iniciativa o centro de formación, le agradeceré mucho que ingrese un comentario con los datos del centro.

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Las escuelas inteligentes: las 5 competencias de Senge

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¿Qué es una escuela inteligente? En términos sumamente sencillos podemos decir que se trata de una organización educativa capaz de aprender, capaz de mejorar constantemente, de adaptarse a las transformaciones de la sociedad y los factores vinculados a ella -y en un sentido ideal, por qué no, incluso adelantarse al cambio entrante.

Para Senge (2002), las organizaciones deben centrarse en la naturaleza humana, desarrollando cinco tipos de competencias:

Competencias para el aprendizaje organizacional

Desarrollar el dominio personal. Consiste en aprender a reconocer nuestras verdaderas capacidades y las de las personas que nos rodean; puesto que solamente si conocemos quiénes somos, qué queremos y qué es lo que somos capaces de hacer, podremos identificarnos con la visión de la organización, de proponer soluciones creativas, y de aceptar el compromiso de crecer y aprender junto con la organización.

Gestionar los modelos mentales. Nuestras formas de pensar o modelos mentales, en ocasiones restringen nuestra visión del mundo y la forma en que actuamos. Por eso resulta importante mirar hacia nuestro interior y descubrir todos esos conceptos que nos gobiernan. Conocer y manejar nuestros modelos nos permitirá promover comunicaciones claras y efectivas dentro de la organización, que sean un apoyo para el crecimiento.

Impulsar la visión compartida. La clave para lograr una visión que se convierta en una fuente de inspiración y productividad para la organización es que todos los miembros sean conscientes de sus visiones personales y que las concilien con la visión organizacional. Todas las visiones personales pueden alimentar la gran visión de la organización, y cada uno siente en ella una conexión íntima que lo impulsa para convertirla en realidad.

Fomentar el aprendizaje en equipo. El crear y fortalecer a los equipos de trabajo se centra fundamentalmente en el diálogo, en pensar juntos para tener mejores ideas. Es una premisa que arma un espíritu de cooperación sin anular al individuo.

Desarrollar el pensamiento en sistemas. Se trata de pensar en las organizaciones y sus contextos como sistemas que coexisten y se afectan unos a otros; ya que la realidad funciona en base a sistemas globales. Para ello es necesario que comprendamos como funciona el mundo que nos rodea y, así, observar el conjunto y no las partes aisladas.

De estas cinco competencias, quisiéramos resaltar la importancia en la inversión en el capital humano en la escuela, el cual pasa a jugar un rol mucho más protagónico vinculado estrechamente con los fines de la organización y su cultura.

Referencia
Senge, Peter et al. (2002). Escuelas que aprenden: un manual de la quinta disciplina para educadores, padres de familia y todos los que se interesen en la educación. Bogotá, Norma.

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Leer… ¿para qué?

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Trabajé hace algunos años como profesor de Literatura (entre otras cosas) y naturalmente me gustaba que mis alumnos leyeran. Sin embargo, en un momento empezó a fastidiarme una afirmación constante en los padres y otros profesores: “es que los chicos ya no leen, ¿cómo es posible que ya no lean?”

La razón de mi incomodidad fue sencilla: leer… ¿para qué? Es decir, todo el mundo habla de lo importante que es leer, pero me pregunto porque es importante para todas esas personas. Dicen que porque deberían invertir su tiempo en algo más enriquecedor que la televisión que es tan violenta. Entonces, me acuerdo de “El túnel”, de algunas obras de Vargas Llosa, entre otras y me pregunto si estas personas son conscientes de la gran predominancia del sexo, la violencia y sentimientos de depresión y patetismo que hay en la Literatura. No me malinterpreten, me encantan todas esas obras, pero no se puede ocultar que muestran a veces la gran crudeza de la humanidad, naturalmente, con sus posibilidades de redención.

Entonces, no falta quien diga que lo que los chicos deben leer son los clásicos. Entonces te mandan a leer con 14 años de vida, “El Quijote”. A mi también me sometieron a ello y detesté terriblemente ese libro. Y eso que apenas llegué a los primeros 20 capítulos. Años después, ya adulto, decidí darle una oportunidad a Cervantes y fue otra mi experiencia: entre reflexiones y carcajadas.

La mayoría, incluyendo muchos profesores, quieren que las personas amen la lectura porque sí, porque siempre ha sido así, porque les enseñaron del modo más conductista que era importante y punto.

Creo que en esta época en la que muchos colegios inician su labor de programación anual, se replanteen la necesidad de la lectura, qué es lo que persiguen con ella. Porque el enfoque detrás de la búsqueda de la iniciación a la lectura es percibido inconscientemente como parte del currículo oculto. Así, si el alumno detecta un vacío en las acciones, naturalmente no encontrará valor en ello. Asímismo, si la lectura es una obligación irracional en lugar de un placer a los sentidos.

¿Para qué leer?

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