REVISANDO LA HISTORIA 2

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MONJES Y CABALLEROS

Es tan evidente que los romanos querían volver a civilizar al mundo europeo bárbaro (civilización, no olvidar, significa vivir en ciudades) que cuando lo lograron, lo llamaron renacimiento y los historiadores posteriormente pasaron a tildar de edad oscura a la que precedió al tan mentado renacimiento. Grave error porque lo que debemos reconocer es que el Medioevo fue el milenio del cristianismo (476 a 1453 D.C.). Nunca vivió Europa otro periodo de semejante fervor religioso. Sin más armas que la palabra del predicador se logró que regiones tan diversas como Irlanda, Suecia y Rusia fueran asimiladas a la órbita cristiana.
Lo que pasa es que nos han contado solo las historias de las batallas desde Carlomagno hasta el conflicto anglo-francés llamado guerra de los cien años sin habernos explicado acerca de cuanto de lo que vendría después se habría gestado en esa era supuestamente oscura. No en el ámbito de los conflictos armados sino en la labor de los monjes que habilitaron tierras de cultivo, disecaron pantanos, enderezando ríos y son esos monjes también responsables de la construcción de canales que fueron, por un tiempo, las carreteras de esa época. Todo esto hizo a Europa autosuficiente en el agro y fueron esos monjes los que desarrollaron lo que hoy llamamos ciencia experimental. Es sabido que muchos de los licores que se han hecho populares fueron elaborados en monasterios: el champagne, el benedictine, el calvados, e incluso el cognac. También aprovecho para mencionar que los monjes se encargaban del socorro a los necesitados y cualquiera podía recibir asilo en un monasterio donde recibiría una cama y una merienda.

Me apresuro a aclarar que monje no es lo mismo que sacerdote. Aquellos vivían en monasterios enormes entregados a labores de día y a rezar de noche mientras que los sacerdotes vivían en sus casas o en congregaciones (conventos) dentro de lo que se conocía como el siglo (del latín século, de allí secular) es decir, dentro del tiempo y no fuera de él, como vivían los monjes dedicados a la meditación. El clero secular alternaba con los príncipes, así que jugaban a la política y muchos eran burócratas de las cortes en tiempos en que ni los caballeros sabían leer ni escribir. Es a estos sacerdotes a los que podemos achacar muchas de las críticas sobre el desmanejo en el que cayó la iglesia hacia finales de la Edad Media. Después de todo, los caballeros no tenían tiempo para los libros, su función era el manejo de las armas.

Ser caballero implicaba socorrer a las damas y a los desvalidos. Para eso estaba autorizado para montar caballos (de allí su nombre) y a portar espada. Ahora que tanto se discute sobre licencia para comprar armas, cabe recordar que portar armas solo puede estar en mano de personas que habrían de jurar solo desenvainarla por causa justa y no envainarla sin honor. Próximamente, todo lo que se perdió con el renacimiento.

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