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Cada persona al iniciar un nuevo ciclo en su vida personal evalúa su desempeño personal. Una evidencia considerada normal es la festividad de año nuevo en la cual las personas tienen cábalas como ingerir uvas, tener lentejas, etc. El docente como una persona perfectible también replantea su praxis profesional.
Si hacemos memoria hemos ejecutado programaciones anuales por objetivos, competencia y capacidades. El docente se autoevalúa al cambiar, modificar o innovar su cartel de contenidos de manera consensuada con sus pares.
El docente maduro y equilibrado reconoce que no lo sabe todo y que más bien toda persona es una oportunidad infinita de aprendizaje significativo. Las investigaciones de inteligencia emocional en los campos no educativos demuestran el requerimiento social de estar bien con uno mismo y manifestar asertivamente sus emociones a fin de poder negociar mutuamente beneficiosa en las organizaciones. Mencionare a Myriam Cabrera con su trabajo denominado “La comunicación y la administración de Conflictos” implicaciones para el sector extractivo publicado por el ministerio de Energía y Minas, el trabajo de Loret de Mola denominado “Administración de carrera, el único trabajo que nunca acaba” publicado por Centrum Católica y el trabajo de Edward Bono denominado “Mas allá de la competencia” publicado por editorial Paidos Plural.
En el campo de la educación tenemos las investigaciones de tesis que tratan liderazgo en los docentes como el magister Ángel Gonzales Calle denominada “Estilos de liderazgo docente en una institución educativa pública del distrito de Magdalena” y la magister Patricia Medina Zuta denominada “El liderazgo transformacional en los docentes de un colegio cooperativo de la ciudad de Lima” las cuales dirigen el tema a los docentes y solo consideran al director como una figura administrativa.
Sin embargo es necesario como el docente se evalúa en el día a día. Nos planteamos cuatro ideas generales como son:
• La identidad del docente de aula,
• La representación social del docente de aula,
• La prospectiva del docente de aula
La identidad del docente se refiere a como sus ideas al momento de expresarse de manera escrita, verbal o multimedia. Si el docente está confundido refleja lo mismo mediante imprecisiones en sus indicaciones al interior de aula, carecerá de la firmeza para moldear a jóvenes desorientados, tendrá dudas existenciales si es su carrera por convicción o por el temor de estar desempleado.
Si se expresa sus ideas de manera coordinada, es decir, de conciso en sus declaraciones sin exagerar ni minimizarse con expresiones: “Antes de empezar quiero dar disculpas por…”, “creo que no soy la persona indicada para…”, “otros pueden hacer mejor…”. Es el aquí y ahora el cual cuenta usted como profesional cumple con una misión relevante para la transformación de sus estudiantes y hacerles sentirse personas humanas dignas que por sí mismas puedan revolucionar el sentido fatalista de la existencia humana.
Si usted pude complejizar las realidades de su aula mediante un análisis psicológico, económico, antropológico y legal entonces usted tiene un autoconcepto que su labor es idónea. Deseamos expresar que en educación inicial si la docente puede jugar con los estudiantes, enseña psicomotricidad gruesa y fina, enseña saber escuchar de manera asertiva a los otros, enseña el valor del respeto al incidir las reglas del juego, enseña a construir el bien común, etc.
Deseamos expresar que su identidad en el aula se refleja en todas las acciones anteriormente mencionadas. Su identidad en el aula es quién es usted en todo momento, es decir, si yo soy honesto lo soy con mis estudiantes, con mi pareja, con mis clientes y con mis amigos. Suena sencillo, pero la coherencia implica tener salud mental.
La identidad del docente en el aula facilita o inhibe que sus estudiantes sean buenos ciudadanos y mejores personas. Su identidad en el aula le imprime un carácter motivador de excelencia profesional por la cual usted destaca como persona ante su comunidad educativa.
En lo concerniente a la representación social del docente identificamos si evita definir su contexto y actividades relacionadas con la enseñanza, o si prefiere considerar el contexto y actividades relacionadas con la enseñanza para cumplir los procedimientos. Un grado excelso es que el docente define su contexto y actividades relacionadas con la enseñanza para interpretar su praxis según modelo socio crítico.
En el análisis de la prospectiva del docente de aula hemos considerado si identifica su práctica profesional basado en criterios empíricos vinculados a su percepción profesional en su pedagogía, didáctica, metodología, evaluación y actitud profesional basada en el locus de control o de lo contrario analiza su práctica profesional basado en la mejora continua proponiendo enmiendas en su pedagogía, didáctica, metodología, evaluación y actitud profesional basada en el paradigma interpretativo. Un grado excelso es evaluar la práctica profesional basado en la mejora continua e implementando innovaciones en su pedagogía, didáctica, metodología, evaluación y actitud profesional basada en el paradigma socio crítico.
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