Estimados estudiantes me es grato dirigirme a ustedes para desearles que continúen con sus proyectos de vida en la universidad. Elegir ser universitario es una opción que perdura toda la vida.
En el curso hemos buscado integrar las dimensiones afectivas, sociales y personales de cada uno de ustedes a fin que respondan con ética y profesionalismo a cada uno de las simulaciones y estudios de casos desarrollados en clases. El compartir con ustedes sus experiencias académicas y de desarrollo personal me permite augurarles una construcción e la prospectiva de su vida de manera eficiente, eficaz, relevante e idónea ante las coyunturas de la agitada vida de la república.
Recuerdo sus rostros de temor al ingresar a la universidad, sus primeras interrogantes, sus primeros discursos, sus conflictos grupales, etc. Después de experimentar el primer semestre de la vida universitaria, confió en que sigan con sus planes conforme a sus convicciones de manera clara y honrada.
Ser estudiante universitario es una responsabilidad personal de tal manera que sus juicios y valoraciones técnicas-profesionales conducían al éxito o al fracaso a sus organizaciones empresariales. Si tienen éxito sus colaboradores tendrán una mejor calidad de vida, tendrán salud mental y tendrán empatía con la organización. Si fracasan tendremos mayores despidos arbitrarios, niños desnutridos, familias disfuncionales y temor ante la incertidumbre de la vida.
Sin embargo son herederos de una tradición familiar. Cada uno de ustedes representan lo mejor de sus ancestros como los fueron sus bisabuelos, abuelos y padres. Si ustedes están donde están en este año académico 2010-2 es porque otros confiaron en que sus descendientes tendrían una perspectiva de vida mejor que la anterior generación.
Soñar dormido es parte del sueño reparador de la noche. Soñar despierto es construir en la realidad todo aquello que hemos diseñado en nuestro proyecto de vida el cual es democrático, ético e inclusivo. El realizar en el corto, mediano o largo plazo nuestras metas las cuales reflejan que todo lo recibido en las aulas universitarias es factible y viable en el mundo secular.
A lo largo de todas mis clases he tratado de formarlos en forma coherente de manera honrada y sencilla por la vida con la cabeza en alto. El ser agradecido con quienes nos dieron nuestra primera oportunidad académica, laboral, amical o afectiva demuestra nuestra madurez emocional en reconocer con quienes hemos tenido una apertura civilizado hacia el otro de tal manera de construir nuestro proyecto personal con nuestro prójimo de manera transparente.
Finalmente, les invito a convertirse seguidores de este camino (primer nombre de los seguidores de Jesucristo) quien en el trabajo académico les ha concedido recuperar la humanidad de sus hermanos desfigurados por el dolor y el sufrimiento.
Escrito en el día de Juan de la Cruz, Doctor de la Iglesia.
Ysrael “El puma de dos mundo”