Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro.
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida.
Amén.
1. ORACIÓN PREPARATORIA.
Aquí estoy en vuestra divina presencia, Jesús mío, para visitaros.
He venido, Señor, porque me habéis llamado.
Vuestra presencia real en la Sagrada Eucaristía, es el eco de aquellas palabras que nos dirigís en el Evangelio: “Venid a Mí todos los que estáis cargados con vuestras miserias y pecados y Yo os aliviaré”. Aquí vengo, pues, como enfermo al Médico, para que me sanéis; como pecador al Santo, para que me santifiquéis; y como pobre y mendigo al rico, para que me llenéis de vuestros divinos dones.
Creo, Jesús mío, que estáis en el Santísimo Sacramento del Altar, tan real y verdaderamente como estabais en Belén, como estabais en la cruz y como estáis ahora en el Cielo.
Espero en Vos, que sois poderoso y bueno, para santificar mi alma y salvarme.
Os amo con todo mi corazón, porque sois la Bondad infinita, digno de ser amado de todas las criaturas del Cielo y de la tierra; y me habéis amado hasta derramar vuestra sangre y dar vuestra vida en la cruz por mí.
Vengo aquí a buscar un refugio contra la corrupción del mundo. En el mundo todo es falsedad y mentira; vengo a Vos que sois la Verdad eterna. El mundo está lleno de abismos de iniquidad; vengo a Vos que sois el único Camino de la felicidad. En el mundo todo es sensualidad y pecado; vengo a Vos que sois Vida y Santidad de las almas.
¡Dadme luz, Señor! ¡Que yo os vea presente en el Sagrario con los ojos de la fe; y que mi corazón beba hasta saciarse de la fuente del Amor divino que brota de vuestro Corazón Sacramentado!
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén
4. ESTACIÓN AL SANTÍSIMO.
Está constituida por el rezo de cinco veces un Padrenuestro, un Avemarías y un Gloria, en honor a las cinco llagas de Jesucristo.
Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.
Sea por siempre alabado.
Heme aquí, buen Jesús, en Tu presencia, como un pobre a su gran Señor; dame, Señor Tu Gracia.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Heme aquí, buen Jesús, en Tu presencia: como un servidor ante su Dueño; dame, Señor, el sustento de Tu Cuerpo y líbrame de mi gran pobreza.
Padre Nuestro, Ave Maria, Gloria.
Heme aquí, buen Jesús, en Tu presencia, como un enfermo a su Médico; sana, Señor, las heridas de mi alma con el bálsamo de Tu divina Sangre.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Heme aquí, buen Jesús, en Tu presencia, como el discípulo ante su Maestro; enséñame, Señor, a aceptar Tu divina voluntad.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Heme aquí, buen Jesús, en Tu presencia, como un hijo ante un Padre; no me prives, Señor, de la herencia paterna que es la patria celestial.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Heme aquí, buen Jesús, en Tu presencia, como una oveja ante su Pastor; guarda Señor de tu Santa Iglesia y recibe benignamente las súplicas de nuestro Santo Padre.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
5. JACULATORIAS CONTRA LA BLASFEMIA.
Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea María Santísima, la excelsa Madre de Dios.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción a los Cielos.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
6. ORACIÓN FINAL.
Gracias, Jesús mío, por la bondad con que me habéis recibido y permitido gozar de vuestra presencia y compañía amorosas.
Me vuelvo a mis ocupaciones. Mi corazón queda contigo. En mi trabajo y en mis descansos me acordaré de Ti, y procuraré vivir con la dignidad que merece vuestra amistad divina.
Dadme vuestra bendición y concédeme todas las gracias, que necesito, para amaros y serviros con la mayor fidelidad.
Bendice, Señor, a nuestro Santísimo Padre el Papa, vuestro Vicario en la tierra; ilumínale, santifícale y líbrale de todos sus enemigos.
Bendice a vuestra Iglesia Santa y haced que su luz brille en todas las naciones; y que los paganos conozcan y adoren al único verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo.
Bendice a vuestros sacerdotes, santifícalos y multiplícalos.
Bendice y protege a nuestra nación.
Bendice a todos nuestros bienhechores y concédeles la bienaventuranza eterna.
Bendice a los que nos han ofendido y cólmalos de beneficios.
Bendice a todos nuestros familiares y haced que vivan todos en vuestra gracia y amistad y que un día nos reunamos en la Gloria.
Da el descanso eterno a todas las almas de los fieles difuntos que están en el Purgatorio.
Da la salud a los enfermos. Convierte a todos los pecadores. Danos a todos vuestro divino amor, para que la fe que nos impide ahora ver vuestro santísimo rostro se convierta un día en luz esplendorosa en la Gloria, donde en unidad con el Padre y el Espíritu Santo te alabemos y bendigamos por los siglos de los siglos. Amén.
No dejes de saludar también a la Santísima Virgen, o con el rezo del Santo Rosario, o al menos de diez Avemarías y una Salve.
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¡Gracias, Jesús Eucaristía, por tu bondad, que tan generosamente derramas en mi vida!
Gracias, Señor, porque no obstante mis infidelidades, faltas y pecados, tu amor y misericordia no cesan de auxiliarme y bendecidme. Gracias, Señor, es la expresión sincera que brota de mi ser al experimentar vivamente tu amor vivificando y colmando mi existencia.
Gracias mil, te repetiré constantemente, pues no tengo otra forma de manifestar mi gozo, mi admiración, todo ese cúmulo de nobles sentimientos que intensamente experimento desde lo más profundo de mi ser.
¡Jesús Eucaristía! Sé tú mismo quién dé gracias por mí, con tu corazón de hombre perfecto, de supremo adorador del Padre, de dócil instrumento en la acción santificadora del Espíritu Santo.
Concédeme que, desde hoy en adelante, toda mi vida sea una constante alabanza de acción de gracias. A imitación de la Virgen María, proclamaré desde lo más íntimo de mi corazón.
¡Alaba mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en el Dios que me salva, porque ha hecho en mí maravillas !
¡Gracias, Jesús Eucaristía! porque tu misericordia ha colmado de gozo mi existencia.
Amén.
¡NO RECIBAS A JESÚS EN LA MANO!
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Señor, Tú que ungiste con el don del sacerdocio
a tus hijos Miguel, Zbigniew y Sandro
y los enviaste como mensajeros
de la Buena Nueva en el Perú.
Te damos gracias por haberles otorgado
la palma del martirio
y te pedimos que los glorifiques también
con la corona de los santos.
Por su sangre derramada por Ti
danos fidelidad en la fe,
haznos testigos de la esperanza,
guarda nuestras vidas
y concede a nuestra patria
el don de la paz.
A las víctimas inocentes de la violencia,
recíbelas en tu Reino
y concédeles el premio eterno.
Amén.
La comunión en la mano simplemente no funciona… Señores Cardenales y Obispos prohíban la comunión en la mano. Por favor actúen ahora, antes de que se sucedan los imitadores al sacrilegio de Pamplona.
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos siempre ha corregido en estos temas relacionados a la comunión (incluso al mismo Papa), pero la escuchan solo los que quieren escuchar.
Y es precisamente la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos quien también repite y repite que la forma recomendada de recibir la comunión es en la boca y de rodillas y que recibir la comunión en la mano debilita la fe…. pero como los católicos hoy en día se creen eso de que “si el Papa lo aprueba por qué tu no? y como la falta de fe no les ayuda (y como quieren hacer lo que quieren), los errores dentro de la Iglesia se repiten como una enorme bola de nieve que rueda cuesta abajo.
La comunión en la mano se basa en una montaña de mentiras.
Y cada mentira tiene su por qué y su para qué. Algunas son:
La mentira de que “los apóstoles recibieron la comunión en la mano” es una mentira creada para que los sacerdotes asimilen más rápidamente el entregar la comunión en la mano, a imitación de los Santos Apóstoles, los primeros obispos, el ejemplo a seguir. Esta mentira fue sembrada dentro de los seminarios y de ahí salen muchos sacerdotes que solo quieren entregar la comunión en la mano por este exclusivo motivo y se lo creen como si fuera cierto ignorando los dos milenios de tradición de la Iglesia y el respeto que siempre se dio a la Sagrada Eucaristía. El padre de la mentira logró crear una mentira seductora exclusiva para los sacerdotes y logró su propósito… en muchos. Pidamos a Dios que nos dé santos sacerdotes.
La mentira de que “si el sacerdote entrega la comunión en la mano tú no puedes reclamarle porque debes obedecerle”. Esa mentira es difundida por católicos que promueven la comunión en la mano, de la cual son partidarios. El padre de la mentira logró crear una mentira bajo la apariencia de obediencia para difundir su sacrílega obra y logró su propósito… en muchas parroquias. Todos los católicos que leen la excepción que permite la comunión en la mano pueden leer claramente que dice: “solo para el fiel que lo desea”, significa que si yo no quiero recibirla en la mano nadie me puede obligar. Y en este tema la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha reiterado que no se puede negar la comunión a un fiel por querer recibirla, por ejemplo, de rodillas o en la boca. Es cierto que se le debe respeto al sacerdote, pero el sacerdote no puede ir contra la norma de la Iglesia, hacerlo es un abuso de su parte y el fiel tiene el derecho de presentar su queja formal y con carta ante el obispo de su Diócesis. Pero estas son verdades que no se difunden a conveniencia.
La mentira que muchos católicos dicen a otros de que “así se recibe aquí la comunión” o “así reciben la comunión todos aquí” e imponen la comunión en la mano en las primeras comuniones de los niños, cuando la excepción que regula la comunión en la mano estipula claramente que es solo para el fiel que lo desea. Si yo no quiero recibirla en la mano, nadie puede obligarme a recibirla en la mano y si tú engañas a otros haciéndoles creer que es la única manera de recibirla en la parroquia, estás mintiendo. El padre de la mentira logró crear una mentira bajo la apariencia de guardar el orden en la Santa Misa -todos iguales como borregos- para difundir su sacrílega obra y logró su propósito… en muchas parroquias. ¿Qué la mentira no es pecado grave contra el Octavo Mandamiento y comulgar en pecado acaso no te lleva al infierno? Ese es el estado de muchos católicos, pero ahí no termina. Si te atreves a ir en contrario del statu quo de la parroquia -regresando los reclinatorios y recibiendo la comunión en la boca- entonces los mismos católicos te dicen que te falta caridad y te sobra soberbia.
No tengan miedo de ir contracorriente. Como verán hay mucha cizaña sembrada en medio del trigo. Pero no dejaremos que se ahogue el trigo y aguantaremos hasta que sea separada toda la cizaña y sea echada al fuego.
Otro aspecto -y una gran verdad- que tampoco se difunde lo suficiente es que la comunión en la mano es de origen protestante. Sabemos -supongo que los católicos sabemos- que los principales exponentes de la Reforma Protestante fueron Martín Lutero y Juan Calvino, siendo Lutero quien la inició en 1517.
Juan Calvino fue el primero en negar la Presencia Real de Cristo en la Sagrada Eucaristía, en rechazo a la Transustanciación de la Sagrada Eucaristía y afirmando que “en la Eucaristía, Cristo está presente pero de un modo espiritual “por virtud” y totalmente insustancial, de modo que no hay modificación absoluta de las sustancias”. Es decir, que el pan es pan y el vino es vino. ¿Ustedes se imaginan que a un católico del siglo XV le digan que reciba a Cristo en la mano? Pues no era fácil de calar esta idea, pero no siendo Cristo y siendo pan y vino (y habiendo dejado de ser católico, para ser protestante) entonces es más fácil… y así cayeron muchos.
De Lutero tampoco se difunde lo suficiente las revelaciones divinas dadas a la Beata Sor María Serafina Micheli (1849-1911), fundadora del Instituto de las Hermanas de los Ángeles, y que todos los católicos deberíamos conocer.
En plena celebración del cuarto centenario del nacimiento de Lutero en Eisleben, ciudad de Sajonia, lugar donde nació Lutero, debido a la oscuridad se arrodilló delante de un templo para orar y acompañar a Jesús Sacramentado y su Ángel de la Guarda y le dijo: “Levántate, porque esta es una iglesia protestante”. Y añadió: “Yo quiero que veas el lugar donde Martín Lutero está condenado y la pena que paga en castigo de su orgullo”.
Entonces tuvo la visión de un horrible abismo de fuego, en el cual eran atormentadas una innumerable cantidad de almas. En el fondo vio a un hombre, Martín Lutero, que se distinguía entre los demás condenados pues estaba rodeado de demonios que lo obligaban a estar de rodillas y todos (los demonios), armados de martillos, mientras se esforzaba en vano, le clavaban en la cabeza una gran clavo.
(..) La beata estaba convencida firmemente que Martín Lutero estaba condenado en el infierno sobre todo por el primer pecado capital: LA SOBERBIA. El orgullo lo hizo caer en pecado mortal, y lo condujo a la rebelión abierta contra la Iglesia Católica. Su conducta, su posición para con la Iglesia y sus herejías fueron determinantes para engañar y conducir a muchas almas superficiales e incautas a la perdición eterna.
Los protestantes son -aunque muchos no lo crean- grandes difusores de la comunión en la mano entre los católicos. El mayor deseo de todo protestante es hacer que el católico deje su Iglesia para arrastrarlo hacia sus “templos” y qué mejor manera que lograr que los católicos se comporten como protestantes, invitándolos incluso a sus reuniones protestantes. Y muchos católicos se preguntan ¿si es malo asistir a reuniones protestantes? Pues si, es malo. Los protestantes son herejes y “quien reza con herejes, es un hereje” lo dijo el Papa San Agatón.
Si no te basta con ello, cuando Nuestro Señor Jesucristo dictó a Santa Faustina la Novena a la Divina Misericordia en el quinto día le pidió oración por los herejes y cismáticos y los señala como aquellos que desgarraron Su Cuerpo y Su Corazón durante Su amarga Pasión. La misma Santa Faustina nos dice que las palabras originales de Nuestro Señor son aquí “herejes y cismáticos”, ya que Él habló a Sor Faustina según el contexto de su tiempo pero hoy -por causa de los malditos respetos humanos- son llamados “hermanos separados” y no bastando con ello se ha modificado a “los hermanos que creen en Cristo”.
Pues bien, muchos católicos -comenzando por los carismáticos de la década de los 70´s y 80´s- imitan las reuniones protestantes, porque la misa es aburrida, porque no “sienten” el Santo Espíritu, etc. y la comunión en la mano tuvo su puerta de acceso a través de ellos. Hoy en día, generaciones después, hay una gran cantidad de católicos que ya no son carismáticos sino que hacen y creen lo que quieren. Si los católicos quieren imitar a Juan Calvino y, las costumbres protestantes de Lutero, es bueno que sepan de antemano que también van a imitar su destino.
Responsables de muchos sacrilegios en el mundo entero
La comunión en la mano ha provocado tal cantidad de sacrilegios en el mundo que el número de sacrilegios es mayor que el número de defensores de la comunión en la mano dentro de la Iglesia Católica.
Los sacrilegios hoy en día no son exclusividad de los satánicos, que antes hacían el esfuerzo de robar de noche una parroquia para obtener las Hostias. Hoy en día gracias a la comunión en la mano cualquiera puede hacer lo que quiere con la Sagrada Eucaristía.
El sujeto de las imágenes, abiertamente homosexual y cuyo negocio es el escarnio a la Iglesia Católica, ha cometido solo uno más de los muchos sacrilegios que se cometen a diario.
En las fotos -que él mismo ha tomado- pueden ustedes ver (y él mismo lo afirma) cómo se sacó de la boca todas las Sagradas Eucaristías para este fin: su exposición sacrílega en una España cada vez menos católica. 242 en total, según sus palabras.
Un católico indignado con esta sacrílega exposición ingresó y se llevó todas las Sagradas Formas y las llevó a una parroquia para ser depositadas en el Sagrario. Ahora, el sujeto de la foto está recolectando nuevamente las Sagradas Eucaristías ¿cómo? Simple, pues yendo a comulgar.
Este sujeto evidentemente odia a la Iglesia Católica, pero los católicos que apoyan la comunión en la mano son los responsables de que estos hechos ocurran.
¿Saben ustedes que el Concilio Vaticano II no aprobó ni normó la comunión en la mano? Y eso se puede leer en la Instruction Memoriale Domini donde se deja en claro que “El Papa otorga, que en todo el territorio, correspondiente a su Conferencia, cada obispo pueda de acuerdo a su juicio prudente y a su conciencia, autorizar en su diócesis, la iniciación del nuevo rito para dar la comunión en la mano, con la condición de que se evite completamente, cualquier causa que pueda escandalizar a los fieles, y cualquier peligro que pueda generar, irreverencia hacia la Eucaristía. ¿Dónde está el juicio de los obispos y sacerdotes y por qué no actúan? “¡Bestias del campo, fieras de la selva, vengan todas a devorar! Sus guardianes son todos ciegos, ninguno de ellos sabe nada. Todos ellos son perros mudos, incapaces de ladrar. Desvarían acostados, les gusta dormitar. Esos perros voraces nunca terminan de saciarse, ¡y ellos son los pastores! No saben discernir, cada uno toma por su camino, todos, hasta el último, detrás de su ganancia.” Isaías 56, 9 – 11
Ahora lo vemos en las fotos… ¿y todos los sacrilegios que no vemos en fotos y que suceden a diario?
¿Acaso la comunión en la mano no es en sí misma, motivo de escándalo entre los fieles y de irreverencia hacia la Eucaristía? ¿Acaso no vemos cómo se la pasan de mano en mano durante las JMJ que se han dado en los últimos años? ¿Qué esperan para prohibir la comunión en la mano si en los últimos 50 años no se ha respetado la condición dada por el Papa Paulo VI?
No todo edifica.
Si, la Iglesia permite la comunión en la mano como excepción “solo para el fiel que lo desea” pero no olvides la Palabra de Dios: “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica” y para el caso de la comunión en la mano no solo no edifica sino que destruye.
Tú no estás obligado a recibir la comunión en la mano y nadie puede obligarte a recibirla en la mano, pues la excepción que la permite dice claramente que la comunión en la mano “es solo para el fiel que lo desea”.
Muchos católicos también son blasfemos.
Una de las excusas de los católicos para tomar la comunión en la mano es que les da asco recibir la comunión en la boca porque pueden pasarle la saliva de otra persona y contagiarse una enfermedad. Si tú piensas así estás blasfemando contra la Sagrada Eucaristía.
Si, es una blasfemia (*) decir esto y tú lo dices y otros te escuchan. Asumirás tus consecuencias de difundir esta blasfemia y lo verás el día de tu juicio personal.
(*) Blasfemia: irreverencia desafiante, maldecir a Dios, degradar intencionalmente las cosas concernientes a Dios, atribuir algún mal a Dios, negar algún bien que deberíamos atribuir a Dios.
Los católicos hoy en día han perdido el Temor de Dios y de blasfemos contra la Sagrada Eucaristía, se convierten en sacrílegos al tomar la Sagrada Eucaristía en la mano y con este pecado se comen su propia condenación.
“Por reverencia a este Sacramento, nada lo toca sino lo que está consagrado” – Santo Tomás de Aquino
Y los mal llamados “ministros” extraordinarios de la comunión -que con un simple cursillo de parroquia y la pompa respectiva para recibir su medalla al cuello creen que ya igualan los años de estudios de Teología del sacerdote- son también parte de este problema.
Muchos santos nos hablan de reverencia. ¿qué será eso? Lamentablemente, el paso generacional hace que muchas cosas buenas sean olvidadas. La consecuencia de ello son niños y jóvenes sin respeto a los demás y sin reverencia a Dios, recibiendo la comunión como si fuera chicle. Parece lógico que si no respetan al que ven con los ojos es imposible que muestren reverencia al que no ven con los ojos. Si los padres no les enseñan a amar a Jesús Eucaristía nadie lo va a hacer ¿y cuál es la situación espiritual de esos padres? Los padres deberían recordar la Palabra de Dios que dice que los pecados de sus hijos, pecados suyos son.
A muchos católicos hoy en día no les interesa leer libros santos y menos orar, ya que no pueden despegar la ceja de las redes sociales y por esa razón ignoran la herencia de los santos, santos a los que no quieren imitar, hombres y mujeres como todos nosotros, comunes, que se ganaron su Cielo -y su lugar en los altares- con las rodillas, la comunión en la boca con devoción y con la Santa Misa en latín: la misa de los santos. Ningún santo recibió la comunión en la mano. Ninguno.
La comunión en la mano es el trabajo sacrílego perfecto de Satanás.
Yo no recibo la Eucaristía en la mano y me voy a proponer que todo el mundo sepa que la comunión en la mano es el trabajo sacrílego perfecto de Satanás porque primero los católicos blasfeman contra la Sagrada Eucaristía diciendo que les da asco recibir la comunión en la boca porque se pueden contagiar una enfermedad si les tocan con la saliva de otra personas, y luego cometen sacrilegio contra la Sagrada Eucaristía recibiendo la comunión en la mano, y con ese pecado se comen su propia condenación….. y lo repetiré hasta que lo sepan todos -y será traducido en varios idiomas- para que, luego de su muerte, el día de su juicio personal cuando estén en presencia delante de Dios , no puedan decir que no lo sabían… ya lo saben, vayan viendo que le van a decir a Él.
Recordatorio para todos.
La norma de la Iglesia dice -y siempre ha dicho porque nadie la ha cambiado- que la comunión se recibe de rodillas y en la boca. Nos han quitado los reclinatorios para difundir la sacrílega comunión en la mano…. y no hemos hecho nada.
La excepción dice que “solo el fiel que lo desea” puede recibir la comunión en la mano. Nos imponen la comunión en la mano como forma única… y no hacemos nada.
Ambas maneras de recibir la comunión se permiten hoy en día, la decisión es solo tuya. Toma la decisión correcta, no vaya a ser que estés siendo probado.
Cuando veas al sacerdote negarte la comunión en la boca y querer que la recibas en la mano piensa si por ese sacerdote vale la pena ofender a Dios.
Y recuerda que si en tu parroquia no cambian las cosas, siempre puedes cambiar tú de parroquia.
Que Dios bendiga a todos los que luchan contra la sacrílega comunión en la mano.
Seguimos escuchando a Jesucristo hablarnos desde el Evangelio acerca de la Eucaristía. ¿Qué dice sobre eso? “El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él”. ¿Sabías que cuando recibes la comunión estás recibiendo a Cristo mismo? Él quiere habitar en ti, vivir en ti. Y puesto que Jesucristo es la vida, si vive en ti, consecuentemente te transmite su vida.
Y eso, ¿para qué me sirve? Pregunta típica de nuestra sociedad tan utilitarista y práctica. Todo sirve para algo: bueno o malo. Todo tiene una utilidad. Recibir el cuerpo de Cristo bajo la apariencia (solo apariencia) de pan (en realidad es Cristo mismo) sirve para darte vida en este mundo y para prepararte para entrar en la vida eterna. “Un momento, no corras”, puedes pensar. “¿Un trozo de pan sin levadura, que tú dices que es el cuerpo de Cristo, puede darme vida aquí y prepararme para la vida eterna?”. Así es. Pero esto no trates de explicarlo científicamente, de encontrar los procesos químicos por los que se produce esa transformación. Porque no es una transformación material, terrenal. No es algo que fabriquemos los hombres. Es algo que hace Dios, una consagración. Lo que era pan, Dios lo transforma en su cuerpo, lo que era vino, Dios lo transforma en su sangre.
“¿Ah, sí? Pues yo no lo veo”. Claro, porque nuestros ojos físicos no tienen la capacidad de ver la acción directa de Dios. Solo vemos y experimentamos las consecuencias. Si Dios ha creado todo es que está por encima, luego lo pequeño no puede contener lo que es más grande y lo supera. La relación entre Dios y el hombre está fundamentada en la fe. Tienes que creer que es así, que Cristo te espera en la comunión para habitar en ti. Para vivir dentro de ti. Por eso no puedes acercarte a comulgar de cualquier manera. Primero tienes que creer que vas a acoger a Jesucristo mismo, en su cuerpo. Si no lo crees no vayas a comulgar. Y segundo, antes de ir, debes prepararte. Cuando recibes a alguien muy importante en tu casa, procuras tenerla limpia y ordenada para que se encuentre más a gusto y disfrutéis mucho más de ese encuentro. Lo mismo con Jesucristo. La Iglesia te pide que dejes que Dios mismo limpie y ordene tu vida mediante el sacramento de la reconciliación o la confesión. Así él mismo te hará digno de recibirlo en tu vida. Y así tú aprovecharás mucho más ese encuentro con él. En pecado mortal no puedes comulgar. ¿Vas a meter a Dios en una pocilga?
Él purifica y limpia tu vida. La llena de luz y de paz, en medio de tus sufrimientos, de tus amarguras, en medio de tu desesperación. Confesión y comunión son dos momentos sucesivos de una misma acción: experimentar con toda la fuerza la misericordia y el amor que Dios siente por ti. Ahora sí, el señor habita en ti.
no podremos comprender este gran misterio de Amor.
Que obtengamos la luz del Espíritu Santo,
para que así podamos comprender
aunque sea por un solo instante,
todo el infinito amor de tu Jesús
que se entrega a Sí mismo por nosotros.
Amén
–/–
¡NO RECIBAS A JESÚS EN LA MANO!
LO QUE DEBES SABER:
Nos han quitado los reclinatorios y no hemos hecho nada.
Nos imponen la sacrílega comunión en la mano y no hacemos nada.
La comunión en la mano se regula por una excepción dada por la diócesis, según el juicio del obispo respectivo. La comunión en la boca siempre ha sido y sigue siendo ley de la Iglesia y por tanto no debe ser considerada desechada por los católicos como forma válida de recibir la comunión.
La Santa Iglesia -en su sabiduría- ha dejado indicado en la excepción que regula la comunión en la mano que es “solo para el fiel que lo desea”, lo que significa que nadie, ni sacerdote, ni párroco, nadie puede obligarte a recibir la comunión en la mano.
La obediencia se debe siempre y cuando lo que se mande no sea pecado.
Si cedes a las presiones, estiras las manos y recibes la comunión en la mano es porque tú lo quieres así y, por tanto, tu responsabilidad, tu pecado, tus consecuencias.
Cuando veas al sacerdote negarte la comunión en la boca y querer que la recibas en la mano pregúntate si por ese sacerdote vale la pena ofender a Dios y cometer sacrilegio.
Toma la decisión correcta, no vaya a ser que estés siendo probado por Dios. Recuerda que todo te es lícito, pero no todo te edifica.
La comunión en la mano es el trabajo sacrílego perfecto de Satanás. Los católicos hoy en día blasfeman contra la Sagrada Eucaristía cuando dicen y consienten la idea de que “les da asco que les contagien una enfermedad con la saliva de otro fiel por comulgar en la boca” y luego cometen sacrilegio contra la Sagrada Eucaristía al recibirla en las manos, y con estos pecados se comen su propia condenación.
Por favor, por amor a Jesús, no se queden callados y luchen contra la sacrílega comunión en la mano… es Jesús ahí presente y no, no está dichoso de ser flagelado otra vez por ti recibiéndolo en las manos… ¡NO RECIBAS A JESÚS EN LA MANO!
Y recuerda que si en tu parroquia no cambian las cosas, siempre puedes cambiar tú de parroquia.
Que Dios bendiga a todos los que luchan contra la sacrílega comunión en la mano.
Recuerda que los demonios son RESPONSABLES del pecado pero tú eres CULPABLE por no haber resistido la tentación y por ofender a Dios con el pecado. ¡Confiésate bien!
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¿QUÉ TIENE DE MALO RECIBIR LA COMUNIÓN EN LA MANO?
Es Dios mismo. Los católicos creemos en la presencia de Dios en la Sagrada Eucaristía, por eso comulgamos, vamos a horas santas de adoración eucarística y la comunión es el pilar de nuestra fe. A Dios se le debe adoración y respeto, por eso la Iglesia Católica durante siglos entregaba la comunión de rodillas y en la boca, siendo la comunión en la mano relativamente reciente, pues se introdujo en la Iglesia a fines de los años 60s. El católico que decide comulgar en la mano verá que poco a poco su devoción irá decayendo y el momento de la comunión que debe ser el más importante y sublime de la Santa Misa se volverá rutinario y querrá que la fila de comunión avance rápido para salir pronto de ahí. No somos protestantes que reciben la comunión como una mera cena del Señor, ellos no creen en la real presencia de Dios en la Sagrada Eucaristía. Si tú crees en los milagros eucarísticos y en ellos vemos que la hostia se convierte en carne y sangre ¿por qué comulgas en la mano? Recupera el Temor de Dios y piensa más en lo sobrenatural y menos en lo que ven tus ojos.
Es un sacrilegio contra la Sagrada Eucaristía tocar las Sagradas Especies por parte de un fiel, no siendo un consagrado de Dios para ello, es decir, un Sacerdote. Solo el sacerdote ha sido consagrado por Dios, por la unción del Santo Espíritu para consagrar y entregar la comunión a los fieles. Este es un privilegio exclusivo del sacerdote. Siempre ha sido así y lo sigue siendo aunque los fieles no lo sepan y usurpen sus funciones creyendo que pueden.
La razón por las que tú eliges comulgar en la mano es una blasfemia. Todos los católicos que eligen la comunión en la mano en lugar de la comunión en la boca lo hacen porque tienen miedo que se les contagie una enfermedad con la saliva de otro fiel, algunos incluso afirman sentir asco de esto. Pues bien, pensar así es una blasfemia contra la Sagrada Eucaristía, en la que tú aceptas que Dios mismo es un transmisor de enfermedades. Has aceptado que te desvíen la conciencia y has permitido que esta idea tenga cabida en tu mente, aceptándola, sin razonar que esta idea fue introducida por los modernistas “protestantizados” opositores a la Santa Misa Tradicional en latín en donde siempre se comulga de rodillas y en la boca.
El Papa Paulo Vi nunca aprobó la comunión en la mano. Esta es una mentira muy difundida, pero la verdad es que en el Concilio Vaticano II un grupo de obispos alemanes “protestantizados” tocaron el tema de la comunión en la mano para dejar constancia de ello, pero el Papa nunca aceptó ni aprobó la comunión en la mano, prueba de ello fue que de este Concilio Vaticano II queda la frase del Papa Paulo VI “el humo de Satanás ha entrado en la Iglesia”. Fue Lutero quien una vez dijo “acaben con la Misa y acabarán con la Iglesia”, pues bien, la misa a la que se refería Lutero es la Santa Misa tradicional que se celebra en latín, a la cual hoy en día le tienen aversión muchos católicos y en la cual se comulga siempre de rodillas y en la boca. Una vez tocado el tema en el Concilio Vaticano II, los malos obispos alemanes -al fiel estilo de Lutero- se encargaron de difundir la comunión en la mano en las iglesias europeas y con ayuda de los grupos carismáticos “protestantizados” y “modernistas” lograron difundirla en el mundo entero, por lo que fue introducida de manera abusiva en la Iglesia, sin encontrar defensa por parte de muchos sacerdotes y volviéndose una práctica aceptada hasta nuestros días. Y no porque lo haga la mayoría significa que está bien.
La comunión en la mano es de origen protestante. Monseñor Athanasius Schneider ha realizado una investigación exhaustiva sobre la comunión en la mano y ha llegado a la conclusión de que la comunión en la mano es una práctica protestante que se practica desde la época de Calvino. Calvino es uno de los principales exponentes de la reforma protestante y él -no Lutero- introdujo la comunión en la mano en las celebraciones protestantes porque -en rechazo a la Iglesia Católica- no creía en la presencia de Dios en la Sagrada Eucaristía.
Es falso que en la Iglesia primitiva se comulgaba en la mano. Los defensores de la comunión en la mano argumentan que los primeros cristianos recibían el pan en la mano y que son innumerables los textos antiguos que lo demuestran. Sin embargo, de tan innumerables textos solo mencionan uno y siempre es el mismo: el de San Cirilo de Jerusalén, pero no dicen que el santo hombre dirigía dicho texto específicamente a los bárbaros convertidos al cristianismo, que eran guerreros salvajes de costumbres barbáricas dignas de ser erradicadas de la faz de la tierra, que no sabían comer ni beber y a los cuales el santo les enseñaba a comulgar.
La comunión en la mano es un acto egoísta al punto que se antepone el yo quiero de la criatura ante la adoración debida a Dios. La norma de la Iglesia no ha cambiado, es y siempre ha sido recibir la comunión de rodillas y en la boca, pero la comunión en la mano se reguló con una excepción debido a la mala práctica que se extendió en los años 70s dentro de la Iglesia por parte de aquellos que rechazan lo tradicional en la Iglesia y quieren introducir maneras modernas de hacer las cosas, engañados y cegados por las mentiras dispersadas de los enemigos de la Iglesia. La norma no ha cambiado hasta el día de hoy.
El sacerdote es el responsable porque es quien permite la comunión en la mano. Recuerda que las Sagradas Escrituras dicen que “no todo te conviene y no todo edifica”. En este punto te aclaro que el sacerdote entrega la comunión en la boca o en la mano según lo que desee el fiel, creyendo falsamente que está obligado a ello en base a una errada idea, pues la obediencia se debe siempre y cuando lo que se mande no sea pecado. Para el fiel, por su lado, la Iglesia en su sabiduría ha dejado bien claro en la excepción que regula la comunión en la mano que “es solo para el fiel que lo desea” y “que no se le puede negar la comunión a un fiel por querer recibirla en la boca o de rodillas”; es decir que nadie te puede obligar a recibir la comunión la mano, solo si tú quieres la recibes en la mano, y como es tu decisión, entonces es tu sacrilegio, tu pecado y tus consecuencias por estirar la mano y recibirla así, el sacerdote no va a ser responsable de tus consecuencias (solo será responsable de las suyas propias).
El Papa lo permite entonces está bien. Para el católico de a pie mal formado y sin un mínimo conocimiento de las normas de la Iglesia es muy fácil confundirlo diciéndole que el Papa lo permite, que si tú hablas contra la comunión en la mano entonces tú estás contra el Papa y creas división en la Iglesia, pues estas son mentiras y son chantajes emocionales que muchos católicos con engaños le dicen a otros católicos para hacerlos callar en su defensa de Jesús Eucaristía y porque tienen la intención de uniformizar en sus parroquias la entrega de la comunión solo en la mano. El Papa puede o no estar a favor o en contra de algo, pero el responsable de hablar en temas de forma recomendada de recibir la Sagrada Eucaristía es el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, los últimos han sido el Cardenal Francis Arinze (2002 al 2008), el Card. Antonio Cañizares (2008 al 2014) y el Cardenal Robert Sarah (2014 hasta hoy) y todos han dicho de manera clara que la forma recomendada de recibir la comunión es de rodillas y en la boca, que tú no lo sepas es tu problema y demuestra tu poco interés en tu formación como católico.
A continuación te detallo un poco más lo arriba enumerado:
La comunión en la mano es de origen protestante.
Los protestantes sí reciben en la mano porque ellos no tienen la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Fue Calvino quien la introdujo porque fue precisamente Calvino quien negó lapresencia de Cristo en la Sagrada Eucaristía.
Hoy en día muchos católicos comparten la idea del falso ecumenismo que consiste en aceptar a los sectarios protestantes a su manera, con sus errores y mezclarlos con la verdad de la Iglesia Católica. Esto es un error. Las revelaciones a la Beata Sor María Serafina Micheli en 1883, dadas en plena celebración del cuarto centenario del nacimiento de Lutero, le mostraron la visión de un horrible abismo de fuego, en el cual eran atormentadas una innumerable cantidad de almas. En el fondo vio a un hombre, Martín Lutero, que se distinguía entre los demás condenados pues estaba rodeado de demonios que lo obligaban a estar de rodillas y todos (los demonios), armados de martillos, mientras se esforzaba en vano, le clavaban en la cabeza una gran clavo.
Y hoy en día nadie habla de esto por los malditos respetos humanos, como si tuviéramos que renunciar a nuestra fe y a las verdades de nuestra Iglesia para llevarnos bien con aquellos que son sectarios y herejes.
No todo edifica.
Si, la Iglesia permite la comunión en la mano como excepción “solo para el fiel que lo desea” pero no olvides la Palabra de Dios: “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica” y para el caso de la comunión en la mano no solo no edifica sino que destruye.
Tú no estás obligado a recibir la comunión en la mano y nadie puede obligarte a recibirla en la mano, pues la excepción que la permite dice claramente que la comunión en la mano “es solo para el fiel que lo desea”.
¿Qué nos dicen -y qué callan- los defensores y promotores de la comunión en la mano?
Los defensores de la comunión en la mano afirman que existen “abundantes textos” que los Santos Padres y teólogos medievales dedican al tema de la comunión en la mano pero al único al que siempre mencionan es a San Cirilo de Jerusalén.
Ciertamente, el único santo de quien se tiene conocimiento haya dejado algo indicado sobre la comunión en la mano es San Cirilo de Jerusalén, que predicaba -en el año 300 d.c.- a los nuevos cristianos“cuando te acerques a comulgar, haz con tu mano derecha un trono a tu mano izquierda que recibirá al Rey. En el hueco de la mano recibe el cuerpo de Cristo, y responde Amén. Después consúmelo, teniendo cuidado de no perder nada de Él.”
Pero lo que no dicen los defensores de la comunión en la mano es que San Cirilo de Jerusalén les hablaba en este texto -directa y exclusivamente- a los bárbaros convertidos al cristianismo, gente que provenía de las Galias, Britania, Germania y Siria, guerreros por excelencia, con comportamientos salvajes a tal grado que eran considerados barbáricos para la sociedad de su época.
Si pudiéramos definir a un bárbaro de ese tiempo, recientemente converso al cristianismo, veríamos a un hombre enorme, fornido, de cabellera y barba largas y desaliñadas, sucio, con un hacha de hierro a la derecha y su lanza a la izquierda, con tradiciones detestables, aberrantes y dignas de ser erradicadas, que no sabían comer, que hasta hacía poco tiempo no dejaba bicho viviente por donde pasaba con su tribu, violando y matando, y que todo lo que importaba era la juerga bruta -en a cuanto comida y bebida se trataba- y el salvajismo a ejemplo de sus padres y abuelos. ¿Se imaginan ustedes a este hombre santo tratando de educar en la fe a un gran grupo de bárbaros? Los romanos les tenían miedo a los bárbaros, todo el mundo les temía a los bárbaros pero San Cirilo de Jerusalén les enseñaba, de esta manera, a comulgar sin dejar caer ninguna partícula de la Sagrada Eucaristía. ¿se imaginan eso?
Y si pues, así lo hacía, en la mano, porque ellos eran bárbaros, bebían en exceso y no sabían comer, y el santo, temeroso de Dios, le tenía miedo al sacrilegio que pudiera cometerse si se dejaba caer el Cuerpo de Cristo. En castellano, los bárbaros no sabían meterse algo en la boca sin que se cayera al suelo, lo cual -dado nuestro grado de educación-no es nuestro caso.
Nunca Comulgar en la Mano
La comunión en la mano es –como Nuestro Señor le dijo a Catalina Rivas- el trabajo sacrílego de Satanás. Solo es necesario analizar estas cuatro palabras “trabajo sacrílego de Satanás” y ver una Iglesia a la hora de la comunión por dentro hoy en día para comprenderlas.
Los católicos hoy en día no saben lo que es pecado, y no saben que eso que ellos hacen es pecado. Es blasfemia contra la Sagrada Eucaristía decir y consentir la idea de “que te da asco recibir la comunión en la boca porque te pueden contagiar una enfermedad con la saliva de otra persona”. Además, luego de blasfemar contra la Sagrada Eucaristía los católicos cometen sacrilegio contra la Sagrada Eucaristía tocando con sus manos las Sagradas Especies y, comulgando con estos pecados, se comen su propia condenación.
Es cierto que la Iglesia tiene enemigos, es verdad que los protestantes son solo algunos de ellos y también que la comunión en la mano es de origen protestante y que ha sido introducida dentro la Iglesia gracias a los carismáticos y modernistas que en su momento querían “alegrarse” la Santa Misa admitiendo ideas protestantes por doquier; pero los responsables de esta mala práctica son los mismos católicos que por su falta de formación han permitido y aceptado la comunión en la mano.
Cualquier católico bien formado ha dicho siempre y, las nuevas generaciones decimos hoy en día incluso, que tocar la Sagrada Eucaristía es privilegio solo del Sacerdote quien ha sido consagrado para ello, pero un mal católico dice “yo también puedo hacer eso” y lo hace.
No les interesa lo dicho por Santo Tomás de Aquino, en su gran Summa Teológica: «La administración del Cuerpo de Cristo corresponde al sacerdote por tres razones:
«Primera, porque él consagra en la persona de Cristo. Pero como Cristo consagró Su Cuerpo en la (Ultima) Cena, así también Él lo dio a otros para ser compartido con ellos. En consecuencia, como la consagración del Cuerpo de Cristo corresponde al sacerdote, igualmente su distribución corresponde a él.
«Segunda, porque el sacerdote es el intermediario designado entre Dios y el pueblo, por lo tanto corresponde a él ofrecer los dones del pueblo a Dios. Así, corresponde a él distribuir al pueblo los dones consagrados.
«Tercera, porque por reverencia a este Sacramento, nada lo toca sino lo que está consagrado, ya que el corporal y el cáliz están consagrados, e igualmente las manos del sacerdote para tocar este Sacramento. Por lo tanto, no es lícito para nadie más tocarlo, excepto por necesidad, por ejemplo si hubiera caído en tierra o también el algún otro caso de urgencia».
Es cuestión solo de escuchar a los católicos sus justificaciones para recibir la comunión en la mano para comprender que son del todo egoístas. La comunión en la mano para ellos se basa en su gran “yo quiero”.
Es preferible no comulgar, antes que comulgar en la mano.
Cuando alguien me cuenta las atrocidades que hacen con la Eucaristía la momento de la comunión en sus parroquias y que les causan suma tristeza y me preguntan ¿qué hago? Yo siempre les respondo: si tú oras por tu sacerdote y los fieles de tu parroquia y ves que las cosas no cambian, entonces sigue orando por ellos pero cambia tú de parroquia.
Te invito a reflexionar la opción que mejor creas conveniente aplicar en tu caso particular: llegas a la Santa Misa y luego de escucharla te das cuenta que el sacerdote entrega a todos a comunión en la mano, y tú como sabes que no es obligatoria decides acercarte a comulgar en la boca, y el sacerdote te la niega y te dice que abras las manos.
Dices no gracias y te retiras a tu sitio a hacer la COMUNION ESPIRITUAL, diciéndole al Señor que prefieres recibirlo espiritualmente que ofenderlo con un sacrilegio.
Dices no gracias y le explicas en ese momento que la comunión en la mano es “solo para el fiel que lo desea” y no te la puede negar en la boca. Y te aguantas lo que venga.
Te da miedo generar escándalo y estiras la mano como te dice el sacerdote y recibes la comunión en la mano cometiendo sacrilegio.
Yo te recomendaría la opción 1 y nunca más volver a esa parroquia.
No te dejes robar tu fe.
No es desobediencia a la Santa Iglesia no hacer lo que está permitido, es una elección válida. La desobediencia radica en hacer lo que no está permitido. Cada uno es quien decide no recibir la comunión en la mano frente a cometer sacrilegio.
Es verdad que la práctica de la comunión en la mano está muy extendida en el mundo entero –a pesar de ser solo una excepción que dice que es “solo para el fiel que lo desea” y con la autorización del obispo- pero aún existen sacerdotes fieles a Jesús Eucaristía que usan reclinatorios y que entregan la comunión en la boca, incluso niegan la comunión en la mano aunque les reprendan sus obispos aduciendo “objeción de conciencia” por ser la comunión en la mano un sacrilegio que es su obligación impedir. Todo depende del grado de formación que tiene el sacerdote para saber defender sus derechos como tal. Y ciertamente la obediencia se debe siempre y cuando lo que se mande no sea pecado. Otra cosa es que hoy en día nadie habla del pecado y nadie sabe reconocer un sacrilegio ni viéndolo.
En el colmo, los fieles y grupos parroquiales que “buscan enaltecer sus parroquias” son los primeros en denunciar a los “terriblemente malos sacerdotes” que niegan la comunión en la mano, sin darse cuenta del bien que les hace esta negativa a sus almas.
Por el contrario, si tú estás del lado del fiel y quieres recibir la comunión en la boca y de rodillas es a ti a quien se la niegan, queriendo obligarte a recibir la comunión en la mano, incluso cuando esta excepción es “solo para el fiel que lo desea”, es decir, no es obligatorio recibir la comunión en la mano y la ley de la Iglesia siempre ha sido y sigue siendo la comunión de rodillas y en la boca.
Si un sacerdote te niega la comunión por querer recibirla en la boca o de rodillas, quéjate con el obispo con una carta formal contra dicho sacerdote, pues tu derecho, reclámalo. El sustento es el siguiente:
– la ley de la Iglesia siempre ha sido y sigue siendo la comunión de rodillas y en la boca.
– la excepción que regula comunión en la mano dice claramente que “es solo para el fiel que lo desea”, es decir, nadie te puede obligar a recibir la comunión en la mano.
– el anterior (Cardenal Cañizares) y el actual Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (Cardenal Robert Sarah) siempre han reiterado que la forma recomendada de recibir la comunión de rodillas y en la boca.
– es un sacrilegio al que no te pueden obligar.
De paso, puedes recordarle al Obispo que la excepción que la regula dice que la comunión en la mano debe ser permitida “siempre y cuando no sea motivo de escándalo entre los fieles”, lo cual evidentemente sucede ante el poco respeto que se le da.
Finalmente es conveniente que insistas en una respuesta formal a tu carta, a fin de enviarle una copia al sacerdote y evitar que te la vuelva a negar.
Si te preguntas cómo es posible que este sacrilegio haya crecido tanto en tan corto tiempo, tratando de desaparecer por completo la comunión de rodillas y en la boca que es ley de la Iglesia, la respuesta es por ignorancia de las normas de la Iglesia (a quienes se les ha impuesto con engaños), por la mala formación de los católicos (quienes han aceptado los engaños y los difunden) y por el silencio (de los católicos que han callado por respetos humanos y no han corregido a sus hermanos en el error).
Además, es un claro caso de falta de fe el que muchos sacerdotes aceptan entregar la comunión en la mano y los laicos el recibir la comunión en la mano, pues si ellos verdaderamente creyeran en la Presencia de Cristo en la Sagrada Eucaristía, jamás consentirían la comunión en la mano. El pecado los tiene cegados, quien ha tenido una verdadera conversión sabe lo que esto significa.
¿Qué nos dicen la Iglesia y los Santos sobre la comunión en la mano?
A diferencia de lo que muchos pregonan hoy en día, la Iglesia no permite la comunión en la mano, la ley de la Iglesia siempre ha sido y sigue siendo la comunión en la boca y de rodillas. Incluso la Iglesia la condena. Son los católicos y sacerdotes mal formados que solo repiten lo que una vez les dijeron a ellos “que la Iglesia lo permite y ya es tema normado” al punto que pretender obligar a todos los fieles a recibir la comunión en la mano como forma única.
El Magisterio de la Iglesia es amplio en este tema frente a la mala práctica de los católicos:
“Excomúlguese a cualquiera que ose recibir la Sagrada Comunión en la mano.” Concilio de Zaragoza: (a.380)
Confirma esta sentencia. El Sínodo de Toledo
“Condenamos la comunión en la mano para poner un limite a los abusos que ocurren a causa de esta práctica, y como salvaguarda contra sacrilegios.” Sínodo de Rouén: (a.650)
“Prohíbase a los creyentes tomar la Sagrada Hostia en sus manos, excomulgando a los transgresores”. El sexto Concilio Ecuménico en Constantinopla: (680-681)
“El hecho de que sólo el sacerdote da la sagrada Comunión con sus manos consagradas es una Tradición Apostólica”. Concilio de Trento: (1545-1565)
El Concilio Vaticano II no normó el tema, ya que era innecesario repetir lo que se había confirmado en concilios anteriores, pero obispos europeos “soltaron” el tema en el Concilio Vaticano II y la noticia se difundió como cierta entre los sacerdotes favorables a esta posición (principalmente europeos) y los católicos confiaron en sus sacerdotes y comenzaron a comulgar en la mano.
Por otro lado los Santos de la Iglesia jamás han recibido la comunión en la mano por el contrario la han rechazado.
“…el peor mal de nuestro tiempo es la Comunión en la mano.” Madre Teresa de Calcuta (The Wanderer, 23 de marzo de 1982).
“El derecho de recibir la Santa Comunión en la mano es permitida solamente en tiempos de persecución”. San Basilio el Grande, Doctor de la Iglesia (330-379) San Basilio el Grande consideraba la Comunión en la mano tan irregular que no vaciló en considerarla una grave falta.
“Para reverenciar este Santo Sacramento, nada lo toque, salvo lo que está consagrado; así como la Hostia y el Cáliz están consagrados, así lo están las manos consagradas de los sacerdotes, para tocar este Sacramento”. Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia :(1225-1274) Summa Theológica, Parte III; Q.82, art3, Rep Obj 8).
“Sólo ellos, (los sacerdotes), deben administrarlo, y no otros” San Francisco de Asís: (1182-1226) (Carta 2ª, a todos los fieles, 35).
“Mira, hija mía, les obsequio cinco cosas a mis sacerdotes (…), y en quinto lugar el privilegio de tocar con sus manos mi Carne Sagrada”. (Jesucristo a…) Santa Brígida de Suecia, + 1373
“Las Sagradas Especies no son para ser manipuladas por otros que no estén consagrados al Señor”. San Sixto I Papa ( a.115)
“Prohiban a los creyentes tomar la Sagrada Hostia en la mano”. Papa San Eutiquiano (275-283)
“Enérgicamente defendemos y requerimos a los creyentes obediencia en cuanto a la práctica de administrar la Sagrada Comunión en la lengua del creyente”. El Papa San León el Grande (440-461):
“Cuando se recibe la Comunión es necesario estar arrodillado, tener la cabeza ligeramente humillada, los ojos modestamente vueltos hacia la Sagrada Hostia, la boca suficientemente abierta y la lengua un poco fuera de la boca reposando sobre el labio inferior”. San Pío X
“Hay que reprobar severamente la temeraria osadía de quienes introducen intencionadamente nuevas costumbres litúrgicas, o hacen renacer ritos ya desusados, y que no están de acuerdo con las leyes y rúbricas vigentes”. Pio XII:
“El tocar las Sagradas Especies, su distribución con las propias manos, es un privilegio de los ordenados” Juan Pablo II, Papa, nos decía en la Carta “Dominicae Cenae (24-Feb-80). Y para que nadie interpretase de otra forma estas palabras, tres meses después, ante las cámaras de la televisión francesa, negaba la Comunión en la mano a la esposa del Primer Ministro, Giscard DÉstaing. El mismo año, declaró en Fulda (Alemania) que no estaba de acuerdo con el Documento que autorizaba en este País dicha forma de Comulgar. (Cfr. “Vox Fidei”, n.10-1981; “Chiesa Viva”, n.112; “Sol de Fátima”, n.82). Y debido al revuelo que estos hechos tomaron durante una Santa Misa en el Vaticano entregó la comunión en la mano para escandalizar a los sacerdotes ahí presentes quienes vieron –en su Papa- que dicha forma no era digna de un sacerdote.
¿Qué nos dice Jesucristo?
En el libro LA PASIÓN de las revelaciones de Jesús a Catalina Rivas, Nuestro Señor le dice (léase página 21): “No son ni 10 ni 20 los verdugos que destrozan Mi Cuerpo; son muchísimas las manos que lastiman Mi Cuerpo, recibiendo la comunión en la mano— el trabajo sacrílego de Satanás.”
Como verán los defensores de la comunión en la mano Nuestro Señor no se siente dichoso de ser flagelado nuevamente por ustedes, ni gustoso de ser recibido en la cuna que sus manos les hacen cuando “pones tu mano izquierda sobre la palma de tu mano derecha a la altura del corazón”, donde algunos incluso afirman que lo aman y lo arrullan, antes de recibirlo en el corazón. Estas son algunas excusas que rayan en lo ridículo, pero que realmente se creen los católicos para acallar sus conciencias y no escuchar esa voz interna que les dice que eso que hacen está mal.
Reparación por las ofensas con que es ofendido el Santísimo Sacramento.
En Fátima, en el año 1916, el Ángel de la Paz enseña a los pastorcitos -en su tercera aparición- una oración de reparación:
“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores”.
La Santísima Virgen en sus mensaje al Padre Gobbi le dice “Pero están sobre todo los sacrilegios que forman hoy, en torno a mi Corazón Inmaculado, una dolorosa corona de espinas. En estos tiempos ¡cuántas comuniones y cuántos sacrilegios se cometen! Se puede decir que hoy ya no hay una celebración eucarística en la que no se hagan comuniones sacrílegas. ¡Si viérais con mis propios ojos cuán grande es esta plaga, que ha contaminado a toda la Iglesia y la paraliza, la detiene, la hace impura y tan enferma! Si vierais con mis ojos, también vosotros derramaríais Conmigo lágrimas copiosas.”
Si la Santísima Virgen ya nos advirtió de la cantidad de sacrilegios que se ven al interior de la Iglesia, entonces hagamos como Ella nos ha pedido: oración, reparación y penitencia.
Pidamos en nuestras oraciones por la conversión de los sacerdotes que entregan la comunión en la mano y también la de los fieles que reciben la comunión en la mano y difunden este sacrilegio haciendo pecar a otros.
Hagamos reparación con horas de adoración eucarística y ofrezcamos nuestras comuniones en reparación de todos los sacrilegios que se cometen a diario dentro de la Iglesia.
Finalmente, hagamos pequeñas penitencias, privémonos de algunos gustos nosotros durante un tiempo -que puede ser corto- y ofrezcamos ese pequeño sacrificio por la conversión de quienes cometen blasfemias y sacrilegios contra la Sagrada Eucaristía.
Los Sacerdotes tienen la obligación de enseñar a los fieles la reverencia debida a la Sagrada Eucaristía.
Existen sacerdotes que, debido a esta mala práctica, antes de iniciar la distribución de la Sagrada Eucaristía, explican a todos los asistentes a la Santa Misa que la reverencia debida al Santísimo Sacramento es absolutamente necesaria como una muestra de respeto y adoración al Señor, y que todos los que deseen comulgar la tendrán que hacer. También es necesario que el sacerdote indique cómo formar la fila para la comunión pues hoy en día los católicos no saben comportarse dentro la casa de Dios.
Cuando se llega al frente de la fila cada uno debe arrodillarse en el reclinatorio, y si no lo hay debe hacer una reverencia antes de comulgar. Todo católico debe saber sacar bien la lengua para que el sacerdote deposite sobre ella -sin tocarla- la Sagrada Eucaristía y esto debe ser recalcado sobre todo a algunas personas mayores que apenas abren la boca.
Está en manos de los sacerdotes explicar e instruir a los fieles para que el momento de la comunión no pierda su sentido y las Gracias sean recibidas y no desperdiciadas.
No te dejes engañar, los enemigos de la Iglesia son muchos y te quieren robar tu fe, no se lo permitas, comulga bien, si el sacerdote te quiere obligar entonces defiende tu derecho a comulgar en la boca y ¡NO RECIBAS A JESÚS EN LA MANO!
Que Dios bendiga a los defensores de Jesús Eucaristía que luchan contra la sacrílega comunión en la mano y les conceda a todos las Gracias que necesiten.
Karla Rouillon Gallangos
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En Enero del 2015 durante la visita del Papa Francisco a Manila, se celebró una Misa que en lugar de ser una lluvia de Gracias de Dios para los asistentes ha sido como una ráfaga de metralleta de sacrilegios de parte de los asistentes para Dios.
Los fieles han perdido su devoción por la Sagrada Eucaristía, los protestantes pueden estar satisfechos, pero no prevalecerán.
Las personas están por miles en las misas del Papa Francisco y se acercan como ganado para que les den su hostia, porque a eso no se le puede llamar “comulgar”. Estiran la mano hasta los que no comulgan en la mano porque al no poder estar ni cerca se la pasan por encima de las cabezas de mano en mano. En estos casos no se comulga, se hace la comunión espiritual.
En ningún papado como en el del Papa Francisco se han visto más sacrilegios contra la Sagrada Eucaristía y faltas de respeto a Jesús Eucaristía por parte de los mal llamados ministros extraordinarios de la comunión y de los fieles.
De mano en mano -a pesar que los ministros extraordinarios de la comunión saben que esto está prohibido-, en vasos de plástico en lugar de copones y por encima de las cabezas de los fieles.
Si nos apegamos a la norma de la Iglesia, éstos son -además del escándalo que genera en los fieles la distribución irrespetuosa de la comunión en la mano- motivos suficientes para que se prohíba en la diócesis la comunión en la mano y se exija el respeto por la ley de la Iglesia que es la comunión en la boca.
Si tú quieres puedes ir a ver al Papa, pero por ir a ver al Papa no tienes necesariamente que comulgar, y menos de la manera en que se muestra en el video. Ve a ver al Papa, agita tu banderita, escucha la Santa Misa, al momento de la comunión haces la comunión espiritual y te regresas a tu casa contento de haber visto al Papa y sin haber cometido sacrilegio.
Cuando una persona comulga espera recibir las Gracias de Dios para su santidad ¿en serio crees que cometiendo sacrilegio contra la Sagrada Eucaristía te va a tocar una sola Gracia de Dios? Acaso no te das cuenta que el sacrilegio contra la Sagrada Eucaristía es una ofensa grave contra Dios, que estás en grave pecado comiéndote tu propia condenación y tú esperando que Dios te bendiga y te dé Sus Gracias.
“Pero lo importante no es cómo se recibe, sino recibir a tu Señor con amor” dicen algunos promotores de la comunión en la mano. “Pero yo me siento tan digna de recibir al Señor en mis manos”, “pero en la mano también se recibe al Señor con devoción”, “es que la boca es tan sucia que qué tiene de malo recibir la comunión en la mano”
“Haciendo de tu mano izquierda como un trono para tu derecha donde se sentará el Rey” así es como enseñan los promotores de la comunión en la mano a recibirla, “cuando te acerques a recibir el Cuerpo del Señor, no te acerques con las palmas de las manos extendidas ni con los dedos separados, sino haciendo de tu mano izquierda como un trono para tu derecha, donde se sentará el Rey. Con la cavidad de la mano recibe el Cuerpo de Cristo y responde Amén”, evidentemente el papel aguanta todo y las palabras se las lleva el viento, lo importante es tener tu hostia en la mano y metertela en la boca. Eso se llama comulgar con amor. Sacrílegos.
Si creen que la comunión en la mano no les será tenida en cuenta durante su juicio personal se equivocan gravemente.
Cuando los mal llamados ministros extraordinarios de la comunión ven este video dicen “qué mala organización hubo ahí” pero eso es exactamente lo mismo que decían cuando se comulgaba en la boca con el reclinatorio “que mala organización, así se demora mucho la fila en avanzar, saquen los reclinatorios para que la fila avance más rápido”.
No entiendo qué parte de “tomar la comunión en la mano es sacrilegio” no entienden los mal llamados ministros extraordinarios de la comunión, creen que a ellos no se les habla también. Si no eres consagrado de Dios eres un fiel más y por lo tanto si tocas las Sagradas Especies cometes sacrilegio contra la Sagrada Eucaristía. Un cursillo de parroquia no es igual que años estudiando para ser sacerdote, no eres un consagrado de Dios y los enfermos merecen que sea un sacerdote quien les lleve la comunión y los sacramentos, pues el sacerdote es quien les puede abrir las puertas del cielo, tú no.
¿Tú crees que le haces un bien a los enfermos llevándoles la comunión? De buenas intenciones está lleno el infierno. Pregúntate cómo es que no es sacrilegio contra la Sagrada Eucaristía que tú no siendo consagrado la toques. ¿Porque el sacerdote lo permite? ¿Porque la Iglesia lo permite? Eso solo hace que en lugar de uno sean varios los sacrílegos; el que lo aprueba, el que lo permite y el que lo hace.
Si eres ministro extraordinario de la comunión y te gusta el protagonismo recuerda “el que se ensalce será humillado y el que se humille será ensalzado” San Mateo 23. 12
Rechaza la sacrílega comunión en la mano y si te invitan a ser ministro extraordinario de la comunión di: NO GRACIAS, ESO ES TAREA Y OBLIGACIÓN DEL SACERDOTE. No cometas sacrilegio solo por los malditos respetos humanos ¿no puedes decirle que no al sacerdote o a otras personas de la parroquia? ¿Prefieres callar en lugar de decir que eso es sacrilegio? Los respetos humanos asquean a Dios y son la causa de muchos más pecados en el mundo.
Manila es solo un caso, pues esto también sucedió en Río de Janeiro, México, La Habana, y en cuanto viaje realiza el Papa Francisco. Y es que el modelo de “Misa Campal” usado por el Papa Francisco está orientado a atraer a grandes cantidades de personas que como borregos caen en las fauces del lobo (ojo no Francisco sino Satanás presto a que todos comulguen en la mano).
Que Dios bendiga a todos los que diariamente luchan contra la sacrílega comunión en la mano y les conceda a todos las Gracias que necesiten.
Karla Rouillon Gallangos
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La Iglesia dedica los siete domingos anteriores al 19 de Marzo, día de la Fiesta de San José, para recordar los principales dolores y gozos de la vida de San José. Esta es una tradición muy antigua que se conserva hasta el día de hoy y si bien se practica los siete domingos anteriores al 19 de marzo, se puede practicar esta devoción en cualquier otra época del año.
Queremos aprovechar esta devoción para compartir con ustedes que Santa Teresa de Jesús, en un momento de dificultad, se encomendó a san José y toda su vida fue gran devota de este Santo. Ella nos dice de su Santo protector:
1.- Y tomé por abogado y señor al glorioso san José y me encomendé mucho a él. Vi claro que, tanto de esta necesidad como de otras mayores, de perder la fama y el alma, este padre y señor mío me libró mejor de lo que yo lo sabía pedir. No me acuerdo hasta hoy de haberle suplicado nada que no me lo haya concedido (V 6,6).
Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo, y de los peligros de que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece que les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; pero a este glorioso santo tengo experiencia de que socorre en todas, y quiere el Señor darnos a entender, que así como le estuvo sometido en la tierra, pues como tenía nombre de padre, siendo custodio, le podía mandar, así en el cielo hace cuanto le pide.
2.- Y esto lo han comprobado algunas personas, a quienes yo decía que se encomendasen a él, también por experiencia; y aun hay muchas que han comenzado a tenerle devoción, habiendo experimentado esta verdad (V 6, 6)
3.- Procuraba yo celebrar su fiesta con toda la solemnidad que podía, más llena de vanidad que de espíritu, queriendo que se hiciese bien y con muchos detalles, aunque con buena intención (V 6, 7).
4.- Querría yo persuadir a todos que fuesen devotos de este glorioso santo, por la gran experiencia que tengo de los bienes que alcanza de Dios. No he conocido a nadie que le tenga verdadera devoción y le haga particulares servicios, que no lo vea más aprovechado en la virtud; pues ayuda mucho a las almas que a él se encomiendan (V 6, 7).
5.- Creo que ya hace algunos años que el día de su fiesta le pido una cosa y siempre la veo cumplida; si la petición va algo torcida, él la endereza para más bien mío (V 6, 7).
6.- Quien no hallare maestro que le enseñe a orar, tome a este glorioso Santo por maestro y no errará el camino. No quiera el Señor que haya yo errado atreviéndome a hablar de él; porque aunque publico que soy devota suya, en servirle y en imitarle siempre he fallado. Pues él hizo, como quien es, que yo pudiera levantarme y no estar tullida; y yo, como quien soy, usando mal de esta merced (V 6, 8).
6.- No me hartaba de dar gracias a Dios y al glorioso Padre mío san José, que me pareció que él lo había traído, porque fray Pedro era Comisario General de la Custodia de san José, a quien me encomendaba mucho, y a nuestra Señora (V 3, 7).
7.- Un día, después de comulgar, Su Majestad me mandó con mucha insistencia que lo intentara con todas mis fuerzas, y me hizo grandes promesas de que se haría el monasterio, y que Dios se glorificaría mucho en él, y que su título fuese de san José, que él nos ampararía en una puerta y nuestra Señora en la otra (V 32, 11).
8.- Una vez estaba en un apuro del que no sabía cómo salir, pues no tenía dinero para pagar a unos albañiles, y se me apareció san José, mi verdadero padre y señor, y me dijo que no faltaría dinero y que los contratara; y así lo hice, sin un céntimo. Y el Señor de modo maravilloso que asombraba a los que lo oían, me proveyó (V 33, 12).
9.- Al glorioso san José no vi con tanta claridad, aunque vi muy bien que estaba allí, como en las visiones que he dicho que no se ven (V 33, 15).
10.- Mas ¡ay, hijas!, encomiéndenme a Dios y sean devotas de san José, que puede mucho (Cc 28ª).
11.- Ya entonces yo oraba mucho a nuestro Señor, suplicándole que no me fuese sin dejarles casa (en Sevilla), y hacía que las hermanas se lo pidiesen y al glorioso san José, y hacíamos muchas procesiones (F 25, 3).
12.- Las hermanas habían pedido mucho a san José que para su día tuviese casa (en Burgos), y sin pensar que la tendrían tan pronto, se lo cumplió (F 31, 36).
13.- Los días primeros de pascua, u otros días de solemnidad, podrán cantar Laudes, en especial el día del glorioso de san José (Const 1, 3).
14.- Aunque tenga muchos santos por abogados, tengan particularmente a san José, que alcanza mucho de Dios (Av 65).
SIETE DOMINGOS A SAN JOSÉ – ORACIONES PARA CADA DOMINGO
Aprende las oraciones de los Siete Domingos a San José. Lee, medita lo que lees y reza despacio.
PRIMER DOMINGO
El dolor: cuando estaba dispuesto a repudiar a su inmaculada esposa.
La alegría: cuando el Arcángel le reveló el sublime misterio de la encarnación.
Oh castísimo esposo de María, glorioso San José, ¡qué aflicción y angustia la de vuestro corazón en la perplejidad en que estabais sin saber si debíais abandonar o no a vuestra esposa sin mancilla! Pero ¡cuál no fue también vuestra alegría cuando el ángel os reveló el gran misterio de la Encarnación!
Por este dolor y este gozo os pedimos consoléis nuestro corazón ahora y en nuestros últimos dolores, con la alegría de una vida justa y de una santa muerte semejante a la vuestra, asistidos de Jesús y de María.
Padrenuestro, Ave y Gloria.
SEGUNDO DOMINGO
El dolor: al ver nacer el niño Jesús en la pobreza.
La alegría: al escuchar la armonía del coro de los ángeles y observar la gloria de esa noche.
Oh bienaventurado patriarca, glorioso San José, escogido para ser padre adoptivo del Hijo de Dios hecho hombre: el dolor que sentisteis viendo nacer al niño Jesús en tan gran pobreza se cambió de pronto en alegría celestial al oír el armonioso concierto de los ángeles y al contemplar las maravillas de aquella noche tan resplandeciente.
Por este dolor y gozo alcanzadnos que después del camino de esta vida vayamos a escuchar las alabanzas de los ángeles y a gozar de los resplandores de la gloria celestial.
Padrenuestro, Ave y Gloria
TERCER DOMINGO
El dolor: cuando la sangre del niño Salvador fue derramada en su circuncisión.
La alegría: dada con el nombre de Jesús.
Oh ejecutor obedientísimo de las leyes divinas, glorioso San José: la sangre preciosísima que el Redentor Niño derramó en su circuncisión os traspasó el corazón; pero el nombre de Jesús que entonces se le impuso, os confortó y llenó de alegría.
Por este dolor y este gozo alcanzadnos el vivir alejados de todo pecado, a fin de expirar gozosos, con el santísimo nombre de Jesús en el corazón y en los labios.
Padrenuestro, Ave y Gloria.
CUARTO DOMINGO
El dolor: la profecía de Simeón, al predecir los sufrimientos de Jesús y María.
La alegría: la predicción de la salvación y gloriosa resurrección de innumerables almas.
Oh Santo fidelísimo, que tuvisteis parte en los misterios de nuestra redención, glorioso San José; aunque la profecía de Simeón acerca de los sufrimientos que debían pasar Jesús y María os causó dolor mortal, sin embargo os llenó también de alegría, anunciándoos al mismo tiempo la salvación y resurrección gloriosa que de ahí se seguiría para un gran número de almas.
Por este dolor y por este gozo conseguidnos ser del número de los que, por los méritos de Jesús y la intercesión de la bienaventurada Virgen María, han de resucitar gloriosamente.
Padrenuestro, Ave y Gloria.
QUINTO DOMINGO
El dolor: en su afán de educar y servir al Hijo del Altísimo, especialmente en el viaje a Egipto.
La alegría: al tener siempre con él a Dios mismo, y viendo la caída de los ídolos de Egipto.
Oh custodio vigilante, familiar íntimo del Hijo de Dios hecho hombre, glorioso San José, ¡cuánto sufristeis teniendo que alimentar y servir al Hijo del Altísimo, particularmente en vuestra huida a Egipto!, pero cuán grande fue también vuestra alegría teniendo siempre con Vos al mismo Dios y viendo derribados los ídolos de Egipto.
Por este dolor y este gozo, alcanzadnos alejar para siempre de nosotros al tirano infernal, sobre todo huyendo de las ocasiones peligrosas, y derribar de nuestro corazón todo ídolo de afecto terreno, para que, ocupados en servir a Jesús y María, vivamos tan sólo para ellos y muramos gozosos en su amor.
Padrenuestro, Ave y Gloria.
SEXTO DOMINGO
El dolor: a regresar a su Nazaret por el miedo a Arquelao.
La alegría: al regresar con Jesús de Egipto a Nazaret y la confianza establecida por el Ángel.
Oh ángel de la tierra, glorioso San José, que pudisteis . admirar al Rey de los cielos, sometido a vuestros más mínimos mandatos; aunque la alegría al traerle de Egipto se turbó por temor a Arquelao, sin embargo, tranquilizado luego por el ángel, vivisteis dichoso en Nazaret con Jesús y María.
Por este dolor y este gozo, alcanzadnos la gracia de desterrar de nuestro corazón todo temor nocivo, poseer la paz de conciencia, vivir seguros con Jesús y María y morir también asistidos por ellos.
Padrenuestro, Ave y Gloria.
SÉPTIMO DOMINGO
El dolor: cuando sin culpa pierde a Jesús, y lo busca con angustia por tres días.
La alegría: al encontrarlo en medio de los doctores en el Templo.
Oh modelo de toda santidad, glorioso San José, que habiendo perdido sin culpa vuestra al Niño Jesús, le buscasteis durante tres días con profundo dolor, hasta que, lleno de gozo, le hallasteis en el templo, en medio de los doctores.
Por este dolor y este gozo, os suplicamos con palabras salidas del corazón, intercedáis en nuestro favor para que jamás nos suceda perder a Jesús por algún pecado grave. Mas, si por desgracia le perdiéramos, haced que le busquemos con tal dolor que no hallemos sosiego hasta encontrarle benigno sobre todo en nuestra muerte, a fin de ir a gozarle en el cielo y cantar eternamente con Vos sus divinas misericordias.
Padrenuestro, Ave y Gloria.
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Deseo que crezca su devoción por el Patriarca San José y que por su intercesión alcancen todos las Gracias que necesiten.
Recupera tu fe y cuando pidas algo a Dios sé consciente que Él te lo dará sólo si es Su Voluntad, por eso, al pedir pide así “Señor te pido (…) concédemelo si es tu Santa Voluntad” y si no se te da entonces debes entender que no era para tu mayor bien.
Si pides que Dios sane a un ser querido y en lugar de sanar fallece, no debes perder la fe, no significa que Dios no te escuchó o que Dios no existe, significa que no era esa Su Voluntad.
¿En qué estado está el alma de algunos cardenales, obispos y sacerdotes de Cristo que se han atrevido a tocar estos temas en el reciente Sínodo para la Familia? Comunión para los divorciados, la convivencia extramatrimonial y el matrimonio del mismo sexo.
La ideología de género, la mentalidad anticonceptiva y la disolución del matrimonio entre hombre y mujer, pilar de la sociedad, está tratando de calar dentro de las normas de la Iglesia Católica, porque es sabido que los católicos “más fervientes” defenderán estas normas aunque su contenido sea errado “solo porque la Iglesia lo manda”.
Esto y muchas cosas más no las enseñó Jesucristo y ha de llegar el día en que tendremos que escoger entre obedecer a Dios u obedecer a los hombres ya que incluso dentro de la Iglesia hay quienes desean oscurecer la verdad en nombre de la misericordia.
Que Dios bendiga a los cardenales y obispos que alzaron su voz en contra de estas aberraciones y en defensa de la Tradición y Magisterio de la Iglesia, aunque ello implique que la terrible advertencia de Nuestra Señora en Akita se cumplió, hoy vemos Cardenales contra Cardenales y Obispos contra Obispos.
Las cosas claras: homosexualidad es aberración para Dios, el matrimonio no se disuelve pues lo que une Dios no lo separa el hombre, los anticonceptivos generan abortos e impiden la vida del nuevo ser y quien convive sin matrimonio está en grave pecado. Si no se arrepienten ellos mismos solo Dios puede salvarlos con Su Misericordia, la única que vale.
Que no suceda como sucedió en el Concilio Vaticano II, que se “tocó” el tema de la comunión en la mano y la “importancia del papel de los laicos” en su ayuda a la Iglesia y hoy más de 50 años después tenemos la sacrílega comunión en la mano difundida por los modernistas dentro de la Iglesia -incluso la quieren imponer como forma única de recibir la comunión- y a los sacrílegos ministros “extraordinarios” de la comunión que de extraordinarios no tienen nada porque en todas las misas están aunque hayan 20 personas, y que se atreven a abrir el Sagrario y entregar la comunión directamente incluso fuera de la Santa Misa. Estos son los sacrilegios de nuestro tiempo.
Vivimos tiempos difíciles, estemos atentos a las señales.
Karla Rouillon Gallangos
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Satanás sabe muy bien cómo hacer que el pecado parezca algo muy inocente.
Es por esta razón que la humanidad hoy en día no sabe lo que es el pecado y comete pecado hasta en lo mínimo que hace, cerrándose las Puertas del Cielo. Los cristianos debemos recordar no sólo lo que es el pecado para no cometerlo sino también recordar que el pecado es ofensa para Dios.
Los cristianos no debemos celebrar el Halloween por que el Halloween es la fiesta satánica por excelencia, donde predominan los sacrificios humanos y de animales, vejaciones de niños, mujeres y hombres, la adoración a Satanás y los demonios, y la muerte.
Para algunos el Halloween es solo una fecha comercial que deben aprovechar para vender la mayor cantidad de dulces, disfraces o decoración con temas de terror. Para otros es un día en que los niños pueden disfrazarse de montruos y brujas para salir a divertirse pidiendo dulces a extraños. Pero para los satánicos es un día en el que los sacrificios humanos y de animales son primordiales para su adoración a Satanás.
En este documental de la televisión norteamericana el ex satánico Glen Hobbes relata que siendo un niño fue introducido en las celebraciones satánicas por su abuelo. Ahi relata lo que vio en estas celebraciones satánicas y cómo fue abusado junto con otros niños de quien tiene certeza fueron asesinados.
Sé coherente con tu fe católica y no inculques a tus hijos el celebrar Halloween: la Fiesta Satánica por excelencia. Es obligación de todo cristiano ser coherente con su fe y erradicar esta celebración satánica del mundo entero dejando de enseñarla a nuestros hijos para así detener su propagación.
En el Perú el 31 de Octubre es también el Día de la Canción Criolla y los peruanos debemos enseñarle a nuestros hijos a conocer su música y a tocar los instrumentos musicales que durante cientos de años hemos tocado los peruanos para hacer esta bella música admirada en el mundo entero.
Rehaza el Halloween, tú eres peruano. Celebra el Día de la Canción Criolla.
Amigos, quiero contarles que hace unas semanas entregué a la ONG Tierra y Ser las chapitas que recolectamos varios compañeros de trabajo y quiero compartir con ustedes esta experiencia.
En la ONG Tierra y Ser me recibió el Pintor Vito Loli (que resulta ser sobrino nieto del gran pintor francés Paul Gaugin) y esposo de la directora de esta ONG, Sra. Erika Schaefer Cuculiza y que me comentó cómo comenzaron con la recolección de chapitas y algunos obstáculos que han pasado para seguir adelante con esta gran tarea.
Hay dos hechos que les sucedieron, cuando atravesaban obstáculos para continuar con la ONG, y que quiero compartir con ustedes:
En Piura hay tres niños, ellos han nacido sin piernas por razones de genética y para ir a algún lugar se tenían que arrastrar por la chacra. Su padre es campesino y su madre falleció al nacer el último de ellos. Estos niños son muy inteligentes en matemáticas, geografía, historia y otras materias al punto que la comunidad los quiere mucho, el profesor de la escuela iba hasta su casa para llevarles libros y darles las lecciones en su casa para que no se arrastren por el suelo. Una señora de la zona se contactó con la congresista por Piura, Karla Schaefer Cuculiza, quien resulta ser la hermana de la directora de esta ONG y les contó de estos niños, pidiéndole que haga algo por ellos. La ayuda no demoró y tres sillas de ruedas obtenidas por la recolección de chapitas fueron hasta Piura y se obsequiaron a estos chicos. Hoy en día ya no se arrastran para ir a la escuela, y la comunidad ha hecho un caminito de pista que va desde su casa hasta la escuela. Para que vean el aprecio y cariño que les tienen a estos niños.
Ese mismo día que recibieron la noticia de estos niños, y sin tener espacio en su local de Surco para seguir recolectando mas chapitas, se estaciona frente a la ONG una enorme camioneta llena hasta el techo de chapitas y de ella baja una monjita que le dejó al pintor Vito Loli un gran mensaje que les dio ánimo y fuerzas para seguir adelante. Al ver la exhibición de pinturas del artista le dice la religiosa “usted hace muchas cosas hermosas, pero lo mas hermoso que usted hace es hacer el bien a su prójimo con esta ONG”, me contó muy emocionado.
La silla de ruedas de la foto es una silla para personas con cuadriplejia (parálisis por lesión de la médula espinal que impide mover brazos y piernas) y este tipo de sillas de ruedas también las están obsequiando a personas que no tienen dinero para poder comprarlas. Detrás y en todas las paredes alrededor están las pinturas del artista y muchas chapitas y sillas de ruedas.
Como dato me comenta que en el Perú hay alrededor de 200,000 personas que necesitan una silla de ruedas y no todas tienen recursos para obtenerlas.
En esta ONG ustedes pueden registrar a sus familiares, amigos o algún conocido que necesite una silla de ruedas. Si alguno de ustedes conoce a alguien o tiene algún familiar que necesite una silla de ruedas y no tenga medios para comprarla, puede ir a su local de Santiago de Surco e inscribirse en una lista de espera. La lista de espera es larga pero la silla de ruedas llega de todas maneras.
En la Fiesta de la Solemnidad del Corpus Christi escuchen el Sermón sobre el Corpus Christi del Santo Cura de Ars.
Así como estuvo 9 meses en el vientre de la Santísima Virgen y como estuvo 33 años en este mundo, así le tenemos nosotros hoy en día en cada Parroquia, en cada Sagrario, en cada Custodia en la Adoración Eucarística.
Dios se quedó en este mundo para acompañarnos mientras dure nuestro destierro lejos de Él y, por amor a Dios, debemos recordar el menosprecio con que hemos de mirar las cosas perecederas de este mundo y el deseo con que debemos esperar la salida de este mundo para encaminarnos a nuestra verdadera Patria, la Patria Celestial, ya que este mundo no lo es.
Por la Institución del Sacramento de la Sagrada Eucaristía el pueblo cristiano puede gozar, al recibir la Sagrada Eucaristía en la comunión, de tantos favores que no se conceden a los demás pueblos: un cielo anticipado para los buenos cristianos.
Que Dios les conceda a todos las Gracias que necesiten.
Karla Rouillon Gallangos
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«La comunión en la mano no tiene nada que ver con la Iglesia primitiva, es de origen calvinista»
Athanasius Schneider, experto en Patrística y obispo auxiliar en Kazajistán, explicó en una emisora de Radio María cómo se comulgaba entonces.
Athanasius Schneider.
«Es recomedable que los fieles comulguen en la boca y de rodillas», dice el cardenal Cañizares.
Athanasius Schneider tiene 50 años, es ucraniano y desde 2006 ha ejercido como obispo auxiliar en dos diócesis de Kazajistán, una ex república soviética con un 26% de población cristiana, mayoritariamente ortodoxa pero con una pujante comunidad católica.
Recientemente, monseñor Schneider, que es experto en Patrística e Iglesia primitiva, explicó en la emisora de Radio María en el sur del Tirol las diferencias entre la forma de comulgar en la Iglesia primitiva y la actual práctica de la comunión en la mano.
Según afirmó, esta costumbre es “completamente nueva” tras el Concilio Vaticano II y no hunde sus raíces en los tiempos de los primeros cristianos, como se ha sostenido con frecuencia.
En la Iglesia primitiva había que purificar las manos antes y después del rito, y la mano estaba cubierta con un corporal, de donde se tomaba la forma directamente con la lengua: “Era más una comunión en la boca que en la mano”, afirmó Schneider. De hecho, tras consumir la Sagrada Hostia el fiel debía recoger de la mano con la lengua cualquier mínima partícula consagrada. Un diácono supervisaba esta operación.
Jamás se tocaba con los dedos: “El gesto de la comunión en la mano tal como lo conocemos hoy era completamente desconocido” entre los primeros cristianos.
Origen calvinista
Aun así, se abandonó aquel rito por la administración directa del sacerdote en la boca, un cambio que tuvo lugar “instintiva y pacíficamente” en toda la Iglesia. A partir del siglo V, en Oriente, y en Occidente un poco después. El Papa San Gregorio Magno en el siglo VII ya lo hacía así, y los sínodos franceses y españoles de los siglos VIII y IX sancionaban a quien tocase la Sagrada Forma.
Según monseñor Schneider, la práctica que hoy conocemos de la comunión en la mano nació en el siglo XVII entre los calvinistas, que no creían en la presencia real de Jesucristo en la eucaristía. “Ni Lutero”, que sí creía en ella aunque no en la transustanciación, “lo habría hecho”, dijo el obispo kazajo: “De hecho, hasta hace relativamente poco los luteranos comulgaban de rodillas y en la boca, y todavía hoy algunos lo hacen así en los países escandinavos”.
Fuente: ReL
Que Dios bendiga a todos los que diariamente luchan contra la sacrílega comunión en la mano y les conceda a todos, por la intercesión de Nuestra Señora de Fátima, las Gracias que necesiten.
Karla Rouillon Gallangos
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SI TE NIEGAN RECIBIR LA EUCARISTIA DE RODILLAS Y EN LA BOCA
Puedes presentar una queja contra el sacerdote ante su Obispo, haciendo referencia a este documento.
22 Cf. MISSALE ROMANUM, Institutio Generalis, n. 160.
La Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó la siguiente carta a un obispo en Notitiæ, publicación oficial de dicha Congregación, en su edición NoviembreDiciembre de 2002 (N° 436). Trata sobre el derecho que tienen los fieles a ponerse de rodillas para recibir la Santa Comunión, como también sobre la ilícita actitud de los sacerdotes que se la niegan.
Congregatio de Cultu Divino et Disciplina Sacramentorum Protocolo N° 1322/02/L
Roma, 1° de Julio de 2002
Su Excelencia:
Esta Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha recibido recientemente informes de miembros de la feligresía de su Diócesis a quienes se les niega la Sagrada Comunión cuando, al acercarse a recibirla, se ponen de rodillas en lugar de permanecer de pie. Los informes dicen que tal norma ha sido anunciada a los fieles. Tenemos indicios de que semejante fenómeno podría estar algo más extendido en la Diócesis, pero a esta Congregación no le es posible verificar si es así. No obstante, este Dicasterio tiene la seguridad de que Su Excelencia estará en una posición que le permita hacer una determinación más fiable sobre el asunto. De todas maneras, las quejas proporcionan una ocasión a esta Congregación para hacer saber el criterio que habitualmente se establece sobre esta materia, con el expreso pedido a Ud. de que lo haga conocer a cualquier sacerdote a quien sea necesario informarle.
La Congregación está de hecho preocupada por el número de quejas similares que ha recibido desde varios lugares en los últimos meses, y considera que cualquier negativa de dar la Sagrada Comunión a un miembro de la feligresía, fundada en que se encuentra de rodillas para recibirla, es una grave violación a uno de los derechos más básicos del feligrés cristiano, a saber, el de ser ayudado por sus Pastores por medio de los Sacramentos (Código de Derecho Canónico, canon 213).
En vista de la ley que establece que “los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos” (C. Canónico 843, § 1), no debe negarse la Sagrada Comunión a ningún católico durante la Santa Misa, excepto en casos que pongan en peligro de grave escándalo a otros creyentes, como el pecador público o la obstinación en la herejía o el cisma, públicamente profesado o declarado.
Aún en aquellos países donde esta Congregación ha aprobado la legislación local que establece el permanecer de pie como la postura para recibir la Sagrada Comunión, de acuerdo con las adaptaciones permitidas a las Conferencias Episcopales por la Institución Generalis Missalis Romani n. 160, § 2, lo ha hecho con la condición de que a los comulgantes que escojan arrodillarse no les será negada la Sagrada Comunión.
De hecho, como Su Eminencia el Cardenal Joseph Ratzinger, ha enfatizado recientemente, la práctica de arrodillarse para recibir la sagrada Comunión tiene en su favor una tradición multisecular, y es un signo particularmente expresivo de adoración, completamente apropiado en razón de la verdadera, real y substancial presencia de Nuestro Sénior Jesucristo bajo las especies consagradas.
Dada la importancia de este asunto, la Congregación pide que Su Excelencia averigüe específicamente si este sacerdote niega de ordinario la Sagrada Comunión a algún miembro de la feligresía en las circunstancias descritas más arriba y, si la queja se verifica, pide también que Ud. le ordene firmemente, a él y a cualquier otro sacerdote que pueda haber tenido tal práctica, que se abstengan de actuar así en el futuro.
Los sacerdotes deben entender que la Congregación considerará cualquier queja futura de esta naturaleza con mucha seriedad, y si ellas se verifican, actuará disciplinariamente en consonancia con la gravedad del abuso pastoral.
Agradezco a Su Excelencia su atención sobre este asunto y cuento con su amable colaboración al respecto.
Ahora discutamos acerca de los detalles acerca del Sacramento de la Confesión.
Primero: El Sacramento de la Confesión no es una conversación espiritual, en el que tú vienes aquí a conversar un rato, no tú debes venir a confesarte cuando tú hayas reflexionado acerca de tus pecados.
¡Tú sabes, y todos nosotros sabemos que nosotros estamos cargando y sabemos cuánta cantidad de mugre estamos cargando!
Entonces ven a confesarte y di: “Esto, esto, esto y aquello” Y después el sacerdote te dará una advertencia, y te aconsejará algo únicamente para tu propio bien. Después te dará la absolución y tú te sentirás agradecido y ESO ES TODO.
Este es el Sacramento de la Confesión, principalmente, no es una conversación espiritual.
Segundo: No interesa qué sacerdote te confiesa, todos son iguales. Algunos dicen éste es más o menos psicólogo. El sacerdote está aquí para ti y para Dios. El sacerdote no es importante en absoluto. Pero tú eres importante, tu corazón abierto.
Y TU FE EN DIOS, ESO ES LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE.
Tercero y muy importante para todos: Sean honestos en su Confesión.
¿Acaso no es para su propio interés confesarse honestamente? ¿Saben una cosa? Hay gente que sólo viene a confesarse cuando otros también vienen porque es Navidad y ahora todos quieren confesarse y después confiesan lo que no hicieron y no lo que si pecaron.
Las personas sienten vergüenza de admitir que son pecadores, discúlpenme, pero si ustedes piensan que no son pecadores, de seguro que de lejos si lo son y por mucho porque mientras más santo se es más cerca se está de Dios, pero mientras más mugre cargamos más divinos decimos que somos, más pecadores somos todos.
Por ejemplo: un vidrio sucio, límpialo y levántalo y mira si en verdad está limpio. Si, parece limpio, pero si lo miras más de cerca a la luz de una bombilla ustedes encontrarán la suciedad. Límpialo otra vez y ponlo ahora a la luz del sol y verás que tan sucio sigue aún. Mientras más cerca estamos de Dios, podemos ver más mugre en nuestra alma.
Para aquellos que creen que son menos pecadores, incluso que vienen a rezar a la Iglesia, a veces yo siento escuchar a alguien preguntarles ¿para qué viniste hoy? ¿Tú vienes a decirme que tú no tienes pecados? Vete entonces, a ti no te hace falta la Confesión.
Por eso: Sean honestos en su Confesión. No se subestimen a ustedes mismos exagerando algunos de sus pecados.
Pero honestamente, objetivamente, claramente digan: “Yo hice esto y esto y aquellos y lo lamento”.
Repítanlo es muy importante: “Lo lamento, si, lo lamento”, “porque lo que ustedes le hicieron al más pequeño de mis hermanos, me lo hicieron a mi”
Tienen que dirigir la uña hacia la mano de Jesús. Cada chisme, cada odio, cada maldad que ustedes hicieron contra cualquier persona ustedes se la hicieron a Dios.
Eso es todo. Este fue el programa para hoy por esta noche.
Háganlo con el Espíritu Santo, honestamente, verdaderamente, Llora si tienes que llorar, llora, échalo todo afuera de tu sistema. Deja que tus lágrimas y tus penas caigan juntas.
Ya han recibido hoy una sólida y fuerte base, podemos continuar mañana.
Amén.
–/–
Aquí les dejo los enlaces a los videos de esta Prédica en idioma Croata con subtítulos en idioma inglés y les pido por favor los difundan para que llegue a más personas, que los pueden traducir a otros idiomas, para mayor Gloria de Dios.
Que Dios les conceda a todos la Gracia de una verdadera conversión y una sincera confesión.
Karla Rouillon Gallangos
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EL OBISPO SCHNEIDER NOS HABLA DE LA COMUNIÓN EN LA MANO
En su libro: “¡ES EL SEÑOR! Reflexiones sobre la Sagrada Eucaristía”
Me gustaría hablar sobre el tema de la Sagrada Comunión, concretamente sobre el momento de la recepción de la Sagrada Comunión.
Yo me sentía obligado a escribir un libro (pequeño) sobre este tema, porque yo crecí en la clandestinidad soviética, y fui educado por sacerdotes mártires y confesores. Y cuando mi familia dejó la URSS yo tenía 12 años. Cuando nos despedimos de nuestro párroco, que era un mártir confesor, él nos dijo: ?Cuando ustedes lleguen a Alemania estén atentos, no vayan a las iglesias donde se da la Sagrada Comunión en la mano?. Cuando yo escuché estas palabras no podía entenderlas.
Cuando llegamos a Alemania fuimos a una Misa, y observé como se daba la Comunión, de una manera tan simple y superficial, y cuando volvimos a casa le dije a mi mamá: ?Pero mamá, esto era como la distribución de bizcochos en la escuela!?, yo dije esto con toda la inocencia infantil. Después anduvimos por otras iglesias, y la misma situación. Cuando volvimos a casa mi madre comenzó a llorar, y dijo: ?Yo no puedo entender cómo se puede recibir a Nuestro Señor Jesucristo, presente con toda su Divina Majestad en esta Sagrada Hostia en una manera, así, superficial?, y comenzó a llorar. Estas escenas me tocaron tanprofundamente a la edad de 12 años, que nunca me dejaron en la vida. Tampoco nunca pude entender -hasta hoy-, siendo sacerdote y obispo, cómo se puede recibir a Nuestro Señor Jesucristo ¡a nuestro divino Señor Jesucristo! de una manera, así, tan pobre de gestos, de adoración, de reverencia.
Así es que me sentía obligado en conciencia de hablar sobre esto. Tenía la impresión de que se calla, que no se habla de esto, es casi como un tema tabú en la Iglesia. Y observé después de 30 años en occidente, como se divulga esta manera de distribución de la comunión con todas las reglas de la moda, con todas las reglas de una estrategia global. Y así es que contemplo la posibilidad de hablar sobre esto. Y escribí este libro que fue publicado en Brasil y en Portugal.
Y he recibido muchos testimonios de personas simples que agradecieron que se hable sobre esto, hasta un católico japonés que se convirtió del budismo me escribió agradecido; decía que no pensaba que todavía un obispo podía defender la Comunión en la boca y de rodillas, ya que fue acostumbrado por sus obispos, que divulgaban la comunión en la mano, y me citó hasta el Concilio de Trento y el Vaticano II en latín, y me dijo ?Señor obispo: hable sobre este tema, no se deje intimidar?. Un bello ejemplo de un laico.
Cita también el ejemplo de otro laico, norteamericano, convertido del protestantismo, en cuyo culto se le permitía arrodillarse para recibir la ?cena del señor? en la boca, que es un mero símbolo, pero al convertirse al catolicismo, le prohibieron recibir de rodillas a Nuestro Señor en la Eucaristía. Era absurdo que como protestante podía arrodillarse ante un símbolo y se le prohibía, como católico, arrodillarse ante la presencia real de Nuestro Señor.
Otro aspecto que contribuye es que nuestro Santo Padre Benedicto XVI comenzó a distribuir la Sagrada Comunión a personas arrodilladas y en la boca, a partir de la fiesta de Corpus Christi del año pasado. Y ha hecho esto no solamente en Roma, sino en todos los paises que ha visitado, incluso en los paises en los que las Conferencias Episcopales permiten INFELIZMENTE la Comunión en la mano.
Ahora, para nosotros, obispos y sacerdotes, que queremos sentir como Iglesia, sentir como el Papa, verdaderamente, y no solamente con palabras, no podemos comportarnos indiferentes, y cerrar los ojos delante de este ejemplo claro, humilde y modesto del Santo Padre. Es un magisterio práctico en este punto concreto. Entonces pienso que nosotros los obispos y sacerdotes debemos sentirnos obligados a imitar al Papa.
Hoy el mundo occidental, y especialmente Europa, está perdiendo el sentido de la sacralidad. Los pueblos orientales nos pueden enseñar a recuperar el sentido de lo sagrado, que es uno de los fundamentos de toda religión.
Entonces la Iglesia de hoy tiene la misión profética de testimoniar al mundo con gestos concretos, señales de reverencia de su Fe. Debemos profundizar sobre el Misterio de la Encarnación, de Dios Encarnado, con todas sus consecuencias, y profundizar nuestra Fe en el dogma de la Transubstanciación, el dogma de la Presencia Real, con todas sus consecuencias prácticas. Esto exige gestos concretos de adoración: la genuflexión, estar arrodillados, que es un gesto típicamente Bíblico, Neotestamentario, Apocalíptico.
Pienso que debemos profundizar en nuestra Fe, el misterio de Dios encarnado eucarístico, no solamente con palabras, tal vez bonitas, sino con gestos y obras concretas. Y así yo pienso y espero, que a ejemplo del Santo Padre, la Iglesia podrá hacer una contribución concreta también por este gesto de veneración en el momento más sacro, más venerable de nuestra fe que es la sagrada comunión. Es el tributo válido y concreto de una auténtica renovación de la fe, especialmente de la fe en un misterio central, un misterio amado, querido y divino que es la Santísima Eucaristía.
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Hoy, 13 de enero del 2013 iniciamos este nuevo proyecto en la red social Facebook.
En esta página de Facebook la prioridad es la DEFENSA DE LA SAGRADA EUCARISTÍA, no el Papa, no sus miembros, no los administradores, solo la defensa de la Sagrada Eucaristía y la denuncia de las blasfemias y sacrilegios que los católicos cometen a diario contra la Sagrada Eucaristía con la sacrílega COMUNIÓN EN LA MANO.
Aquí llamamos por su nombre a las cosas: el pecado es pecado, el sacrilegio contra la Sagrada Eucaristía es sacrilegio, la blasfemia contra la Sagrada Eucaristía es blasfemia…. por más que vengan del Papa, de un sacerdote o de un católico, siguen siendo pecado, sacrilegio y blasfemia. Son los tiempos que nos ha tocado vivir donde muchos sacerdotes mal formados y católicos no saben lo que es pecado, sacrilegio ni blasfemia.
No denunciar el pecado es PECADO DE OMISIÓN.
Disimular con falsas frases piadosas lo que debe ser una denuncia del mal ejemplo y el pecado se llama RESPETOS HUMANOS y aquí no los van a encontrar.
Hay mucha gente que piensa que hablar de la Sagrada Eucaristía es pérdida de tiempo porque a nadie le interesan estos temas hoy en día… lo bueno de las redes sociales es que uno las puede dejar en el momento que quiera. Nadie los obliga a quedarse, no estamos interesados en hacer amigos sino en hacer que más personas conozcan a JESÚS EUCARISTÍA.
El modelo perfecto de católico no existe pues todos somos diferentes, pero lo que todos los católicos debemos tener en común es que conocemos a JESÚS EUCARISTÍA.
Comparte para que más personas rechacen esta mala práctica por amor a Jesús y que todo sea para mayor Gloria de Dios
Que Dios les conceda a todos las Gracias que necesiten.
Karla Rouillon Gallangos
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“Deseo -dijo el Señor a Sor Faustina- que durante esos nueve días lleves a las almas a la fuente de mi misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de mi misericordia. Y a todas estas almas yo las introduciré en la casa de mi Padre. Cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga pasión.”
NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
Santa Faustina dice en su diario: “Jesús quiere que el Domingo de la Misericordia vaya precedido por una Novena, rezando el rosario de la Misericordia.”
Jesús dice: “Durante esta novena concederé a las almas todas las Gracias”
La novena a la Divina Misericordia comienza el Viernes Santo y consiste en rezar la Coronilla de la Divina Misericordia, luego de cada oración correspondiente a cada día.
PRIMER DÍA
“Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma, me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas.”
Jesús misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca los dejes escapar de él. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús y por su dolorosa pasión muéstranos tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
“Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelas en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar mi amarga pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.”
Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo.
Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén.
“Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del vía crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.”
Jesús misericordiosísimo, que desde el tesoro de tu misericordia les concedas a todos tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por el inconcebible amor tuyo con que tu Corazón arde por el Padre celestial.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de tu Hijo y por su dolorosa pasión, concédeles tu bendición y rodéalas con tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
“Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios y aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo consoló mi Corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia.”
Jesús compasivísimo, Tú que eres Luz del género humano, recibe en la morada de Tu corazón lleno de compasión, las almas de aquellos que todavía no creen en Ti, o que no te conocen. Que los rayos de Tu gracia los iluminen para que también, unidos a nosotros, ensalcen tu maravillosa misericordia, y no los dejes salir de la morada de Tu corazón desbordante de piedad.
Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada a las almas de aquellos que no creen en Tu Hijo, y a las de aquellos que todavía no te conocen, pero anidan en el Compasivo Corazón de Jesús. Aproxímalos a la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellos ensalcen la generosidad de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
“Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga pasión, desgarraron mi cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi pasión.”
Jesús misericordiosísimo que eres la bondad misma, tú no niegas la luz a quienes te la piden. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas de nuestros hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada de tu compasivísimo Corazón sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos separados, especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones y han abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de tu Hijo y su amarga pasión que sufrió por ellos, ya que también ellos están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
“Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi misericordia. Estas son las almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.”
Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho: Aprended de mí que soy manso y humilde de Corazón. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que te proporcionan.
Bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
“Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi Espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con una luz especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.”
Jesús misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Esta almas no serán juzgadas severamente, sino que tu misericordia las envolverá en la hora de la muerte.
Padre eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a ti, oh Altísimo, un canto de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo que: a las almas que veneren esta infinita misericordia mía, yo mismo las defenderé como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte.
“Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi justicia. Está en tu poder llevarles el alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas en su nombre. Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con mi justicia.”
Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho que deseas la misericordia, he aquí que yo llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas del purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adecuada a tu justicia. Que los torrentes de sangre y agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, tu amadísimo Hijo, ya que creemos que tu bondad y tu compasión no tienen límites. Amén.
“Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mí este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia.”
Jesús misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque tú lo puedes todo.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu misericordia. Amén. (1209-1229)
CELEBRACIÓN DE LA FIESTA DE LA MISERICORDIA
El Señor Jesús desea que ese día la imagen de la Misericordia sea bendecida solemnemente y venerada en público, es decir, litúrgicamente; que los sacerdotes hablen a las almas de esta inmensa e insondable misericordia de Dios.
Los fieles, para recibir estos grandes dones con los cuales el Señor Jesús desea colmar a cada hombre y a toda la humanidad, tienen que estar en el estado de la gracia santificante (después de confesarse), cumplir las condiciones de la devoción a la Divina Misericordia, es decir, confiar en Dios y amar activamente al prójimo, y beber de la Fuente de Vida, es decir, recibir la santa Comunión.
De acuerdo con el deseo del Señor Jesús, la fiesta ha de celebrarse el primer domingo después de Pascua, lo que indica una estrecha relación que hay entre el misterio de redención y esta fiesta. La liturgia de ese día alaba con la máxima plenitud a Dios en el misterio de su misericordia.
Jesús dice: “El Domingo siguiente a la Pascua de Resurrección se celebrará la Fiesta de la Misericordia. Ese día, los Sacerdotes deberán predicar a las almas de mi infinita Misericordia. El alma que acuda a la Confesión y reciba la Sagrada Eucaristía, obtendráel perdón total de sus culpas y del castigo.”