Categoría: Política

Gran revuelo ha causado la carta que nuestro nobel ha enviado al diario El País para que deje de enviar sus artículos al decano de la prensa peruana para su consiguiente publicación. Las razones que aduce Vargas Llosa es que El Comercio no es un diario sino una caricatura al haber emprendido una campaña para que Ollanta Humala gane las elecciones. Me parece que nuestro nobel se excedió, pero creo que hay que respetar su decisión.

Ante la andanada de análisis existentes de nuestra coyuntura electoral (en donde tristemente me incluyo), con miradas sociológicas, economicistas, politólogas e, incluso, mágicas-religiosas, es refrescante conocer otras opiniones sustentadas en ópticas alejadas de ese menú socio-político. Es el caso de Moisés Lemlij, connotado psicoanalistas que nos permite tener otros y más elementos para entender lo qué le pasa nuestro país y lo que, posiblemente, le ocurrirá. La entrevista fue hecha por Milagros Leiva y apareció en El Comercio el pasado 15 de mayo. También los invito a que vean este enlace donde están las opiniones de Carmen Gonzáles.

Gran revuelo viene ocasionando la promulgación del DS 003-2011-AG que autoriza el ingreso de los transgénicos al país. Muchos de los que se alborotan sostienen que a través del decreto de marras nuestro país va a estar a expensas de algunas trasnacionales, que nuestra agricultura se va a destruir, que la biodiversidad aquí existente se pondrá en peligro, y muchos etcéteras. En resumen, el 003-2011-AG es un “decreto de la muerte”.

Nuestro nobel de literatura acaba de ratificar por escrito su posición respecto a su preferencia para la segunda vuelta electoral. Como sabemos, nuestro nobel ha tenido que comerse los sapos y señalar que al que antes consideraba un cáncer o sida (Ollanta), ahora es un milagro. Notable conclusión de nuestro laureado escritor que, de hecho, está cargada de muy buena intención. El problema es que, como diría mi abuela, de buenas intenciones está plagado el camino al cielo que en política sólo sirve para terminar justificando grandes errores.

Absorbidos por la coyuntura electoral, poco no nada pensamos o decimos de lo que viene sucediendo en casa para beneficio, justamente, de sus protagonistas. Me refiero a nuestras autoridades, principalmente al acalde provincial, Alfredo Zegarra y al reelecto presidente regional, Juan Manuel Guillén, quienes, realmente, la vienen pasando piola.

Ya estamos a dos semanas de la primera vuelta electoral y poco o nada se ha aclarado la situación, pues sigue la desazón y el desconcierto por tener como finalistas a dos de los candidatos menos deseados por la lógica o mínimo sentido común. Pero esa es la realidad: seremos gobernados por uno de ellos; es decir, por lo ilógico y sinsentido. Eso es lo que hemos querido, o mejor dicho eso es lo que ha querido nuestra mezquina clase política que actúa, ya lo he dicho, con la premisa de “si no soy yo, que se jodan todos”.

Quizá lo único alentador después de la desazón electoral del pasado domingo, es saber que dentro de los representantes arequipeños al parlamento, hay figuras nuevas que, de lejos, son mejores a los que ya se van. Uno de ellos, Juan Carlos Eguren repite el plato y es el único que se animó ha buscar la reelección por la seguridad que tenía de haber hecho un trabajo decoroso. Por lo visto, el electorado coincidió con él y lo ha premiado. Bien por él.