BOLIVIA: ¿LA DEMOCRACIA BAJO LAS ARMAS?

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Somos espectadores,  de uno de los episodios históricos más trágicos del Siglo XXI; que ojalá, culmine pronto, por el  bien de la democracia y del pueblo boliviano.

En el hermano país de Bolivia, el poder ha sido tomado por la fuerza, por un grupo que busca imponerse violentamente día a día, sobre todos los que se oponen.

Porque en primer lugar, debemos recordar, que no estamos hablando de un régimen nacido de la decisión soberana del pueblo en elecciones. No es así, en modo alguno. Estamos frente a un gobierno que se ha auto proclamado a sí mismo, en forma que no es legítima ni conforme a la Constitución boliviana ni a los derechos políticos consagrados en los tratados y convenios internacionales. En otras palabras, un golpe de Estado ha usurpado el poder.

De ese modo, como en las viejas épocas de gamonales y caciques criollos de provincia, como  ocurría en los siglos XIX y XX en los Andes; con el pretexto de defender la democracia: un grupo que no tiene ningún amparo constitucional ni legal y que ni siquiera cuenta con mayoría parlamentaria ni tiene consenso en la sociedad, pretende avasallar a las mayorías alegando proteger el sistema democrático y usufructúa impunemente el gobierno del país del altiplano, amparado únicamente en la fuerza de las armas, que se supone que deberían defender al Estado democrático.

Múltiples cadenas de noticias internacionales, denuncian a los ojos del mundo entero, la forma en que este régimen, dispara sin reparo alguno contra las multitudinarias manifestaciones indígenas y populares que lo rechazan; persigue y proscribe a la prensa que denuncia sus brutalidades; pretende decidir quién participa y quién no participa en las futuras elecciones y viola en esa forma todos los derechos fundamentales y estándares internacionales.

 

 

 

En el estado actual de las cosas, al margen de discutir los errores, éxitos o desaciertos que pudo tener o no el gobierno del señor Evo Morales y sin perjuicio de advertir los intereses económicos globales que estarían en juego detrás de este golpe, lo incuestionable hoy por hoy, es rechazar a la violencia como forma de tomar el poder y como forma de mantenerse en el gobierno en contra de la democracia y de la ley, en cualquier lugar del mundo.

 

 

 

 

 

 

EL ESPECTRO DEL RACISMO y la IGNORANCIA

Tampoco se puede admitir, que un golpe de Estado pretenda sustentarse en la discriminación y el racismo contra el pueblo indígena. Y lamentablemente, al parecer, eso es lo que sustentaría la ideología de algunos de los sectores que han tomado el poder arbitrariamente en Bolivia; país donde paradójicamente existen y siempre existirán grandes mayorías de origen indígena andino, que tienen pleno derecho a elegir libremente, a quien les plazca.

Como evidencia de las tendencias racistas que compartirían algunos de los actores del golpe en Bolivia, se tiene publicaciones en Twitter, que han sido debidamente verificadas por la agencia de noticias AFP Factual.

Por ejemplo, la siguiente caricatura anti-humana, según AFP Factual, fue publicada por la autoproclamada Presidenta de Bolivia:  Jeanine Añez, en su cuenta:

Como se puede apreciar, esta imagen que habría publicado la senadora boliviana hoy Presidenta  de  Bolivia,  denigra al ser humano, es inaceptable en la discriminación étnica y cultural que pregona soberbiamente contra una persona, basándose en categorías raciales. Incurriendo incluso en un delito sancionado internacionalmente.

Igualmente, los siguientes comentarios que denotan una lamentable ignorancia en temas antropológicos, sociológicos e inter-culturales, inaceptables en alguien que pretende erigirse como presidenta de un país plural como Bolivia; y que muestran una absoluta falta de respeto a la libertad de credo, a la libertad de creencias, a la identidad étnica – cultural y a la libertad religiosa, a la cual tenemos absoluto derecho: todos y cada uno de los seres humanos:

ESPERANZAS  y DESESPERANZAS

Al cierre de estos comentarios, se ha difundido por los medios de prensa, que enviados de la ONU, conjuntamente con la Conferencia Episcopal y el Congreso bolivianos, están intentando sentar las bases para llevar adelante una salida democrática a la caótica situación política que se vive hoy en Bolivia. Ojalá que tales propósitos tengan absoluto éxito y muy pronto el pueblo boliviano pueda contar con un gobierno legítimo, que sea elegido en forma transparente y democrática por las mayorías.

Sin embargo y frente a ello, la autoproclamada arbitrariamente como presidente de Bolivia, la señora Janine Añez, acaba de declarar públicamente que va a perseguir a los miembros del partido político de Evo Morales, el MAS, aduciendo que habrían cometido delitos contra Bolivia. Estas amenazas se vierten, sin tener en cuenta, que a la fecha no existe ninguna sentencia condenatoria contra algún político contrario al régimen de  Jeanine Añez, que lo imposibilite de participar electoralmente;  por consiguiente, las amenazas que esta señora vierte, constituyen expresiones  arbitrarias, totalmente anti-democráticas y dictatoriales, que merecen el repudio mundial.

 

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One thought on “BOLIVIA: ¿LA DEMOCRACIA BAJO LAS ARMAS?

  1. El racismo al interior de las propias poblaciones rurales es en muchos casos mayor q la q se observa en Lima y en el caso peruano es en el sur donde se discrimina mas siendo la etnia aymara la mas expuesta. Puno es un ejemplo d ello y lo mismo sucede en Bolivia. Allí también se da la batalla por occidentalizarse.

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