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COMUNIDADES CAMPESINAS y FEDECCAL

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Pedro Alva Mariñas*

A la memoria de destacados líderes de comunidades campesinas y de la FEDECCAL,  que nos acompañaron, con integridad y perseverancia, en tramos de estos 30 años de peregrinaje por las comunidades campesinas y originarias de Lambayeque: Narciso Ayesta Gonzáles (Reque), Santiago Esquives Chiscul (Reque), Segundo Reyes Callirgos (Chongoyape), Juan Vargas Rojas (Jayanca), Armando Chanamé de los Santos (Ferreñafe), Agapito Abril Peralta (Huabal), Cipriano Benítez Santamaría (Las Salinas) y Alberto Navarro Ramos 

IDENTIDADES QUE PERSISTEN

Hace 30 años en un Informe del I Congreso de Comunidades Campesinas: “el I Congreso de Comunidades Campesinas de Lambayeque constituía no sólo un trascendental evento gremial, sino, en el fondo, un verdadero crisol de las diversas etnias y grupos humanos existentes en el antiguo Lambayeque y que aún persisten en nuestras comunidades campesinas. Allí estaban los Gordillo de Santa Rosa; los Puyén, Ayesta de Reque; los Liza, Neciosup y Chafloque de Monsefú; los Chancafe, Pejerrey de Mocupe y los tradicionales apellidos de Huamán, Tantarico, Rinza, Carlos, etc. de las comunidades andinas de Lambayeque” (Alternativa. CESS. Febrero, 1988).

30 años después, al revisar los apellidos de los nuevos dirigentes de FEDECCAL, elegidos en el V Congreso de Comunidades Campesinas de Lambayeque, comprobamos la persistencia de la diversidad étnica del antiguo Lambayeque, que no han cambiado mucho, pero ya expresan el impacto de la migración desarrollada en las dos últimas décadas: Severino, Purisaca, Carlos, Manayay, Bazán, Heredia, Yarlaqué, Santisteban, Palma, Castro, Morán, Vílchez, Laboriano, Manayay, Llaguento, Flores, Leonardo, Castro, Reyes, Pejerrey, Purihuamán, Lucero, Piminchumo, Tantarico.

Este origen étnico andino de las comunidades campesinas fue expresamente reconocido por el Estado republicano al otorgarles el reconocimiento oficial como “comunidades indígenas”, tal como se puede leer en las resoluciones supremas de reconocimiento de 15 comunidades de costa y de sierra. Este es uno de los antecedentes que favorecen la propuesta que estamos promoviendo de añadir a sus denominaciones actuales el término indígena, originario, muchik o quechua u otro equivalente y que les permita acogerse a la protección que les brindan las normas internacionales como el Convenio 169 de la OIT. Al respecto las comunidades campesinas de Chongoyape y de Monsefú ya optaron por este camino y la Fedeccal está recomendando que este tema se debata en las comunidades campesinas en base a una propuesta promovida por INDER y que incluye los conceptos de Pachamama, el Buen Vivir, los derechos colectivos, la ciudadanía activa.

Otra dimensión que explica la vigencia de la Fedeccal es la práctica de una relación de reciprocidad entre comunidades campesinas de costa y de sierra. Los primeros siempre están interesados en que las comunidades de sierra estén bien representados a pesar que por el número de comuneros son una minoría. No se concibe una reunión de Fedeccal sin la presencia de por lo menos una comunidad campesina de sierra y en todas las directivas de la Federación las comunidades campesinas de la serranía han ocupado puestos importantes y, en la directiva recién electa, ostentan nada menos que la vicepresidencia de la Federación.

Debemos también afirmar que los acuerdos se toman de consenso, es decir por unanimidad y después de ser leídos y aprobados punto por punto. No hay mayoría y minoría y, si no hay acuerdos de consenso o de amplísima mayoría, simplemente no se los toman. Por ello es muy usual que las directivas comunales se eligen en una lista de consenso y sólo recordamos la difícil y complicada votación del I Congreso de Comunidades en la que se promovió la votación de dos listas rivales y que casi termina en un fracaso absoluto. La interacción entre ellos, el dinamismo del dirigente, su preocupación por su comunidad, sus logros en su gestión y su “buen nombre” son factores que determinan la elección del presidente de la FEDECCAL.

De alguna manera la FEDECCAL está reproduciendo elementos andinos que parecieran ya olvidados como la reciprocidad intercomunidades y entre comunidades de costa y de sierra. También se trata de practicar elementos del liderazgo andino en la que se privilegia el acuerdo, el consenso y el largo debate, en vez de voto que zanja mayorías y minorías rápidas … pero frágiles.

¿CUÁNTAS COMUNIDADES Y CUÁNTOS COMUNEROS?

En el departamento de Lambayeque existen 28 comunidades campesinas reconocidas oficialmente, 14 de estas comunidades campesinas se ubican en la Provincia de Lambayeque, 10 en la Provincia de Ferreñafe y 5 en la Provincia de Chiclayo. Geográficamente 10 comunidades se ubican en la serranía de Lambayeque y 19 en la zona de costa. Adicionalmente podemos decir que 16 de ellas se consideran “tradicionales” por haber logrado su reconocimiento oficial antes de la Ley de Reforma Agraria y las otras son “nuevas” reconocidas en el periodo post Reforma Agraria.

No es fácil precisar con exactitud el número de comuneros empadronados en las comunidades campesinas de Lambayeque porque no se cuenta con un sistema de comunicación efectiva, porque los empadronamientos a veces no reflejan la realidad, o porque algunos dirigentes optan por “desaparecer” los padrones oficiales para reemplazarlos por listados de comuneros.

Sólo a manera de ilustración mencionaremos que la Comunidad Campesina Santo Domingo de Olmos es que caso que más nos llama la atención, en sentido negativo, por la sensible disminución del número de comuneros empadronados que de 22,000 el año 2010, se ha reducido a 14,506 el año 2017, según el reporte del Comité Electoral Comunal de Olmos. De esta manera se expresa la grave crisis por la que atraviesa esta Comunidad por los impactos negativos del Proyecto Olmos y el manejo poco transparente e ineficiente de sus últimas directivas comunales.

Por otra parte la Comunidad Campesina San Pedro de Mórrope, nos presenta el otro lado de la medalla, pues ha logrado superar los 31,000 comuneros empadronados con lo cual se convierte en la Comunidad más numerosa de Lambayeque y una de las más numerosas del país. En el reciente proceso electoral votaron más de 22,000 comuneros y su presidente es ahora dirigente de la FEDECCAL para el periodo 2018 – 2020.

Por lo anterior nos parece plausible hablar de un total aprox. De 70,000 comuneros empadronados en las 28 comunidades campesinas oficialmente reconocidas, cifra basada en los datos que tenemos de casi todas las comunidades campesinas y que la Oficina de Asesoría Rural de INDER los actualiza cada cierto tiempo. Por lo anterior consideramos inconsistente la información del INEI que reduce el número de comuneros lambayecanos a 35,000 comuneros.

Comunidades Campesinas – originarias de Lambayeque. Afiliadas a FEDECCAL. 

Consideramos importante remarcar que comunidades campesinas que, no perteneciendo a Lambayeque, han participado en actividades, han solicitado su afiliación o se sienten parte de la FEDECCAL y nos referimos a las comunidades campesinas: Virgen del Cisne de Tocmoche, San Juan de Licupís, San José de Yaque, Santiago de Cachén de Miracosta y San Francisco de Anguyacu (Provincia de Chota – Cajamarca), San Pedro de Lloc y Chepén (La Libertad)

V CONGRESO DE COMUNIDADES CAMPESINAS

Con la elección de una nueva Junta Directiva para el periodo 2018 – 2020 la Federación de Comunidades Campesinas de Lambayeque – FEDECCAL, celebró su XXX Aniversario de Fundación, ocurrida exactamente un 31 de enero de 1988.

José Luis Severino Purisaca, presidente de la Comunidad Campesina San Julián de Motupe y Rolando Carlos Manayay, presidente de la Comunidad Campesina San Pablo de Inkawasi, elegidos respectivamente como presidente y vicepresidente de la FEDECCAL se constituyen nuevamente en el símbolo de la unidad entre comunidades campesinas de costa y de sierra, gracias a una relación horizontal y respeto mutuo forjadas a pesar de sus diferencias y distintos ritmos de desarrollo.

Los representantes de comunidades campesinas volvieron a reiterar los problemas que los aquejan desde buen tiempo atrás y otros que recién aparecen; sin embargo en esta oportunidad las intervenciones enfatizaron en la necesidad que el Estado los visibilice, los reconozca como socios en los esfuerzos por el desarrollo rural, en la lucha contra la pobreza y pobreza extrema. Igualmente demandaron que, junto con las Rondas Campesinas, sean reconocidas como aliados en la lucha por la seguridad en el campo y también actores y aliados en defensa del medio ambiente y los recursos naturales. En este punto terminaron demandando al gobierno nacional y al gobierno regional la apertura de un diálogo intercultural con las comunidades campesinas y la Federación que las representa.

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*Pedro Alva Mariñas. Oficina de Asesoría Rural de INDER

MISHAHUANGA. LAS LAGUNAS SAGRADAS.

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Pedro Alva Mariñas*

Las lagunas de Mishahuanga y el cerro del mismo nombre han contribuido a darle fama a Miracosta. Hace 150 años que Antonio Raimondi la visitara allá en agosto de 1869 y de lo cual no ha dejado un interesante testimonio. En esta imagen una vista de la laguna Clara, aprovechando los escasos tiempos de luminosidad que se generan en la zona.

Resulta llamativo que las más importantes lagunas del norte del país, como las lagunas Las Huaringas de Huancabamba, las lagunas Tembladera y Mishahuanga se compongan de dos lagunas principales, contiguas o en todo caso muy cercanas una de otra. Ello dialoga bien con el concepto dual de las sociedades andinas prehispánicas (grande – chica, arriba – abajo, clara – oscura). En algunos casos se habla de tres lagunas contiguas, pero en el caso de Mishahuanga la tercera es más un rebose de la segunda y en el caso de Tembladera, la tercera laguna está algo alejada y al otro lado de la divisoria de aguas.

La laguna Clara de Mishahuanga, debe su nombre a su aspecto más transparente, es la más extensa y la que serviría para hacer florecimientos, curaciones y sanaciones. Muy cerca y hacia el Este se encuentra la laguna Oscura que será utilizada para realizar limpias, eliminar maleficios y neutralizar las malas artes.

A una altura de 3,950 m. de altitud, una variedad de paja de altura, conocida como ichu es la especie dominante en toda la zona. Se encuentran también diversas variedades de plantas, todas ellas de tallos muy cortos que crecen formando una especie de tapiz verde salpicado de varios colores dada las pequeñas flores que sobreviven en condiciones realmente difíciles.

Esta dualidad podría facilitar también la actividad de los maestros (brujos/curanderos) que utilizarían la laguna Clara para hacer curaciones y sanaciones; mientras que la laguna Oscura serviría para hacer daño, quitar maleficios o neutralizar malas artes. En nuestra visita se han encontrado evidencias de la presencia de maestros curanderos (hacen el bien) y brujos (hacen o trabajan contra el mal) en ambas lagunas. Puntualizamos que las lagunas Mishahuanga no son, todavía, destino de peregrinaciones como sí lo son Las Huaringas de Huancabamba – Piura.

EL TESTIMONIO DE RAYMONDI

 Hace exactamente 150 años que el célebre naturalista italiano Antonio Raymondi visitó a Miracosta (Cachén) y a las lagunas de Mishahuanga que las nombra Mishacocha. La visita ocurrió un día de agosto de 1869. En sus escuetas referencias nos habla de la existencia de tres lagunas, la primera con muy poca agua, la segunda más amplia y la tercera que era la más grande y una de sus orillas estaba constituida por grandes farallones de roca. Inmediatamente observó que con la construcción de un dique en el lugar que desagua la segunda laguna se podría almacenar grandes cantidades de agua para asegurar la producción de haciendas y poblaciones, valle abajo.

Raimondi revela su distancia con las creencias lugareñas: “Lo que me llamó la atención en esta visita a las lagunas Mishacocha, era ver la poca resistencia con que sufren los habitantes de aquellos lugares la baja temperatura de la Cordillera, poseyendo además la absurda preocupación, que la Cordillera y las lagunas se embravecen tan sólo con ir a ver éstas últimas” (El Perú. Tomo I. pág. 353).

Efectivamente detalla que mientras él y su acompañante estaban haciendo varias mediciones en las lagunas, su acompañante, natural del pueblo, estuvo todo el tiempo acurrucado de frío tras una piedra. Quizás no sólo de frío, sino también de miedo, nos atrevemos a decir con mayor y mejor conocimiento de los componentes culturales andinos que el ilustre naturalista no llegó a valorar. Sorprendente que en tan poco tiempo recorriera tantos lugares del norte del Perú y en aquellos tiempos.

Una vista de la montaña de Mishahuanga desde el pueblo de Miracosta. Nótese la forma de cabeza felínica que presenta uno de los cerros, lo que contribuye a darle su carácter místico.

LA PARTE ALTA DE LOS VALLES.

La montaña de Mishahuanga es una importante fuente de agua dulce y lo prueban la existencia de 8 lagunas en ambos flancos. Las lagunas del flanco este da lugar al río Sangana que es uno de los ríos formadores del río La Leche. Las lagunas del flanco oeste, dos de ellas son las lagunas de Mishahuanga que con otras contiguas forman el río que pasa a unos 200 m. del pueblo de Tocmoche y que se une al río Sangana para luego confluir con el río Moyán que baja de las alturas de Inkawasi para dar nacimiento al río La Leche, río que da mucho que hablar en los episodios de lluvias intensas.

El distrito de Miracosta está íntimamente vinculado al departamento de Lambayeque, al conformar parte de la cuenca del río La Leche; pero también en su territorio se forma un riachuelo que es tributario del río Chancay, conformando parte de la cuenca del Chancay – Lambayeque. Es tiempo de hablar de políticas de compensación a la parte alta del valle por el agua que se genera en su territorio y que baja a fertilizar los campos de las partes media y baja de los valles y así ir plasmando una gestión integrada de cuenca e ir estableciendo políticas de justicia hídrica.

LA APUESTA POR EL TURISMO.

Una conversación con autoridades y líderes locales, especialmente con el alcalde Hugo Montalvo Fernández, nos convencen que se está apostando por promover el turismo hacia el distrito de Miracosta y en especial consideran que la numerosa población asentada en la costa de Lambayeque podría ser motivada para visitar esta parte de la serranía que tiene atractivos culturales muy importantes tanto del pasado como del presente. Abona en su favor que la naturaleza ha sido pródiga pues la ha dotado de bellos paisajes enmarcados por la majestuosidad de la cordillera de los andes que cruza su territorio y que alberga a las mágicas lagunas de Mishahuanga que tienen las condiciones para ser la base de un circuito turístico místico, cultural y de aventura.

El pueblo de Miracosta, capital del distrito del mismo nombre, tiene una muy antigua
data que nos remontan a las primeras décadas de la Colonia cuando fuera fundada
con el nombre de Santiago de Cachén, unificando la nueva religión católica y el
nombre del grupo étnico asentado en la zona en tiempo prehispánicos.

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Una versión de este artículo fue publicada en el Dominical del diario La Industria de Chiclayo. Esta es la que consideramos la versión definitiva.

*Antropólogo social, investigador del Instituto de Desarrollo Regional (INDER)

EL PAÑO MÁS GRANDE DEL MUNDO

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Pedro Alva Mariñas*

Esta historia se encuadra dentro del enorme y loable esfuerzo que realiza el pueblo de Monsefú por revalorar sus tradiciones culturales, de raíces muchik, y convertirlas en actividades de fortalecimiento de la identidad local, de reconocimiento regional y nacional y de generación de ingresos para su población. Los personajes de esta historia son una familia dedicada a la artesanía textil por generaciones y la Municipalidad Distrital de Monsefú deseosa de añadir logros temporales a su gestión. El resultado de este encuentro fugaz fue la confección del “Paño más grande del Mundo” que consolidó la tradición artesanal de Monsefú en el contexto regional y nacional, pero igualmente confirmó que se trató de una coincidencia fugaz, no sostenible.

LA TRADICIÓN TEXTIL DE MONSEFÚ

Todo parece indicar que la tradición textil de Monsefú y Callanca le viene de tiempos bastante antiguos, fueron familias asentadas en Callanca y luego en Monsefú que se especializaron en la producción textil y sus productos fueron valorados como una contribución a los gobernantes prehispánicos y luego fueron exigidos como tributos a los encomenderos españoles (David Ayasta,2007). Un trabajo más reciente (Cristina Gutiérrez, 2016) destaca que la artesanía de Monsefú y otros pueblos descansa en el trabajo especializado de familias que conservan una tradición a pesar de estar cercados por la producción moderna. Se destaca también que la producción artesanal sirve para sellar alianzas, consolidar matrimonios, establecer vínculos duraderos con personas, dinamizar economías y generar ingresos.

Pero en “tiempos pasados” tenía una función más bien práctica: envolver el almuerzo para que se mantenga caliente, acomodarlo en la alforja y hacérselo llegar al esposo que estaba trabajando en la chacra. Ya en la chacra se lo usaba como mantel y también como servilleta. Esta pieza era acompañada por una faja para apretar la cintura, necesaria para trabajar en el campo y una alforja que lo pueda lucir con orgullo.

EL PAÑO DE MONSEFÚ.

El paño de Monsefú es una pieza del arte textil local que parece tiene vida propia, personalidad, una pieza no se parece a otra, se la confecciona para que tenga larga vida, se lo adorna para que sea bien visto y apreciado, lleva tiempo confeccionarla y muy pocas personas los pueden hacer, es también una pieza costosa.

Según Jackie Ayasta Caicedo, el paño es tejido en un telar de cintura, atado a un tronco o a un soporte sólido, se usa hilos de algodón, hilos perla y también en combinaciones (de calidades diversas), el paño tiene que llevar el pavo real característico. Sus dimensiones pueden variar, las calidades de los hilos pueden ser diferentes, en el tamaño también, en los motivos que la adornan y en los versos que llevan.

Si bien es cierto no existe un tamaño estándar, los paños pueden tener hasta 1.80 m. de largo por 0.80 m. de ancho y el tamaño más usado tiene aproximadamente 1.20 m. de largo por 0.45 m. de ancho.

Un paño no puede faltar en el rito del matrimonio “al estilo Monsefú” pues, en un momento especial de la celebración, con los invitados ya en casa, se escenifica la entrega de los paños al novio, a sus familiares directos, a los padrinos y se puede incluir a otras personas. Cada uno de ellos recibe un paño que lleva grabado un “refrán” o verso aleccionador, lleva también la fecha del matrimonio. En general es una expresión del aprecio de la familia de la novia a la familia del novio; pero también es un mensaje familiar que la novia es laboriosa, es trabajadora.

EL CAMINO A UN RÉCORD.

De a pocos, desde las conversaciones de la alcaldesa con las artesanas fue emergiendo la idea de hacer algo excepcional en el próximo FEXTICUM para que, se captara el interés se fue perfilando la idea de confeccionar “El paño más grande del mundo”. Consolidada la idea resultó muy fácil ubicar a la familia que reuniera las condiciones de calidad, de cumplimiento y capacidad para liderar un emprendimiento de esta magnitud. Esas virtudes la encontraron en la familia Cornejo Chavesta a la cabeza de la cual estaba doña Paula Cornejo Senmache que ya para entonces estaba en sus respetables 75 años de edad.

Se acordó entonces confeccionar un paño de veinte metros de largo por cuatro metros de ancho. Si consideramos que un paño normal se confecciona de 1.20 m. de largo por 0.45 m. De ancho, estamos hablando de multiplicar varias veces las dimensiones normales de un paño.

UNA FAMILIA DE ARTESANOS.

La tradición textil parece que les viene de familia pues, remontando los tiempos se recuerda a doña Toribia Lluén Cuyate que casó con Hilario Senmache, de cuya unión nacieron sus hijas Francisca y Rosario Senmache Lluén. Francisca Senmache Lluén casó con Rudecindo Cornejo Ayesta con el que tuvieron cinco hijos: José, Eugenio, Hilario, Paula y Marcelina. Ha sido Paula Cornejo Senmache la que más ha destacado en el arte textil, pero las otras hermanas no se quedaron atrás y han hecho florecer a destacadas artesanas.

Paula Cornejo Senmache casó con Agustín Chavesta Caicedo y tuvieron cuatro hijos: Manuela, María, Amelia y Agustín. Todos ellos con el arte en la sangre, pero es María la que más destaca en el arte del tejido y para seguir la tradición familiar, la nieta Rosa Angélica Mimbela Chavesta tiene habilidades en el tejido.

LA ELABORACIÓN DEL PAÑO

Paula Cornejo Senmache de Chavesta convirtió el compromiso adquirido en un “un asunto de familia” ya que su elaboración implicaba multiplicarlo todo varias veces, así:

  • Se tuvo que acondicionar un corralón de la familia para instalar el gigantesco taller artesanal.
  • Se mandaron confeccionar varios implementos de gran tamaño para la obra
  • Utilizaron 30 madejas de hilo tren de tres carros
  • 10 conos de 1 kg. Cada uno para la trama
  • 3 Kg. De hilo de seda para las labores.
  • 5 Kg. De hilo de seda color verde para las figuras.

A pesar del empeño puesto la obra fue sufriendo inevitables aplazamientos: no hubo espacio aparente para tender las madejas y ello obligó a acondicionar el corral de la familia, como consecuencia del duro trabajo doña Paula enfermó y tuvo que ser llevada a Chiclayo para su atención, en el corral el aire y los continuos vientos hacían muy difícil trabajar.

Por fin el paño quedó concluido y entregado para el Fexticum 2016, fue recogido del taller de la familia de artesanos y, en multitud, fue llevada a los ambientes de la Municipalidad, constituyendo todo un acontecimiento y el mayor atractivo del Fexticum.

Según una descripción del paño (Francisco Capuñay) en un extremo del inmenso paño se había “labrado” el escudo del distrito, las infaltables pavas y un verso que decía:

“No tengo hilos de oro,

tampoco de rubí.

Tengo hilos de cariño,

escogidos para ti”.

En el otro extremo se había perennizado el Arco de la Amistad y una pareja de danzantes que se los puede apreciar a la entrada de la ciudad de M0nsefú. Junto a las figuras se podía leer el verso:

“En la palma de mi mano,

te quisiera retratar

para tenerte presente

y no poderte olvidar”

El paño se convertiría en la pieza artesanal más fotografiada, comentada y admirada de ese Fexticum y de algunos más. Se relanzaba el Fexticum y se consolidaba a Monsefú como una tierra de artesanos por excelencia. También doña Paula Cornejo Senmache sumó un nuevo lauro a su dilatada actividad de tejedora tradicional de Monsefú. Ella moriría (2018) con el orgullo de haber contribuido a la bien ganada fama de su pueblo y prestigio de su familia.

EL PAÑO YA NO ESTÁ.

Se escucharon voces, se expresaron propuestas para colocar el paño más grande del mundo en una vitrina especial, en un lugar adecuado para su exhibición pero preservándolo del tiempo y del maltrato. Se habló incluso de construir un museo. Pero nada se concretó y después de protagonizar jornadas memorables como el “matrimonio de don paño con doña causa” el famoso tejido fue víctima de un largo peregrinaje por multitud de eventos, exhibiciones, ferias y cada vez regresaba con daños que, sumados, obligaron a pensar en una reconstrucción del tejido que tampoco se concretó.

Don Paño terminó arrumado al pie de las escaleras de un ambiente de la Municipalidad, avergonzado de las manchas que acumuló, del deshilachado de algunas de sus partes, de las mordidas de roedores … hasta que una administración municipal acordó deshacerse del paño y se buscó un ropavejero para que lo llevara a su destino final ….. lo buscamos afanosamente en estas semanas y don Paño ya no responde …

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS.

 AYASTA VALLEJO, DAVID MARTÍN

Alforjas: Herencia labrada de Monsefú. Lambayeque, agosto 2007. http://www.librosperuanos.com/autores/articulo/00000001079/Alforjas-Herencia-labrada-de-Monsefu

 GUTIÉRREZ LAMADRID, CRISTINA

Lambayeque, algodón nativo y artesanía textil. Universidad San Martín de Porres. Lima, 2016.

CAPUÑAY CAMPOS, FRANCISCO

Raíces Vivas de Monsefú. Empresa de Turismo y Publicidad Libertad.

Detalle del artículo publicado inicialmente en el Dominical de La Industria de Chiclayo. 10 de febrero de 2019.

*El autor es integrante del Instituto de Desarrollo Regional – INDER.

 

 

 

 

 

 

GOBIERNO REGIONAL RECONOCE A FEDERACIÓN DE COMUNIDADES CAMPESINAS

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Pedro Alva Mariñas*

Mesa directiva del V Congreso de FEDECCAL

Las comunidades campesinas de Lambayeque y la Federación de Comunidades Campesinas de Lambayeque – FEDECCAL, que las representa, se han beneficiado de una decisión del Gobierno Regional de Lambayeque mediante la expedición de la Resolución Ejecutiva Regional N° 36-2018-GRL.LAMB/PR. Expedida el 31 de enero de 2018, fecha que coincide con el 30 Aniversario de la Federación de Comunidades y, en ese sentido, se constituye en un reconocimiento formal del Estado a la función de representación legítima que ha desempeñado la FEDECCAL a través de estos 30 años de vida institucional.

La norma regional recuerda que el 31 de enero de 1988, las comunidades campesinas del departamento de Lambayeque reconocidas oficialmente por el Estado en diversos periodos, se reunieron para constituir la Federación de Comunidades Campesinas de Lambayeque – FEDECCAL, como instancia representativa de las comunidades campesinas que les permitiera asumir la defensa de sus fueros, pero también  orientada a la coordinación y concertación con las instancias del Estado para el logro del desarrollo de sus territorios y el mejoramiento de la calidad de vida de las familias comuneras. Justamente la decisión del gobernador regional fue comunicada oficialmente por el consejero regional Antonio Riojas Ortega que participó en la ceremonia especial desarrollada a mediodía del 31 de enero del 2018 en un local institucional del distrito José Leonardo Ortiz.

Se remarca que en el ámbito de Lambayeque existen veintinueve comunidades campesinas reconocidas oficialmente que pertenecen a la costa y sierra, albergando a más de setenta mil comuneros empadronados, quienes son propietarios o posesionarios de gran parte del territorio departamental. Asimismo se reconoce que en estos espacios se reproducen elementos de nuestra identidad regional siendo depositarios de saberes tradicionales, con la esperanza en un país inclusivo, de igualdad de oportunidades, apostando, a pesar de las dificultades, por una región desarrollada que permita una vida digna para todos.

Efectivamente en Lambayeque existen 28 comunidades campesinas reconocidas oficialmente: 13 se ubican en la provincia de Lambayeque, 9 comunidades en la Provincia de Ferreñafe y 6 comunidades en la provincia de Chiclayo.

La expedición de la resolución ejecutiva encuentra sustento en el artículo 89° de la Constitución Política, en el artículo 2° de la Ley 2465, llamada Ley General de Comunidades Campesinas que las defines como “organizaciones de interés público, con existencia legal y personería jurídica, integradas por familias que habitan y controlan determinados territorios, ligados por vínculos ancestrales, sociales económicos y culturales” y cuyos fines se orientan a la realización plena de sus miembros y del país.

El Gobierno Regional de Lambayeque deja en claro que el reconocimiento público a la FEDECCAL, no es nuevo sino que tiene larga data, como lo atestiguan diversos documentos y multitud de funcionarios y periodistas que han dado fe de este reconocimiento real, práctico que, a fin de cuentas es el que cuenta. Igualmente se menciona que la Federación participa en varios espacios participativos generados desde el Estado, entre los que se menciona: Comité Ejecutivo Regional de la Mesa de Concertación Para la lucha Contra la Pobreza – MCLCP, Comité Departamental de Cooperación y Apoyo a los Censos de Lambayeque, Comisión Técnica Regional del Proceso de Zonificación Ecológica y Económica y Ordenamiento Territorial, Asamblea de Agentes Participantes del Presupuesto Participativo Regional, Comité de Vigilancia del Proceso del Presupuesto Participativo Regional, Comisión Ambiental Regional, Mesa de Concertación del Algodón Nativo y Consejo Regional de Productos Orgánicos – COREPO.

Por lo anterior y, por mucho más, el Gobierno Regional de Lambayeque resuelve:

“ARTICULO PRIMERO.- RECONOCER el trabajo y la labor que viene desempeñando la Federación de Comunidades Campesinas de Lambayeque – FEDECCAL, como institución representativa de las comunidades campesinas y originarias de la Región Lambayeque.

 ARTÍCULO SEGUNDO.- FELICITAR a la Federación de Comunidades Campesinas de Lambayeque – FEDECCAL, con motivo de cumplir el 31 de enero del presente año su Trigésimo Aniversario de vida institucional democrática y de aporte al fortalecimiento de las comunidades campesinas y al desarrollo sostenible de la Región Lambayeque”

De esta manera el Estado – a través del Gobierno Regional de Lambayeque ha tenido un gesto amigable para las comunidades campesinas y la Federación que las representa y, nos parece bien que el consejero regional Antonio Riojas Ortega y luego el gobernador regional Humberto Acuña hayan tomado la decisión de hacerlo realidad en una fecha tan especial como el 30 aniversario de fundación de la FEDECCAL. No es casual tampoco que me haya correspondido a mí recibir y leer este documento en pleno V Congreso de Comunidades Campesinas de Lambayeque.

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* El autor es asesor de la Fedeccal desde su fundación.

 

LA FERIA DEL SEÑOR DEL COSTADO

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Pedro Alva Mariñas*

La imagen del Señor del Costado en procesión por las calles céntricas del pueblo de Santacruz

La “Feria Patronal en Honor al Señor del Costado” es la más importante festividad que se realiza en el pueblo de Santa Cruz de Cajamarca y cuyo día central es el 28 de Septiembre. Esta Feria que reúne a multitud de fieles venidos de diversos puntos de la Provincia y muchos lugares del país y del extranjero, consta de cinco tipos de actividades: los actos propiamente religiosos, las actividades económicas, las actividades de recreación, las tardes taurinas y las dinámicas sociales relacionadas con las visitas de paisanos y familiares. Estas actividades que se desarrollan en un apretado calendario explican la masiva concurrencia de personas, la permanencia de la Feria a través del tiempo y que se haya convertido en parte importante de la identidad de los cruceños de todas las edades.

Los productos de la tierra

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La actividad agropecuaria sigue siendo la más importante de la Provincia de Santa Cruz y ello justifica que el Programa le da un merecido lugar bajo el nombre de “XXVI Feria Agroindustrial, Artesanal, Folklórica y Turística” que se realiza en las afueras del pueblo, en el lugar conocido como “Sapuy” Santa Lucía. Esta actividad tiene su programa especial y, como se comprenderá, lo más importante es la transacción de animales, productos, equipos y la realización de compromisos económicos diversos.
En cuanto a comida se puede apreciar los chicharrones con mote, otros platos tradicionales no son fáciles de encontrar y parece que los cruceños han sucumbido al pollo y al arroz como en tantos lugares. Ya en el pueblo pudimos degustar el cuy con papas y en casa de la tía Paula nos regalaron con un “caldo verde” y el primo Andrés nos hizo saborear el famoso “shurumbo”.
El aguardiente de caña, llamado también “yonque”, es considerado el licor de bandera de esta Provincia ya que el fértil valle del Chancay – Baños está saturado de “oficinas” que procesan este aromático licor. Vale la pena mencionar el esfuerzo que pequeños empresarios están haciendo para “ponerle traje nuevo” a este licor para atraer a nuevos compradores y colocarlo a nivel de otros licores. Se está poniendo más cuidado en el proceso de elaboración, de envasado y etiquetado de este licor que ya luce los nombres de la destilería de origen y el grado de alcohol que contienen y que fluctúa entre los 21° y los 23° los más fuertes.

Las actividades religiosas

Las actividades religiosas tienen como centro el templo principal del pueblo de Santa Cruz en cuya nave central luce en un altar especial el Señor del Costado, siempre visitado, iluminado con velas y cirios, adornado con arreglos florales diversos.

Imagen del Señor del Costado en las vísperas de la Feria

                                       APARICIÓN DEL SEÑOR DE COSTADO
“corría uno de los días del año 1674, … cuando fue sorprendido un grupo de españoles católicos, avecindados en el pueblo … con la repentina aparición de una mula cargada con un largo y enorme cajón y que vagaba en la plaza sin dueño o arriero;  … pero llegó la noche y el dueño no aparecía … entonces – por acto de humanidad – acordaron: descargar a la mula y guardar la misteriosa carga, cuyo contenido ignoraban, en la Casa Municipal …”
“Pasó un año redondo inadvertidamente y no se presentó el esperado dueño de la susodicha carga y es entonces que resolvieron las autoridades y vecinos notables abrir el cajón longitudinal y viendo su contenido, inventariarlo … Se hizo la apertura … y cuál no sería su asombro general, cuando … se encontró la hermosa y bien forjada imagen del Señor del Costado de Jesús – de tamaño natural – sin vestidos y de formas humanas muy naturales, con solo un sudario blanco que cubría de la cintura a los muslos”

                       (Pedro Alva M. tomado de Manuel Ugaz 1936)

Las actividades religiosas incluyen los rezos programados varios días antes, la Misa Central del 28 de Septiembre, celebrada por el Obispo de Chiclayo, Monseñor Robert Prevost, acompañado del Párroco Antero Céspedes Verona y de otros siete sacerdotes, hecho calificado como de extraordinario por personas conocedoras de estos hechos.
Luego de concluir la solemne misa se da inicio a la Procesión del Señor del Costado que luce sus mejores galas y va parado en su anda de madera muy adornada con ramos florales, cargado en hombros de sus fieles y acompañado de una banda de músicos. A manera de fondo se escucha el estruendo de cohetes que hace saber a la población que la procesión está en marcha.  La Procesión realiza un recorrido por un tramo más bien corto del pueblo de Santa Cruz, haciendo algunas paradas para los homenajes de familias e instituciones y el cambio de las cuadrillas de cargadores.

Actividades de esparcimiento

En el campo ferial se terminan las actividades comerciales con una celebración

La Feria Patronal tiene numerosas actividades de esparcimiento, entre las que mencionaremos las peleas de gallos, las retretas en el parque principal, el saludo a los visitantes, el bingo y almuerzo organizado por la Parroquia, los bailes sociales amenizados por grupos de fama nacional. Pero las actividades recreativas más importantes son las “noches de fuegos artificiales” que convierten a las noches cruceñas en verdaderas noches de luces y de colores. La experiencia se vuelve inolvidable con la gente bailando en el Parque Principal, apropiándose de un espacio público como debiera ser la regla en otros lugares.

Las tres tardes de toros

Tres tardes de toros constituyen las actividades recreativas más importantes

Tres tardes de toros constituyen las actividades recreativas más importantes

La afición por las corridas de toros es una herencia muy enraizada en Santa Cruz y en, cierto nivel, mantiene una competencia con los distritos de Cutervo y Chota cuyas ferias taurinas son más prolongadas.
Con el tiempo debido y haciendo un esfuerzo notable se contratan a toreros y se destinan 18 toros a ser lidiados en tres históricas tardes que dura la “Feria Taurina” que se vive con una gran intensidad. En esta oportunidad se contrataron tres toreros extranjeros (España, Portugal y Colombia) y a un torero nacional. Estas tardes de toros se financian gracias al compromiso de cruceños distinguidos que suman sus esfuerzos con autoridades, instituciones y el propio Comité de Fiesta. La diferencia se solventa con la venta de entradas.
En las tardes de toros se suceden tantos incidentes que se convierten en tema de conversación y que tienen que ver con la faena genial o pésima de tal o cual torero, los riesgos que afrontaron los toreros los toreros, las cabriolas de los banderilleros, la bravura o nobleza de los toros, el reencuentro con amigos o conocidos de años. En otros tiempos estas corridas de toros habrán sido acontecimientos perdurables en la mente de los niños cuya distracción era imitar las “corridas de toros” como lo recuerdan Beto Tello, Lucio Vera, Nayo Urraca, Jorge Chirinos y Wilberto Milián y sus respectivas hermanitas que fungían de un público entusiasmado y obligado a aplaudirlos.

El PAN COMO ELEMENTO SOCIALIZADOR

Dominical de La industria publicó el artículo.

Dominical de La industria publicó el artículo.

Delicia Tello Maradiegue, socióloga de origen cruceño, recuerda que para esta Feria las familias elaboraban su propio pan para consumir en esos días, para agasajar a los visitantes y para llevarlos a las corridas de toros a manera de un refrigerio familiar. Un pan cruceño recién salido del horno, acompañado con un buen queso de la campiña y un café pasado gota a gota, es uno de los engreimientos que les cae bien a todo cruceño y que buscan con afán los visitantes. Si bien esa costumbre de elaborar su pan familiar persiste, notamos que ya está en lento retroceso.
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Antes de nuestra partida de Santa Cruz nos damos tiempo para visitar al Señor del Costado en su altar, saludar a algunos amigos y familiares que nos acogieron con tanta generosidad y dar una última mirada al Cerro Cotorrumi que, aunque recargado de modernas antenas, sigue jugando un rol importante en la identidad de los cruceños de ayer y de hoy.
Santa Cruz, 30 de Septiembre de 2015
Fotos: Pedro Alva Mariñas y Delicia Tello Maradiegue
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 *Pedro Alva Mariñas es antropólogo por la Universidad de Trujillo, egresado de Mestría en Ciencias Políticas por la PUCP. Actualmente se investigador de INDER

EL TECHADO COMUNAL DEL TEMPLO DE INKAWASI

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Pedro Alva Mariñas

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LA ARQUITECTURA DEL TEMPLO

El Templo de Inkawasi ha sido construido en basada a columnas y paredes de adobe y una amplia techumbre con estructura de maderos que son asegurados con fibras vegetales y recubiertos por un entramado de ichu asegurado también con fibras vegetales. Este techo descansa sobre un sistema de  pilares o columnas externas trabajadas en aliso tallado. La existencia de tal concentración de columnas externas que dan solidez a la estructura invita a pensar en que se trataría de una representación simbólica de carácter religioso que está todavía por estudiarse.

Nos llama la atención que la medianía del techo, llamado en otros espacios “cumbrera” y que constituye la línea de encuentro de las partes alta y baja del techo, es rematada con una masa de barro, especialmente preparada por el grupo que llega primero a coronar el trabajo. La masa de barro con ichu une el punto de encuentro de ambas partes de los aleros del techo y garantiza que el agua de lluvias no se filtre por ese punto vulnerable.

Vreeland (Danzas tradicionales de la serranía de Lambayeque) afirma que la construcción del templo “no parece obedecer a ninguna norma occidental sino que más bien …. Hace recordar a la kallanca del templo de Wiracocha de Raqchi en el Cusco y otros lugares”. Efectivamente se trata de una construcción de manufactura andina innegable y que se resiste a ser demolida como lo han propuesto, más de una vez, algunas autoridades municipales como nos han referido algunos informantes locales. Una buena medida para protegerlo sería que el Ministerio de Cultura lo declare patrimonio cultural y así prevenir nuevos intentos de traerse un nuevo monumento histórico.

Los comuneros no tienen ninguna duda cuando responden que las principales imágenes que guarda el templo corresponden a San Pablo que es el Patrón del Pueblo (recordemos que la Comunidad Campesina de denomina San Pablo) y la Virgen de las Mercedes “que también se celebra”. Es posible que el antiguo culto a San Pablo haya sido reemplazado, en tiempos relativamente recientes, por el culto a la Virgen de las Mercedes.

En este punto y en el panorama que puedo visualizar es que las fuerzas emergentes al interior de Inkawasi son los que impusieron la prevalencia del culto a la virgen y lo sellaron al vincularla con la celebración del Takin Inkawasi que se celebra desde hace 35 años a cargo de la Municipalidad y un grupo de docentes de la zona, y en el cual no participa la Comunidad Campesina San Pablo.

UN BUEN TRABAJO DURA

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En una conversación grupal a un costado del templo sacamos muy en claro que el techado del templo tiene una larga data que es anterior a “mil ochecientos y tantos” nos dice Martino Manayay, siendo la última techa el mes de septiembre del 2010. Refieren que ésta no ha sido bien hecha lo que los ha obligado a cambiar el techo en un tiempo menor a lo previsto. Esto ha llevado a promover la explicación que “antes se hacían trabajos más bonitos, todo con arreglo y ahora ya no es como antes; por ello el trabajo aguantaba hasta 20 y 25 años y ahora dura menos”. Otros comuneros hacen referencia a los fuertes vientos de marzo y abril que malograron parte del techo.

Un entendido en la materia explicaba que hacer el trabajo tiene que ver con poner mejor madera que antes y así han reemplazado los magueyes por varas de madera que duran mucho más y que son más rectas, también recomiendan que para evitar el daño de los vientos se debe “hacer como los mayores de antes, es decir colocar el saruna de una cuarta y así agarra bien, pero si se hace a más distancia el viento lo malogra y levanta la paja”. Pero insisten en que es necesario que la calidad del trabajo se supervise y para ello se tiene que “coordinar con la Comunidad y demás autoridades principales”. Si el trabajo no sale bien habrá muchas habladurías terminan diciendo.

TRABAJANYAPA, TRABAJO DE TODOS

Sectores que techan el alero derecho (alto) del Templo

Sectores que techan el alero izquierdo (abajo) del Templo

Huar Huar Sinchigual
Tungula Kutikero
Totora Huasicaj
La Tranca Machaycaj
Tolojpampa Totorita
Tasajera Incahuasi Pueblo
La Playa Tingo

En el cuadro podemos observar el orden de los caseríos o sectores de la Comunidad para el techado del templo. Este orden se hace desde el frontis del templo, correspondiéndoles a Huar Huar el primera parte del alero derecho o alto del templo; mientras que a Sinchigual le corresponde la primera sección del alero izquierdo o bajo del templo. Anotamos también que el sector Tingo “no tiene” parte propia en el techado por su reducido número y es por ello que sus pocos comuneros se suman a los que necesitan de sus servicios. Hacemos notar que los 14 sectores comunales están organizados en sus respectivas Juntas de Administración Local (JAL), los mismos que participan en las asambleas generales de la Comunidad convocadas por la directiva central.

El 14 de agosto, primer día del trabajo, el pequeño pueblo de Inkawasi se va llenando de gente que, en grupos, vienen de los 14 caseríos o “sectores comunales” que conforman la Comunidad Campesina. Llegan cargando al hombro o en mototaxis los materiales indispensables para la techa del templo; pero traen también mantas para descansar o dormir en alguna posada y también “es costumbre traer nuestro comida para los dos días, por las noches el que tiene casa o conocido se queda en Inkawasi, los otros se regresan” nos comentaba un comunero de Kutikero.

Guillermo Purihuamán, Presidente de la JAL de Tungula contaba que la techa era una costumbre de sus abuelos y los comuneros “traemos nuestras varas, soros, jishu, bejuco o cabuya, traemos también yonke que es nuestro trago y nuestra chicha o refresco” nos dice mezclando palabras en quechua y castellano ya que se preocupa que entendamos bien lo que está diciendo. Finaliza su descripción resumiendo en una frase el techado del templo: “tucuy trabajanyapa de 14 caseríos”. Mientras conversamos con otros comuneros, escuchamos al líder del sector La Tranca pasando asistencia a sus comuneros: “Sánchez Calderón, Pastor Céspedes, Carlos Manayay, Alicia Carlos de la Cruz …” y conforme contestan o no va marcando en su cuaderno de asistencias.

Adicionalmente la directiva tiene que organizar el sistema de rondas en la noche crítica del 14 de agosto para evitar que por accidente o por descuido pueda generarse un incendio dado el material altamente combustible que se utiliza para el techado. Las rondas comunales son las responsables que no ocurra ningún accidente que ponga en peligro el techado del templo.

SIN MATERIAL NO VENIMOS

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El ichu es la especie vegetal más importante del techado porque gracias a su estructura especial permite aislar el frío o el calor del exterior, facilita que el agua escurra por su tallo fino y largo y no se filtre al interior de las construcciones. Un comunero, ya mayor, de Tungula nos contaba que el ichu lo traen de la parte alta de su caserío y que en su caso han aportado con dos cargas de ocho manojos cada uno, los cargaron en una acémila, junto con dos varas hasta su casa y de allí “todo lo hemos cargado en una mototaxi que es de mi hijo y hemos llegado con toda la familia a Inkawasi”.

Mientras que Paulino Santa Cruz Manayay, comunero de Huar Huar y antiguo ex directivo con 58 años de edad nos dice que el ichu lo trajo de un área libre de la Comunidad en la altura, su cuota ha sido media carga y que también aportó con varas y muy orgulloso nos informa que “he venido con toda la familia pues mi esposa es también comunera”

No parece que todos los comuneros tengan la misma asignación de materiales para aportar con la techa del templo pues depende del número de comuneros que tiene. Se supone entonces que los sectores con menos comuneros tendrán que aportar más que los otros y si en caso les falta material los dirigentes comunales lo solucionan ya en el mismo trabajo destinando los sobrantes para los sectores que se quedan sin materiales, como efectivamente ocurrió en esta oportunidad.

Victoriano Reyes Bernilla, comunero de Totora informa que le tocó aportar con una carga de paja, cabuya y soro y a su sector le ha tocado techar el ala de abajo del techo, exactamente entre la cuarta y quinta columna, nos dicen también que el material fue entregado en la mañana del 14 de agosto a los directivos de su JAL y calcula que de su sector estarán participando unos 60 comuneros, entre hombres y mujeres.

UN ESPACIO DE APRENDIZAJE EN EL TRABAJO

En las asambleas de sus respectivos JAL se distribuyen las responsabilidades que garanticen que se pueda llevar a buen término el techado de la parte que le corresponde. Ya cada comunero toma decisión de hacer participar a sus familiares en las tareas que le corresponden y generalmente opta por llevar a su familia a la techa.

Cada comunero que ya es mayorcito es apoyado por sus hijos. Son los más jóvenes los que suben al techo para desvestirlo y también los que lo visten pero ayudados por gente mayor que conoce de techas. Las mujeres no suben al techo, para nada, en cambio son las que escogen las pajas buenas y desechan las malas, las amarran en pequeños atados para ser entregados o lanzados al techo por personas jóvenes que se les encarga dicha tarea. El trabajo en cada sector del techo es orientado por el directivo de su respectiva JAL o por alguien que él ha delegado.

Los niños y niñas “que ya están en su edad” también colaboran de diversas maneras, no suben al techo, acompañan a sus mayores retirando el ichu, alcanzando manojos de los mismos o llevándolos para los “lanzadores”. La presencia numerosa de niños en el trabajo garantiza que esta faena se mantenga en el tiempo pues aprenden en la práctica cómo se hace una techa.

Otra de las expresiones del compartir, del espíritu comunitario que atraviesa toda esta actividad, se produce al momento del almuerzo en que los comuneros de cada sector toma asiento en el piso y sobre mantas multicolores van descubriendo sus viandas traídas desde sus lugares de procedencia y luego de una bendición comparten entre todos.

LA COMUNIDAD SUMERGIDA

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El mes de abril del 2015 la Comunidad Campesina San Pablo, reunida en asamblea y evaluando los daños ocasionados por los fuertes vientos de las semanas precedentes tomó la decisión de renovar totalmente el techado del templo de Inkawasi. Se toman varios acuerdos y se fija la fecha para los días 14 y 15 de agosto del mismo año. En esa misma reunión se confirma la responsabilidad de las Juntas de Administración Local para que cada sector cumpla la tarea de destechar y techar la parte que le corresponde.

Semanas antes de la fecha del techado las asambleas de las JAL toman las decisiones específicas que garanticen el acuerdo de asamblea general. Se fijan entonces las cuotas de materiales de los comuneros, los que participaran en las diversas actividades y quedan para que todo se controle en un cuaderno de control y asistencias.

Los directivos de la JAL son los que esperan a los comuneros en Inkawasi, anotan el cumplimiento de los aportes acordados y pasan lista a los que participan en las jornadas de trabajo. Todo ello se lleva anotado en un cuaderno y servirá para evaluar lo acordado y establecer las respectivas sanciones.

La directiva tiene funciones especiales de dirección de todo el proceso, de articular la labor de los directivos de las JAL, de coordinar apoyos económicos o alimentarios de autoridades y de resolver contingencias propias de un trabajo de esta naturaleza. Hemos visto el acuerdo tomado para que el trabajo se haga en orden, que el que avanza espere a los demás para que se emparejen, hemos visto también facilitar el apoyo para sectores que no tienen material o muchos comuneros y ordenan hacer pausas en el trabajo.

Nos quedan muy pocas dudas sobre el papel central de la Comunidad Campesina San Pablo de Incahuasi en todo el proceso del techado del templo, su participación se inicia desde fijar la fecha de hacerlo y termina con el informe del trabajo acabado. No entendemos cómo tal protagonismo se ha mantenido sumergido, invisibilizado.

ARRIBA Y ABAJO, LAS DOS MITADES

James Vreeland en su ya mencionada obra abordó de manera general la renovación del techado de la Iglesia de Inkawasi, afirmando que está vinculada a una distribución espacial y jerárquica de su población y que la cumbrera del templo (o parahilera) representaría el centro de las dos mitades, quedando los hanan para arriba y obligados a techar la parte derecha del templo y los hurin, ubicados hacia abajo, y que techan la otra parte del templo. Hasta allí consideramos un planteamiento lógico.

Pero expresamos nuestras reservas que a partir de allí se derive que el de arriba significaría también de “primera” y el de abajo de “segunda” entendido como una jerarquía de clase o de prestigio vinculadas a los apellidos. Tenemos la impresión que en este caso se dejó influenciar por las convicciones de sus informantes que, pasados tantos años, todavía se empeñan en sustentar esta posición propia de un grupo de poder local.

Por nuestra parte tampoco hemos encontrado correspondencia entre la ubicación geográfica de los caseríos de la parte alta y baja, según la cual a los primeros les correspondería techar la parte alta o derecha del techo del templo y a los caseríos ubicados en la parte baja le correspondería la parte baja o izquierda del techo del templo. Pero ello no sucede así y por ello se necesita profundizar las investigaciones sobre tan importante asunto.

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Pedro Alva Mariñas es antropólogo por la Universidad Nacional de Trujillo y es egresado de Maestría en Ciencias Políticas por la Universidad Católica del Perú. Actualmente es investigador de INDER.

Artículo publicado en el Dominical del Diario La Industria de Chiclayo. 24 julio 2016

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