Archivo por meses: febrero 2010

LLUVIAS EN CHICLAYO. LAS INUNDACIONES ANUNCIADAS

Una calle de José Leonardo Ortiz anegada. Foto pam
Chiclayo, La Victoria y José Leonardo Ortiz han sufrido lluvias persistentes que van desde leve llovizna hasta un aguacero moderado. Sabemos que muchos otros lugares de Lambayeque también han sufrido los efectos de las lluvias. El problema en este caso no ha sido tanto la intensidad sino más bien la duración de las lluvias que, habiéndose iniciado en la mañana del día 6 de Febrero, ha persistido hasta la madrugada del día siguiente. El día domingo 7 d.c., por la mañana, hicimos un recorrido por varias calles y avenidas de Chiclayo, de La Victoria y de José Leonardo Ortiz y constatamos varias situaciones que el reciente temporal saca a luz: casi todas las calles y avenidas presentan empantanamientos de diversa magnitud y en aquellos en donde no existen es porque dichas aguas terminan en el sistema de desagüe. Existen zonas, especialmente bocacalles, en las cuales se presentan aniegos de diversa que sólo pueden desaparecer por extracción o simplemente porque el calor veraniego los evaporará lentamente. Muchas calles no asfaltadas se han convertido en grandes lodazales salpicados con charcos que hacen muy difícil que las personas puedan salir de sus casas y movilizarse ya que para hacerlo tienen que sacarse el calzado o revestir su calzado con bolsas plásticas. Igualmente hemos visto que algunas obras de infraestructura hechas especialmente para este tipo de eventos no funcionan: el canal Chiclayo proyectado para evacuar las aguas del distrito de José Leonardo Ortiz ha sido nuevamente cerrado, algunas calles con las alcantarillas para lluvias se encuentran obstruidas y las acequias Cois, Pulén y Yortuque tienen su cauce casi lleno llevando el agua de regadío a chacras que seguramente están colmatadas de agua.

La ocurrencia de las lluvias en días no laborables han amainado el impacto, pero al mismo tiempo ha mostrado las grandes dificultades para que las instituciones públicas respondan a las emergencias. Obviamente a los funcionarios y servidores públicos el temporal los ha cogido en su día de descanso y por más entusiasmo que seguramente pusieron, los mecanismos institucionales nunca funcionan en domingo y en este punto debemos mencionar que si bien el sábado vimos a diligentes trabajadores municipales barrer las calles de centro de Chiclayo, el domingo fue muy difícil encontrarlos y las aguas tuvieron que esperar el primer día laborable para ser evacuadas de las calles, con el consiguiente daño al asfalto de muchas avenidas y calles.
Moradores de La Victoria con dificultades para transitar por algunas arterias. foto pam

Se tiene la impresión que la población ha mejorado su capacidad de respuesta frente a este tipo de fenómenos naturales: hemos visto menos personas barriendo el agua de sus azoteas debido a que han colocado dispositivos más eficaces para evacuarlas, se han organizado cuadrillas de vecinos para evacuar las aguas de sus calles, los pobladores han construido diversos artilugios para protegerse de las aguas que se acumulan o corren por las calles.

Sin embargo tenemos la impresión que el Estado no aprendió la lección de las grandes inundaciones pasadas y mantiene a amplios sectores de la población en una situación de inminente peligro. Nos referimos a que se siguen construyendo aceras, calles, avenidas y edificios públicos como si nunca ocurrieran inundaciones y como una muestra de ello las calles antiguas – construidas antes del FEN 1997-1998 – han vuelto a ser inundadas en los mismos tramos y muchas de las calles y avenidas nuevas igualmente han sido anegadas ya que en ambos casos no se han construido desagües pluviales. Al contemplar todo esto quedamos con el sentimiento de que no hemos aprendido, que seguimos empecinados en actuar en contra de la lógica, en contra de la propia naturaleza.

Desde el intenso Fenómeno El Niño 1997- 1998 todo parece indicar que los daños más sensibles se han empezado a producir en las áreas urbanas de Lambayeque, especialmente en las grandes ciudades como Chiclayo, José Leonardo Ortiz, La Victoria y Ferreñafe y en este punto se marca una diferencia con el periodo anterior en que los daños se centraron en el sector rural. Esto implica que los más afectados en cuanto a número y a intensidad son los pobladores urbanos, sus propiedades y la infraestructura pública de las ciudades a diferencia de que antes eran los pobladores rurales, sus propiedades y la infraestructura de riego. Esto es compatible con el vertiginoso crecimiento del sector urbano en todo Lambayeque.

Resultaría lógico que la preocupación del Estado – en todos sus niveles – se debería concentrar en acciones de prevención, emergencia y reconstrucción de los centros urbanos. Pero todo parece indicar que no es así ya que en los años post Fenómeno El Niño 1997 – 1998 prácticamente no se ha hecho ninguna obra importante para prevenir, mitigar o evitar que las lluvias causen los estragos que vienen causando en las ciudades. Efectivamente los proyectos de prevención realizados en los últimos años están centrados en el “encauzamiento” de los ríos, defensa de los puentes, limpieza de canales y drenes. En ningún caso se han desarrollado proyectos tan necesarios como el desagüe pluvial de las ciudades, el acondicionamiento de las acequias para la evacuación más eficiente de aguas, o la construcción de nuevos canales de emergencia. No se trata ni mucho menos de descuidar el campo, se trata de reconocer que las ciudades y los centros poblados no deben seguir descuidados.
Calle de Santa Victoria - Chiclayo - inundada nuevamente. Foto pam

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ACTUALIZAR LOS PLANES DE DESARROLLO

Pedro Alva Mariñas

La Municipalidad Provincial de Lambayeque, ha reafirmado la decisión de actualizar el “Plan de Desarrollo Concertado de la Provincia de Lambayeque” que había sido elaborado a fines del 2004, gracias a un convenio entre la Municipalidad y una ONG. Este documento, con 149 páginas, no tuvo la oportunidad de ser difundido entre los actores más importantes de la provincia y los intentos de publicarlo quedaron solamente en eso. A pesar de las limitaciones que tuvo, ha significado el inicio de un proceso por terminar el largo periodo de las improvisaciones y del actuar inercial de las autoridades y funcionarios. Esta iniciativa de la Municipalidad Provincial de Lambayeque nos brinda una oportunidad para ensayar un comentario general y bosquejar una alternativa.

Por ser un documento de interés general merece un breve comentario que nos ayude a enmarcar adecuadamente una propuesta de actualización del plan, propuesta que ya se encuentra en curso y que apostará por un proceso más participativo, más inclusivo y de mejor calidad técnica.

La historia de la Provincia de Lambayeque es muy larga, es muy rica y no por algo es la cuna de la Cultura Lambayeque y también es reconocida como el lugar en el que se dio el primer grito de Independencia en el norte. En los últimos años los arqueólogos han develado importantes aspectos de la sociedad prehispánica y los historiadores nos han devuelto páginas importantes del periodo colonial y republicano. No puede abordarse la rica historia de la provincia en solo dos páginas.

La Provincia de Lambayeque es la más extensa del Departamento y es la menos poblada. Su territorio tiene un extenso litoral y tiene también el área desértica más extensa. Pero, además, en su territorio existen un área de litoral, un área costeña y un área de sierra. Adicionalmente en su territorio se tienen áreas agrícolas con riego regulado, otras que no cuentan con agua y se mantienen como eriazas y otras áreas que dependen de las lluvias. En suma se trata de un territorio que tiene que ser visto y tratado como diverso, como distinto, pero que tiene que apostar por un desarrollo integral de todo su territorio y no sólo de los grandes centros poblados.

El Plan de Desarrollo debiera estar centrado en las personas, en la gente y un diagnóstico cercano de las condiciones de la población se presenta en los censos nacionales de población. En este caso el Censo Nacional de Población y Vivienda 2007 nos brinda una importante base de datos para tenerlos en cuenta en los planes. Como no podía ser de otra manera el actual Plan de Desarrollo se hizo en base a los resultados del Censo Nacional 1993 y sus proyecciones, datos que ya no tenían la solidez necesaria.

El concepto de desarrollo humano es generalmente mencionado en los planes de desarrollo y cuando se habla de programas sociales y ello es ya un avance importante. Lamentablemente sentimos que existe mucha dificultad para aplicar este concepto a la realidad y a las propuestas. Si estamos de acuerdo con el concepto de desarrollo humano entonces debiéramos dar importancia a temas como educación, salud, servicios básicos e ingresos familiares. Y consecuentemente el plan debiera llamar la atención sobre estos indicadores y debiera plantearse mejorarlos sensiblemente. Lamentamos que el Plan de Desarrollo 2004 si bien presenta datos sobre estos temas, no los desarrolló adecuadamente y el tema del agua ni siquiera lo ha tratado.

Las actividades productivas tienden a tener el más extenso tratamiento y eso es así porque tienen que ver directamente con la ocupación de las personas, con sus ingresos y con los tributos que generan para que el Estado funcione. En este punto es necesario preguntarse las razones por las cuales la actual estructura o dinámica productiva no ha generado mayores niveles de bienestar y lo que podría hacerse para que la situación cambie radicalmente o mejore. En este punto se debiera generar un debate sobre la “vocación productiva” de la provincia que debiera fortalecerse a mediano y largo plazos. Lamentablemente en este punto el Plan de Desarrollo del 2004 aborda estos temas de manera confusa y desordenada.

A la fecha la mayoría de los distritos de Lambayeque cuentan con sus respectivos planes de desarrollo y existen también varios planes sectoriales. Todos estos planes cuentan con sus respectivas visiones de desarrollo que pueden servir de insumos para la formulación de una visión provincial que sea la suma (y algo más) de las visiones de todos sus distritos. Si nos remontamos al año 2004 muchos distritos de Lambayeque todavía no contaban con sus respectivos planes de desarrollo.

La necesidad de actualizar el plan de desarrollo

La necesidad de actualizar el Plan de Desarrollo Concertado de la Provincia de Lambayeque tiene sólidos fundamentos, entre los cuales podemos anotar:

a. Una observación general es que esta versión del PDC no recoge la amplia información con la que se cuenta para la provincia de Lambayeque en temas como geografía, población, historia, potencialidades, actividades económicas.
b. El año 2004, año en que se formula el Plan no existían planes sectoriales como el Proyecto Educativo Regional, el Plan Participativo Regional de Salud, el Plan Regional de Acción para la Infancia y la Adolescencia, el Presupuesto por Resultados, los Programas Presupuestales Estratégicos, etc.
c. El Plan de Desarrollo del 2004 tuvo que trabajar con proyecciones sobre el censo de 1993. Actualmente contamos con los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda 2007 que nos permite información actualizada sobre Lambayeque y todos sus distritos.
d. A la fecha varios distritos o todos los distritos de la Provincia cuentan con planes de desarrollo concertados y esos planes debieran ser considerados insumos para la formulación de un plan de desarrollo de la provincia.

La alternativa a esta situación no puede ser otra que insistir en mejorar el proceso de formulación de Plan de Desarrollo Concertado de la Provincia de Lambayeque, lo que significa un mayor involucramiento de los principales actores, hacerlo más participativo, basarse en los avances ya producidos, incorporar los aportes de los planes distritales y planes sectoriales, comprometer su aprobación en espacios estado – sociedad civil y empresariado y garantizar su publicación para que pueda ser conocido por todos los actores y que éstos asuman la responsabilidad de convertirlo en instrumento de gestión.

*Publicado en el Semanario Expresión. 25 Enero 2010
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