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AIRES ANDINOS DEL PERÚ SE QUEDA SIN VOZ

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Pedro Alva Mariñas*

Una infausta noticia recorre los andes y los espacios rurales y urbano marginales de la parte nor central de nuestro país … la voz amiga, establecida en JHC por mas de 40 años, que les despertaba con su música, con saludos, comunicados y breves noticias se acaba de apagar … ha muerto Zósimo Manayay Lucero, el director y conductor de Aires Andinos, el programa más popular y querido de la Radio a través de cuatro décadas. Otro personaje que se va antes de tiempo, víctima del coronavirus y también de las limitaciones del sector Salud que no tuvo cama UCI cuando más lo necesitaba.

Habrá que vivir entre cerros y quebradas, entre caminos y trochas, entre la falta de periódicos y de medios de transporte para tener una idea de lo valioso que resulta un programa radial que te lleva música seleccionada, noticias de tus familiares, saludos por tu cumpleaños y noticias diversas e importantes para tí. Habrá que querer a tu tierra originaria para que, estés donde estés, te enlaces con una radio y puedas saber y escuchar lo que tu familia y tu gente escuchan. Es en este contexto que Aires Andinos del Perú se hizo querer, se hizo parte del despertar de la gente.

Nos conocimos hace mucho tiempo, cuando él ya había dado los primeros pasos en su vocación de ser comunicador radial y fue el que nos brindó las primeras y más continuas entrevistas para anunciar actividades o asuntos relacionados con las comunidades campesinas y pueblos rurales. Me daba cuenta de la eficacia de su mensaje, de la credibilidad de la gente en lo que decía; pero también del inmenso público que tenía.

Por años nos acostumbramos a tenerlo en casi todos los eventos importantes de FEDECCAL, de comunidades, de INDER y con paciencia esperaba para entrevistar a quién él mismo decidía y el tiempo que le otorgaba. La información llegaba fresca y bien expresada a sus destinatarios, no había preámbulos o explicaciones innecesarios pues comprendió que su misión era informar y hacerlo bien. Así fuimos desarrollando una gran amistad y nunca dejó de llamarme licenciado y yo nunca dejé de escribir su nombre como Zózimo, a pesar que me decía que se escribía Zósimo “al estilo Miracosta”. Por un tiempo acompañamos sus esfuerzos por convertirse en reportero regional de un programa radial liderado por CEPES, demostrando que estaba en condiciones de jugar a otro nivel y no defraudar.

Pasaron los años y llegó el 2019 y Sózimo me invitó a realizar un periplo por la parte norte del distrito de Miracosta – Provincia de Chota, ascendiendo por el río Sangana, pasando por Anguyacu, Sangana hasta llegar (a pie en un tramo) a Calungate (tierra que lo vio nacer), un pequeño centro poblado, enclavado en las faldas de la cordillera y que es sede de la Comunidad Campesina Cuartos del Inca, en proceso de reconocimiento oficial.

Entonces comprendí su cariño por las comunidades campesinas. Lo que más me sorprendió fue el reconocimiento, el cariño de la gente a Zósimo, lo saludaban con aprecio, lo abrazaban, los jóvenes le esbozaban sonrisas, los niños se pasaban la voz apenas escuchaban su nombre. Era todo un personaje y … ¡en su propia tierra!. En ese viaje nuestra amistad se consolidó más todavía e hicimos planes para trabajar más la zona andina de Cajamarca ya que comprobamos que también era zona de comunidades y zona de pobreza. Desde entonces Miracosta ingresó en mi agenda, gracias a Zósimo.

Ya la gente lo está extrañando, la música nuestra ya no volará tan ágil, la música andina ya no alegrará como antes, los saludos no tendrán la calidez, ni tampoco los comunicados oficiales tendrán la misma credibilidad en la voz única de Zósimo. Aires Andinos del Perú continuará en la voz y experiencia de uno de sus hijos que hereda la pasión por la comunicación, pero todo es incierto con su partida … para hombres como Zósimo no hay reemplazos.

Pero no hay duda de que la voz inconfundible de Zósimo seguirá sonando en la zona andina y solo afinaremos los oídos para escucharlo entre los ruidos de los vientos, de los ríos, de los árboles, de las aves, de la gente … entonces diremos que sigues vivo, no has muerto y que sigues con nosotros. ¡¡Zósimo Manayalle Lucero: amigo, comunero, comunicador, director de Aires Andinos del Perú, ¡descansa en paz!

Chiclayo, mayo 2021

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Instituto de Desarrollo Regional -INDER

 

RONDAS CAMPESINAS

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Pedro Alva Mariñas*

En los últimos meses tomamos la decisión de aproximarnos al mundo de las Rondas Campesinas, gracias a la intensificación de contactos con varios líderes locales, regionales y nacionales que tuvieron la gentileza de facilitar mi participación en varios eventos realizados en Chota, San Miguel, La Florida, Guadalupe, Chiclayo y Jayanca. La presente nota es una primera aproximación a este complejo y apasionante mundo de los ronderos.

La Ley de Rondas Campesinas, Ley N° 27908, reconoce a las rondas campesinas como “forma autónoma y democrática de organización” y establece algunas funciones primordiales: a) Pueden establecer interlocución con el Estado, es decir con las autoridades políticas, policiales, municipales, Defensoría del Pueblo y otras. b) Apoyan el ejercicio de funciones jurisdiccionales de las Comunidades Campesinas y Nativas, c). Colaboran en la solución de conflictos y realizan funciones de conciliación extrajudicial d) Cumplen funciones relativas a la seguridad y a la paz comunal, pudiendo solicitar el apoyo de la fuerza pública y demás autoridades del Estado. e). Derecho de participación, control y fiscalización de los programas y proyectos de desarrollo que se implementen en su jurisdicción comunal de acuerdo a ley.

Como se puede apreciar se trata de funciones muy importantes, y que abren a las rondas un rol muy importante en los espacios locales. Sin embargo, la norma minimiza la acción de las rondas y las convierte en órganos adhoc del Poder Judicial ya que les asigna la solución de conflictos y conciliación extrajudicial. No las faculta para una actuación independiente en materia de impartición de justicia y ni siquiera menciona la justicia comunal o el derecho consuetudinario que practican.

Pero esta reducción de las funciones reales que cumplen las rondas campesinas tienen su origen en el texto de la propia ley de creación al establecer en su artículo 1 “Reconócese personalidad jurídica a las Rondas Campesinas”; pero a las comunidades campesinas les reconoce personería jurídica tal como lo establece la Ley General de Comunidades Campesinas N° 24656, en su artículo 2 “Las Comunidades Campesinas son organizaciones de interés público, con existencia legal y personería jurídica, integrados por familias que habitan y controlan determinados territorios. Los expertos en la materia afirman que la personalidad jurídica implica reconocer la existencia de una autoridad superior a las rondas, que toma las decisiones finales y, por consiguiente,  a las rondas campesinas se les asigna el papel de colaboradores de la justicia ordinaria, de iniciadores de procesos, pero no el papel decisorio, de última instancia. Esto brinda los argumentos para que cualquier autoridad judicial cuestione la actividad de las rondas acusándolas de extralimitaciones en sus funciones o que están fuera de su ámbito de acción.

En este punto tan sensible el Reglamento de la Ley de Rondas (artículo 12, inciso d)  precisa aún más esa limitación funcional de las rondas al establecer como una de sus funciones “Intervenir en la solución pacífica de los conflictos que se susciten entre los miembros de la comunidad y otros externos, siempre y cuando la controversia se origine en hechos ocurridos dentro de su ámbito comunal”.

En cuanto a organización, tenemos la percepción que el funcionamiento de las rondas, incluso sus propias reuniones distritales, provinciales y regionales (no sabemos si nacionales también) recaen en el buen nivel de organización de las rondas a nivel de bases, lo que les permite participar en eventos con delegaciones de ronderos que solventan sus propios gastos, la base que organiza el evento cumple muy bien su papel de anfitriona, garantizando alimentación y hasta alojamiento a los participantes y, de ser el caso, se asumen los gastos de difusión, de equipo de sonido. Los ronderos hacen un encomiable esfuerzo y el apoyo de los distintos niveles de gobierno es muy limitado sino inexistente.

En cuanto a las relaciones de las rondas campesinas con el Estado las podemos calificar como de desencuentros permanentes y de coincidencias efímeras, situación que ha determinado el surgimiento de dos tendencias o posiciones de las organizaciones regionales o nacionales de las Rondas. Una que, frente a la cerrazón de puertas y ventanas, opta por mayores niveles de tensiones y, la otra tendencia, que minimiza la confrontación para propiciar reuniones, eventos de capacitación o para resolver problemas específicos a nivel de bases.

No hay duda que las rondas campesinas se han ganado, con un sostenido trabajo, el aprecio de la población y el respeto de los gobernantes. En estos tiempos en que las ineficiencias, la corrupción y la impunidad campean en el país habrá que abrirle más espacios y darle más funciones a las rondas para que nos ayuden a cerrar este episodio aciago de nuestra historia.

Nota: este artículo fue publicado en el Semanario Expresión de Chiclayo, en enero 2020

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*Oficina de Asesoría Rural de Inder.