Archivo de la categoría: Ambiente y recursos naturales

UN GRILLO CANTOR EN CASA

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Pedro Alva Mariñas*

Un fastidioso, impertinente, insoportable, monótono, estridente e invisible grillo ha ingresado a mi casa, sin invitación y sin pedir permiso. No puedo saber la hora de su ingreso, pero sí la hora que hizo notar, ruidosamente, su presencia. Al principio me pareció como aceptable, en estos tiempos, tener un visitante, un acompañante solitario, que hizo un notable esfuerzo para llegar a este lugar, a pesar de que la vecindad no es un lugar hecho para grillos. Escondido, con la prisa y el sigilo de un invasor, no me di cuenta de su presencia, hasta que, el silencio de una noche del mes de mayo fue intempestivamente roto por el insoportable y repetitivo chirrido que me ocasionó una noche de total incomodidad. Debo confesar que el imbatible sueño y cierto apego a la vida de los animales me hicieron soportarlo y logré dormirme luego de lanzarle varias amenazas al incansable cantor. Mis amenazas subieron de tono y hasta dije al grillo que si no dejaba de chirriar en la noche siguiente … la pasaría muy mal.

A esta hora acabo de regresar a casa luego de una visita a Pimentel, vengo relajado en varios planos y de pedir algunos deseos a las incesantes olas marinas; pero el grillo ha vuelto a las andadas con su insoportable, monótono ruido y entonces … me dispuse a cumplir mi amenaza final y terminar esta situación de raíz. Ha sido todo un problema ubicarlo con precisión porque parecía estar en todas partes, al menor ruido dejaba de chirriar unos instantes para luego reiniciar su estruendoso ruido … hasta que ubiqué el lugar exacto de donde provenía este molestoso chirrido.

Cuando ya estaba acercándome a su guarida, convertida en una especie de sala de canto, para terminar con el cantor indeseado … recordé una clase de Biología en la Universidad Nacional de Trujillo en la que nos explicaron que los grillos chirrían de esa manera porque es el llamado al apareamiento, es decir es un canto, un grito estridente y hasta desesperado de amor. Más me sorprendió comprobar que lo hacen a costa de revelar su ubicación a algún potencial depredador (como un humano). Incluso nos enseñaron, en un grillo sacrificado, que el roce de una parte de sus patas con una sección de su cuerpo produce el molestoso ruido. Claro, para un ser humano es un ruido perturbador que tiene que ser callado si o si; pero para un grillo hembra debe ser una perturbadora sinfonía, que la obliga a ir en busca de la fuente de ese inconfundible sonido de amor.

Entonces mi cólera, mi enojo, mi desazón se fueron trocando en compasión, en complicidad y hasta en cierta satisfacción de que exista un animalito que grita a los cuatro vientos que quiere aparearse … que necesita una pareja para terminar sus días cumpliendo con el sagrado deber de copular y, luego, morir con dignidad. Entonces me dije el grillo no chirria, más bien canta una canción de amor a una posible pareja que no conoce y que no sabe todavía si le corresponderá tanto esfuerzo. Abrumado por estos pensamientos positivos y hasta románticos decidí no proceder contra el grillo, sino más bien dejarlo chirriar o desplegar “su canto” amoroso para que una hembra dispuesta se le acerque y pueda complacer, probablemente, el último deseo del grillo auto declarado en emergencia.

Implicado ya en esta situación de emergencia decidí abrir un poco más las ventanas para que una hembra, solitaria, ansiosa de aparearse y atraída por el sonido tan especial del grillo, haga su ingreso en la sala de canto y pueda producirse el tan anhelado encuentro entre un cantor desvergonzado y una desconocida grillo que tenga la valentía de llegar hasta donde se encuentra su desconocido amante. Mi deseo es simple y ojalá me lo puedan cumplir: que su luna de miel lo pasen fuera de mi casa y no los vuelva a ver, ni escuchar … por un buen tiempo. Lo cierto es que no volví a escuchar más el canto del grillo, tampoco tuve la ocasión de ver a la arriesgada pareja …. es, finalmente, un asunto de grillos.

Cuando quieras terminar con la vida de un grillo … piensa que se trata de un animalito que se muere por aparearse y lo grita a los cuatro vientos, sin importarle nada más que el oído receptor de una buena compañía. A diferencia de los grillos, los humanos no podemos hacer lo mismo.

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*Instituto de Desarrollo Regional – INDER

LANCHIPAMPA – INKAWASI: La fuerza de lo comunal

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Pedro Alva Mariñas*

Lanchipampa es un centro poblado pequeño, propio del modelo de “poblamiento disperso” que caracteriza al sector rural, al que se llega, desde Ferreñafe a través de una carretera que tiene un tramo corto asfaltado y un tramo largo muy deteriorado por las lluvias pasadas y por la desatención estatal. Para el regreso utilizamos un tramo alternativo que partiendo de Inkawasi pasa por varios centros poblados, entre ellos, Kalima, Lanchipampa, Cruz Loma, Huayrul hasta Moyán en donde reingresa al tramo principal. Este tramo luce en mejores condiciones gracias al periódico mantenimiento que realizan los pobladores, mediante faenas comunales.

Destaca la infraestructura pública como el centro educativo, la posta médica, el parquecito, una plataforma deportiva. Los servicios básicos funcionan como el agua para consumo humano (con problemas de potabilización), desagüe, luz eléctrica. El servicio de telecomunicaciones es inexistente por lo que la población se encuentra en “apagón” permanente y si bien el centro de educativo y la posta de salud cuentan con señal, ésta es muy débil y fluctuante.

Lanchipampa es un sector importante de la Comunidad Campesina San Martín de Porres que goza de reconocimiento oficial y su territorio está oficialmente titulado y en proceso de registro en la Sunarp. Políticamente pertenece al distrito de Inkawasi – provincia de Ferreñafe – Lambayeque – Perú.         Se encuentra muy cerca del límite departamental entre Lambayeque y Cajamarca, demarcado por una cadena de cerros que los separa del distrito de Miracosta – Chota – Cajamarca.

En este tiempo el clima es lluvioso, con frecuente invasión de neblinas, no es tan frío como Incahuasi. En sus campos produce, entre otros productos, papa, maíz y también pastos que dan lugar a una pequeña ganadería que permite elaborar quesos para el consumo familiar. La producción de frutas y verduras es limitada. Existe toda una estrategia de auto sostenimiento familiar y el intercambio de productos es más que frecuente. No existe un mercado propiamente dicho por lo que el acceso a otro tipo de alimentos es difícil y de alguna manera se los obtiene con los viajes a ciudades como Ferreñafe y Chiclayo.

En este tiempo se puede apreciar que los comuneros están ya en plena campaña agrícola, muchas de las chacras lucen completamente verdes, pero también notamos una amplia zona comunal dedicada al libre pastoreo del ganado. El paisaje, con lomas y cerros por doquier están matizados con el follaje de numerosos eucaliptos que se han aclimatado bien a la zona, pero notamos también la presencia de alisos, saúcos, magueyes, además del conocido “lanche” que parece darle el nombre a este sector y al mismo centro poblado.

 

 

 

 

 

 

En el transcurso de dos días, prácticamente unas 30 horas de permanencia en Lanchipampa nos ha sorprendido gratamente, ver a las personas en su desenvolvimiento cotidiano, participando en una faena comunal, en un compartir y también el ritual al departir con chicha y el infaltable yonque que es la bebida oficial en esta zona de Lambayeque. Ese acompañamiento – que se relaciona con experiencias similares – nos permiten presentar algunos comentarios relacionados con las prácticas culturales locales, de raigambre andina y que hacen de Lanchipampa un lugar, similar a otros espacios, pero también diferente:

  1. La vestimenta de las mujeres que llevan la marca cultural de la zona andina de Lambayeque, aunque tienen algunas diferencias. El contraste con la vestimenta occidental de los hombres, salvo el poncho con rayas multicolores que lo utiliza un 60% de ellos. En el caso de los varones el sombrero ha sido reemplazado por la gorra.
  2. Las prácticas de faenas comunales y también de las mingas. En esta oportunidad los comuneros (hombres y mujeres) se congregaron para hacer la limpieza de las cunetas del tramo carretero que cruza su sector, terminando los trabajos en el lindero sur – oeste que queda frente al caserío Cruz Loma. Hemos visto trabajar “hombro a hombro” a hombres y mujeres y al mando del presidente de la Comisión de Limpia de Carretera. No hay duda de que esta costumbre es la que ayuda para que este tramo carretero luzca en buen estado.
  3. La práctica del quechua como idioma oficial, diario de la población. Hemos notado que, debido a mi presencia, han usado preferentemente el español en su asamblea. Lo escuchamos a los mayores, a los jóvenes y también a los niños. Incluso en la movilidad de regreso un niño no me entendía que me alcanzar mi mochila, tuvo que intervenir la madre para explicarle mi pedido.
  4. El tucuy micushun. Es una práctica comunitaria que consiste en “compartir” la comida que cada comunero lleva a las asambleas, a las faenas o mingas comunales. Comuneros designados como “serviciales” son los encargados de recoger los “quipes” de las mujeres que contienen la comida y desplegarlos con mucho cuidado en el piso del local de reunión. Al final la comida queda alineada en tres o cuatro hileras, se hace la respectiva bendición de la comida, se nota la preocupación por hacer llegar el mejor plato al invitado. Los serviciales siguen atentos procurando que todos coman, alcanzando o repartiendo algunas viandas para que todos queden contentos y satisfechos. Terminada la comida se procede a brindar un trago de aguardiente a manera de “asentativo”. Se levantan las mantas, se las regresan a sus respectivas dueñas y con ello se declara concluido el tucuy micushun o el compartir.
  5. La fuerza de lo comunal. Hay que estar allí para sentir que en la vida de los peruanos – en general – existe un substrato, casi un instinto – que nos arriesgamos a definirlo como “lo comunal” es decir a pensar, a sentir, a actuar, a sentirnos bien, a extrañar el trabajo grupal, el trabajo entre todos, y que enfrentados a lo individual, a lo egoísta terminamos por elegir el interés común, el interés de “la comunidad”.

 

 

 

 

 

 

 

Los líderes y comuneros de Lanchipampa, que es un sector muy importante de la Comunidad Campesina San Martín de Porres (reconocida por R.D. N° 365-87-AG-DR III del 22 de junio de 1987) y habiendo sufrido algunos desengaños y “discriminaciones” de parte de los dirigentes comunales (residentes en el sector Atunpampa) estaban tentados para iniciar el camino de la separación de la comunidad y transitar el camino de constituirse en comunidad campesina. Incluso hicieron explícito que me habían invitado para que yo sustentara esa decisión y acompañara este proceso que ya habían iniciado.

Luego de un intenso, por momentos tenso, pero franco diálogo, se fueron despejando dudas y aclarando el camino para seguir siendo parte de la comunidad campesina, abandonar el camino de la separación y más bien constituirse en una Junta de Administración Local – JAL de Lanchipampa y con ello se beneficiarían de todos los logros obtenidos como comunidad campesina (reconocimiento oficial y titulación del territorio comunal) y, además, tendrían la autonomía para gobernarse dentro del marco legal y de sus usos y costumbres. El acuerdo fue por unanimidad, todos levantaron la mano en señal de aprobación … también en este punto se comportaron como comunidad …

 

 

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*Director de la Oficina de Asesoría Rural de INDER.

 

 

RONDAS CAMPESINAS

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Pedro Alva Mariñas*

En los últimos meses tomamos la decisión de aproximarnos al mundo de las Rondas Campesinas, gracias a la intensificación de contactos con varios líderes locales, regionales y nacionales que tuvieron la gentileza de facilitar mi participación en varios eventos realizados en Chota, San Miguel, La Florida, Guadalupe, Chiclayo y Jayanca. La presente nota es una primera aproximación a este complejo y apasionante mundo de los ronderos.

La Ley de Rondas Campesinas, Ley N° 27908, reconoce a las rondas campesinas como “forma autónoma y democrática de organización” y establece algunas funciones primordiales: a) Pueden establecer interlocución con el Estado, es decir con las autoridades políticas, policiales, municipales, Defensoría del Pueblo y otras. b) Apoyan el ejercicio de funciones jurisdiccionales de las Comunidades Campesinas y Nativas, c). Colaboran en la solución de conflictos y realizan funciones de conciliación extrajudicial d) Cumplen funciones relativas a la seguridad y a la paz comunal, pudiendo solicitar el apoyo de la fuerza pública y demás autoridades del Estado. e). Derecho de participación, control y fiscalización de los programas y proyectos de desarrollo que se implementen en su jurisdicción comunal de acuerdo a ley.

Como se puede apreciar se trata de funciones muy importantes, y que abren a las rondas un rol muy importante en los espacios locales. Sin embargo, la norma minimiza la acción de las rondas y las convierte en órganos adhoc del Poder Judicial ya que les asigna la solución de conflictos y conciliación extrajudicial. No las faculta para una actuación independiente en materia de impartición de justicia y ni siquiera menciona la justicia comunal o el derecho consuetudinario que practican.

Pero esta reducción de las funciones reales que cumplen las rondas campesinas tienen su origen en el texto de la propia ley de creación al establecer en su artículo 1 “Reconócese personalidad jurídica a las Rondas Campesinas”; pero a las comunidades campesinas les reconoce personería jurídica tal como lo establece la Ley General de Comunidades Campesinas N° 24656, en su artículo 2 “Las Comunidades Campesinas son organizaciones de interés público, con existencia legal y personería jurídica, integrados por familias que habitan y controlan determinados territorios. Los expertos en la materia afirman que la personalidad jurídica implica reconocer la existencia de una autoridad superior a las rondas, que toma las decisiones finales y, por consiguiente,  a las rondas campesinas se les asigna el papel de colaboradores de la justicia ordinaria, de iniciadores de procesos, pero no el papel decisorio, de última instancia. Esto brinda los argumentos para que cualquier autoridad judicial cuestione la actividad de las rondas acusándolas de extralimitaciones en sus funciones o que están fuera de su ámbito de acción.

En este punto tan sensible el Reglamento de la Ley de Rondas (artículo 12, inciso d)  precisa aún más esa limitación funcional de las rondas al establecer como una de sus funciones “Intervenir en la solución pacífica de los conflictos que se susciten entre los miembros de la comunidad y otros externos, siempre y cuando la controversia se origine en hechos ocurridos dentro de su ámbito comunal”.

En cuanto a organización, tenemos la percepción que el funcionamiento de las rondas, incluso sus propias reuniones distritales, provinciales y regionales (no sabemos si nacionales también) recaen en el buen nivel de organización de las rondas a nivel de bases, lo que les permite participar en eventos con delegaciones de ronderos que solventan sus propios gastos, la base que organiza el evento cumple muy bien su papel de anfitriona, garantizando alimentación y hasta alojamiento a los participantes y, de ser el caso, se asumen los gastos de difusión, de equipo de sonido. Los ronderos hacen un encomiable esfuerzo y el apoyo de los distintos niveles de gobierno es muy limitado sino inexistente.

En cuanto a las relaciones de las rondas campesinas con el Estado las podemos calificar como de desencuentros permanentes y de coincidencias efímeras, situación que ha determinado el surgimiento de dos tendencias o posiciones de las organizaciones regionales o nacionales de las Rondas. Una que, frente a la cerrazón de puertas y ventanas, opta por mayores niveles de tensiones y, la otra tendencia, que minimiza la confrontación para propiciar reuniones, eventos de capacitación o para resolver problemas específicos a nivel de bases.

No hay duda que las rondas campesinas se han ganado, con un sostenido trabajo, el aprecio de la población y el respeto de los gobernantes. En estos tiempos en que las ineficiencias, la corrupción y la impunidad campean en el país habrá que abrirle más espacios y darle más funciones a las rondas para que nos ayuden a cerrar este episodio aciago de nuestra historia.

Nota: este artículo fue publicado en el Semanario Expresión de Chiclayo, en enero 2020

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*Oficina de Asesoría Rural de Inder.

 

PROYECTO DE GESTIÓN INTEGRAL DEL RÍO LA LECHE

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Pedro Alva Mariñas*

Los integrantes de la Mesa de Diálogo del Proyecto La Calzada, fueron recibidos por cientos de pobladores de la parte media del valle La Leche, alineados a ambos lados de la carretera de ingreso al caserío La U, del distrito de Pítipo, que expresaban su total rechazo al Proyecto La Calzada concebido como un proyecto de irrigación y de control de las inundaciones generadas por el Fenómeno El Niño. El temor, comprensible, es que todo lo que hoy existe en esa zona desaparecería bajo las aguas represadas por una muralla de cemento y fierro que se levantaría en medio del río.

Si bien en la zona se han realizado reuniones diversas, en este caso se trataba de una reunión de la Comisión de Diálogo del Proyecto La Calzada conformada, recientemente, gracias a una resolución administrativa de la PCM y alentada por el respaldo presidencial al proyecto. Estuvieron presentes funcionarios de: Agricultura y Riego, PCM, GORE Lambayeque, PEOT, Reconstrucción con Cambio, alcaldes distritales, Colegio de Ingenieros, Frente de Defensa de Pítipo, ASCIL, Comunidad Campesina de Laquipampa, Comunidad Campesina de Mórrope.

Tres problemas de inicio que no debieran repetirse: el reducido tiempo que impidió una exposición y un análisis más detallado de las propuestas presentadas. Se debió permitir la participación ordenada de la población en calidad de observadores y debió contemplarse un refrigerio aceptable. Siempre los funcionarios parecen como apurados en regresar a sus oficinas.

La intervención del gobernador regional Anselmo Lozano marcó la dinámica de la reunión al enfatizar que el proyecto se realice “pero sin perjudicar a nadie”, posición que luego reiteraría en una nota colgada en el portal web del GORE. La otra poisición que marcó la reunión es la necesidad de un proyecto integral y no solo la construcción o no de una represa.

El Proyecto La Calzada es un tema que ya tiene su propia historia (Peot y Frente de Defensa de Pítipo lo recordaron), se han realizado varias reuniones y en las cuales la parte media ha expresado su rechazo o su desconfianza al proyecto de construcción de la presa, habiendo logrado firmar, en alguna ocasión, compromisos para que no se insistiera más en ese proyecto.

El PEOT ha tenido interés esporádico en esta iniciativa, acompañando algunos estudios iniciales contratados que no fueron continuados o por las oposiciones o por la falta de recursos. Se habla especialmente de dos estudios que han quedado como referenciales, pero que no constituyen una sólida base para pensar en que el Estado si tiene una propuesta base.

De las exposiciones quedó muy en claro que la construcción de una presa en el río (justo en La Calzada) y a la altura aprox. de 50 m. causaría la desaparición de importantes tierras de cultivo, viviendas y bienes en general afectando a muchas familias y con lo cual el costo social se considera muy alto y obliga a pensar en otras soluciones.

Se habla entonces como opciones derivar las aguas del río (en algún punto) hacia una represa ubicada en una de las márgenes del río (Calicantro, Chaparrí, Zanjón) con lo que se lograría disminuir la masa de agua que baja en épocas de grandes avenidas y regularlas para utilizarlas productivamente.

Se está hablando de la necesidad de construir dos tipos de presas, aguas arriba de La Calzada, ya sea para “laminación” del caudal de los ríos o para “retención de sedimentos”. En este punto no se han detallado las propuestas y podrían afectar a poblaciones asentadas en esos lugares. Anotamos que cada presa tiene un alto costo que incidirá en la valorización total del proyecto y ello afecta el costo/beneficio de la obra.

Han aflorado con fuerza dos preguntas interesantes: ¿Tiene el valle La Leche suficiente agua para represar, o más bien tiene un déficit de agua casi permanente? Quizás lo que debería hacerse es ampliar la oferta de agua a nivel de todo el valle, empezando por preservarla y alentar proyectos novedosos como la restitución de los ecosistemas, proyectos de cosecha de agua. La otra pregunta ¿Estamos gestionando bien o mal el recurso hídrico? Entonces habría que incorporar un programa de tecnificación de riego, de uso adecuado de agua, de distribución justa del agua, desarrollo de capacidades productivas, ambientales, módulos de cultivos más eficientes, etc. Justo de estos temas habla la “Propueta de Sistema Integral de Gestión del Río La Leche” propuesta presentada en plena reunión por Simón Vásquez, presidente de la Comunidad Campesina San Antonio de Laquipampa y que incluye su rechazo a la construcción de la presa La Calzada.

Al terminar la reunión se tomaron dos acuerdos que dan fluidez a tan importante tema: continuar el trabajo de la Comisión de Diálogo y conformar un Equipo Técnico para consensuar una propuesta a ser presentada el 10 de diciembre. Este equipo está conformado por representantes de: PEOT, Reconstrucción con Cambios, ASCIL, Colegio de Ingenieros, Frente de Defensa de Pítipo y Comunidad Campesina de Laquipampa.

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Fotografía 1: Reunión de la Mesa de Diálogo en el caserío La U del distrito de Pítipo, ubicado en la parte media del valle La Leche. Fotografía 2: Expositor del Colegio de Ingenieros – Lambayeque exponiendo su propuesta por primera vez en la parte media del valle. Foto 3: el presidente de la Comunidad Campesina de Laquipampa exhibiendo su propuesta presentada en la reunión y declarando a la prensa.

FAR LAP – FESTIVAL DEL AGUA

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Pedro Alva Mariñas

Far Lap (en muchik) o Festival del Agua (en su segunda edición), es una de las actividades más importantes que se desarrollan en Lambayeque y que involucran a un universo de instituciones y organizaciones públicas y privadas y a una multitud de participantes que, convocados por el agua, escenifican varias actividades que en conjunto representan el Far Lap o Festival del Agua y que se inicia con un ritual de recojo del agua de mar en las tres playas de Lambayeque, su paso por ciudades importantes, se asciende aguas arriba hasta el partidor La Puntilla y luego inicia su ascenso hacia la serranía adyacente de Cajamarca hasta llegar a la mágica laguna Mishahuanga donde se desarrolla la ceremonia final de vertimiento del agua de mar.

Con motivo de esta celebración escribimos una nota orientada a explicar la importancia del agua en la vida de los pueblos del norte del país, de ayer y de hoy.

Far Lap (en muchik) o Festival del Agua. El norte peruano y su población está sometida a tres influencias globales que marcan sus vidas a través del tiempo y que, generalmente no lo tomamos muy en cuenta. El inmenso mar (Ñi o Cochamama) que es un determinante clave del clima norteño y es también una fuente importante de proteínas (y no es de transporte por la falta de puertos). El otro factor global son los Andes que marcan una geografía, una producción tan variada y que la conocemos como serranía. El norte no puede concebirse sin la sierra aledaña pues lo marca étnica y culturalmente. El tercer factor global es la Amazonía, la selva alta y baja con su exuberante vegetación, su impresionante fauna y abundancia de agua de ríos y de lluvias la convierten en un pulmón del mundo.

En estos tres espacios existen dos elementos que los vinculan, que fluyen en un incesante ida y vuelta que nunca termina. Nos referimos al aire y al agua que son dos factores tan importantes para la vida en general y del ser humano en particular. Sin embargo, el agua aparece más cercana porque es más tangible, la podemos ver, tocar, sentir y beber.

El agua que corre por la zona continental tiene su inicio en la masiva evaporación del agua de mar que, libre de sales, asciende a la atmósfera e impulsada por los vientos alisios cruza la costa y se diluyen en forma de lluvias, de neblinas para dar vida a manantiales, a quebradas, riachuelos y ríos que regresan, al mar o se secan en ese empeño. Otras nubes, van más allá, cruzan la cordillera y se convierten en las copiosas lluvias que se abaten sobre la Amazonía, sobre la selva.

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El agua, fructifica todo a su paso, reverdece los paisajes, anima la vida de plantas, animales y seres humanos y resulta lógico que el agua se haya convertido en objeto de culto, de ritualidades que los arqueólogos, etnohistoriadores lo fechan desde tiempos bastante remotos y que a pesar de las modernidades existen espacios en que el agua tiene un significado distinto al puramente comercial y utilitario. En esos lugares el agua recogida, a horas tempranas, sirve para los bautizos de emergencia (agüita del socorro), para bendiciones y por ella no hay porqué pagar. Este conflicto se aprecia en el tratamiento que dan al agua los usuarios de agua formales de la parte baja de los valles y los usuarios de agua de la parte alta. Para los primeros el m3 de agua de riego tiene un costo determinado, para los usuarios de la parte alta el agua las provee “Diosito”, no debe cobrarse y, en todo caso, la forma de pagarla es celebrando fiestas de santos católicos como San Juan o San Isidro Labrador.

Far Lap – Festival del Agua que se desarrollará los días 11, 12 y 13 de noviembre es un valioso intento por recuperar la ritualidad del agua, un esfuerzo por revestir al agua de elementos religiosos que le devuelvan el respeto, el buen trato que le prodigaron y prodigan sociedades tradicionales que conservan todavía saberes y cultos de raigambre andina. Si este poderoso mensaje se mantiene en el tiempo podrá significar el inicio de un mejor trato al agua, devolviéndole su contenido ritual y trascendente.

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EL PAGO A LA LAGUNA MISHAHUANGA

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“Cada familia tiene un relato sobre una desaparición, ahogamiento, luces, apariciones, lluvias intensas atribuibles a la montaña”

En el imaginario colectivo de los pueblos andinos las lagunas tienen vida propia y son capaces de montar en cólera y desatar un castigo, pueden también hacer el bien, pues poseen una fuerza poderosa que puede sanar y hacer “florecer” a las personas.

Se considera que son los maestros o brujos los que, conjuros mediante,  pueden hacer que la laguna ofrezca su lado bueno o malo. Recordemos que, generalmente se trata de dos lagunas, en oposición y complementaridad, afirma el antropólogo investigador de Inder, Pedro Alva Mariñas.

También se considera que los dioses andinos se refugiaron en las grandes montañas y lagunas altoandinas para resguardarse de la dura persecución durante la Conquista y la Colonia.

La laguna de Mishahuanga, ubicada en la zona altoandina (4,000 m), tiene fama de haber sido muy brava, prácticamente cada familia tiene un relato sobre una desaparición, un ahogamiento, un susto, luces, apariciones, lluvias intensas, etc. Atribuibles a la laguna o a la montaña. Los relatos son contados con temor y respeto; aunque los más jóvenes con algo de incredulidad, lo que nos convence que, para ellos, tienen mucho de certidumbre, acota el investigador Alva Mariñas.

Ya, Antonio Raimondi, que hiciera una visita a la laguna un día de agosto de 1869, confirma lo extendida que estaba esta creencia, este componente de la religiosidad andina que, como es natural en un europeo ilustrado de esos años, los trata con desdén al decir que la gente de la zona tiene “la absurda preocupación, que la cordillera y las lagunas se embravecen con solo ir a ver a estas últimas” (El Perú. Tomo I. Pág. 353)

Con estos antecedentes, nos enteramos de que un programa estatal estaba a punto de iniciar la construcción de una represa de 60 m. de largo por 2 m. de alto en base a piedra con argamasa. A pesar de no ser una obra invasiva y que altere el paisaje, nos permitimos preguntar si la municipalidad o el programa estatal habían contemplado pedir autorización o permiso a la propia laguna. La respuesta era obvia pues ni siquiera se había pensado en ello. Apareció entonces la iniciativa de hacer un acto de respeto, un pago a la laguna para que todo transcurriera sin problemas, no se tenga nada que lamentar y la obra cumpla con su función.

Fueron el alcalde de Miracosta y su equipo de confianza que tomaron la iniciativa de realizar el pago a la laguna en reemplazo de la conocida ceremonia de colocación de la primera piedra y decidieron también cursarme una invitación para animar la ceremonia ya que no había tiempo para invitar a un maestro especialista.

Por razones obvias no describimos la ceremonia, pero damos cuenta que los participantes, sin excepción, tuvieron una actitud de respeto y participación en la ceremonia de “pago a la laguna”. Destacamos que todos participaron en todas las fases del ritual contribuyendo a darle un aire místico y especial al momento de la ceremonia.

No podía faltar algunos insumos básicos de toda ceremonia de esta naturaleza: agua de florida, un buen yonke de Penachí, maíz especial rojizo (misha) obsequiado por una dama de Miracosta, un paño de Monsefú, monedas de colección.

Finalmente, al terminar la ceremonia, nos sentimos invadidos por una especie de regocijo, de libertad y hasta los rigores del clima como que se atenuaron … es decir habíamos “florecido” gracias a los poderes mágicos de la laguna y a establecer una relación de respeto con ella. Todos celebramos entonces la suerte de haber estado allí.

  • Nota publicada por el diario La Industria de Chiclayo en su edición del 01/10/2019/.

MISHAHUANGA. LAS LAGUNAS SAGRADAS.

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Pedro Alva Mariñas*

Las lagunas de Mishahuanga y el cerro del mismo nombre han contribuido a darle fama a Miracosta. Hace 150 años que Antonio Raimondi la visitara allá en agosto de 1869 y de lo cual no ha dejado un interesante testimonio. En esta imagen una vista de la laguna Clara, aprovechando los escasos tiempos de luminosidad que se generan en la zona.

Resulta llamativo que las más importantes lagunas del norte del país, como las lagunas Las Huaringas de Huancabamba, las lagunas Tembladera y Mishahuanga se compongan de dos lagunas principales, contiguas o en todo caso muy cercanas una de otra. Ello dialoga bien con el concepto dual de las sociedades andinas prehispánicas (grande – chica, arriba – abajo, clara – oscura). En algunos casos se habla de tres lagunas contiguas, pero en el caso de Mishahuanga la tercera es más un rebose de la segunda y en el caso de Tembladera, la tercera laguna está algo alejada y al otro lado de la divisoria de aguas.

La laguna Clara de Mishahuanga, debe su nombre a su aspecto más transparente, es la más extensa y la que serviría para hacer florecimientos, curaciones y sanaciones. Muy cerca y hacia el Este se encuentra la laguna Oscura que será utilizada para realizar limpias, eliminar maleficios y neutralizar las malas artes.

A una altura de 3,950 m. de altitud, una variedad de paja de altura, conocida como ichu es la especie dominante en toda la zona. Se encuentran también diversas variedades de plantas, todas ellas de tallos muy cortos que crecen formando una especie de tapiz verde salpicado de varios colores dada las pequeñas flores que sobreviven en condiciones realmente difíciles.

Esta dualidad podría facilitar también la actividad de los maestros (brujos/curanderos) que utilizarían la laguna Clara para hacer curaciones y sanaciones; mientras que la laguna Oscura serviría para hacer daño, quitar maleficios o neutralizar malas artes. En nuestra visita se han encontrado evidencias de la presencia de maestros curanderos (hacen el bien) y brujos (hacen o trabajan contra el mal) en ambas lagunas. Puntualizamos que las lagunas Mishahuanga no son, todavía, destino de peregrinaciones como sí lo son Las Huaringas de Huancabamba – Piura.

EL TESTIMONIO DE RAYMONDI

 Hace exactamente 150 años que el célebre naturalista italiano Antonio Raymondi visitó a Miracosta (Cachén) y a las lagunas de Mishahuanga que las nombra Mishacocha. La visita ocurrió un día de agosto de 1869. En sus escuetas referencias nos habla de la existencia de tres lagunas, la primera con muy poca agua, la segunda más amplia y la tercera que era la más grande y una de sus orillas estaba constituida por grandes farallones de roca. Inmediatamente observó que con la construcción de un dique en el lugar que desagua la segunda laguna se podría almacenar grandes cantidades de agua para asegurar la producción de haciendas y poblaciones, valle abajo.

Raimondi revela su distancia con las creencias lugareñas: “Lo que me llamó la atención en esta visita a las lagunas Mishacocha, era ver la poca resistencia con que sufren los habitantes de aquellos lugares la baja temperatura de la Cordillera, poseyendo además la absurda preocupación, que la Cordillera y las lagunas se embravecen tan sólo con ir a ver éstas últimas” (El Perú. Tomo I. pág. 353).

Efectivamente detalla que mientras él y su acompañante estaban haciendo varias mediciones en las lagunas, su acompañante, natural del pueblo, estuvo todo el tiempo acurrucado de frío tras una piedra. Quizás no sólo de frío, sino también de miedo, nos atrevemos a decir con mayor y mejor conocimiento de los componentes culturales andinos que el ilustre naturalista no llegó a valorar. Sorprendente que en tan poco tiempo recorriera tantos lugares del norte del Perú y en aquellos tiempos.

Una vista de la montaña de Mishahuanga desde el pueblo de Miracosta. Nótese la forma de cabeza felínica que presenta uno de los cerros, lo que contribuye a darle su carácter místico.

LA PARTE ALTA DE LOS VALLES.

La montaña de Mishahuanga es una importante fuente de agua dulce y lo prueban la existencia de 8 lagunas en ambos flancos. Las lagunas del flanco este da lugar al río Sangana que es uno de los ríos formadores del río La Leche. Las lagunas del flanco oeste, dos de ellas son las lagunas de Mishahuanga que con otras contiguas forman el río que pasa a unos 200 m. del pueblo de Tocmoche y que se une al río Sangana para luego confluir con el río Moyán que baja de las alturas de Inkawasi para dar nacimiento al río La Leche, río que da mucho que hablar en los episodios de lluvias intensas.

El distrito de Miracosta está íntimamente vinculado al departamento de Lambayeque, al conformar parte de la cuenca del río La Leche; pero también en su territorio se forma un riachuelo que es tributario del río Chancay, conformando parte de la cuenca del Chancay – Lambayeque. Es tiempo de hablar de políticas de compensación a la parte alta del valle por el agua que se genera en su territorio y que baja a fertilizar los campos de las partes media y baja de los valles y así ir plasmando una gestión integrada de cuenca e ir estableciendo políticas de justicia hídrica.

LA APUESTA POR EL TURISMO.

Una conversación con autoridades y líderes locales, especialmente con el alcalde Hugo Montalvo Fernández, nos convencen que se está apostando por promover el turismo hacia el distrito de Miracosta y en especial consideran que la numerosa población asentada en la costa de Lambayeque podría ser motivada para visitar esta parte de la serranía que tiene atractivos culturales muy importantes tanto del pasado como del presente. Abona en su favor que la naturaleza ha sido pródiga pues la ha dotado de bellos paisajes enmarcados por la majestuosidad de la cordillera de los andes que cruza su territorio y que alberga a las mágicas lagunas de Mishahuanga que tienen las condiciones para ser la base de un circuito turístico místico, cultural y de aventura.

El pueblo de Miracosta, capital del distrito del mismo nombre, tiene una muy antigua
data que nos remontan a las primeras décadas de la Colonia cuando fuera fundada
con el nombre de Santiago de Cachén, unificando la nueva religión católica y el
nombre del grupo étnico asentado en la zona en tiempo prehispánicos.

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Una versión de este artículo fue publicada en el Dominical del diario La Industria de Chiclayo. Esta es la que consideramos la versión definitiva.

*Antropólogo social, investigador del Instituto de Desarrollo Regional (INDER)