EL PRESUPUESTO PARTICIPATIVO REGIONAL 2008

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Pedro Alva Mariñas

Jorge Alarcón Gasco y Yolanda Díaz Callirgos (Dirigentes de ADOSCIL) no podían ocultar su satisfacción por los resultados del presupuesto participativo regional del presente año que ha concluido la fase participativa. Tal parece que igual sentimiento comparten los representantes de sociedad civil y del Estado que participaron en estas jornadas ya sea como integrantes de la asamblea de agentes participantes, como miembros del equipo técnico o como integrantes del CCR (Consejo de Coordinación Regional). Aunque todavía faltan procesar evaluaciones más grupales o institucionales, es posible que el balance vaya en el mismo sentido.

La designación del equipo técnico – encargado del seguimiento, orientación y aplicación de criterios de priorización – se hizo de manera concertada entre el gobierno regional y, en este caso, los representantes de la sociedad civil regional (ADOSCIL). Pero en este año se logró incorporar dos técnicos más, en representación de las municipalidades provinciales, y esta mayor participación estatal se compensó con la participación de representantes de los comités locales provinciales. De paso se cumplía con el objetivo de ir incorporando más efectivamente a todas las provincias en este proceso.

Como es sabido el presupuesto participativo se ha movido básicamente en función de un “techo” presupuestal más o menos señalado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y respetado por las instancias del gobierno regional. Es por ello que el presupuesto concertado no sobrepasaba los catorce millones de soles, de los cuales más de cinco estaban casi predestinados al Proyecto Olmos con lo cual se podía disponer de algo menos de ocho millones, que era el monto efectivamente concertado; pero que, gracias a incrementos no programados inicialmente, se llegaba a superar los veinte millones de soles. En este sentido se ha producido un cambio muy significativo porque los agentes participantes tomaron la saludable decisión de pasar de los limitantes 14 millones de soles a 59 millones de soles. Incremento sustantivo que no podemos menos que felicitar ya que tal decisión correspondía a los propios actores regionales y en base a ello negociar con el siempre renuente MEF.

Otra novedad interesante del proceso ha sido la aprobación de un fondo de 10 millones de soles para el equipamiento del hospital regional en cuya construcción está empeñado el gobierno regional y el gobierno nacional desde hace ya un buen tiempo. Como se sabe se cuenta con una partida inicial proveniente del tesoro público de aprox. 32 millones de soles, monto que cubre apenas una tercera parte del costo total del proyecto calculado en más de 100 millones de soles. Estos 10 millones seguramente ayudarán para que el hospital pueda ya brindar atenciones en el más breve plazo y no quede como un elefante blanco en tiempos en que la salud de las personas no está precisamente bien.

Uno de los grandes desafíos de los presupuestos participativos es la falta de capacidad para generar proyectos digamos novedosos, que impacten efectivamente en los ingresos de la gente, en mejorar sus niveles educativos, de salud, de investigación científica, de salubridad y de mejoramiento del medio ambiente. A pesar de que se han realizado avances en este sentido, todavía falta mucho camino para decir que estamos en una nueva pista. Justamente para empezar a resolver esta deficiencia del sector público es que en el presupuesto participativo 2008 se ha destinado una partida para apoyar la formulación de proyectos de esta naturaleza. Ya el tiempo nos dirá si el problema es sólo falta de recursos o hay temas más de fondo que tienen que ser encarados.

Como para rematar esta buena faena de concertación entre Estado y la sociedad civil regional se tomaron acuerdos varios, entre los que destacan: facilidades concretas para que el comité de vigilancia del presupuesto participativo funcione realmente, que en los carteles de obra se coloque que dicha obra ha sido aprobada en el presupuesto participativo, se definió una partida para promover el presupuesto participativo del siguiente año.

Cuando nos habíamos acostumbrado ya al periodo de las vacas gordas, de lo cual parece que sólo los sectores A y B podían dar testimonio, el oficialismo y algunos medios de comunicación masiva, el Presidente de la República y sus ministros nos empiezan a hablar de que ya estamos regresando al largo periodo de las vacas flacas y entonces están ya creando las condiciones para el recorte de los presupuestos. Ante estos anuncios nos preguntamos ¿se atreverán los altos funcionarios del MEF y del Consejo de Ministros a recortar el techo del presupuesto participativo regional?, Y si lo hicieran nos preguntamos si los actores que aprobaron esos montos ¿serán capaces de defenderlos?

En medio de este panorama los acuerdos que surgen del presupuesto participativo nos dan esperanzas que se comienza a entender que el proceso de descentralización necesita que las regiones vayan “más allá” — hablando democráticamente — de las propuestas del centralismo tanto en la asignación de recursos, en la formulación e implementación de políticas públicas y en la asignación de competencias. Vale

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Publicado en la columna Arriero del semanario EXPRESIÓN, Chiclayo, Agosto 2008

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