Pedro Alva Mariñas*
El Índice de Competitividad Regional – INCORE es, por ahora, uno de los instrumentos más confiables para evaluar el grado o nivel de desarrollo de un determinado territorio. Este índice es el que permite al Instituto Peruano de Economía – IPE, evaluar el desempeño de las 25 circunscripciones territoriales denominadas regiones o departamentos. Si bien los datos departamentales esconden diferencias importantes a su interior, a cambio nos permite contar con indicadores sólidos a ese nivel y, de paso, muestra el diferente ritmo de “desarrollo” con otros departamentos, gracias a un ranking de competitividad. Esperamos que, con el tiempo, y con el aporte del Estado se pueda contar con estudios a nivel de provincias que nos permitan visibilizar las diferencias internas y ajustar estrategias más precisas para enfrentarlas.
Se sabe que la data utilizada para elaborar estos indicadores proviene principalmente de organismos públicos competentes, lo que le otorga un margen de credibilidad, sin dejar de considerar que existe un margen de desconfianza. Es lo que tenemos y, esperamos, que la data sea mejorada e incorpore otros componentes como el tema ambiental.
Aunque se han hecho importantes avances en el entendimiento de lo que significa desarrollo, incorporando nuevos componentes no meramente económicas. Consideramos que el IPE tiene un entendimiento más moderno de lo que es competitividad pues incluye seis componentes o pilares: entorno económico, infraestructura, salud, educación, laboral e instituciones. Cada uno de estos componentes comprende varios indicadores y se les asigna un valor de 0 a 10 para calificar el desempeño de cada indicador.
Hemos accedido a la versión digital del libro “Índice de Competitividad Regional 2023” que nos parece muy interesante y que, bien mirado puede constituirse en una especie de evaluación del desempeño a nivel regional de los diversos actores y principalmente de los tres niveles de gobierno que actúan en el ámbito regional: municipalidades, gobiernos regionales y ministerios.
En el siguiente cuadro tenemos un “retrato de la competitividad del departamento de Lambayeque al 2023” en sus seis componentes principales.
Nos permitimos presentar algunas precisiones sobre esta información:
- El promedio departamental del IRC en Lambayeque es de 5.2 de 10 puntos, lo que significa que Lambayeque está en situación de desaprobado.
- Lambayeque vuelve a ocupar el puesto 7 de 25 regiones. Es un lugar que se podría decir le pertenece a Lambayeque, lo que refleja que no se presenta el despegue prometido.
- El componente con mejores resultados en Lambayeque es el de salud con un puntaje de 7 sobre 10. En este componente Lambayeque se ubica en el puesto 6 de 25 regiones.
- El componente entorno económico es el más bajo que ostenta Lambayeque, con 3.9 sobre 10 puntos, que lo coloca en el puesto 8 a nivel nacional.
Identificados los rendimientos de los 6 componentes de la competitividad regional nos corresponde preguntarnos sobre los indicadores con el peor rendimiento en cada uno de los componentes y que son los que traen abajo el rendimiento a nivel de componentes.
Para el caso de Lambayeque se presenta el siguiente cuadro resumen, basado en la información del tantas veces mencionado estudio del IPE.
Ya tenemos identificadas por lo menos parte de nuestras debilidades falta que se generen (y ayudemos a que ello ocurra) los liderazgos que se necesitan para mejorar el desempeño de estos indicadores de manera sostenible y así mejorar nuestra ubicación en el ranking nacional.
*Instituto de Desarrollo Regional – INDER