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DRENAJE PLUVIAL: SUPERFICIAL O SUBTERRÁNEO

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Pedro Alva Mariñas*

Los impactos que generan en la población los periodos recurrentes de lluvias intensas en la zona costera del país (FEN con diversas intensidades) son de tal magnitud que han obligado al Estado a formular y asumir políticas públicas para prevenir, disminuir los impactos de los desastres naturales. Como parte de esta obligación el MEF financia el programa presupuestal “Reducción de la vulnerabilidad y atención de emergencias por desastres” que establece compromisos de productos, metas, funciones y recursos económicos para su debida implementación.

Se conoce que la formulación de un proyecto, bajo el formato de Invierte.Pe (que reemplazó al SNIP), es siempre una apuesta de cambio, presenta cuatro fases: 1. Tiene que estar insertado en la programación multianual (incluye diagnóstico de brechas y servicios y objetivos), 2.-Formulación y evaluación del proyecto, 3.- Ejecución y 4.- Funcionamiento. Es bajo este formato se está elaborando un proyecto para construir un sistema de drenaje pluvial para cuatro distritos: Pimentel, La Victoria, José Leonardo Ortiz y Chiclayo. Este proyecto se encuentra a mitad del proceso de formulación y evaluación. De allí la pertinencia de abordarlo.

De documentos oficiales, a los que hemos tenido acceso, podemos presentar un resumen de lo que contiene el perfil del mencionado proyecto:

  • Nombre del proyecto “Creación del servicio de drenaje pluvial en el ámbito urbano de 4 distritos de la provincia de Chiclayo- departamento de Lambayeque”, identificado con CUI 2545188, registrado el 14 de marzo del 2022.
  • Estado del proyecto actual: perfil aprobado y actualmente se encuentra a nivel de “estudios definitivos de ingeniería” con un costo de 93 millones de soles
  • Se encuentra insertado en el programa multianual de inversiones.
  • Costo considerado del proyecto: s/. 996´427,247. Costo actualizado s/. 1,095´304,278
  • Corresponde a la cadena funcional de saneamiento urbano
  • Beneficiarios aprox. 400,000
  • Inicio de ejecución: 01/10/2023. Fecha de fin de la ejecución:01/9/2026
  • Estado del Proyecto: activo en ejecución y con seguimiento registrado. No parece tener control concurrente de parte de la Contraloría General de la República.
  • Entidad ejecutora: empresa Técnica y Proyectos S.A. Sucursal del Perú – TYPSA

En este documento, elaborado por el consorcio “Ríos del Norte” y que sirve de base para que TYPSA elabore el “Estudio de ingeniería definitivo” del drenaje pluvial se consideran los siguientes componentes de infraestructura (medidas estructurales se los llama) del Proyecto:

  1. Obras de recolección de aguas: 5,560 sumideros, 4,559 rejillas, canaletas de concreto (209.56 km), cunetas (84.78 km), 1,433 unidades de calidad de agua.
  2. Obras de almacenamiento y regulación de las aguas: 66 tanques de retención (162,432.77 m2), 4 bermas filtrantes (5.397 km), 66 parques filtrantes (196,044.63 m2).
  3. Obras de transporte de las aguas: 154.56 km de colectores principales (incluye el colector pluvial en vía alterna – avenida Chiclayo), subcolectores pluviales (135.04 km) y 2,245 cámaras de inspección o buzones y
  4. Obras de evacuación final: mejoramiento de 25 estructuras de descarga en los drenes agrícolas (aprox. 4,486.00 m2), mejoramiento de la sección hidráulica de drenes agrícolas (50.45 km) y la construcción de 07 estaciones de bombeo de aguas pluviales (7,516.35 m3).

Nos parece importante resaltar que por el tipo de obras proyectadas se trata de un sistema básicamente subterráneo, que se inicia con una profundidad limitada en la parte este de Chiclayo y que, a medida que avanza hacia las vías de disposición final, puede llegar a tener mayor profundidad. Obviamente el diámetro de las tuberías, canales y canaletas se incrementan de acuerdo al volumen de agua que van a transportar.

Sobre estas especificaciones estructurales, contenidas en el perfil del proyecto y que sirven de base para los estudios definitivos presentamos algunos comentarios:

Las propuestas iniciales, los iniciales planteamientos y hasta el sentido común proyectaban un drenaje pluvial básicamente superficial atendiendo a cuatro elementos claves:

  1. Existe una pendiente natural en el sentido este – oeste y que permiten que las aguas discurran con esa direccionalidad. Esa pendiente está comprobada empíricamente y con data existente. Además, se supone, que Ríos del Norte ha realizado un estudio topográfico a nivel de cuenca que debe ser la base para proyectar un sistema de drenaje.
  2. La existencia de tres canales históricos que atraviesan gran parte del territorio intervenido por el proyecto: Cois, Yortuque y Pulén, a la que se tiene que añadir la vía canal – Chiclayo y los drenes rurales. Por estos canales discurre agua en el sentido este – oeste. Walter Morales Uchofen, especialista en hidrología de la UNPRG ha expresado una autorizada opinión sobre este punto. Igualmente, el Panel Fórum Internacional sobre Drenaje Pluvial (CIP – Lambayeque) destacó “la importancia del sistema de drenajes agrícolas, canales y acequias que cruzan a la ciudad de Chiclayo, cuyo funcionamiento debe ser integrado al drenaje pluvial urbano” (Expresión N° 1009).
  3. Las experiencias de los tres últimos episodios de lluvias intensas nos han dejado algunas enseñanzas que se deben tener en cuenta: el sistema de alcantarillado, a pesar de sus falencias, no colapsa de inmediato y permite que el agua de lluvia que cae dentro de las casas fluya y también parte del agua que cae fuera de las viviendas se va por los buzones. Que casi todos los sectores inundados buscan o una evacuación de las aguas hacia los canales o drenes o a una alcantarilla que pase por las cercanías. Si solo se ampliara o mejorara el sistema de alcantarillado se facilitaría la evacuación de las aguas, incluso de zonas altamente inundables. La pregunta es si un proyecto de drenaje pluvial podría considerar esta realidad o, como dicen los consultores “El drenaje … es independiente del sistema de alcantarillado, porque la ciudad ya está consolidada. Si fuera nueva podrían haber hecho un sistema unitario”. Pero hay que recordar que existe un proyecto de renovación del sistema de alcantarillado de Chiclayo y un proyecto de construcción de cuatro colectores en el ámbito del proyecto.
  4. El Colegio de Ingenieros – Lambayeque, a través de la Comisión de Grandes Proyectos, hizo saber su posición en favor de un drenaje pluvial superficial. Nos dicen que lo ha presentado en forma escrita y de manera verbal en cuanta oportunidad han tenido. Opinión que debió ser tomada en cuenta desde la formulación de los términos de referencia para elaborar el perfil y, mucho más, para elaborar el expediente técnico.

Hasta donde tenemos conocimiento, la empresa Typsa, encargada de los estudios, sigue aferrada a la propuesta de drenaje pluvial subterráneo y se limita a presentar como las tres alternativas la variación en el número de tanques de retención y en el kilometraje de los canales y canaletas. Lo que, a nuestro parecer, no son alternativas técnicas propiamente dichas, sino variantes de su propia propuesta (continuará …)

(Artículo publicado inicialmente en el Semanario Expresión. Octubre 2023)

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*Instituto de Desarrollo Regional

COMUNIDAD CAMPESINA San Martín de Porres – Incahuasi

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Pedro Alva Mariñas*

La Comunidad Campesina San Martín de Porres, se ubica en la parte alta del distrito de Incahuasi – Ferreñafe, y colinda con Janque, Sangana, Incahuasi y Moyán. Gran parte de su territorio está delimitado por el río Incahuasi (un brazo del río La Leche). Su población es originaria, tiene como idioma materno el quechua y mantiene prácticas culturales de raíz andina que son similares con la vecina Comunidad Campesina San Pablo de Incahuasi.

Se trata de un amplio espacio dominado por la extensa hacienda de Janque, que fuera afectada por la Reforma Agraria en cumplimiento de la ley 17716 y entregada a los grupos campesinos Señor de los Milagros de Atumpampa y San Martín de Porres de Lanchipampa constituidos los primeros años de la década del 70 del siglo pasado. Pasaron muchos años en esta condición de incertidumbre ya que no hubo las condiciones para formar una cooperativa agraria y esa posibilidad se cerró por la contrarreforma seguida por el gobierno de Morales Bermúdez y subsiguientes.

Los documentos en que nos basamos para redactar esta nota provienen del archivo de la propia comunidad campesina y del archivo de la Oficina de Asesoría Rural de Inder.

1.- CONSTITUCIÓN Y RECONOCIMIENTO OFICIAL. Con la expedición de normas favorables a las comunidades campesinas y la política oficial a su favor (primer gobierno de Alan García) se crean las condiciones para que los dos grupos campesinos decidieran constituirse en comunidad campesina y en una transacción democrática, tomada el 9 de diciembre de 1986, constituyen la Comunidad Campesina San Martín de Porres (tomando las denominaciones de ambos grupos campesinos). La resolución directoral N° 201-89-AG-UADIII-L, expedida el 22 de junio de 1989, le otorgó el reconocimiento oficial como comunidad campesina y con ello obtienen personería jurídica y amparo constitucional. Andrés Calderón Manayay sería el primer presidente comunal. En ese acto participaron los funcionarios Enrique Temoche (+) y Segundo Porras Flores.

2.- EL TÍTULO DE PROPIEDAD. La entonces Dirección Regional Agraria III – Lambayeque tuvo la responsabilidad de titular el territorio de la recién formada Comunidad Campesina San Martín de Porres y lo hizo extendiéndoles tres documentos básicos:

  • Título de propiedad,
  • Memoria descriptiva y
  • Plano de conjunto.

La entrega de tal expediente se hizo en un acto público y siguiendo el procedimiento establecido por la Ley 24657.

La Dirección General de Reforma Agraria y Asentamiento Rural del Ministerio de Agricultura y Alimentación expide la resolución directoral que establece que la Comunidad Campesina San Martín de Porres está considerada para ser adjudicada y titulada, a título gratuito, con un área de 2,727 Has. que corresponden al predio denominado Janque. Esta resolución se la expide el 22 de junio de 1989 y establece que este documento “es mérito suficiente para su inscripción en Registros Públicos”. Lamentablemente este proceso no terminó.

LA MEMORIA DESCRIPTIVA. Es un documento que forma parte de la titulación de un territorio comunal. En este caso el documento que describe la línea de colindancia lleva la firma de Wilfredo Cruz Dioses, director de la Oficina de Catastro de la Dirección Regional de Agricultura de Lambayeque y está fechado el 9 de junio de 1988. Los linderos globales establecidos por el mencionado documento son los siguientes:

  • Norte : Colinda con Río La Leche, en una longitud de 6200 ml.
  • Sur : Colinda con el predio Sangana y Janque, Cerros Pigonte, Paquicán y Cruz, con una longitud de 10,000 ml.
  • Este : Colinda con terrenos de Incahuasi, con una longitud de 5800 ml.
  • Oeste : Colinda con el predio Janque con una longitud de 2500 ml.

Perímetro total: 24,500.00 ml. Área total: 2727.00 Has.

EL PLANO DE CONJUNTO. A La Comunidad se le otorgó un plano de conjunto de su territorio, el mismo que fue diagramado en base a hojas fotogramétricas, es decir obtenidas de fotos aéreas o satelitales que eran las únicas disponibles en ese tiempo. Se trata de un plano oficial, firmado por funcionarios con facultades para ello y en este plano se consigna con claridad los linderos, las líneas de colindancia establecidas y también se confirma el área total de la Comunidad Campesina consistente en las 2,727 has. y tiene como fecha el 13 de abril de 1989.

PENDIENTE. El 16 de julio de 1988, la Dirección Departamental de Agricultura de Lambayeque, le remite al jefe de la Oficina de Registros Públicos de Lambayeque, el expediente para la “Inscripción del territorio de la Comunidad Campesina San Martín de Porres” e invoca para ello la Ley 24657. Sin embargo, esto no se produjo y quedó como un asunto pendiente con responsabilidades compartidas entre la Comunidad Campesina y el Gobierno Regional de Lambayeque. Ya veremos quién no está cumpliendo con su parte, a pesar del tiempo transcurrido.

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*Oficina de Asesoría Rural de INDER. Celular: 951679597

 

EL DRENAJE PLUVIAL – CHICLAYO METROPOLITANO

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Pedro Alva Mariñas*

No tenemos información oficial del contenido de los “entregables” que debe estar presentando la empresa consultora Typsa a la ARCC informando los avances de los “estudios definitivos a nivel de ingeniería” del Proyecto de Drenaje Pluvial de Chiclayo Metropolitano y que, de paso, le sirve para los pagos correspondientes que superan los 93 millones de soles.

Reiteramos nuestra preocupación sobre el tema, preocupación que compartimos con varios actores regionales y en especial con espacios y organizaciones de sociedad civil y que los resumimos en esta breve nota.

1.- Las experiencias tenidas en los últimos eventos del Fenómeno El Niño (1982-1983, 1997-1998, 2017) nos informan que si bien es cierto las lluvias son intensas, causan diversos daños, pero gran parte de esas aguas no se acumulan en las ciudades o centros poblados, más bien discurren, desaparecen en tres destinos: 1.- Un determinado volumen se infiltra en el suelo y con ello satura de humedad el suelo, 2.- Otro volumen discurre en dirección a las acequias, drenes orientados hacia el mar y 3.- Un volumen discurre por el deficiente sistema de alcantarillado. Un estudio básico mostrará cifras por lo menos aproximadas.

De lo anterior emergen una estrategia clara y simple: se trata de diseñar la infraestructura de drenaje orientado a potenciar, a facilitar el flujo de las aguas hacia sus destinos reales y prácticos (acequias y drenes) y de allí a su destino final que es el mar. Incluso se trata de evitar o disminuir la masa de agua que discurre hacia zonas inundables.

No es recomendable la estrategia de Typsa de conducir el agua por tubería subterránea, almacenarla en tanques de retención, para luego llevarla por un sistema de canales hacia los drenes cercanos, sin utilizar las acequias existentes.

2. En el espacio denominado Chiclayo Metropolitano se presenta una pendiente natural de Oeste – Este (de los Andes al mar) que le da una especial configuración al territorio y que hace que las aguas de quebradas y ríos fluyan en esa dirección. Lógicamente cuando ocurren lluvias de gran intensidad las aguas también tienden, buscan abrirse paso en esa misma dirección y así logran fluir volúmenes significativos de esas aguas. El problema que tenemos para que este fluir se facilite es que no se ha construido infraestructura que lo facilite y más bien se han levantado obstáculos. Una solución de fondo al problema de inundaciones tendría que contemplar obras o dispositivos para facilitar el libre fluido de las aguas hacia las acequias, luego a los drenes y de allí hasta el mar que es su destino natural e histórico.

3. Los FEN que ocurren en la costa norte del país nos plantean tres problemas globales, tres desafíos y, consecuentemente, debiéramos tomar en cuenta tres estrategias.

  • Por un lado, la caída de volúmenes inusuales de aguas en áreas urbanas que no encuentran una infraestructura pública y privada con capacidad para enfrentar este desafío y frente a lo cual se tiene que contemplar un sistema de drenaje funcional de esas aguas y que se base en la experiencia acumulada de la propia población y de organismos especializados.
  • Por otro lado, Chiclayo Metropolitano forma parte de la cuenca del río Chancay y el excesivo volumen de agua (en periodos FEN) discurre por su cauce principal, pero también por los canales y acequias a lo largo de su recorrido y frente a lo cual se tienen que contemplar medidas para evitar que estas aguas afecten la zona afectada por las lluvias y más bien sirvan de drenaje para las aguas acumuladas. Habrá entonces que tomar medidas y hacer alguna obra de infraestructura adecuada para esta estrategia y ello implica acuerdos con las organizaciones que manejan estos sistemas de riego.
  • Habrá que contemplar como factor adicional, el elevamiento del nivel freático en todo el ámbito de Chiclayo Metropolitano como consecuencias de estos episodios lluviosos y que agrava los procesos de salinización y humedecimiento de los cimientos, pisos y paredes de las viviendas y de la infraestructura pública. A veces esta dimensión se la toma como algo normal, pero los costos afectan a miles de familias.

Por lo tanto y para ser más rigurosos con la realidad debiéramos hablar de drenaje pluvial, drenaje fluvial y drenaje para bajar el nivel freático.

  1. Chiclayo, La Victoria, JLO prácticamente están sobre una gran masa de agua subterránea y que cualquier obra de infraestructura se enfrenta a este problema y tiene que realizar gastos adicionales o desistir de construir. Nos asombra que una reparación de alcantarillado en una cuadra de la Av. Bolognesi lleva más de dos años sin ser terminada y no es difícil imaginarse lo problemático de enterrar más de 150 Km. De tubería, construir 66 pozas de retención de agua (dicen que se ha reducido a 15) y otras obras complementarias. Si acaso se llegara a construir ¿se imaginan los problemas que tendrán las cuatro municipalidades (Chiclayo, Pimentel, La Victoria y José Leonardo Ortiz) para mantener limpio y operativo el sistema?

A veces se necesita más sentido común, más actitud de diálogo con la gente, con los líderes de organizaciones que sufren los impactos del FEN y con los especialistas locales que trabajan en el sector público o en el sector privado. Los proyectos de esta naturaleza deben poner al centro de todas sus preocupaciones a la gente, a la población que sufre y que tiene experiencia que puede servir de base para formular un buen proyecto, en este caso un megaproyecto.

Se trata de un artículo publicado por el autor en el Semanario Expresión. Chiclayo, febrero 2024.

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*Instituto de Desarrollo Regional – INDER.

 

 

FAR ICH LAP. EL FESTIVAL MUCHIK DEL AGUA

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Pedro Alva Mariñas*

Una constelación de personajes, de Señores Ancestrales, se congregaron en el paseo Yortuque de la ciudad de Chiclayo – Perú, para dar vida y sentido a una de las ceremonias iniciales del Far Ich Lap – Festival del Agua. En una soleada mañana, refrescada por las aguas que discurren por el prehispánico canal Yortuque. Vimos desfilar al son de pututos, luciendo sus mejores trajes y acompañados por sus respectivas comitivas: Señor de Chuspo (que preside el Fexticum), Sacerdotiza de Chornancap (Lambayeque), Señor de Cinto (Pátapo), Señor de Sicán (Batangrande – Ferreñafe), Sacerdote de Sipán y al Señor de Sipán (Sipán-Huaca Rajada). Estando juntos recibieron el saludo de dos sacerdotes de la serranía de Cajamarca. Luego de sus respectivos rituales propiciatorios y de vibrantes mensajes se dirigen a un lugar apropiado para verter el agua traída desde el río Tocmoche (Chota), al viejo canal como culminación del rito de agradecimiento, pero también propiciatorio para que el agua siga fluyendo por toda la cuenca de este productivo valle norteño. La participación del alcalde distrital de La Victoria es básicamente una apuesta para que se dicten medidas y se promuevan actividades para proteger el agua.

Se trata de una peregrinación ritual que sigue el camino inverso del agua que fluye por el valle Chancay -Lambayeque desde la serranía, pasa por la costa para terminar su recorrido en el mar. Esta excursión ritual lo protagonizan y encabezan los Señores Ancestrales, desde la orilla del mar en Pimentel y Eten (en donde recogen agua de mar), pasan por el paseo Yortuque, suben hasta el partidor La Puntilla (Chongoyape), pasan  la Reserva Comunal de Chaparrí, asciende a Tocmoche (ya en territorio cajamarquino) hasta llegar a la mítica laguna de Mishahuanga (3,500 msm.) ubicada en Miracosta – Chota. En ese lugar se vierte el agua de mar, poniendo fin a una serie de actividades que sería largo enumerar.

Hace ya cuatro años y estando en Miracosta, recomendamos que se incluyera el ritual de regreso: que el agua de Mishahuanga sea recogida por la comitiva visitante, transportada cuesta abajo hasta el litoral  y sea vertida en el mar, en una de las playas conocidas, para completar el ciclo del agua. Propusimos también que sea la comunidad campesina Santiago de Cachén de Miracosta la anfitriona de la comitiva de señores ancestrales. La propuesta ya se incorporó en el programa.

Debemos remarcar que la laguna de Mishahuanga tiene que ver más con la cuenca del río La Leche ya que gran parte de sus aguas nutren al río Tocmoche que, entrega sus aguas al río Sangana que, luego de juntarse con el río Incahuasi – Moyán, da nacimiento al río La Leche. Por tal el origen de la cuenca del Chancay – Lambayeque (la más importante de Lambayeque) se encuentra en el ámbito de las actuales provincias de Santa Cruz y de Chota del departamento de Cajamarca. Con el tiempo se tendrá que involucrar en el ritual del agua también a estas provincias como tales.

FAR ICH LAP – EL FESTIVAL DEL AGUA 2023. El agua es uno de los recursos, es la fuente de la vida, y por ello ocupa un lugar importante en todas las civilizaciones. Pero en sociedades desarrolladas en condiciones de desierto y de escasez de lluvias el agua tiene un lugar todavía más importante. Si la preocupación por el agua – por el estrés hídrico – sigue siendo una constante en el poblador norteño de este tiempo, nos imaginamos las tensiones que habrán tenido en tiempos pasados cuando las sociedades eran todavía más vinculadas a las actividades primarias como la agricultura y la ganadería, esa importancia del agua la llevó al espacio de religiosidad andina y que todavía persiste con el culto o “respeto” a las fuentes de agua como el caso del mar para el habitante costeño, como las lagunas y puquios para los habitantes de la serranía.

Contamos con abundantes evidencias de la importancia del agua para las sociedades costeñas prehispánicas del norte del país que se pueden resumir en el concepto de “sociedades hidráulicas” como las definió Paul Kosok hace ya varias décadas. Quizás nuestro reto sea hoy devolverle al agua su vinculación con la ritualidad, con la esfera de las divinidades para darle el lugar que le corresponde junto con la tierra y para los cuales el término quechua “Pachamama” y “Cochamama” y sus equivalentes en muchik, culle o tallán son expresiones más profundas que un simple concepto de “recurso natural” como se acostumbra a definirla. Todavía hoy se hacen rogativas y ceremonias (como el Kasay Rumi en Cañaris) para invocar la presencia de lluvias y solo unos 250 años atrás se construyó el templo de Mórrope para perennizar el milagro de avenidas de agua luego de pasear a una virgen por el cauce seco del río. Sería deseable que esas rogativas, que esas ceremonias y otras que se puedan rescatar o recrear recuperen la reciprocidad andina evidenciadas con el pago, en forma de cargas de sal, ají y pescado que los señores de Jayanca hicieran a Penachí como forma de agradecimiento por regalarles el agua que nace en su territorio.

FAR ICH LAP – La Festividad del Agua – apuesta por devolverle al agua que discurre por el valle Chancay – Lambayeque, su componente místico, de religiosidad andina y con ello consolidar su buen uso, su manejo responsable y la preocupación por las amenazas del cambio climático que podría convertir a la costa norte y los espacios adyacentes en zona de sequía permanente. Es factible replicar esta experiencia en otros valles y convertirla en una movilización nacional por el agua en tiempos de amenazas globales. Así se enlaza a Lambayeque con las políticas globales contenidas en la Agenda 2030 y solo así cobra mayor sentido el interés de Adine Gavazzi de la Cátedra Unesco y del Patronato Muchik de la Cultura por promover esta iniciativa.

Este ritual del agua se inicia entonces en el mar o la mar, que trajo al mítico Naymlap y su corte fundadora de la Cultura Lambayeque y termina en la mágica laguna de Mishahuanga, ubicada en el territorio de los cachén del actual Miracosta y cuyo poder lo comprobó el mismo Antonio Raimondi cuando la visitara (agosto 1869). Se trata de un peregrinaje ritual que enlaza dos lugares epónimos del valle Chancay – Lambayeque.

Un ritual de esta magnitud también nos lleva a una pregunta ineludible: ¿Qué pasó con Lambayeque, qué pasó con este valle Chancay – Lambayeque que se encuentra en una situación difícil, con muchos problemas y que no puede iniciar su rumbo del antiguo esplendor que tuvo en tiempos pasados y que el esplendor de los Señores Étnicos nos lo recuerdan?. Quizás parte de las soluciones sea reencontrarnos con los valores, con las prácticas, con las sabidurías ancestrales que las hemos dejado atrás, que las estamos olvidando.

Que la celebración del Far Ich Lap sea el comienzo de un cambio en el chip modernizante que nos han impuesto y nos auto imponemos.

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*Antropólogo social. INDER

 

 

¿COMO VA LA COMPETITIVIDAD REGIONAL 2023?

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Pedro Alva Mariñas*

El Índice de Competitividad Regional – INCORE es, por ahora, uno de los instrumentos más confiables para evaluar el grado o nivel de desarrollo de un determinado territorio. Este índice es el que permite al Instituto Peruano de Economía – IPE, evaluar el desempeño de las 25 circunscripciones territoriales denominadas regiones o departamentos. Si bien los datos departamentales esconden diferencias importantes a su interior, a cambio nos permite contar con indicadores sólidos a ese nivel y, de paso, muestra el diferente ritmo de “desarrollo” con otros departamentos, gracias a un ranking de competitividad. Esperamos que, con el tiempo, y con el aporte del Estado se pueda contar con estudios a nivel de provincias que nos permitan visibilizar las diferencias internas y ajustar estrategias más precisas para enfrentarlas.

Se sabe que la data utilizada para elaborar estos indicadores proviene principalmente de organismos públicos competentes, lo que le otorga un margen de credibilidad, sin dejar de considerar que existe un margen de desconfianza. Es lo que tenemos y, esperamos, que la data sea mejorada e incorpore otros componentes como el tema ambiental.

Aunque se han hecho importantes avances en el entendimiento de lo que significa desarrollo, incorporando nuevos componentes no meramente económicas. Consideramos que el IPE tiene un entendimiento más moderno de lo que es competitividad pues incluye seis componentes o pilares: entorno económico, infraestructura, salud, educación, laboral e instituciones. Cada uno de estos componentes comprende varios indicadores y se les asigna un valor de 0 a 10 para calificar el desempeño de cada indicador.

Hemos accedido a la versión digital del libro “Índice de Competitividad Regional 2023” que nos parece muy interesante y que, bien mirado puede constituirse en una especie de evaluación del desempeño a nivel regional de los diversos actores y principalmente de los tres niveles de gobierno que actúan en el ámbito regional: municipalidades, gobiernos regionales y ministerios.

En el siguiente cuadro tenemos un “retrato de la competitividad del departamento de Lambayeque al 2023” en sus seis componentes principales.

 

Nos permitimos presentar algunas precisiones sobre esta información:

  1. El promedio departamental del IRC en Lambayeque es de 5.2 de 10 puntos, lo que significa que Lambayeque está en situación de desaprobado.
  2. Lambayeque vuelve a ocupar el puesto 7 de 25 regiones. Es un lugar que se podría decir le pertenece a Lambayeque, lo que refleja que no se presenta el despegue prometido.
  3. El componente con mejores resultados en Lambayeque es el de salud con un puntaje de 7 sobre 10. En este componente Lambayeque se ubica en el puesto 6 de 25 regiones.
  4. El componente entorno económico es el más bajo que ostenta Lambayeque, con 3.9 sobre 10 puntos, que lo coloca en el puesto 8 a nivel nacional.

Identificados los rendimientos de los 6 componentes de la competitividad regional nos corresponde preguntarnos sobre los indicadores con el peor rendimiento en cada uno de los componentes y que son los que traen abajo el rendimiento a nivel de componentes.

Para el caso de Lambayeque se presenta el siguiente cuadro resumen, basado en la información del tantas veces mencionado estudio del IPE.

 

 

Ya tenemos identificadas por lo menos parte de nuestras debilidades falta que se generen (y ayudemos a que ello ocurra) los liderazgos que se necesitan para mejorar el desempeño de estos indicadores de manera sostenible y así mejorar nuestra ubicación en el ranking nacional.


*Instituto de Desarrollo Regional – INDER