Archivo por meses: octubre 2024

UN GRILLO CANTOR EN CASA

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Pedro Alva Mariñas*

Un fastidioso, impertinente, insoportable, monótono, estridente e invisible grillo ha ingresado a mi casa, sin invitación y sin pedir permiso. No puedo saber la hora de su ingreso, pero sí la hora que hizo notar, ruidosamente, su presencia. Al principio me pareció como aceptable, en estos tiempos, tener un visitante, un acompañante solitario, que hizo un notable esfuerzo para llegar a este lugar, a pesar de que la vecindad no es un lugar hecho para grillos. Escondido, con la prisa y el sigilo de un invasor, no me di cuenta de su presencia, hasta que, el silencio de una noche del mes de mayo fue intempestivamente roto por el insoportable y repetitivo chirrido que me ocasionó una noche de total incomodidad. Debo confesar que el imbatible sueño y cierto apego a la vida de los animales me hicieron soportarlo y logré dormirme luego de lanzarle varias amenazas al incansable cantor. Mis amenazas subieron de tono y hasta dije al grillo que si no dejaba de chirriar en la noche siguiente … la pasaría muy mal.

A esta hora acabo de regresar a casa luego de una visita a Pimentel, vengo relajado en varios planos y de pedir algunos deseos a las incesantes olas marinas; pero el grillo ha vuelto a las andadas con su insoportable, monótono ruido y entonces … me dispuse a cumplir mi amenaza final y terminar esta situación de raíz. Ha sido todo un problema ubicarlo con precisión porque parecía estar en todas partes, al menor ruido dejaba de chirriar unos instantes para luego reiniciar su estruendoso ruido … hasta que ubiqué el lugar exacto de donde provenía este molestoso chirrido.

Cuando ya estaba acercándome a su guarida, convertida en una especie de sala de canto, para terminar con el cantor indeseado … recordé una clase de Biología en la Universidad Nacional de Trujillo en la que nos explicaron que los grillos chirrían de esa manera porque es el llamado al apareamiento, es decir es un canto, un grito estridente y hasta desesperado de amor. Más me sorprendió comprobar que lo hacen a costa de revelar su ubicación a algún potencial depredador (como un humano). Incluso nos enseñaron, en un grillo sacrificado, que el roce de una parte de sus patas con una sección de su cuerpo produce el molestoso ruido. Claro, para un ser humano es un ruido perturbador que tiene que ser callado si o si; pero para un grillo hembra debe ser una perturbadora sinfonía, que la obliga a ir en busca de la fuente de ese inconfundible sonido de amor.

Entonces mi cólera, mi enojo, mi desazón se fueron trocando en compasión, en complicidad y hasta en cierta satisfacción de que exista un animalito que grita a los cuatro vientos que quiere aparearse … que necesita una pareja para terminar sus días cumpliendo con el sagrado deber de copular y, luego, morir con dignidad. Entonces me dije el grillo no chirria, más bien canta una canción de amor a una posible pareja que no conoce y que no sabe todavía si le corresponderá tanto esfuerzo. Abrumado por estos pensamientos positivos y hasta románticos decidí no proceder contra el grillo, sino más bien dejarlo chirriar o desplegar “su canto” amoroso para que una hembra dispuesta se le acerque y pueda complacer, probablemente, el último deseo del grillo auto declarado en emergencia.

Implicado ya en esta situación de emergencia decidí abrir un poco más las ventanas para que una hembra, solitaria, ansiosa de aparearse y atraída por el sonido tan especial del grillo, haga su ingreso en la sala de canto y pueda producirse el tan anhelado encuentro entre un cantor desvergonzado y una desconocida grillo que tenga la valentía de llegar hasta donde se encuentra su desconocido amante. Mi deseo es simple y ojalá me lo puedan cumplir: que su luna de miel lo pasen fuera de mi casa y no los vuelva a ver, ni escuchar … por un buen tiempo. Lo cierto es que no volví a escuchar más el canto del grillo, tampoco tuve la ocasión de ver a la arriesgada pareja …. es, finalmente, un asunto de grillos.

Cuando quieras terminar con la vida de un grillo … piensa que se trata de un animalito que se muere por aparearse y lo grita a los cuatro vientos, sin importarle nada más que el oído receptor de una buena compañía. A diferencia de los grillos, los humanos no podemos hacer lo mismo.

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*Instituto de Desarrollo Regional – INDER

JUAN ALBERTO NAVARRO RAMOS. Un referente de líder comunal norteño

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Pedro Alva Mariñas*

En nuestro recorrido por el norte del Perú , he tenido la suerte de conocer, interactuar con personas de una gran valía, queridos, estimados, respetados por su gente por haber sido protagonistas de hechos importantes en la vida de sus pueblos y comunidades. Algún día hablaremos de algunos de ellos en estos tiempos en que se van esfumando los grandes líderes y van surgiendo nuevos que, generalmente, se quedan en proyecto o promesa.

Una de esas personas, comunero de nacimiento y por vocación de la Comunidad Campesina de Tongorrape – distrito de Motupe, provincia de Lambayeque  es Juan Alberto Navarro Ramos, que lo recordamos con su figura robusta, con su caminar cansino, con su arreglado bigote copiado de alguna película mexicana, con su ropa algo floja para facilitarse la ventilación en el cálido norte y con un cartapacio algo desgastado que no lo soltaba para nada pues contenía “los documentos de mi Comunidad” solía decirnos.

Ya en los eventos públicos el apacible líder comuneros sufría un cambio evidente. Cuando hablaba, su voz se hacía fuerte, sus gestos enérgicos, y sus mensajes eran claros, precisos que denotaban que manejaba el tema, que lo conocía, que lo sufría y que no doblaba la cabeza, ni acortaba sus intervenciones. Aparecía el líder, el que se ponía la frente de los problemas y de las soluciones posibles.

Juan Alberto fue varias veces presidente electo de su comunidad campesina, es sin duda, el más elegido y reelegido de todos los presidentes de comunidades campesinas del norte del país. Era postulado para un ejercicio presidencial que duraba dos años y era el candidato para la reelección que la volvía a ganar. Pero nunca aceptó ir más allá de sus cuatro años legales y establecidos en sus estatutos. Descansaba un tiempo para atender su parcela, la producción, sus ingresos, a su familia que sufría las consecuencias de ese tiempo dedicado a la Comunidad. Volvía a ser postulado y, en premio a su buena gestión, lo volvían a reelegir y así llegó a cumplir más de 16 años como presidente de la Comunidad Campesina de Tongorrape.

Alberto Navarro Ramos, por sus propios méritos se convirtió en el cuarto presidente de la FEDECCAL y por acuerdo del IV Congreso de Comunidades Campesinas realizado el 28 de mayo de 1995. De esa directiva que presidió los recordamos a todos, tenemos evidencias del trabajo realizado en tiempos complicados, muy difíciles para las comunidades campesinas, especialmente de la costa norte que tenían extensas tierras y que, ya para entonces, se habían logrado titular la mayoría de ellas, con las doloras excepciones de Olmos y Mórrope, al norte y de Mocupe y Lagunas al Sur. De los líderes que acompañamos en ese periodo, algunos ya dejaron de existir, otros ya cumplieron su papel y algunos se mantienen activos todavía.

Alberto Navarro, como presidente y, en mi condición de asesor de la FEDECCAL, estuvimos liderando el periodo de la resistencia de las comunidades campesinas del país en contra de los objetivos neoliberales de privatización y destrucción de las comunidades campesinas puesta en práctica por el gobierno autoritario de Fujimori, su ministro de agricultura Absalón Vásquez y su asesor Hernando de Soto. Jornadas intensas que nos llevaron a coordinar acciones con la FRADEPT de Piura, la FDCC de Cajamarca, la FECCRLIB de La Libertad y conformar la Coordinadora Nacional de Comunidades Campesinas que llevó la lucha a Lima y al propio Congreso de la República en donde logramos insertar algunos términos legales que hicieron caso imposible ejecutar las leyes privatistas aprobadas por ese gobierno. Fue un triunfo que recordamos con mucho orgullo.

En uno de tantos episodios Juan Alberto declinó presidir la Coordinadora Nacional de Comunidades y le cedió el puesto al presidente de la Federación de Comunidades Campesinas de La Libertad que, hay que decirlo, no dio la talla para una tarea de tal envergadura. Así y debido a su humildad se perdió la posibilidad de liderar un movimiento nacional de comunidades campesinas que fortaleciera a la CCP, a la CNA, en tiempos en que estaban desorganizadas y sin discurso frente al neoliberalismo. De paso se perdió también la invitación a Ginebra para presentar la problemática de las comunidades campesinas de costa ante una asamblea especializada de Naciones Unidas.

Cumplió su ciclo en su Comunidad y también en la FEDECCAL y así, de a pocos, llegó el momento de retirarse de toda una vida dirigencial. En sus cada vez más espaciadas visitas nos decía “los años ya me pasan factura” y era para creerle pues ya había sobrepasado la barrera de los “ochenta y picos”. Entonces tuvo más tiempo para su numerosa familia. Vivió rodeado de familiares de su propia sangre entre los que contamos a sus 9 hijos y 30 nietos y casi todos ellos con parejas y descendientes. También en este aspecto la vida le fue propicia.

Pasaron los años y nos fuimos acostumbrando a su ausencia. Hasta que un fatídico día del mes de junio de hace 6 años, nos llegó la noticia de que Juan Alberto había fallecido y que sus restos estaban velándose en su querencia. Tomamos la decisión de viajar a Tongorrape a despedirnos, en una despedida que no podrá repetirse porque son las dolorosas despedidas finales, el adiós definitivo. Ya frente a su ataúd, pedimos permiso a la familia y, algo repuestos del impacto, le rendimos un homenaje como a él le hubiera gustado.

Alberto Navarro Ramos: referente de líder comunero, ex presidente de la Comunidad Campesina de Tongorrape, presidente de FEDECCAL, líder de las comunidades campesinas del norte, gran persona y amigo entrañable de tantos años y de tantas batallas por nuestras comunidades… ¡Te recordaremos siempre!

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*Oficina de Asesoría Rural de INDER. Celular 951679597

 

EL CORTE DEL PRIMER CABELLO: Landa, landay o landaruto

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Pedro Alva Mariñas*


César Valera, como invitado especial de la ciudad de Chiclayo, al momento de realizar el corte del mechoncito de pelo correspondiente. El niño está concentrado en su celular.

El corte del primer cabello o también el primer corte de cabello de una persona es un hecho trascendente para muchas culturas en el mundo, se trata de un rito de iniciación, de un ritual de buena suerte, fortalece los lazos familiares y una presentación del niño “en sociedad”. Generalmente es una ceremonia familiar, pero en otros casos son eventos más abiertos. Se realiza a temprana edad, entre los tres y los 7 años. En otros casos es una ceremonia única, en otras se la asocia a otras ceremonias como el bautizo.

No cabe duda de que el corte del primer cabello es un rito de socialización y por tal se entiende al “Conjunto de los procesos que un grupo social emplea para transmitir a sus hijos las normas que tienden a garantizar el funcionamiento y el desarrollo del sistema, manteniendo las relaciones sociales que le sirven de base” (Unesco, 1978). Es a través de este proceso que los contenidos culturales se perpetúan a través de generaciones.

Corte de pelo, landa, landay, landaruto son los nombres que sectores de la población norteña utilizan para denominar al ritual del primer corte de cabello de un niño y que constituye uno de los ritos tradicionales de socialización del ser humano, es decir de introducción oficial a la sociedad en la que ha nacido y va a vivir. Este ritual puede asociarse con el bautizo del niño de tal manera que se tiene, el mismo día, dos ceremonias y en dos escenarios distintos. En otros casos se celebra como actividad única.

En los últimos tres años hemos participado en tres ceremonias de corte del primer cabello. En el caso de Chiclayo se desarrolló como una actividad secundaria a la celebración del bautizo del niño, dejando para que los conocidos se acercaran a una esquina del local y procedieran a cortar el pelo, sin hacer mucho alarde y el dinero recaudado no se lo contó y tampoco se supo del aporte de los padrinos de corte de pelo. Otra ceremonia se realizó en el pueblo de Salas, un distrito y comunidad rural de Lambayeque, distante unas 2 horas de la ciudad de Chiclayo.

Volvemos a constatar que en el norte del Perú y particularmente en los espacios en los que hacemos referencia se viene librando una pugna, una lucha permanente entre lo tradicional y lo moderno, entre lo que podríamos decir “occidentalización” y “tradición” y si bien podemos dar cuenta del notorio avance de lo moderno, también podemos afirmar la capacidad de resistencia de las tradiciones y ello se nota no solo en la gente que lo practica, sino en la gente que participa y lo celebra. Y es que animarse a realizar un corte de pelo implica apostar por todo un paquete cultural, por una opción y no solo por un acto de cortar cabello.

Sin tratar de ser meticuloso, nos parece importante resumir el ritual del corte del primer cabello, hacemos la salvedad que no todo en la realidad es secuencial, hay procesos que marchan en paralelo:

Primera fase. Convencer a la pareja o a las familias de la pertinencia de realizar el ritual, lo que incluye fijar fechas, lugar, padrinos, la atención, la música. Implica varias negociaciones, desacuerdos, acuerdos intrafamiliares. No es una tarea fácil y muchos intentos mueren en esta etapa ya sea por oposición de uno de los cónyuges o por oposición de algunos familiares.

Segunda fase. Buscar a la pareja de padrinos adecuada, lo que tampoco es fácil y, generalmente, se encuentran con padrinos muy desorientados en estas costumbres, lo que hace más difícil la labor de los padres. Para la elección de los padrinos se tiene en cuenta varios factores, pero prima el hecho de que sea alguien “importante” para la familia porque ello hablará del nivel de relaciones que tiene la familia. Parte de los requisitos de los padrinos es su solvencia.

Tercera fase. Se presentan dos lógicas. En el caso de Chiclayo se contrató un local, una orquesta, la cena que pagó el padrino del corte de pelo. En los otros dos casos esta fase se conoce como “el preparo” de la familia para el gran día, aportan bienes, alimentos, trabajo, utensilios, vajilla, sillas. Se trata de una movilización importante de recursos y personas con el objetivo de “quedar bien como familia”. La preparación de bebidas (chicha en el caso de Mórrope) requiere de por lo menos 5 días antes, para que llegue en “su punto”. En la noche previa se inicia la preparación de las comidas, el aderezo de las aves, para que en la madrugada se pueda preparar el “hornao”. En este punto las lógicas son diferentes, para el sector más rural se preparan para mucha gente, en el caso de zonas urbanas se prepara “para los invitados” con tarjeta.

Cuarta fase. Es la ceremonia del corte de pelo propiamente dicho y para lo cual se prepara al ahijado con su mejor gala, se suele hacer trencitas o mechoncitos con su cabello humedecido para facilitar el corte y en forma voluntaria son llamado para cortar. En el caso de Mórrope los padrinos con el ahijado recorren los ambientes invitando a los presentes a cortar el mechón de cabellos. Se tiene a disposición un depósito de agua para humedecer el cabello y facilitar su corte. En el caso de Salas el agua para humedecer el cabello se lo mezcló con maíz blanco molido (agua chuya) y se ayuda con una ramita. Una vez cortado el mechoncito se deposita una cantidad de dinero que fluctúa entre 10 y 50 soles, son los padrinos o dos personas encargadas las que llevan las bandejas. En el caso de Chiclayo no se contó lo recaudado, en el claro afán de no dar mucha luz a la ceremonia. En el caso de Mórrope se contó globalmente lo recaudado y se cerró el tema con el obsequio generoso de los padrinos. En el caso de Salas hemos visto que la cabellera lo dividen en dos partes para facilitar el corte ordenado de la familia de la mamá y conocidos de la madrina y el otro lado de la cabellera es para los amigos y conocidos del papá y del padrino. En este caso hubo conteo del aporte global y quedó claro el bando que más había aportado.

Quinta fase. El destino del pelo cortado es realmente una incógnita. Unas familias dicen que una parte lo guardan de recuerdo. Otros dicen que simplemente los arrojan junto con los desperdicios y en el caso de Salas se decidió enterrar el cabello cortado en un lugar adecuado del parque principal, haciendo invocaciones para que le vaya bien al niño.

Sexta fase. La atención a los padrinos e invitados. Tenemos que distinguir que es célebre en la zona el agasajo a los padrinos del bautizo. En el caso de Mórrope les obsequiaron un pavo completo, además de una buena porción de papa, de pan. Para los padrinos de corte de pelo parece que fue algo similar, pero por la hora y el inicio de la música pasó algo inadvertido. En el caso de Salas los padrinos fueron agasajados con 10 cuyes cada uno, acompañados de papas y licor. Se trata de un acto de reciprocidad por el que los padres agradecen a los padrinos el tiempo, los gastos que han realizado o, simplemente el hecho de aceptar ser padrino. En Chiclayo no vimos que hubiera algo parecido para los padrinos. En ningún caso observamos que la comida fuera servida en función del aporte económico (como sucede en otros casos).

Séptima fase. La comida general y el baile. Se nota con claridad que la familia que toma la decisión de realizar el corte de pelo, está apostando por “tirar la casa por la ventana” y eso se deja notar en el arreglo del ambiente que en los tres casos fueron lugares públicos y alquilados (caso de Salas en un coliseo) y en el caso de Mórrope se acondicionó una carpa en plena calle y para lo cual se tramitaron las autorizaciones respectivas y el aval de los vecinos. En los casos de Mórrope y Salas destacan el hecho de que la comida y bebida parece nunca acabarse, todo el que llega es agasajado, sin ningún reparo. A eso de las 10.30 pm. la celebración alcanza su máxima expresión y no para sino hasta la madrugada.

 

*Instituto de Desarrollo Regional – INDER

 

 

LA COMUNIDAD CAMPESINA “SAN GREGORIO” DE SAN MIGUEL – CAJAMARCA

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Pedro Alva Mariñas*

 Hito tradicional que demarca el territorio de las comunidades campesinas de Chepén y San Gregorio y que fuera fotografiado por nosotros el 27/11/2023 y que fuera destruido por personal de la empresa Agro Norte Corp. Hace unas semanas. Los comuneros han procedido a erigir otro hito en el mismo lugar.

La Comunidad Campesina de San Gregorio se ubica en el distrito de San Gregorio de la provincia de San Miguel de Pallaques – Departamento de Cajamarca. Cuenta con reconocimiento oficial desde el 26 de octubre de 1943 y sus títulos de propiedad, revalidados en el marco de la Ley N° 24657, se encuentran inscritos en la Sunarp desde el año 1988. Una gentil invitación de la directiva comunal me permitió acercarme a los problemas y esperanzas de esta ancestral comunidad campesina.

Es una comunidad que funciona como tal, que cuenta con 330 familias comuneras empadronadas en el último padrón comunal, que tiene problemas con organismos del Estado como las municipalidades que se atribuyen derechos de disponer de lotes para viviendas y recursos naturales para otros fines como si fueran de su propiedad (entre ellos agregados para la construcción de carreteras). Pero la mayor amenaza que está afrontando proviene de una ofensiva de empresas agroexportadoras que, tal como los terratenientes de ayer, pretenden engullirse a los pequeños productores ya sean individuales o comuneros y para lo cual usan como estrategia central la instrumentalización del sistema financiero y del Poder Judicial.

Esta comunidad campesina, ubicada en el valle del río Chamán, colinda, en la parte oeste con la Comunidad Campesina de Chepén y con la cual han tenido, generalmente, una relación de buena vecindad como lo demuestran las actas de colindancia firmadas y los hitos respetados por ambas comunidades. Lamentablemente la comunidad de Chepén está perdiendo gran parte de sus tierras, víctima de la voracidad de los nuevos terratenientes agroexportadoras y de complicidades varias y, en este proceso, ha terminado arrastrando a la Comunidad Campesina de San Gregorio.

El 27 de noviembre de 2023 fui invitado a una asamblea de la Comunidad Campesina por el joven presidente, de ese entonces, Alex Sevillano García y pude documentar una diligencia autoritaria de un fiscal provincial que no quiso reconocer, ni dar cuenta, de que la diligencia que estaba haciendo contra unos supuestos invasores y a pedido de la empresa Agro Norte Corp. Lo realizaba en territorio comunal y muy cerca de un visible hito que marcaba con claridad el territorio comunal y frente al cual ingresó y salió del lugar de la diligencia fiscal. El abogado defensor de la Comunidad no hizo ningún esfuerzo por aclarar el tema, por por lo menos señalar esta situación de facto. El resultado de mi visita fue la publicación de un par de notas en mi muro de Facebook y una nota en el programa radial Panorama Regional.

Pascual Gómez Espinoza es el actual presidente comunal y el presidente del sector Las Viejas es Alexander Sevillano García. Ellos han hecho declaraciones, hace unos días, a medios de comunicación de Chepén, denunciando que en el sector La Cruz de Talambo, en el límite de San Gregorio y la provincia de Chepén, personal de la empresa Agro Norte Corp. Ha destruido una parte del lindero comunal tradicional entre las comunidades campesinas de Chepén y San Gregorio y en especial el hito más visible, construido a un costado de la carretera de acceso al distrito de San Gregorio y constituido en un muro de cemento, ladrillo y fierro y en el que se podía leer claramente el nombre de la Comunidad y, avisaba, que se ingresaba a su territorio.

Esta empresa alega que adquirieron 8,200 hectáreas de propiedad de la Comunidad Campesina de Chepén, en un oscuro proceso legal y financiero que terminó en el remate de tierras comunales y, como el área rematada no alcanza sus pretensiones, simplemente han decidido “completarla” con gran parte de las tierras de la comunidad campesina San Gregorio que colindan con ese predio. Así de simple. Y para ello han montado una estrategia como denunciar penalmente a un grupo de comuneros como “invasores” de su nueva propiedad, restringir la acción de las rondas campesinas mediante la actuación de una fiscal y, por ahora, la destrucción reciente del hito comunal más visible y que marca el inicio del territorio comunal, por la parte oeste. Hito que documentamos en nuestra visita de noviembre del año 2023.

Comuneros de San Gregorio se concentran en su lindero comunal, muy cerca del hito comunal de cemento y teniendo tras de sí el conocido cerro Horcón que es uno de los linderos comunales. Es en esta zona donde se pretende consumar la usurpación del territorio comunal.

Los comuneros tienen argumentos sólidos que las autoridades judiciales y policiales los consideren y pongan freno a un acto de injusticia que los propietarios de Agro Norte Corp. Pretenden consumar implicando a entidades financieras y al Ministerio Público. En su favor los comuneros alegan que:

  • Son propietarios y posesionarios reconocidos del área que la empresa quiere usurpar.
  • Este lindero está demarcado con hitos (algunos construidos con cemento y fierro)
  • Tienes actas de colindancia firmados por sus tradicionales colindantes y con la participación de los funcionarios del Ministerio de Agricultura
  • Cuentan con memoria descriptiva firmada por los funcionarios correspondientes
  • El área está demarcada por un plano de conjunto oficial, desde el año 1987
  • Sus títulos se encuentran registrados en la Sunarp desde el año 1988

Mientras que, del otro lado, es decir de la empresa Agro Norte Corp. solo puede alegar el pago oneroso por un controvertido remate de tierras comunales de Chepén y que ha sido materia de cuestionamientos públicos y legales por parte de la comunidad agraviada.

Fijada la meta de completar el hectareaje adquirido en la subasta, la empresa agroexportadora no tiene ningún miramiento si, en ese afán, también está usurpando tierras de otra Comunidad, que no ha sido parte del juicio y que pensó que sus tierras estaban suficientemente protegidas no sólo por los comuneros mismos, sino también por el propio Estado.

 

Asamblea de comuneros de la Comunidad Campesina de San Gregorio tomando decisiones en forma personal y transparente. La exposición sobre sus derechos territoriales tuvo una gran acogida y esperamos el documento resumen se lo pueda imprimir para todos los comuneros.

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*Pedro Alva Mariñas. Celular: 951679597

 

LANCHIPAMPA – INKAWASI: La fuerza de lo comunal

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Pedro Alva Mariñas*

Lanchipampa es un centro poblado pequeño, propio del modelo de “poblamiento disperso” que caracteriza al sector rural, al que se llega, desde Ferreñafe a través de una carretera que tiene un tramo corto asfaltado y un tramo largo muy deteriorado por las lluvias pasadas y por la desatención estatal. Para el regreso utilizamos un tramo alternativo que partiendo de Inkawasi pasa por varios centros poblados, entre ellos, Kalima, Lanchipampa, Cruz Loma, Huayrul hasta Moyán en donde reingresa al tramo principal. Este tramo luce en mejores condiciones gracias al periódico mantenimiento que realizan los pobladores, mediante faenas comunales.

Destaca la infraestructura pública como el centro educativo, la posta médica, el parquecito, una plataforma deportiva. Los servicios básicos funcionan como el agua para consumo humano (con problemas de potabilización), desagüe, luz eléctrica. El servicio de telecomunicaciones es inexistente por lo que la población se encuentra en “apagón” permanente y si bien el centro de educativo y la posta de salud cuentan con señal, ésta es muy débil y fluctuante.

Lanchipampa es un sector importante de la Comunidad Campesina San Martín de Porres que goza de reconocimiento oficial y su territorio está oficialmente titulado y en proceso de registro en la Sunarp. Políticamente pertenece al distrito de Inkawasi – provincia de Ferreñafe – Lambayeque – Perú.         Se encuentra muy cerca del límite departamental entre Lambayeque y Cajamarca, demarcado por una cadena de cerros que los separa del distrito de Miracosta – Chota – Cajamarca.

En este tiempo el clima es lluvioso, con frecuente invasión de neblinas, no es tan frío como Incahuasi. En sus campos produce, entre otros productos, papa, maíz y también pastos que dan lugar a una pequeña ganadería que permite elaborar quesos para el consumo familiar. La producción de frutas y verduras es limitada. Existe toda una estrategia de auto sostenimiento familiar y el intercambio de productos es más que frecuente. No existe un mercado propiamente dicho por lo que el acceso a otro tipo de alimentos es difícil y de alguna manera se los obtiene con los viajes a ciudades como Ferreñafe y Chiclayo.

En este tiempo se puede apreciar que los comuneros están ya en plena campaña agrícola, muchas de las chacras lucen completamente verdes, pero también notamos una amplia zona comunal dedicada al libre pastoreo del ganado. El paisaje, con lomas y cerros por doquier están matizados con el follaje de numerosos eucaliptos que se han aclimatado bien a la zona, pero notamos también la presencia de alisos, saúcos, magueyes, además del conocido “lanche” que parece darle el nombre a este sector y al mismo centro poblado.

 

 

 

 

 

 

En el transcurso de dos días, prácticamente unas 30 horas de permanencia en Lanchipampa nos ha sorprendido gratamente, ver a las personas en su desenvolvimiento cotidiano, participando en una faena comunal, en un compartir y también el ritual al departir con chicha y el infaltable yonque que es la bebida oficial en esta zona de Lambayeque. Ese acompañamiento – que se relaciona con experiencias similares – nos permiten presentar algunos comentarios relacionados con las prácticas culturales locales, de raigambre andina y que hacen de Lanchipampa un lugar, similar a otros espacios, pero también diferente:

  1. La vestimenta de las mujeres que llevan la marca cultural de la zona andina de Lambayeque, aunque tienen algunas diferencias. El contraste con la vestimenta occidental de los hombres, salvo el poncho con rayas multicolores que lo utiliza un 60% de ellos. En el caso de los varones el sombrero ha sido reemplazado por la gorra.
  2. Las prácticas de faenas comunales y también de las mingas. En esta oportunidad los comuneros (hombres y mujeres) se congregaron para hacer la limpieza de las cunetas del tramo carretero que cruza su sector, terminando los trabajos en el lindero sur – oeste que queda frente al caserío Cruz Loma. Hemos visto trabajar “hombro a hombro” a hombres y mujeres y al mando del presidente de la Comisión de Limpia de Carretera. No hay duda de que esta costumbre es la que ayuda para que este tramo carretero luzca en buen estado.
  3. La práctica del quechua como idioma oficial, diario de la población. Hemos notado que, debido a mi presencia, han usado preferentemente el español en su asamblea. Lo escuchamos a los mayores, a los jóvenes y también a los niños. Incluso en la movilidad de regreso un niño no me entendía que me alcanzar mi mochila, tuvo que intervenir la madre para explicarle mi pedido.
  4. El tucuy micushun. Es una práctica comunitaria que consiste en “compartir” la comida que cada comunero lleva a las asambleas, a las faenas o mingas comunales. Comuneros designados como “serviciales” son los encargados de recoger los “quipes” de las mujeres que contienen la comida y desplegarlos con mucho cuidado en el piso del local de reunión. Al final la comida queda alineada en tres o cuatro hileras, se hace la respectiva bendición de la comida, se nota la preocupación por hacer llegar el mejor plato al invitado. Los serviciales siguen atentos procurando que todos coman, alcanzando o repartiendo algunas viandas para que todos queden contentos y satisfechos. Terminada la comida se procede a brindar un trago de aguardiente a manera de “asentativo”. Se levantan las mantas, se las regresan a sus respectivas dueñas y con ello se declara concluido el tucuy micushun o el compartir.
  5. La fuerza de lo comunal. Hay que estar allí para sentir que en la vida de los peruanos – en general – existe un substrato, casi un instinto – que nos arriesgamos a definirlo como “lo comunal” es decir a pensar, a sentir, a actuar, a sentirnos bien, a extrañar el trabajo grupal, el trabajo entre todos, y que enfrentados a lo individual, a lo egoísta terminamos por elegir el interés común, el interés de “la comunidad”.

 

 

 

 

 

 

 

Los líderes y comuneros de Lanchipampa, que es un sector muy importante de la Comunidad Campesina San Martín de Porres (reconocida por R.D. N° 365-87-AG-DR III del 22 de junio de 1987) y habiendo sufrido algunos desengaños y “discriminaciones” de parte de los dirigentes comunales (residentes en el sector Atunpampa) estaban tentados para iniciar el camino de la separación de la comunidad y transitar el camino de constituirse en comunidad campesina. Incluso hicieron explícito que me habían invitado para que yo sustentara esa decisión y acompañara este proceso que ya habían iniciado.

Luego de un intenso, por momentos tenso, pero franco diálogo, se fueron despejando dudas y aclarando el camino para seguir siendo parte de la comunidad campesina, abandonar el camino de la separación y más bien constituirse en una Junta de Administración Local – JAL de Lanchipampa y con ello se beneficiarían de todos los logros obtenidos como comunidad campesina (reconocimiento oficial y titulación del territorio comunal) y, además, tendrían la autonomía para gobernarse dentro del marco legal y de sus usos y costumbres. El acuerdo fue por unanimidad, todos levantaron la mano en señal de aprobación … también en este punto se comportaron como comunidad …

 

 

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*Director de la Oficina de Asesoría Rural de INDER.

 

 

LA AGENDA BICENTENARIO DE COMUNIDADES CAMPESINAS ORIGINARIAS DEL NORTE.

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Pedro Alva Mariñas*

Convocadas por la Federación de Comunidades Campesinas de Lambayeque – FEDECCAL y con el acompañamiento profesional de INDER “nuestras comunidades campesinas originarias” han logrado formular concertadamente un documento titulado “Agenda Bicentenario de Comunidades Campesinas originarias” que tiene como elemento distintivo la razón y el corazón y que bien puede significar el comienzo de un camino distinto del mundo de las comunidades y que pueden tener profundas repercusiones en tres direcciones distintas: mejorar sensiblemente la gestión de las directivas comunales, ser una base para un diálogo – con acuerdos y desacuerdos – con los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local) y sentirse parte de una sociedad global sensible por otros pueblos y que reacciona frente a amenazas globales.

Tenemos la impresión de que esta postura de los líderes y acompañantes de los comuneros acusa el impacto de la situación de incertidumbre total que asfixia a la sociedad nacional, con la consiguiente crisis de liderazgo alternativo formal y, por otro lado, es pedir la palabra para decir yo tengo una propuesta para dialogar, para concordar en algunos puntos y también para disentir y distanciarse. Pero tengo una propuesta para el largo plazo, para el corto plazo y medidas urgentes para encarar los problemas más acuciantes.

LAS PROPUESTAS GLOBALES.

Es una propuesta desde adentro: reconocerse, saberse que son y deben ser actores más activos en el desarrollo local integral y se proclaman como:

  • Actores del desarrollo integral y sostenible responsables de alimentar a nuestra población con productos de calidad y a precios justos.
  • Actores en defensa del medio ambiente, los recursos naturales, el cambio climático y desastres naturales
  • Actores claves por la seguridad en el campo, reduciendo los delitos, los conflictos y organizando y promoviendo las rondas campesinas comunales.
  • Baluartes de la democracia participativa basada en consensos y en el bien común
  • Espacios de refugio y recreación de la cultura andina de costa y de sierra.
  • Actores por una vida digna, la lucha contra la pobreza y las exclusiones y con rumbo hacia el buen vivir.
  • Promotores del buen vivir: vivir bien consigo mismo, vivir bien con tu prójimo, vivir en armonía con la naturaleza

Para avanzar en esas direcciones o como se dice “para acortar los plazos” se consideran varias estrategias en las que se destacan: una nueva Constitución Política como una especie de contrato social (firmada por todos) para transitar hacia un futuro mejor para todos. No se trata de imponer, no se trata de retroceder, se trata de avanzar juntos. Que recomienda también que el Estado reconozca y actúe para garantizar “la diversidad social y cultural del país”, que se de curso a la “desestructuración de las normas injustas, excluyentes en contra de las comunidades y pueblos originario” y que se contemplen compensaciones justas a su favor. Que se participe en una comisión para evaluar el grado de cumplimiento del Convenio 169 de la OIT y de convenios sobre el cambio climático y el grado de cumplimiento de los objetivos 2030.

LAS PROPUESTAS DE CORTO Y MEDIANO PLAZOS.

 

 

 

 

 

Ya resulta difícil poder resumir el contenido de esta parte de la Agenda Bicentenario, pero nos bastará señalar que tiene los siguientes componentes:

  • Por el desarrollo integral sostenible.
  • La defensa del medio ambiente.
  • Seguridad, la paz y no corrupción.
  • Comunidades titulares de derechos colectivos y baluartes de la democracia.
  • Comunidades como espacios de refugio y recreación de la cultura andina
  • Por vida digna y lucha contra la pobreza y la exclusión
  • Por el cumplimiento de las políticas públicas en favor de comunidades

Visto con optimismo, pero con una gran cuota de pesimismo, nos reconforta saber que nuestras comunidades campesinas originarias tienen propuestas escritas y firmadas y que, con toda seguridad lo harán llegar a los niveles que suelen hacerlo con la esperanza que se pueda iniciar las soluciones que demandan y que los gobernantes lo consideran también importante o parte de sus funciones y competencias.

No queremos, ni debemos, dejar de saludar a los directivos de la Federación de Comunidades Campesinas de Lambayeque – FEDECCAL que el 31 de enero habrán celebrado los 36 años de fundación, ocurrida allá por el año 1988. Generaciones de líderes comuneros que van pasando, que van surgiendo, que van marcando derroteros. Nos alegramos de que hace más de 36 años concebimos la idea de generar un espacio propio desde las comunidades campesinas (en ese entonces solo 16 tradicionales) y para las comunidades campesinas …nos alegramos entonces de haber estado allí, de habernos fajado para que sea posible y continuar en la brega.

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*Oficina de Asesoría Rural de INDER.