LA IMPLEMENTACIÓN DE LOS PLANES DE DESARROLLO. Un imposible o una posibilidad

[Visto: 794 veces]

Pedro Alva Mariñas*

20141118-plan_de_desarrllo_caratula.jpg

Desde hace un tiempo, tal vez mucho tiempo ya, muchos y cada vez más numerosos actores demandaban la formulación de los planes de desarrollo concertados regionales, provinciales y locales y, con el tiempo esa demanda se viene cumpliendo gracias, entre otros factores a las exigencias muy concretas del Ministerio de Economía y Finanzas y al hecho que se han ido desarrollando capacidades para su elaboración. Actualmente la Región, las tres provincias y los 35 distritos tienen su respectivo plan de desarrollo concertado y ello es meritorio.

Pero, en tiempos más recientes, se está demandando la puesta en práctica, la implementación de los planes de desarrollo concertado para que no se queden como simples documentos sino que se conviertan en instrumentos de decisiones, en instrumentos normativos, es decir en instrumentos de gestión pública. Esta es la parte que resulta más difícil y más compleja.

Ha sido la Municipalidad Provincial de Lambayeque la que comprendió esta demanda y la que inició en todo Lambayeque y posiblemente en el norte del Perú un singular esfuerzo por convertir el Plan de Desarrollo en un instrumento de gestión. Solo el haber transitado los primeros pasos es muy meritorio, pero nos revela que la tarea es complicada, es desafiante, pero está llena de promesas, llena de esperanzas.

En el caso de la Municipalidad Provincial de Lambayeque se contaba con un buen punto de partida consistente en la elaboración de Plan de Desarrollo, participativo, concertado,  actualizado y que incorporó indicadores y metas priorizadas. Este Plan tenía la ventaja de haber sido presentado públicamente, fue impreso y repartido a cientos de organizaciones de toda la Provincia. Aquí algunas municipalidades tendrán un reto que sortear en el más breve plazo.

Una iniciativa de este tipo necesitaba, como condición, un gran consenso social, una especie de voluntad masiva en recorrer el camino propuesto, a pesar de las diferencias y a pesar de algunas debilidades del convocante. Y la necesidad de este gran consenso es porque tal tarea involucra a una diversidad de actores, cada uno con su propia normatividad y con sus particulares apremios y discrepancias. Es en este punto en que la implementación del Plan de Desarrollo Concertado de la Provincia de Lambayeque encontró su principal limitación. En resumen resulta muy difícil hacer realidad una iniciativa en condiciones, por ejemplo, de una contienda electoral como la que hemos tenido recientemente. Es también muy difícil llevarla adelante cuando la población está muy afectada por alguna actividad de la municipalidad, como el caso del proyecto de saneamiento.

20141118-logo_de_panorama_para_articulo.jpg

Un trabajo de cambio implica también enfrentarse a ciertos paradigmas y generar otros que permitan darle norte a las acciones: la municipalidad se conciba y se trabaje para convertirse en un gobierno provincial con las limitaciones y competencias que debe tener todo gobierno y el alcalde provincial se plantee ser el líder provincial que tanto se requiere. Se tiene que dejar atrás la vocación de unidad ejecutora del presupuesto y el alcalde debe dejar de ser el simple titular de su pliego. Quizás Arturo Castillo Chirinos fue el alcalde que sí comprendió el mandato que recibió en las ánforas y por ello siempre enfatizaba la frase de “gobierno de Chiclayo”.

Otros elementos importantes para un proceso de cambio – y estoy más en el terreno de las subjetividades – es que el contenido del discurso, los mensajes del alcalde provincial (y de los regidores y de los gerentes) tienen que estar basados en los contenidos, en las orientaciones, en las miradas prospectivas contenidos en el Plan de Desarrollo de la Provincia. En ese sentido no nos parece que exista un discurso más motivador, más coherente, más inspirado, que aquél basado, por ejemplo, en la visión de futuro contenido en el Plan de Desarrollo Concertado. No encuentro un enfoque de desarrollo más adecuado y moderno que aquél que está en el propio Plan pues ha sido construido con el aporte de mucha gente que tiene muchos saberes y que recupera aportes de otras latitudes. Pero igualmente resultaría muy motivador que el Alcalde se convierta en el principal promotor para que los proyectos a ser ejecutados sean aquellos que coinciden con las prioridades establecidas en los planes de desarrollo,  en los planes sectoriales e incluso en los más recientes Acuerdos de Gobernabilidad promovidos por la MCLCP y por sociedad civil. Para todo lo que estamos diciendo no se requiere ser un consumado orador o un político de carrera o un multifacético personaje. Se necesita ser simplemente un hombre que quiera hacer la diferencia, implica también enfrentarse a ciertos paradigmas y generar otros que permitan darle norte a las acciones: como que la municipalidad sea concebida como gobierno provincial con las limitaciones y competencias que debe tener todo gobierno y el alcalde provincial se plantee ser el líder provincial que tanto se requiere. Se tiene que dejar atrás la vocación de unidad ejecutora del presupuesto y el alcalde debe dejar de ser el simple titular de su pliego. Quizás Arturo Castillo Chirinos fue el alcalde que sí comprendió el mandato que recibió en las ánforas y por ello siempre enfatizaba el concepto de “Gobierno de Chiclayo” cuando se refería a la Municipalidad Provincial de Chiclayo

Como decíamos al principio, ha sido la Municipalidad Provincial de Lambayeque la que ha iniciado el largo y complejo proceso para convertir al Plan de Desarrollo Concertado de la Provincia de Lambayeque al 2021 en un verdadero instrumento de gestión y de transformación de la gestión pública. A pesar de los problemas que se han presentado se pudieron realizar avances importantes como la aprobación de un “Plan de Implementación” del Plan de Desarrollo y la conformación del Grupo Impulsor encargado de llevar adelante ese proceso. Esperamos que en las pocas semanas que quedan se puedan dar pasos complementarios como la aprobación del Plan Estratégico Institucional que haga posible una adecuación de la propia municipalidad para que esté en mejores condiciones de enfrentar este desafío ya bajo una nueva administración municipal.

………..

Este artículo fue publicado en el Semanario Expresión. Edicion de Septiembre 2014

*El autor es consultor en planeamiento estratégico y trabaja en el Instituto de Desarrollo Regional – INDER

………….

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *