Pedro Alva Mariñass
El distrito que le sigue, a catorce puestos de distancia, es Chiclayo que a pesar de ser capital departamental está lejos de ocupar un puesto expectante en el tema de desarrollo humano. El puesto 67º del ranking nacional que ocupa el distrito no se condice con el volumen poblacional (puesto 15 a nivel nacional), tampoco con el crecimiento urbano que lo ha convertido en uno de los diez grandes centros urbanos del país. Por ser un distrito con importantes recursos agropecuarios, comerciales y artesanales, es obligatorio preguntarse sobre las causas que frenan el desarrollo de esta importante metrópoli.
Pimentel ha crecido de manera vertiginosa en los últimos años debido a la tendencia de ciertos sectores sociales a radicar cerca a las playas y porque vastas áreas agrícolas han sido reemplazadas por diversas edificaciones como locales universitarios, centros educativos, residenciales y hasta hospitales. Lo interesante es que la municipalidad ha incrementado sus ingresos propios y está teniendo un mayor dinamismo que lo ha llevado a ocupar un meritorio tercer puesto entre los veinte distritos que conforman la Provincia de Chiclayo.
En el otro extremo del cuadro encontramos a los distritos de Nueva Arica, Oyotún y Monsefú que ocupan los tres últimos lugares de desarrollo humano. El caso de Monsefú es preocupante porque tiene fama de ser un distrito progresista, trabajador, que ha desarrollado actividades productivas basadas en la gastronomía y artesanías. Sin embargo todo ello no le alcanza para mejorar sus índices de desarrollo humano y lo lleva a ocupar el último lugar de los 20 distritos que conforman la Provincia de Chiclayo y a ocupar el puesto 488 en el ranking nacional. No creo que este dato les siente bien a los monsefú, acostumbrados a ser protagonistas en gastronomía, artesanía y música. Que los distritos de Nueva Arica y Oyotún ocupen los puestos penúltimo y antepenúltimo no nos sorprende por ser distritos alejados, directamente relacionados con la serranía y en los cuales las comunicaciones no son fáciles. Sin embargo son distritos que por su clima y por el fácil acceso al agua de riego logran tener dos cosechas al año, lo que les permite mejores ingresos que los productores de otros distritos, parece que ello no es suficiente.
A continuación presentamos el cuadro “Indice de Desarrollo Humano de los Distritos de la Provincia de Chiclayo” del desarrollo humano y que presenta varias columnas: la columna de la izquierda indica el puesto que ocupa el distrito entre los veinte que integran la Provincia de Chiclayo, la tercera columna nos informa de la población de cada distrito y el ranking que ocupa en cuanto al volumen de la población. Finalmente las dos últimas columnas presentan el índice de desarrollo humano de cada distrito y el respectivo puesto que ocupan entre los más de 1848 distritos existentes a nivel nacional.
Consideramos pertinente aclarar que el índice de desarrollo humano se mide en base a las variables de salud, educación e ingresos familiares. Igualmente se aclara que el máximo grado de desarrollo humano equivale a 1 y de ello podemos colegir que los distritos de la Provincia de Chiclayo presentan un nivel medio de desarrollo humano, sin embargo entre los distritos existen profundas diferencias como el caso de Puerto Eten que ocupa el puesto 53, mientras que Monsefú ocupa el puesto 488.
Esta nota, además de su carácter informativo, intenta generar en los gestores públicos, en los líderes políticos, en las autoridades y en los líderes sociales una preocupación por la situación general en que nos encontramos y por la situación concreta de cada uno de los distritos y, a partir de allí, ir generando propuestas y compromisos para mejorar esos índices y superar el puesto en el ranking provincial y en el nacional.
Nota: Un cuadro similar, pero para los distritos de la Provincia de Lambayeque, fue publicado anteriormente en este blog.
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