Es sabido que América Latina es la región más desigual del planeta. Puede coincidirse con este diagnóstico, aunque sin duda no es el mismo de 10 ó 20 años atrás, porque hubo diversos cambios en este sentido. Entre otras cuestiones, aparece la relevancia del papel que pueden jugar las políticas sociales, en particular los programas de transferencias condicionadas. Con arquitecturas diversas, distintas coberturas y formas de operación, muchos de estos programas tienden a una intervención más integral y eficaz al abarcar a la familia y no solo a los sujetos; por ello tienen un mayor potencial para generar sinergias y ampliar su impacto. Algunos de dichos programas han sido analizados en los paneles que integraron el Seminario del IIPE-UNESCO Buenos Aires en el año 2013, cuyo título fue “Educación y políticas sociales. Sinergias para la inclusión”, el cual da origen a la presente publicación. Esta nueva publicación del IIPE-UNESCO Buenos Aires abre el debate y profundiza sobre cómo las políticas que pretenden asumir el desafío de la inclusión de los grupos más vulnerabilizados tienen también, ellas mismas, el desafío de integrarse en el funcionamiento regular de las escuelas y de las aulas.