Conforme a la planificación señalaremos tres momentos pedagógicos como son el inicio, desarrollo y cierre. En nuestra disertación enfocaremos sus elementos constituyentes de cada uno de ellos relacionados con las competencias laborales.
En el inicio se desarrollan la motivación, recuperación de saberes previos y conflicto cognitivo. En la motivación se es ético al considerar temas que incidan en acciones proactivas como el lavado de manos o el saludo. En la recuperación de saberes previos se es ético al indagar sin entrometerse en la vida privada de los niños. El conflicto cognitivo desestabiliza al participante conforme a una realidad que es susceptible de mejora sin dejarlos con la oportunidad de cambiar.
En el desarrollo se comprende a la adquisición de la información, aplicación y transferencia de lo aprendido. La adquisición de la información requiere el respeto a las diferencias y equidad considerando las opiniones de los niños. La aplicación en el como los niños trabajan, la docente será la monitora de los aprendizajes de manera afable e inclusora aún de las ideas descontextualizadas como oportunidad de la tolerancia. La transferencia de lo aprendido hace referencia a como se utilizan estrategias de trabajo colaborativo.
En el cierre encontramos a reflexión de lo aprendido y evaluación. En la evaluación de lo aprendido encontramos las interrogantes metacognitivas como son ¿Qué han aprendido hoy? ¿Cómo llegaron a ese conocimiento? ¿Qué aspectos del trabajo nos han merecido mayor esfuerzo? ¿Cómo superamos nuestras dificultades? ¿Cómo se han sentido durante el trabajo? ¿Qué sensaciones recuerdan?. Es relevante contextualizar las interrogantes conforme a la idiosincrasia y estilos de vida de los participantes. En la evaluación la escala de letra nos compromete a evaluar de manera objetiva conforme a los logros obtenidos en cada sesión de aprendizaje a fin de fijar las capacidades establecidas en el Diseño Curricular Nacional.
La extensión es la actividad fuera del aula en la cual se realiza el contraste de la teoría con la práctica. Se recomienda el apoyo de los padres de familia como agentes comprometidos con la formación integral de sus niños.