Por Jorge Bruce
Han ocurrido tres hechos significativos esta semana, unidos por un hilo que puede resultar invisible para muchos. ¿Qué tienen en común la atroz matanza de Accomarca, la modificación del Artículo 130º del Código Penal, que tipifica la injuria racista y el debate sobre la ordenanza municipal contra la discriminación por opciones sexuales en locales públicos? La manera más sencilla de responder esa pregunta es que cuando se niegan sus derechos a las personas, cuando se las relega a categorías denigradas, cuando se les considera seres inferiores, se les convierte en prescindibles para la comunidad.