En diciembre tendrá lugar en Bali una cumbre sobre el cambio climático,
en la que se quieren establecer los principios de un nuevo tratado internacional que sustituya
al de Kioto, que finalizará en 2012
Un número récord de inundaciones, sequías y tormentas por todo el mundo a lo largo de este año
hace prever un “cambio climático mega desastroso”, según ha avisado el coordinador de situaciones
de emergencias de Naciones Unidas, Sir John Colmes.
Este diplomático británico, que también es subsecretario general de Naciones Unidas
para asuntos humanitarios, afirmó que las funestas predicciones sobre el impacto
del calentamiento global se están haciendo realidad.
“Somos testigos de los efectos del cambio climático”.
Cada año puede resultar insólito, pero el patrón parece estar bastante claro.
Por eso estamos intentando decir que, por supuesto, hay que tratar la mitigación de las emisiones;
pero que el problema está aquí y ahora, ya nos afecta.”
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA)
ha emitido 13 alertas ‘flash’ o de urgencia en lo que va de año.
El número triplica el del año 2005, que ostentaba el anterior récord.
Hace dos años, tan sólo la mitad de los desastres internacionales tratados por OCHA
tenían algo que ver con el clima.
Pero este año, de los 13 sólo uno no estuvo relacionados con el clima.
“Y 2007 no ha terminado. Sin duda alguna, tendremos muchos más de aquí a finales del año,
me temo”, añadió Sir John.
Se esperan más alertas en las próximas semanas, debido a las inundaciones que están azotando
el oeste de África.
“Todos estos eventos en sí mismos no tuvieron como consecuencia una elevada cifra
de fallecimientos, pero sí se unen todos, el resultado es un mega desastre”, puntualizó.
La única llamada de emergencia de este año no relacionada con el clima
fue la de un terremoto en Perú en el mes de agosto.
Todas las demás se produjeron tras una cadena de inundaciones sin precedentes en gran parte
de África, el sur de Asia y Corea del Norte, seguida de una severa sequía en el sureste africano,
el huracán de categoría cinco de Nicaragua y las condiciones climáticas extremas de Bolivia,
con sequías e inundaciones al mismo tiempo.
Las alertas de OCHA representan la punta de un iceberg, ya que se lanzan únicamente
con la aprobación del país afectado.
India resultó gravemente afectada por las inundaciones que azotaron el resto de la región asiática
en julio.
OCHA cree que 66 millones de personas se han quedado sin hogar o se han visto afectadas
de otras formas en el sur de Asia. Las vidas de varios millones de personas se vinieron abajo
en toda África. Sudán, Mozambique, Madagascar, Zambia y Uganda experimentaron
inundaciones desastrosas, y Suazilandia y Lesoto declararon el estado de emergencia
a causa de las sequías, que redujeron las cosechas a la mitad.
El último llamamiento de Ocha fue lanzado ayer, para intentar recaudar fondos de socorro
en emergencia para Ghana, donde más de 400.000 personas se han quedado sin hogar
como consecuencia de las inundaciones.
Es posible que en breve comiencen otros llamamientos para Togo y Burkina Faso.
“Las inundaciones en África actuales son las peores que nadie recuerda”,
asegura Sir John, expresando su frustración ante la poca atención mediática en los países
occidentales dedicada a lo que él califica de catástrofe climática.
Las inundaciones son algo que se convertirán en habitual en un planeta en calentamiento,
y el cambio climático tiene un doble efecto, ya que incrementa la frecuencia de las tormentas,
y al mismo tiempo frena la capacidad de las plantas de absorber agua de la tierra.
La Conferencia de Bali
En diciembre tendrá lugar en Bali una cumbre sobre el cambio climático,
en la que se quieren establecer los principios de un nuevo tratado internacional que sustituya
al de Kioto, que finalizará en 2012.
Las negociaciones se enfrentan a la decidida oposición estadounidense a que se fijen objetivos obligatorios con respecto a las emisiones. La mayoría de los negociadores dudan que pueda
lograrse un verdadero avance
antes de que el gobierno de George W. Bush deje el poder en el año 2009.
Sir John expresa que, independientemente de lo que se lleve a cabo con respecto a las emisiones
de gases de efecto invernadero, ahora es imprescindible invertir el dinero en mitigar el impacto
que el cambio climático está produciendo.
“No es posible detener los desastres ni evitar que ocurran, pero se puede hacer mucho
para reducir su impacto sobre la vulnerabilidad de la humanidad, asegurándose de que la gente
no viva en las costas o en las llanuras de los ríos, y que las carreteras estén más altas que los pantanos”.
Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC),
que dirige la investigación sobre el tema, el calentamiento global perturbará y devastará
potencialmente las vidas de miles de millones de personas.
Y mientras que el calentamiento global comienza a dejarse sentir, se perciben señales de la
“fatiga de los donantes”. De los cerca de 240 millones de euros solicitados para las 13 alertas
de emergencia de OCHA, tan sólo 80 millones provienen de donaciones.