RESPALDO AL CARDENAL JUAN LUIS CIPRIANI – SOBRE EL CASO GARATEA
COMUNICADO DE PRENSA ARZOBISPADO DE LIMA
Garatea ha expresado públicamente estar a favor del mal llamado “matrimonio homosexual”, que la Iglesia condena por ser el sacramento del matrimonio entre el hombre y la mujer el que da origen a la familia, base de la sociedad. Garatea ha olvidado que el ejemplo a seguir de matrimonio es el de la Virgen María y San José.
También Garatea se ha mostrado contrario al celibato o voto de castidad que practican los eclesiásticos según la Santa Sede, lo que demuestra que no tiene claro lo que es ser un SACERDOTE.
Da gusto tener un Arzobispo con actitud enérgica que defiende los principios de la Iglesia Católica y no duda en poner a distancia a los malos ejemplos, aunque sean sacerdotes, como si la Iglesia Católica no tuviera bastante con los ataques de los que por odio la insultan.
Las palabras del Padre Paulo Dierckx y el Padre Miguel Jordá sobre el celibato sacerdotal deben servir de orientación a aquella “multitud” que dice ser católica y apoya a Garatea: “En verdad, el hombre ha sido creado en cuerpo y espíritu con vistas al matrimonio: Dios creó al ser humano como hombre y mujer, «y vio Dios que era bueno». (Gén. 1, 27, 31). Y sin embargo, hay hombres y mujeres cristianos que con pleno conocimiento y libertad, y con gran alegría, renuncian de por vida al matrimonio. Lo hacen «por amor al Reino de los Cielos» (Mt. 19,12). Este estado de vida lo indicamos con los términos: «castidad consagrada», o «celibato religioso», o «virginidad cristiana». Y el que renuncia a ese gran valor humano del matrimonio, lo hace para seguir el ejemplo y el consejo evangélico de Jesús. A quienes profesan de por vida este estado, se les da el nombre de «religiosos», «religiosas», y sacerdotes.”
Espero que las familias católicas no se dejen impresionar por las noticias “siempre maquilladas” y reconozcan los ideales católicos que practican, frente a comentarios que apoyan la disolución de la familia y los sacramentos. Además, deben recordar que como católicos son parte del cuerpo de la Iglesia Católica y deben aceptar la palabra del Cardenal Juan Luis Cipriani como cabeza de la Iglesia, palabra a través de la cual nos guía a ser mejores católicos para nuestra Iglesia. No podemos dividir nuestra Iglesia Católica por querer hacer lo que queremos, debemos obedecer a nuestro Cardenal que no actúa pusilánimemente.
Que Dios les bendiga.
KARLA ROUILLON
LIMA – PERÚ
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