NUESTRA SEÑORA DEL MONTE CARMELO
La fiesta de Nuestra Señora del Monte Carmelo, conocida también como Nuestra Señora del Carmen, se celebra el 16 de julio, en honor a la fecha en que la Bienaventurada Virgen María apareció en el año 1251, acompañada de una multitud de ángeles, a San Simón Stock, General de los Carmelitas, y le entregó el escapulario de la Orden en sus manos, diciéndole: “Tú y todos los Carmelitas tendréis el privilegio, que quien muera con él no padecerá el fuego eterno”.
El Escapulario del Carmen además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva también consigo el llamado privilegio sabatino.
Según la tradición, a la muerte de Clemente V (1314), en el cónclave que duró dos años y tres meses, la Santísima Virgen se apareció al Cardenal Jaime Duesa, muy devoto de ella, y le anunció que sería Papa con el nombre de Juan XXII, y añadió: “Quiero que anuncies a los Carmelitas y a sus Cófrades: “los que lleven puesto el Escapulario, guarden castidad conforme con su estado, y recen el oficio divino, – o los que no sepan leer se abstengan de comer carne los miércoles y sábados -, si van al purgatorio Yo haré que cuanto antes, especialmente el sábado siguiente a su muerte sean trasladadas sus almas al cielo”.
Para gozar de las gracias anexas al escapulario, hay que llevarlo piadosamente y la más importante condición para obtenerlas es estar en gracia de Dios, pues, cómo podemos pretender gozar de los favores de Santa María si ofendemos a Dios con el pecado.
No podemos permitir que nos suceda que nos valemos de llevar el Santo Escapulario para pecar libremente con el pretexto de que si morimos no nos condenaremos. Esto de valernos de la protección de Nuestra Señora ofendiendo a Dios es demasiado indigno para atrevernos. Roguemos más bien a Nuestra Señora que nos ayude a vencer el pecado y detestarlo e imploremosle a Ella que es el Auxilio de los Cristianos y el Refugio de los pecadores que nos guíe nuevamente a la amistad con Dios haciendo una buena confesión para volver a estar en Gracia de Dios y ser dignos de llevar su Santo Escapulario y merecedores de sus promesas, porque, como nos dice San Jorge de Nicomedia, “su poder y clemencia sobrepujan incomparablemente la multitud de nuestros pecados”.
Descarga aquí tu GUÍA PARA UNA BUENA CONFESIÓN y ¡Confiésate bien!
ORACIÓN A LA BEATÍSIMA VIRGEN DEL MONTE CARMELO
¡Oh piadosísima Virgen! Vos, que nueve siglos antes de existir fuisteis vista en profecía por el siervo de Dios nuestro Padre San Elías, y venerada por sus hijos allá en el Carmelo… Vos, que en carne mortal os dignasteis visitarles y les dispensasteis celestiales consuelos… Vos, que vigiláis siempre por la virtuosa familia que tuvo por Superior a vuestro estimado hijo San Simón Stock, por Padres y reformadores a la Seráfica Virgen y mística Doctora Santa Teresa de Jesús y al esclarecido y extático San Juan de la Cruz, así como por una de sus dignísimas hijas a la ejemplar Esposa de Jesucristo Santa María Magdalena de Pazzis, vuestra devotísima sierva… Vos, que engalanasteis a dicha Orden con la estimable prenda del Santo Escapulario.., y, en fin, Vos, que de tantas maneras habéis demostrado vuestro cariñoso amor a los carmelitas y sus allegados, recibid benévola mi corazón ardiente de fervoroso entusiasmo hacia la más pura de las criaturas y la más candorosa de las madres. No permitáis, Señora, que el león rugiente asuste mi espíritu en el camino de la perfección, y haced que logre arribar a salvamento en la gloria, como lo habéis alcanzado de vuestro Divino Jesús para los que, invocándoos con fe e imitando vuestras virtudes, murieron píamente con vuestra enseña. Amén
“La devoción del Escapulario del Carmen ha hecho descender sobre el mundo una copiosa lluvia de gracias espirituales y temporales” (Pío XII, 6-VIII-1950).
Además, el 16 de julio, por ser la fiesta de Nuestra Señora del Monte Carmelo podemos ganar una INDULGENCIA PLENARIA, vistiendo el Santo Escapulario y observando las condiciones de Confesión, Comunión Sacramental y Oración por las intenciones del Sumo Pontífice.
Es necesario haber recibido el bautismo, no estar excomulgado y hallarse en estado de gracia. Asimismo, debe tenerse la intención, de ganarlas. Y es necesario que las obras prescriptas se realicen en el tiempo y modo establecidos en la concesión.
Se puede ganar indulgencia plenaria:
1.- El día que se inscribe en la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen o el día en que le imponen el Santo Escapulario y se une a la familia Carmelita.
2.- En la Solemnidad de la Sma. Virgen del Carmen, el 16 de julio.
3.- En la festividad de San Simón Stock, el 16 de mayo.
4.- En la festividad de San Elías, Profeta, el 20 de julio.
5.- En la festividad de Santa Teresa de Jesús, el 15 de octubre.
6.- En la festividad de San Juan de la Cruz, el 14 de diciembre.
7.- En la festividad de Sta. Teresita del Niño Jesús, el 1 de octubre.
8.- En la festividad de Todos los Santos de la Orden, el 14 de noviembre.
Se puede ganar una indulgencia parcial por usar piadosamente el santo escapulario, por besarlo o por cualquier otro acto de afecto y devoción.
Recordemos que las indulgencias, tanto parciales como plenarias, pueden ser aplicadas a los difuntos a modo de sufragio. Pero nadie puede aplicar a otros hombres aún vivos las indulgencias que gana.
El Santo Escapulario, el Santo Rosario y la Medalla Milagrosa son los tres sacramentales más difundidos y populares entre los devotos de Nuestra Señora.
Y para aquellos que aún no se han impuesto el Santo Escapulario les compartimos una oración de consagración a Nuestra Señora del Monte Carmelo. Recordemos también pedir a Nuestra Señora, Consoladora de los Afligidos, por la Iglesia Purgante, para que las infortunadas almas cautivas del fuego del Purgatorio puedan, con tu oración, obtener una Gracia especial y obtener su pronta liberación.
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
Soberana Virgen del Carmen, Madre común de todos los fieles, pero muy en especial de los que visten vuestro Santo Escapulario: alcanzadme a mi, que soy uno de vuestros privilegiados hijos, que viva castamente todos los días de mi peregrinación por este mundo, que muera bajo vuestro manto maternal, y, si Dios me destinase a expiar mis pecados en el Purgatorio, sacadme de allí cuanto antes con vuestra poderosa intercesión, cómo lo habéis prometido a todos aquellos que se adornan con el escudo e insignia de los predilectos hijos del Carmelo. ¡Oh dulcísima María! Defensa en los peligros, prenda de vuestro amor singular, y pacto de eterna alianza con vuestros hijos, llamasteis a vuestro Santo Escapulario. Que nunca, pues, se rompa este pacto por el pecado, ¡oh Madre mía querida!; y en prueba de mi fidelidad perpetua, yo me ofrezco todo a Vos, y consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y todo mi ser; y pues soy todo vuestro, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén.
OREMOS
Señor, que habéis honrado a la Orden del Carmelo con el glorioso título de la Bienaventurada Virgen María, vuestra Madre, dignaos concedernos, hoy que celebramos solemnemente su memoria, la gracia de llegar, por su protección, a la beatitud eterna. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Finalmente, les invito a escuchar el Himno “Quem terra, pontus, sídera” compuesto por San Venancio Fortunato, y que el Oficio Divino destinó para el día de Nuestra Señora del Monte Carmelo.
Quem terra, pontus, sídera
Colunt, adórant, prædícant,
Trinam regéntem máchinam,
Claustrum Maríæ bájulat.Cui luna, sol, et ómnia
Desérviunt per témpora,
Perfúsa cæli grátia,
Gestant puéllæ víscera.Beáta Mater múnere,
Cujus supérnus ártifex
Mundum pugíllo cóntinens,
Ventris sub arca clausus est.Beáta cæli núntio,
Foecúnda sancto Spíritu,
Desiderátus géntibus,
Cujus per alvum fusus est.O gloriósa vírginum,
Sublimis inter sídera,
Qui te creávit, áarvulum
Lactente nutris ubere.Quod Eva tristis abstúlit,
Tu reddis almo gérmine:
Intrent ut astra flébiles,
Cæli reclúdis cárdines.Tu regis alti jánua,
Et aula lucis fúlgida:
Vitam datam per Vírginem
Gentes redémptæ pláudite.Jesu, tibi sit glória,
Qui natus es de Vírgine,
Cum Patre, et almo Spíritu
In sempitérna sǽcula.
Amen.
Deseo que por la intercesión de Nuestra Señora del Monte Carmelo, Dios les conceda a todos las Gracias que necesiten.
Karla Rouillon Gallangos
Conoce más acerca de LA DEVOCIÓN AL SANTO ESCAPULARIO Y SU PROMESA
Conoce más sobre NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN – HERALDOS DEL EVANGELIO
Googlea “krouillong”
Estas son nuestras redes sociales, donde puedes encontrar audios y videos de oraciones y devociones.