SANTA MARÍA, MADRE DE LA EUCARISTÍA
Ave María, dulce Madre de la Eucaristía.
Con dolor y mucho amor,
nos has dado a tu Hijo Jesús
mientras pendía de la Cruz.
Nosotros, débiles criaturas,
nos aferramos a Ti para ser hijos dignos
de este gran Amor y Dolor.
Ayúdanos a ser humildes y sencillos,
ayúdanos a amar a todos los hombres,
ayúdanos a vivir en la Gracia
estando siempre listos
para recibir a Jesús en nuestro corazón.
Oh María, Madre de la Eucaristía,
nosotros, por cuenta propia,
no podremos comprender este gran misterio de Amor.
Que obtengamos la luz del Espíritu Santo,
para que así podamos comprender
aunque sea por un solo instante,
todo el infinito amor de tu Jesús
que se entrega a Sí mismo por nosotros.
Amén
–/–
¡NO RECIBAS A JESÚS EN LA MANO!
LO QUE DEBES SABER:
Nos han quitado los reclinatorios y no hemos hecho nada.
Nos imponen la sacrílega comunión en la mano y no hacemos nada.
La comunión en la mano se regula por una excepción dada por la diócesis, según el juicio del obispo respectivo. La comunión en la boca siempre ha sido y sigue siendo ley de la Iglesia y por tanto no debe ser considerada desechada por los católicos como forma válida de recibir la comunión.
La Santa Iglesia -en su sabiduría- ha dejado indicado en la excepción que regula la comunión en la mano que es “solo para el fiel que lo desea”, lo que significa que nadie, ni sacerdote, ni párroco, nadie puede obligarte a recibir la comunión en la mano.
La obediencia se debe siempre y cuando lo que se mande no sea pecado.
Si cedes a las presiones, estiras las manos y recibes la comunión en la mano es porque tú lo quieres así y, por tanto, tu responsabilidad, tu pecado, tus consecuencias.
Cuando veas al sacerdote negarte la comunión en la boca y querer que la recibas en la mano pregúntate si por ese sacerdote vale la pena ofender a Dios y cometer sacrilegio.
Toma la decisión correcta, no vaya a ser que estés siendo probado por Dios. Recuerda que todo te es lícito, pero no todo te edifica.
La comunión en la mano es el trabajo sacrílego perfecto de Satanás. Los católicos hoy en día blasfeman contra la Sagrada Eucaristía cuando dicen y consienten la idea de que “les da asco que les contagien una enfermedad con la saliva de otro fiel por comulgar en la boca” y luego cometen sacrilegio contra la Sagrada Eucaristía al recibirla en las manos, y con estos pecados se comen su propia condenación.
Por favor, por amor a Jesús, no se queden callados y luchen contra la sacrílega comunión en la mano… es Jesús ahí presente y no, no está dichoso de ser flagelado otra vez por ti recibiéndolo en las manos… ¡NO RECIBAS A JESÚS EN LA MANO!
Y recuerda que si en tu parroquia no cambian las cosas, siempre puedes cambiar tú de parroquia.
Que Dios bendiga a todos los que luchan contra la sacrílega comunión en la mano.
Karla Rouillon Gallangos
Sobre la COMUNIÓN EN LA MANO
Recuerda que los demonios son RESPONSABLES del pecado pero tú eres CULPABLE por no haber resistido la tentación y por ofender a Dios con el pecado. ¡Confiésate bien!
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Gracias por todo
Son para mi de mucho interés todo lo que publicas porque me ayuda a conocer mi fe y a crecer espiritualmente.
Gracias